Todo puede desaparecer en un momento porque nada es estático, todo está cambiando constantemente, lo veamos o no, no seamos conscientes o no nos enteremos de que algo está ocurriendo en algún lugar.
Esta es una de las tantas razones para participar e involucrarnos en mantener activo todo lo bello que existe en este mundo a la vez que disfrutamos de ello.
La existencia se vive día a día y eso, ya merece por sí solo una celebración.
La magia de cada día es sutil y a veces, pasa desapercibida por nosotros pero siendo más conscientes de cada momento, nos predispone a celebrar lo cotidiano.
Algunos motivos para celebrar:
Momentos
Dado que cada instante es único, el mejor modo de honrarlo es darle el valor de irrepetible y saborearlo.
Lugares
Observar el espacio en el que estamos, en el que vivimos, trabajamos, sus detalles y matices, sus colores y texturas y verlos cada día con nuevos ojos.
Elementos
Damos por hecho elementos imprescindibles para nuestra vida como el agua, el aire, el sol, cuando en algunos lugares de este planeta son escasos. Recibirlos con amor y agradecimiento.
Vegetación
Los alimentos que nos nutren cada día así como muchas plantas que ayudan a mantenernos sanos o las flores que alimentan nuestra Alma, también son motivo de celebración.
Animales
Tanto si forman parte de nuestra familia como si gozamos contemplando el vuelo de las aves, ellos son nuestros compañeros de planeta, nuestros maestros en el arte de la sencillez.
Objetos materiales
Agradecer todo lo que tenemos en vez de anhelar lo que creemos que nos falta.
Cuerpo
Percibimos el mundo y disfrutamos a través de nuestro cuerpo y es bueno cuidar de nuestro instrumento en esta vida y prepararlo para una fiesta diaria.
Mente
No es posible apreciar las maravillas que nos rodean si interponemos entre nosotros y el mundo, un velo de negatividad o ideas preconcebidas. Somos lo que pensamos.
Corazón
Observar y navegar en nuestro interior, nuestras emociones y motivaciones nos permite profundizar y acercarnos a nuestra esencia y esto siempre nos beneficiará y también a nuestras relaciones.
Alma
Cultivar la espiritualidad en el día amplía la consciencia y permite celebrar más plenamente cada día.
Cuerpomente.
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