Abrid los ojos hacia vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y el tiempo. Oireis que alli vuelven a resonar el canto de los astros, la voz de los numeros y la armonia de las esferas. Cada sol es un pensamiento de dios y cada planeta una forma de ese pensamiento, y es para conocer el pensamiento divino que vosotras almas descendereis y remontareis penosamente el camino de los siete planetas y de los siete cielos suyos. HERMES TRISMEGISTO


Lo que la oruga ve como el final de la vida, el maestro lo llama una mariposa. RICHARD BACH

DEDICATORIA

Allí, donde habitan las mariposas, lo hacen tambien las hadas y los angeles, la verdad y la ilusion, la alegria, el amor, la dulzura y la fantasia; los mas bellos sueños y la esperanza.

Es el lugar donde los rios son de miel y las montañas de plata y diamantes; donde los seres alados bailan moviendose al ritmo de la musica de George Harrison y el aroma del Padmini; donde puedo descansar en grandes almohadones de plumas tejidos con hilos de seda y oro. Es mi refugio, y el de muchos que sueñan encontrarlo, sin saber aún que son mariposas.

Este blog esta dedicado a todos ellos y ojala puedan disfrutarlo como parte de su camino hacia el lugar donde habitaron o habitaran algun dia


Parameshwary
Enero 2009


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los cuatro acuerdos de la sabiduria Maya

Los cuatro acuerdos de la sabiduria maya
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Secretos Parameshwary

jueves, 31 de julio de 2014

Giovanni Segantini: Divisionismo simbolista






 
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Giovani Segantini

Nació en Arco, Trento, región del Trentino, Italia, el 15 de enero de 1858.
En esa fecha, la región del Trentino pertenecía al imperio austro-húngaro.

En 1865, tras morir su madre, Giovani es enviado a estudiar a Milán. Durante su educación formal, asistió a clases nocturnas de artes plásticas en la Academia de Brera, de 1875 a 1879.

En 1886 abandonó Italia, trasladándose a una pequeña aldea del cantón suizo de los Grisones, Savognin, para dedicarse a tiempo completo a la pintura, acercándose al *.

En este tiempo, pintó sobre todo paisajes alpinos y temas religiosos. Algunas de estas obras fueron expuestas en 1889 en la Exhibición Italiana de Londres, gracias a las que obtuvo el reconocimiento de crítica y público y le permitió colaborar en distintas revistas de arte.

Su arte evolucionó haciéndose complejo, en este último año citado, comenzó una síntesis del y divisionismo, mediante alegorías basadas en modelos de la pintura nórdica.

En muy poco tiempo conjugó con gran acierto la luminosidad cromática y los efectos lumínicos del postimpresionismo, manteniendo en su dibujo las líneas academicistas.
Es en esta época, de 1887 a 1889, cuando realizó sus mejores obras.

En 1894, se trasladó de Savognin a Maloja, Engandina, buscando un lugar donde poder ejercer una más profunda meditación personal y redescubrir su propio misticismo.

Sin embargo, su carrera se truncó al morir con tan sólo 41 años víctima de una peritonitis que le sobrevino en el Schafberg que domina a Pontresina, fue el 28 de septiembre de 1899.

*Divisionismo
“El divisionismo (también conocido como el cromoluminarismo) fue el estilo característico en la pintura neoimpresionista, definido por la separación de colores en puntos individuales que interactúan ópticamente.

El divisionismo se desarrolló en la pintura del siglo XIX cuando Georges Seurat descubrio las teorías científicas de visión que fomentaron una desviación de los principios del impresionismo, que en este momento había sido muy desarrollado. Las teorías científicas y reglas de contraste de colores que guiarían la composición para los divisionistas pusieron el movimiento de neoimpresionismo en contraste con el impresionismo, es caracterizado por el uso de instinto e intuición. Los científicos o artistas cuyas teorías de luz o color tuvieron algún impacto en el desarrollo del divisionismo incluyeron Charles Henry,  Charles Blanc,  David Pierre Giottino Humbert de Superville,  David Sutter, Michel Eugène Chevreul, Ogden Rood y Hermann von Helmholtz” (Información de Wikipedia)
Un ejemplo claro es la obra de Segantini “Eitelkeit” de 1897.

http://trianarts.com

La perla de hoy


Yoga


Pranayama es la clave de la Ciencia del Yoga,
la práctica constante del control de la respiración puede transformar toda tu vida.  Nota al respirar como con la disposición de tu pensamiento tu inhalación cambia.
Hay un desierto que estoy caminando, un gran vacío: paz más allá de toda comprensión.


“Viaje al centro de la Tierra”, de Julio Verne, ¿fue algo más que una obra de ficción? 3

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E. Wyllys Andrews, IV (1916 – 1971) fue un arqueólogo y hombre de ciencia estadounidense, especializado en la cultura maya, que dirigió en la península de Yucatán durante más de tres décadas, desde antes de 1940, un programa de investigación de la Universidad de Tulane sobre la historia y arqueología de la civilización maya. Complementó sus estudios sobre la región con investigaciones sobre etnología, lingüística, ecología y zoología. Sus escritos se consideran toda una síntesis de la historia de los mayas, con el conocimiento que se tenía hasta su muerte, acaecida en la ciudad de Nueva Orleans en 1971, cuando contaba con 54 años de edad. Desde su infancia Andrews recolectó artefactos geológicos y paleontológicos y desarrolló su interés en la cultura maya durante su adolescencia. A la edad de 15 años se inició en la arqueología en Mesa Verde en una excavación arqueológica con Byron Cummings. En 1933 se inscribió en la Universidad de Chicago donde trabajó en el Museo Field en el tema de los jeroglíficos mayas y herpetología. Acompañó poco más tarde a Sylvanus G. Morley a Chichén Itzá, Yucatán. Se matriculó en la Universidad de Harvard en la que obtuvo su doctorado en 1942. A los 21 años, ya había publicado cinco artículos científicos, principalmente sobre los jeroglíficos mayas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Andrews sirvió en las fuerzas navales de los Estados Unidos y después de la guerra se incorporó a la Agencia Central de Inteligencia. Después de esas experiencias sirviendo a su país, retornó a sus tareas arqueológicas en el Instituto de Investigaciones sobre Mesoamérica de la Universidad de Tulane. Los últimos 40 años de su vida los destinó al estudio de la civilización maya, dedicando esfuerzo particular a los yacimientos del norte de la península, como en Dzibilchaltún, sitio que ya había visitado antes de la guerra. Él fue quien afirmó por primera vez que este sitio arqueológico era un gran centro urbano maya y no un conjunto de yacimientos en una zona arqueológica extensa como se pensaba originalmente. También participó activamente en la exploración de Komchén, ayudando a definir los vínculos históricos de este sitio con el de Dzibilchaltún. Así mismo, promovió y participó, con arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, en el descubrimiento de otro hallazgo importante en el norte de la península, en las grutas de Balankanché, cerca de Chichén Itzá. Otro caso similar fue el de Kulubá, cerca de Tizimín, en el sector nororiental del estado de Yucatán. Sus trabajos lo llevaron a la zona de Campeche en donde exploró e hizo estudios en Río Bec, en Becan, en Mocú y en Xpuhil, contando en esta ocasión con el patrocinio de la National Geographic Society y también de la Universidad de Tulane.

Dzibilchaltún es un sitio arqueológico maya ubicado en el estado mexicano de Yucatán, aproximadamente 17 kilómetros al norte de Mérida, la capital del estado. La estructura más famosa es el Templo de las Siete Muñecas, nombrado así debido a siete pequeñas figurillas de barro, encontradas en el sitio cuando el templo fue excavado por arqueólogos, en la década de 1950. En el equinoccio de primavera, la orientación del edificio hace que sol pueda verse a través las puertas este y oeste, “atravesando” la construcción. El templo está conectado con el resto del sitio por un sacbé largo. Sacbé es un camino recto, elevado, sin desniveles y pavimentado construido por los mayas prehispánicos, particularmente en la península de Yucatán. Otra característica importante de Dzibilchaltún es su cenote, en el que es posible bañarse. En algunas partes alcanza los 40m. de profundidad. Dzibilchaltún también contiene las ruinas de una capilla abierta española del siglo XVI, construida en el sitio después de la conquista. El sitio arqueológico alberga un museo que contiene muchos artefactos mayas hallados en el sitio y su región adyacente. Entre estos se cuentan estelas, así como inscripciones de Chichén Itzá y Uxmal. También hay una armadura de los conquistadores, vestidos mayas representativos de Chiapas, Yucatán y Guatemala y fragmentos originales de una iglesia colonial. El museo alberga una mayor cantidad de artefactos que los de Chichén Itzá o Uxmal. En Dzibilchaltún se encuentra el cenote de Xlacah es el más importante cenote abierto de la zona arqueológica de Dzibilchaltún y fue utilizada como abastecimiento de agua para los mayas. Mide 40 metros de profundidad ,40 metros de ancho y 100 de largo. Su nombre es una voz maya que significa “Pueblo viejo“. El sitio arqueológico de Komchén se encuentra a unos 20 km de la costa del Golfo de México en la Península de Yucatán, 17 km al norte de la ciudad de Mérida, y a sólo 2 km del poblado del mismo nombre. El yacimiento maya precolombino fue estudiado con una relativa profundidad por el arqueólogo y antropólogo de la Universidad Tulane, Wyllys Andrews, durante los años 1960. Los trabajos realizados en ese entonces señalan la existencia de mayas del preclásico en esta región de la Península de Yucatán, como Komchén, Dzibilchaltún y Tipikal. La ciudad maya de Komchén se estableció durante el periodo preclásico medio. Sus construcciones más tempranas consistieron en una zona residencial de estructuras efímeras. Más tarde el sitio evolucionó hacia una ciudad más compleja durante el preclásico tardío, habiendo alcanzado su apogeo constructivo hacia los años de 350-150 a. C. De esta época datan los vestigios que se encuentran actualmente en el yacimiento y que fueron construidos con piedra caliza. Parece ser que el lugar fue totalmente abandonado al final del periodo preclásico, hacia el año 250 d. C. Más tarde, sin embargo, la ciudad se volvió a ocupar durante el periodo de expansión de la cercana ciudad de Dzibilchaltún. Durante la investigación arqueológica del lugar, bajo la dirección de Andrews, se hicieron excavaciones y descubrimientos importantes de la ciudad maya. La investigación documentó cerca de 1000 estructuras residenciales en un área de aproximadamente 2 km², que incluyó un núcleo de cinco plataformas grandes.
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Queriendo averiguar el motivo de este nombre, le fue narrada al arqueólogo norteamericano una leyenda transmitida entre los indios desde antiguas generaciones y que afirmaba que, en el fondo de la laguna, existía una parte de la ciudad. De acuerdo con la narración del viejo chamán, muchos siglos (o tal vez milenios) antes había en la ciudad de Dzibilchaltún un gran palacio, residencia del cacique. Cierta tarde llegó al lugar un anciano desconocido que le solicitó hospedaje. Ordenó a sus esclavos que preparasen un aposento para el viajero. Mientras tanto, el anciano abrió su bolsa de viaje y de ella extrajo una enorme piedra preciosa de color verde, que entregó al soberano como prueba de gratitud por el hospedaje. Sorprendido con el inesperado presente, el cacique interrogó al huésped acerca del lugar del que procedía la piedra preciosa. Como el anciano rehusaba responder, su anfitrión le preguntó si llevaba en la bolsa otras piedras preciosas. Y dado que el anciano continuó manteniéndose en silencio, el soberano montó en cólera y ordenó a sus servidores que ejecutasen inmediatamente al extranjero. Después del crimen, que violaba las normas sagradas del hospedaje, el propio cacique revisó la bolsa de su víctima, suponiendo que encontraría en ella más objetos valiosos. Mas, para su desespero, solamente halló unas ropas viejas y una piedra negra sin mayor atractivo. Lleno de rabia, el soberano arrojó la piedra fuera del palacio. En cuanto cayó a tierra, se originó una formidable explosión, e inmediatamente la tierra se abrió engullendo el edificio, que desapareció bajo las aguas del pozo, surgido en el punto exacto en el que cayó a tierra la piedra. El cacique, sus servidores y su familia fueron a parar al fondo de la laguna, y nunca más fueron vistos. Hasta aquí la leyenda. Pero en relación a estas ruinas del Yucatán septentrional. La expedición acabó por desobstruir una pirámide que albergaba ídolos diferentes de las representaciones habituales de las divinidades mayas. Otro edificio cercano se revelaría como mucho más importante. Se trataba de una construcción que difería totalmente de los estilos tradicionales mayas, ofreciendo características arquitectónicas jamás vistas en ninguna de las ciudades mayas conocidas. En el interior del templo, adornado con representaciones de animales marinos, Andrews descubrió un santuario secreto, tapiado con una pared, en el que se encontraba un altar con siete ídolos que representaban a seres híbridos entre peces y hombres. Seres similares por lo tanto a aquellos que en tiempos remotos revelaron conocimientos astronómicos a los dogones, en el Africa central, y a aquellos otros que nos refieren las tradiciones asirias cuando hablan de su divinidad Oannes.

En 1961, Andrews regresó a Dzibilchaltún, acompañado por dos experimentados submarinistas, que debían completar con un mejor equipamiento la tentativa de inmersión efectuada en 1956 por David Conkle y W. Robbinet, que alcanzaron una profundidad de 45 metros, a la cual desistieron en su empeño debido a la total falta de luz. En esta segunda tentativa, los submarinistas fueron el arqueólogo Marden, famoso por haber hallado en 1956 los restos de la H.M.S Bounty, la nave del gran motín, y B. Littlehales. Después de los primeros sondeos, vieron que la laguna tenía una forma parecida a una bota, prosiguiendo bajo tierra hasta un punto que a los arqueólogos submarinistas les fue imposible determinar. Al llegar al fondo de la vertical, advirtieron que existía allí un declive bastante pronunciado, que se encaminaba hacia el tramo subterráneo del pozo. Y allí se encontraron con varios restos de columnas labradas y con restos de otras construcciones. Con lo cual parecía confirmarse que la leyenda del palacio sumergido se fundamentaba en un suceso real. Este enclave del Yucatán presenta certeras similitudes con las ruinas de Nan Madol, la antigua ciudad del océano Pacífico del que afirman proceder los indios americanos. Consistente en una serie de pequeñas islas artificiales unidas por una red de canales,  Nan Madol es conocido a veces como “la Venecia del Pacífico“. Está cerca de la isla de Pohnpei, que forma parte de los Estados Federados de Micronesia, y fue la capital de la dinastía Saudeleur hasta aproximadamente el año 1500 de nuestra era. Nan Madol significa “entre espacios” y hace referencia a sus canales. También allí se conserva una enigmática ciudad abandonada y devorada por la jungla, a cuyos pies, en las profundidades del mar, los submarinistas descubrieron igualmente columnas y construcciones engullidas por el agua. En la costa del Pacífico de México, en Jalisco, y a unos 120 km tierra adentro del cabo Corrientes, cuentan los indígenas que se oculta un templo subterráneo en el que antaño fue venerado el emperador del universo . Y que, cuando finalice el actual ciclo evolutivo, volverá a gobernar la Tierra con esplendor. Tal afirmación guarda relación con el legado que encierran los pasadizos de Tayu Wari, en la selva del Ecuador. En el estado mexicano de Chiapas, junto a la frontera con Guatemala, moran unos indios diferentes, de tez blanca, por cuyos secretos subterráneos ya se había interesado en marzo de 1942 el mismo presidente norteamericano Roosevelt. Cuentan los lacandones que saben de sus antepasados que en la extensa red de subterráneos que surcan su territorio, se hallan en algún lugar secreto unas láminas de oro, sobre las que alguien dejó escrita la historia de los pueblos antiguos del mundo, además de describir con precisión lo que sería la Segunda Guerra Mundial, que implicaría a todas las naciones más poderosas de la Tierra. Este relato llega a oídos de Roosevelt a los pocos meses de sufrir los Estados Unidos el ataque japonés a Pearl Harbor.
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Estas planchas de oro guardan estrecha relación con las que se esconden en los citados túneles de Tayu Wari, en el Oriente ecuatoriano. En 1689 el misionero Francisco Antonio Fuentes y Guzmán dejó descrita la maravillosa estructura de los túneles del pueblo de Puchuta, que recorre el interior de la tierra hasta el pueblo de Tecpan, en Guatemala, situado a unos 50 km.  A finales de los 40 del siglo pasado apareció un libro titulado Incidentes de un viaje a América Central, Chiapas y el Yucatán, escrito por el abogado norteamericano John Lloyd Stephens, que en misión diplomática visitó Guatemala en compañía de su amigo el dibujante Frederick Catherwood. Allí, en Santa Cruz del Quiché, un anciano sacerdote español le narró su visita, años atrás, a una zona situada al otro lado de la sierra y a cuatro días de camino en dirección a la frontera mexicana, que estaba habitada por una tribu de indios que permanecían aún en el estado original en que se hallaban antes de la conquista. En conferencia de prensa celebrada en New York, tiempo después de la publicación del libro, añadió que, recabando más información por la zona, averiguó que dichos indios habían podido sobrevivir en su estado original gracias a que, siempre que aparecían tropas extrañas, se escondían bajo tierra, en un mundo subterráneo dotado de luz, cuyo secreto les fue legado en tiempos antiguos por los dioses que habitan bajo tierra. Y aportó su propio testimonio de haber comenzado a recorrer un túnel debajo de uno de los edificios de Santa Cruz del Quiché, por el que en opinión de los indios antiguamente se llegaba en una hora a México.  Faber Kaiser, en octubre de 1985, accedió, con otros acompañantes, a un túnel excavado en el subsuelo de una finca situada en los montes de Costa Rica. Se internaron en una gran cavidad que daba paso a un túnel artificial que descendía casi en vertical hacia las profundidades de aquel terreno. Los lugareños afirmaron que al final del túnel se halla el templo de la Luna , un edificio sagrado, uno de los varios edificios expresamente construidos bajo tierra hace milenios por una raza desconocida que, de acuerdo con sus registros, había construido una ciudad subterránea de más de 500 edificios. En 1986 Faber Kaiser se adentró en la intrincada selva que, en el Oriente amazónico ecuatoriano, le llevaría hasta la boca del sistema de túneles conocidos por Los Tayos , Tayu Wari en el idioma de los jíbaros que los custodian, en los que el etnólogo, húngaro Janos Moricz había hallado una auténtica biblioteca de planchas de metal. En ellas estaba grabada con signos y escritura ideográfica la relación cronológica de la historia de la Humanidad, el origen del hombre sobre la Tierra y los conocimientos científicos de una civilización extinguida. Por los testimonios recogidos, a partir de allí partían dos sendas subterráneas principales. Una se dirigía al Este hacia la cuenca amazónica en territorio brasileño, y la otra se dirigía hacia el Sur, para discurrir por el subsuelo peruano hasta Cuzco, el lago Titicaca en la frontera con Bolivia, y finalmente alcanzar la zona lindante a Arica, en el extremo norte de Chile.

miércoles, 30 de julio de 2014

Atrapa la Ola de Expansión


Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
Hay una nueva energía más expansiva en el aire – ¿la sienten? De mayor importancia, ¿quisieran saber cómo utilizar plenamente esta energía boyante para lograr que su vida vaya en una dirección beneficiosa?

En este artículo explico los antecedentes de donde estamos energéticamente ahora  y cómo pueden intencionalmente y a propósito aprovechar nuestras energías nuevas, más amistosas y expansivas que llegan en este mes.

Justo ahora de hecho es un momento excelente para actualizarse con sus propias energías y reflexionar sobre las intenciones que establecieron para sus vidas a principios del 2014. Si son como la mayoría de la gente en el mundo, han existido momentos azarosos en este año, especialmente en abril-mayo-junio en los cuales las energías planetarias revolvieron una plétora de caos e incertidumbre.

No se sorprendan si están todavía procesando algo de la caída energética de ese ciclo reciente, o si están simplemente atontados a partir de la sobrecarga emocional. Posiblemente han tenido muchos momentos tensos y quizás una noche o dos de insomnio. Después de todo en el curso de su vida cotidiana se les exigió hacer incontables correcciones del curso y navegar sorteando de cuellos de botella invisibles que surgían sin previo aviso.

La ola de expansión ha llegado casi de repente y pudiese haberlos tomado por sorpresa. Pueden preguntarse si pueden confiar en estos nuevos impulsos – sin embargo posiblemente estén más optimistas ahora que hace mucho.

Cómo Atrapar la Ola de Expansión

Aquí tienen algunos consejos para atrapar la ola de expansión que recién llegó. La ola está aquí independientemente de ustedes pero lo que quieren descubrir son formas habilidosas de trabajar con ella en sus vidas.

Primero, decidan ahora que dejarán ir cualquier frustración o acritud que sintieran en las últimas semanas. Esas respuestas de energía tienen que ver con cosas que sucedieron – o quizás que no sucedieron – en el pasado. Déjenlo ir.

Segundo, recuerden anclarse y encontrar su equilibrio. Háganlo diariamente – por hora si fuese necesario. No  pueden aprovechar estas nuevas energías si no están plenamente en su cuerpo y en su corazón. Deben estar equilibrados y centrados para conectarse con las nuevas intuiciones y oportunidades que trae este ciclo. El equilibrio es necesario para el enfoque, también. Deben estar enfocados en las puertas abiertas a la oportunidad en el momento en que aparezcan para poder actuar respecto a ellas. 

Tercero, consideren actualizar las intenciones del 2014 para facilitar su crecimiento personal y espiritual en este año. Su expansión evolutiva está a punto de avanzar por una suerte de súper carretera y ustedes quieren abrirle paso a su crecimiento aprovechando la conmoción planetaria de abril-mayo-junio. ¡Posiblemente no sean ya la misma persona que ustedes eran en enero!

Cuarto, reconsideren tareas que evitaron o les resultaron problemáticas recientemente. Las energías de este mes sostienen el inicio de cosas que han tenido pendientes. Con energías más expansivas en el aire y su propia transformación reciente, las tareas a las que temían pueden parecerles ahora más fáciles de enfrentar.

Quinto, no olviden abrir paso al espíritu y a las fuerzas sutiles. Hacer esto es esencial para su éxito ahora que las energías han cambiado para facilitar mayor expansión. Por ejemplo: después de las energías desafiantes y potentes de abril-mayo-junio, este nuevo ciclo tiene tres súper lunas – 12 de julio, 10 de agosto y 8-9 de septiembre. Tener esa cantidad de súper lunas seguidas no es la norma – cada una de ellas puede ayudar a catalizar su movimiento de avance y traer intuiciones clave sobre su vida. Utilicen los momentos como estos para ir hacia el interior, meditar y salirse de su rutina ordinaria. Inviten al espíritu a que los ayude a verse con mayor claridad y a dar ahora con seguridad, los pasos necesarios para expresar plenamente su luz en el mundo.


Derechos de autor 2014 por Selacia – autora de Earth’s Pivotal Years, sanadora y maestra*Todos los derechos reservados* www.Selacia.com * Pueden compartir estos artículos con sus amigos y postearlos en su blog o sitio web siempre que incluyan esta línea de derechos de autor y el texto completo del artículo.

Estos y otros artículos de interés pueden ser descargados en archivo Word desde el sitio creado en http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm para ARTÍCULOS DE INTERÉS

GAUGUIN, METAMORFOSIS.

http://www.avelinalesper.com
Paul Gauguin, Grabado, etching.  
 El paraíso aparece cuando dejamos de buscarlo, el paraíso no es ilusión, es renuncia.  Mientras Europa iba en pos del progreso y la modernidad que después los arrojaría a la Primera Guerra Mundial, Paul Gauguin rompió con esta sociedad y regresó a lo esencial, abandonó Francia en medio de una crisis financiera como la que hoy azota a Europa. Su primera escapada fue una prueba, quebrado y divorciado llegó a Martinica. Años más tarde se marchó definitivamente a Tahití y a las Islas Marquesas. Los últimos doce años de su vida creó entre mujeres semi desnudas y convivió con la naturaleza indomada. El MoMA de Nueva York acaba de cerrar la exposición Gauguin: Metamorphoses en la que reunió lo que sobrevive de la obra gráfica, dibujos, transfers de óleo sobre papel, esculturas en madera y cerámica que realizó durante este exilio que definió su obra y su vida. Como la muestra fue exquisita y eran los últimos días había tumultos para entrar, en contraste con la solitaria expo de Lygia Clark que la gente no ve porque “no entiende”. 
Paul Gauguin, Grabado, etching.  
 Muchas piezas son grabados en madera en las que hace distintas pruebas y estados, y destaca el tamaño del tronco, que está cortado y trabajado hasta convertirlo en un bajo relieve uniendo a la escultura con el grabado, son piezas viscerales, táctiles. La exposición incluye algunos lienzos que permiten contrastar las diferencias del tratamiento y cómo Gauguin sufre una metamorfosis estética. En las obras en papel el trazo es más violento, impulsivo, la monocromía hace que nos concentremos en la línea y en la composición, recrea escenas sexuales, orgias en la selva que celebraban a los dioses. Escenarios con abstractos fondos ondulantes, el calor, la humedad de la selva flota en la presión y el corte de la gubia que deja vibraciones y que obliga a sentir cada cicatriz que va a imprimirse en el papel. El paraíso de Gauguin es grotesco, abrumador, y lo recrea con tal fuerza que consigue que su visión vaya más lejos del primitivismo idealizado de ese momento y que se mantuvo como el canon folklórico condescendiente que el occidente colonialista mantiene hasta hoy.  Es evidente cómo lo copiaron desde Diego Rivera hasta Anguiano, y sin embargo Gauguin no tiene esa desapasionada etnografía que es el trademark de la obra nacionalista.
Paul Gauguin, Grabado, etching.  
La reunión del paisaje, el cuerpo y el tótem nos lanza a una vida abierta. Las máscaras, tener fe y fornicar son el rito de la convivencia pública. La voluptuosidad desbordada, el delirio que estalla con el calor, con la atmósfera agobiante de estas obras es consecuente con un medio y un formato que es más íntimo, con el color controlado y que tiene en el accidente una posibilidad creativa. En su mayoría son series y no hay secuencia entre los grabados, son sueños o recuerdos que se imprimieron en la imaginación del artista. Una mujer custodiada por un hombre con la máscara de un demonio minotauro; ríos para bañarse y tener encuentros sexuales. Los cuerpos se retuercen en copulación, bajo el efecto de drogas o en la danza, parejas en posiciones animales plasmados en el negro de la tinta y dentro del marco del grabado son escenas de un teatro feroz. La excitación de Gauguin por estos viajes y el cambio abrupto de vida detonaron su interés por experimentar con el medio, la mayoría de las piezas son pruebas de autor. Realidad o parte de las fantasías del artista, su vida o la vida que él inventó para su obra, el arte exige que la exacerbación le dé sentido. Con el grabado y los bajo relieves que resultaban de sus placas de madera Gauguin hace una obra sensorial que rompe con su trayectoria, como lo hizo con su vida europea de oficinista y con su esposa, se va lejos de sí a inventar otra línea, a demostrar su poderío, a imaginar lo que nadie puede comprobar, a dedicarse definitivamente al arte. Mujeres sentadas como Budas meditando, deidades de su credo particular, este paraíso es factible porque es monocromo, porque está tallado en la madera y manchado de tinta. El ser idílico y las sociedades perfectas no existen, lo que esta obra exalta no es el descubrimiento del paraíso, es la fuga de un hombre, su huída a otro mundo, su rompimiento abrupto, su deseo de ser otro. 

La perla de hoy





“…Descendiendo como a través del silencio desciende ahora
El crepúsculo desde el aire…”

James Joyce

“Viaje al centro de la Tierra”, de Julio Verne, ¿fue algo más que una obra de ficción? 2

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El nombre de Agharta se refiere a un mundo subterráneo en cuya existencia creen los budistas. Se cree que este mundo subterráneo tiene millones de habitantes y muchas ciudades, todas bajo el dominio de la capital del mundo subterráneo, llamada Shamballah. Allí vive el Gobernante Supremo del Imperio, conocido en oriente como el Rey del Mundo. Se cree que el Dalai Lama del Tíbet era su representante en la superficie de la Tierra. Existía una extensa red de túneles secretos que conectaban el mundo subterráneo con el Tíbet. Brasil, en el oeste, y Tíbet, en el este, parecen ser las dos partes del mundo donde se accede con mayor facilidad al mundo de Agharta, debido a la existencia de estos túneles.  El artista, filósofo y explorador ruso, Nicholas Roerich, quien viajó mucho por el Lejano Oriente, sostenía que Lhasa, la capital del Tíbet, estaba conectada mediante un túnel con la ciudad de Shamballah, capital del imperio subterráneo de Agharta. La entrada al túnel estaba vigilada por lamas, a los que el Dalai Lama había hecho jurar que mantendrían en secreto su paradero ante los extraños. Se creía que había un túnel similar que conectaba las cámaras secretas en la base de la pirámide de Gizeh con Agharta, por el cual los faraones establecían contacto con los dioses o “superhombres” del mundo subterráneo. Las diferentes estatuas gigantes de los primeros dioses y reyes egipcios, como las de Buda, hallados en todo Oriente, representan a los “dioses” subterráneos que vinieron a la superficie para ayudar a la raza humana. La tradición budista dice que la primera colonización de Agharta se produjo hace miles de años, cuando un hombre santo condujo bajo la tierra a una tribu que desapareció. Se supone que los gitanos provienen de Agharta, lo cual explica su deseo de moverse por la superficie de la tierra y sus permanentes traslados para recuperar el hogar perdido. Esto nos recuerda a Noé, que en realidad parece que era de la Atlántida, que salvó a un grupo elegido antes del diluvio que sumergió a la Atlántida. Se cree que llevó a su grupo a la altiplanicie de Brasil, donde se establecieron en ciudades subterráneas, conectadas con la superficie por medio de túneles, para poder escapar del envenenamiento por radioactividad, producto de una guerra nuclear que originó el diluvio que sumergió su continente. Se supone que la civilización subterránea de Agharta representa la continuación de la civilización de la Atlántida que, al haber aprendido la lección de la inutilidad de la guerra, aparentemente ha permanecido en paz desde entonces. Allí hicieron progresos científicos extraordinarios,  sin estar condicionados por las interrupciones de las guerras que ha sufrido nuestra civilización en la superficie. Aquella civilización subterránea tendría miles de años, ya que los últimos restos de la Atlántida se hundieron hace unos 11.500 años.

Aparentemente los científicos subterráneos pueden manejar fuerzas de las que nosotros no sabemos nada, como lo demuestran sus platillos volantes, operados por una fuente de energía desconocida. Ossendowski sostiene que el Imperio de Agharta consiste en una red de ciudades subterráneas, conectadas entre sí por túneles, por los que pasan vehículos a tremendas velocidades, tanto debajo de la tierra como del océano. Estos pueblos viven bajo un gobierno mundial, encabezado por el Rey del Mundo. Representan a los descendientes del continentes perdidos de Mu, Lemuria y la Atlántida, además de la raza original de los Hiperboreos, la llamada raza de los dioses. Se dice que durante varias épocas de la historia, los “dioses” de Agharta vinieron a la superficie para enseñar a la raza humana y salvarla de las guerras, las catástrofes y la destrucción. La llegada de platillos volantes poco después de la primera explosión atómica en Hiroshima representa otra visita semejante, pero esta vez no aparecieron los mismos “dioses” entre los hombres, sino emisarios suyos. En la epopeya hindú, el Ramayana, describe a Rama como un emisario de Agharta, que vino en un vehículo aéreo que probablemente era un platillo volador. Una tradición china habla de maestros divinos que vinieron en vehículos aéreos. El fundador de la dinastía Inca, Manco Capac, se dice que vino de la misma manera. Uno de los maestros más importantes de Agharta en América fue Quetzalcoatl, el gran profeta de los mayas y aztecas y de los indígenas de América en general, tanto del norte como del sur. Sabemos que era un extraño para ellos, proveniente de otra raza, seguramente de la Atlántida, porque era de tez y cabello claro, alto y con barba, y ellos eran de piel oscura, pequeños y lampiños. Los indígenas de Méjico, Yucatán y Guatemala lo reverenciaron como a un salvador. Los aztecas lo llamaron “Dios de la abundancia” y “Estrella de la mañana“. El nombre Quetzalcoatl significa “Serpiente emplumada“. Se le dio este nombre porque llegó en un vehículo aéreo, que parece haber sido un platillo volador. Es probable que haya venido de Agharta, porque luego de permanecer un tiempo con los indígenas, desapareció en forma misteriosa de igual manera como vino. Se describe a Quetzalcoatl como “un hombre de buena apariencia y expresión seria, con una barba blanca y vestido con un ropaje largo“. También se lo llamó Huemac, por su gran bondad y moderación. Enseñó a los indígenas el camino de la virtud y trató de salvarlos del vicio al darles leyes y aconsejarles resistir a la lujuria y practicar la castidad. Les enseño el pacifismo y condenó todas las formas de violencia. Instituyó una dieta vegetariana, con maíz como el alimento básico, y les enseñó a hacer ayuno y a practicar higiene corporal.
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Según un arqueólogo que se ha centrado en América del Sur, Harold Wilkins, Quetzalcoatl también fue el maestro espiritual de los habitantes de Brasil. Luego de permanecer un tiempo con los indígenas y de comprobar lo poco que deseaban seguir sus enseñanzas, excepto por sus recomendaciones de plantar y alimentarse de maíz como alimento básico en lugar de la carne, Quetzalcoati partió y les dijo que algún día regresaría. Sabemos que este “visitante del Cielo” vino como se fue, supuestamente en un platillo volante, porque cuando Cortés invadió Méjico, el emperador Moctezuma creyó que se trataba del anunciado retorno de Quetzalcoati. Lo creyó porque una bola de fuego giraba sobre la ciudad de Méjico, y todas las personas gritaban y aullaban y prendieron fuego al templo del dios de la Guerra, ya que creían que esta bola de fuego era un platillo volante en el que viajaba Quetzalcoati. Según Faber Kaiser, en su obra “Los túneles de América“, tenemos evidencias de que una civilización desconocida construyó un sistema habitable de túneles subterráneos en el subsuelo americano. Los indios hopi, asentados en el estado norteamericano de Arizona, y que afirman proceder de un continente desaparecido en lo que hoy es el océano Pacífico, recuerdan que sus antepasados fueron instruidos y ayudados por unos seres que se desplazaban en escudos voladores, y que les enseñaron la técnica de la construcción de túneles y de instalaciones subterráneas. Muchas otras leyendas y tradiciones indígenas del continente americano hablan de la existencia de redes de comunicación y de ciudades subterráneas. Existe una nutrida literatura y suficientes investigadores que mantienen la hipótesis de que debajo de la superficie de nuestro planeta habitan seres inteligentes desconocidos para nosotros.  Existen diversas hipótesis acerca de la posibilidad de que inteligencias procedentes de fuera de nuestro planeta posean puntos de apoyo subterráneos o subacuáticos en el planeta Tierra.  Hay numerosos lugares en el continente americano, que tienen posibilidades de conectar con este mundo subterráneo. Lo podemos ver en muchas tradiciones de los indios del Norte, del Centro y del Sur de América, recogidas desde la época de la conquista hasta nuestros días. Hay algunos investigadores que afirman que el polo Norte alberga tierras cálidas y la entrada hacia un mundo interior. Los indios hopi afirman que sus antepasados proceden de unas tierras hundidas en un pasado remoto en lo que hoy es el océano Pacífico. Y que quienes les ayudaron en su éxodo hacia el continente Americano fueron unos seres de apariencia humana que dominaban la técnica del vuelo y la de la construcción de túneles e instalaciones subterráneas.

Los indios hopi están asentados en el estado de Arizona, cerca de la costa del Pacífico. Entre ellos y la costa, se halla el estado de California. Y en el extremo norte de este estado existe un volcán nevado, llamado Shasta. Las leyendas indias del lugar explican que en su interior se halla una inmensa ciudad que sirve de refugio a una raza de hombres blancos, dotados de poderes superiores, supervivientes de una antiquísima cultura desaparecida en lo que hoy es el océano Pacífico. El único supuesto testigo que accedió a la ciudad, el Dr. Doreal, afirmó en 1931 que la forma de construcción de sus edificios le recordó las construcciones mayas o aztecas. El nombre Shasta no procede del inglés, ni de ninguno de los idiomas ni dialectos indios. En cambio, es un vocablo sánscrito, que significa sabio , venerable y juez . Sin tener noción del sánscrito, las tradiciones indias hablan de sus inquilinos como de seres venerables que moran en el interior de la montaña blanca, por ser ésta una puerta de acceso a un mundo interior de antigüedad milenaria. Testimonios de los habitantes de la cercana colonia de leñadores de Weed refieren apariciones esporádicas de seres vestidos con túnicas blancas que entran y salen de la montaña, para volver a desaparecer al tiempo que se aprecia un fogonazo azulado.  Narraciones recogidas de los indios sioux y apaches confirman la convicción de los hopi y de los indígenas de la región del monte Shasta, de que en el subsuelo del continente americano habita una raza de seres de tez blanca, superviviente de una tierra hundida en el océano. Pero también mucho más al norte, en Alaska y en zonas más norteñas, los esquimales y otros indígenas hablan una y otra vez de la raza de hombres blancos que habita en el subsuelo de sus territorios. En México hay la creencia de que bajo la pirámide del Sol, en Teotihuacán, la ciudad de los dioses, se esconde por en el subsuelo una ciudad en la cual se afirma que se halla un dios blanco. En la península del Yucatán, en su extremo norte y oculta en la espesura de la selva, hay una ciudad descubierta en 1941, que se extiende sobre un área de 48 km2, y que tiene más de 400 edificios que en alguna época remota conocieron el esplendor. No teniendo los mexicanos recursos suficientes para acometer la exploración del lugar, requirieron ayuda norteamericana, acudiendo dos arqueólogos especializados en cultura maya, adscritos al Middle American Research Institute de la Universidad de New Orleans. Pero la II guerra mundial forzó que el proyecto fuera momentáneamente archivado. Hasta que, en 1956, la Universidad de New Orleans, asociada con la National Geographic Society y con el Instituto Nacional de Antropología de México reemprendió las investigaciones. Andrews, el arqueólogo que dirigía la expedición, se dedicó a recoger informaciones entre los indios de la región. Un chamán le hizo saber que la ciudad se llamaba Dzibilchaltún, palabra que era desconocida en el idioma maya local, y que la laguna era llamada Xlacah, cuya traducción sería ciudad vieja .

martes, 29 de julio de 2014

“Viaje al centro de la Tierra”, de Julio Verne, ¿fue algo más que una obra de ficción? 1

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Viaje al centro de la Tierra es una novela de Julio Verne, publicada el 25 de noviembre de 1864, que trata de la expedición de un profesor de mineralogía, su sobrino y un guía al interior del globo. Guardado en el manuscrito original de la Heimskringla, de Snorri Sturluson, que ha encontrado en la tienda de un judío, el profesor alemán Otto Lidenbrock descubre un pergamino con un texto cifrado. El autor es un sabio islandés del siglo XVI que afirma haber llegado al centro de la Tierra: Arne Saknussemm. El profesor Imagen 3Lidenbrock pretende seguir los pasos del explorador Saknussemm y emprende una expedición acompañado por su escéptico sobrino Axel y el impasible guía islandés Hans. El grupo ingresa por un volcán hacia el interior del globo terráqueo, en donde vivirán innumerables peripecias, incluyendo el asombroso descubrimiento de un mar interior y un mundo mesozoico completo enterrado en las profundidades, así como la existencia de iluminación de carácter eléctrico. Según J.J. Benitez, en su obra “Yo, Julio Verne“, la mayoría de los estudiosos de la vida y obra de  Julio Verne aceptan que fue un iniciado; es decir, que estaba en posesión de verdades o enseñanzas ocultas. Y admiten igualmente que sus obras maestras están escritas en clave, así como que pudo pertenecer a una determinada escuela esotérica y que, incluso, varios de sus libros fueron «dirigidos» por los «sumos sacerdotes» de esa secreta hermandad. Pues bien, a pesar de este unánime reconocimiento, los especialistas han pasado por alto el más que probable significado cabalístico de su epitafio: “Hacia la inmortalidad y la eterna juventud“. Ésta, al parecer, era la sentencia esculpida en la tumba de Verne, en el cementerio de La Madeleine, en la ciudad francesa de Amiens, al norte de París. La tumba de Verne, en Amiens, es la síntesis simbólica y esotérica de un gran iniciado. La rama de palmera es lo más apropiado. No en vano, en griego, se denomina «phoenix» al inmortal pájaro que renace de sus propias cenizas. “Hay que saber morir para renacer“, en palabras de H. Lawrence. Y la palmera es también el árbol de la vida de los cabalistas, así como la asociación iniciática sufí. La estrella de seis puntas es la unión del fuego y el agua para la reconstrucción interior del «fuego celeste», que los cabalistas llaman «shamaim». En cuanto a la cruz inscrita en un círculo, alude a la «cuadratura del círculo»: el opus alquímico completo, acabado y realizado. La rama de olivo es la «paz del justo», una versión bíblica del laurel olímpico. La lápida pentagonal es pitagórica, mientras que los siete abetos son quizá el misterio más grande.
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La obra póstuma de Saint-Yves d´Alveydre,  titulada Mission de l´Inde, que fue publicada en 1910, contiene la descripción de un centro iniciático misterioso designado bajo el nombre de Agharta. Pero muchos lectores de dicho libro debieron suponer que eso no era más que un relato puramente imaginario, una suerte de ficción que no reposaba sobre nada real. En efecto, si se quiere tomar todo al pie de la letra, hay algunas inverosimilitudes que, al menos para aquellos que se atienen a las apariencias exteriores, podrían justificar una tal apreciación. Y sin duda Saint-Yves había tenido buenas razones para no hacer aparecer él mismo esta obra, escrita desde hacía bastante tiempo, y que verdaderamente no estaba puesta a punto. Por otra parte, hasta entonces, en Europa no se había hecho apenas mención del Agharta y de su jefe, el Brahmâtmâ, más que por el escritor Louis Jacolliot. Se cree que éste había oído hablar realmente de estas cosas en el curso de su estancia en la India, pero que después las había arreglado de una  manera eminentemente fantasiosa. Pero, en 1924, se produjo un hecho inesperado: el libro titulado “Bestias, Hombres, Dioses”, en el que Ferdinand Ossendowski cuenta las peripecias de un viaje accidentado que hizo en 1920 y 1921 a través de Asia central, encierra, sobre todo en su última parte, relatos casi idénticos a los de Saint-Yves. Y el ruido que se produjo alrededor de este libro proporciona una ocasión favorable para romper el silencio sobre esa cuestión del Agharta. Fernando Ossendowski, en su libro “Bestias, Hombres, Dioses”, explica una profecía desconocida para la gran mayoría de la gente, pero no por eso menos inquietante. Fue anunciada, tal como dice el texto, a finales del siglo XIX a los lamas de un monasterio budista en Asia. Y fue escrita por el autor del libro mencionado a comienzos del siglo XX, según consta en los registros editoriales. Al analizar esta profecía detalladamente podemos observar interesantes similitudes con acontecimientos sucedidos durante el siglo XX. El texto es el siguiente: “El hutuktu de Narabanchi me refirió lo siguiente, cuando tuve ocasión de visitarle en su monasterio al empezar el año 1921: -la vez que el rey del mundo apareció a los lamas de nuestro monasterio, favorecidos por Dios, hace treinta años, hizo una profecía relativa a los años venideros, que entre otras cosas, dice: …… Enseguida vendrán dieciocho años de guerra y cataclismos… Luego los pueblos de Agharta saldrán de sus cavernas subterráneas y aparecerán en la superficie de la tierra…“. Agartha, también conocida o denominada Agarthi, Agharta o Agharta, es, según la tradición oriental, un reino constituido por numerosas galerías subterráneas que conectan con decenas de ciudades intraterrestres habitadas por seres de un altísimo nivel de conocimiento, que custodian y preservan la evolución planetaria.

En su libro “The Coming Race”, Bulwer Lytton describe una civilización mucho más avanzada que la nuestra, que existe dentro de grandes cavidades en el interior de la Tierra, conectada con la superficie mediante largos túneles. Estas inmensas cavidades están iluminadas por una misteriosa luz que no requiere de lámparas. Esta luz mantenía la vida vegetal y permitía a los habitantes subterráneos cultivar sus propios alimentos. Los habitantes que Lytton describe eran vegetarianos y disponían de aparatos que les permitían volar en vez de caminar. Estaban libres de enfermedades y tenían una organización social perfecta, en la que cada uno recibía lo que necesitaba, sin la explotación de unos por otros. No se ha dejado de acusar a Ossendowski de haber plagiado a Saint-Yves. Primero, hay lo que podría parecer más inverosímil en Saint-Yves mismo, tal como la afirmación de la existencia de un mundo subterráneo que extiende sus ramificaciones por todas partes, bajo los continentes e incluso bajo los océanos, y por el cual se establecen comunicaciones invisibles entre todas las regiones de la tierra. Por lo demás, Ossendowski, que no toma en cuenta esta afirmación, declara incluso que no sabe qué pensar de ella, aunque la atribuye a diversos personajes que él mismo ha encontrado en el curso de su viaje. Hay también, sobre puntos más particulares, el pasaje donde el «Rey del Mundo» es representado ante la tumba de su predecesor, el pasaje donde se trata del origen de los Bohemios, que habrían vivido antaño en el Agharta, como muchos otros todavía. La existencia de pueblos «en tribulación», de los que los Bohemios son uno de los ejemplos más sobresalientes, es realmente algo muy misterioso y que requeriría ser examinado con atención. Saint-Yves dice que hay momentos, durante la celebración subterránea de los «Misterios cósmicos», donde los viajeros que se encuentran en el desierto se detienen, donde los animales mismos permanecen silenciosos; El Dr. Arturo Reghini dice que esto podría tener alguna relación con el timor panicus de los antiguos. Ossendowski asegura que él mismo ha asistido a uno de esos momentos de recogimiento general. Hay sobre todo, como coincidencia extraña, la historia de una isla, hoy en día desaparecida, donde vivían hombres y animales extraordinarios. Saint-Yves cita el resumen del periplo de Jámbulo, por Diodoro de Sículo, mientras que  Ossendowski habla del viaje de un antiguo budista del Nepal. Y, no obstante, sus descripciones se diferencian en muy poco. Si verdaderamente existen de esta historia dos versiones que provienen de fuentes tan alejadas la una de la otra, podría ser interesante recuperarlas y compararlas. Independientemente de los testimonios que Ossendowski nos ha indicado. Se sabe, por fuentes muy diferentes, que los relatos de este género son algo corriente en Mongolia y en toda el Asia central; y existe algo parecido en las tradiciones de casi todos los pueblos

El Realismo mágico de Michael Parkes


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Michael Parkes

“Como seres humanos, limitamos nuestro sentido de la percepción de lo que generalmente no es cómodo y está presente en la vida cotidiana. En la limitación de nuestra percepción para adaptarse a nuestra individualidad, nos perdemos en la inmensidad de otras percepciones y en las puertas que representan. A pesar de que hemos sido condicionados para percibir nada más que nuestro propio mundo, esto no significa que no podemos entrar en otros reinos”
Michael Parkes

Nació en Missouri, Estados Unidos en 1944.
Es posiblemente el exponente máximo de Mágico actual.

Se formó en la Universidad de Kansas, donde cursó artes gráficas y dibujo.
Tras una época alejado del mundo del arte, viajó a la India en busca de la espiritualidad y la ayuda de la filosofía hindú.

Al volver, su estilo giró, del expresionismo abstracto que había practicado durante la época que fue miembro de la generación hippie, estilo que predominaba de forma común entre los que fueron sus maestros, a volverse meticuloso, detallado, con el que da de forma magistral, expresión a todo su mundo interior a través de sus bellas e increíbles imágenes, en las que los elementos metafísicos y espirituales se unen en la realidad.

Domina con la misma maestría el dibujo, la pintura y la escultura, se le conoce como “El Mago del Realismo”, su obra está presente y es disputada por coleccionistas públicos y privados y ha expuesto en paises de todo el mundo.

Ha expuesto entre otros lugares en la Feria Art Basel en Suiza, de Arte de Chicago, New York Art Expo, Feria del Libro de Frankfurt, Amsterdam Art Fair, Arte y Antigüedades Feria Tefaf Maastricht y está representado por galerías de prestigio en Amsterdam, París, Dinamarca , Italia, Nueva York, Los Angeles, el San Francisco Bay Area, y Estados Unidos.
Desde 1975 reside en España.

*Su Galería personal: AQUÍ
*Esta entrada fue publicada en este blog el 3 de diciembre de 2011. Ha sido actualizada y ampliada el 24 de abril de 2014.

La perla de hoy


lunes, 28 de julio de 2014

EL AMOR A LA VIDA

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“Nosotros somos una parte de la Tierra, y ella es una parte de nosotros. Las olorosas Flores son nuestras Hermanas, el Ciervo, el Caballo, la Gran Águila, son nuestros Hermanos. Las Rocosas Alturas, las Suaves Praderas, el cuerpo ardoroso del Potro y del hombre, todos pertenecen a la misma familia.” Gran Jefe Seattle, Jefe de los Duwamish 

Edward O. Wilson es uno de los naturalistas contemporáneos más destacados y no solo por sus aportaciones científicas y como impulsor de la Sociobiología, sino por haber recordado dentro del pensamiento occidental aquello que permanece en el corazón de la humanidad y que los pueblos nativos conocían muy bien. Biofilia se define como la tendencia innata a concentrarse en la vida y en las formas de aspecto vivo, y en algunos casos de unirse emocionalmente a ellas. Es el amor a la vida que se manifiesta desde la infancia como esa atracción natural del Niño hacia las demás criaturas, es una necesidad para que el adulto se ubique en el mundo, se vuelva a sentir parte de toda la Creación. Como relata Ralph Waldo Emerson en su libro Naturaleza: “El amante de la Naturaleza es aquel cuyos sentidos interiores y exteriores todavía están verdaderamente ajustados entre sí; aquel que en su madurez ha conservado el espíritu de la infancia.”
Además, encontramos pruebas de un efecto positivo del mundo natural y de otros organismos sobre la salud. Las implicaciones de la Biofilia para la medicina preventiva son sustanciales y se demuestran desde los programas de terapias asistidas con Animales. Necesitamos la Naturaleza, y en particular sus reductos salvajes. Ofrece las oportunidades con las que se diseñó nuestro espíritu para gozar. 

Yo Soy Otro Tú, Tú Eres Otro Yo 
Los mayas utilizaban este saludo: “in lak’ech” (yo soy otro tú), al que contestaban “hala ken” (tú eres otro yo), que quería decir que todos somos Uno, porque en lo más profundo, todos somos almas latiendo pertenecientes a la fuente de la vida, independientemente de nuestra apariencia. La civilización primero durmió al hombre, le hizo funcionar desde el manipulable plano mental para que desatendiera la eterna y verdadera llamada de su corazón. La esperanza consiste en emplear esa capacidad de conocimiento para unirla a los valores humanos puestos en práctica, plasmados en hechos cotidianos por el bien común. Los Animales nos lo recuerdan constantemente, comportándose ante nuestros ojos con autenticidad: son pacíficos, solidarios, bellos, sorprendentes… Tenemos el potencial de ser los Animales más creativos gracias a nuestra capacidad de adaptación y compasivos para velar conscientemente por la vida que nos rodea.
Edward Wilson es además entomólogo, la vida de los Insectos es su pasión y ha sabido transmitir al no iniciado en el lenguaje científico, a través de su excelente labor de divulgación, esa relevancia que todos los seres vivos tienen en el puzle de la vida. Este autor afirma que “una ética de la conservación es la que aspira a transmitir a las generaciones futuras la mejor parte del mundo no humano. Cada especie es una obra maestra. Conocer este mundo bien, es amarlo y hacerse responsable del mismo. El organismo que hay a nuestros pies y que despreciamos como un “bicho” o una “mala hierba” es una creación en y de él mismo. Posee un nombre, una historia de millones de años y un lugar en el mundo. Su genoma lo adapta a un nicho especial de un ecosistema. El valor ético del examen minucioso de su biología, verifica que los seres vivos que nos rodean son demasiado antiguos, demasiado complejos y potencialmente demasiado útiles como para descartarlos de manera negligente.” Nos damos cuenta de cómo la actividad humana es capaz de modificar no solo el entorno, sino la vida de millones de Animales y plantas sin atender a las consecuencias que esto pueda tener. Cuando una especie se extingue, ese hecho afecta al ecosistema al que pertenecía y puede llegar a derrumbarlo. 

Soy Parte de GAIA 
Continúa diciendo que “los biólogos señalan otro valor poderoso desde el punto de vista ético: la unidad genética de la vida. Otro valor es la gestión responsable, que parece surgir de emociones programadas en los genes mismos del comportamiento social humano. Puesto que todos los organismos descienden de un antepasado común, es correcto decir que la Biosfera en su conjunto empezó a pensar cuando nació la humanidad. Si el resto de la vida es el cuerpo, nosotros somos la mente. Así, nuestro lugar en la Naturaleza, considerado desde una perspectiva ética, es pensar sobre la creación y proteger el planeta vivo.”
Esto es algo que en occidente se contempla desde el pensamiento de Platón. Cuando nos referimos a lo holístico (del griego holos, el Todo), nos referimos a ese conjunto interactivo. La teoría holística nace en 1926 con J. C. Smuts, inspirado en Darwin, Bergson, Einstein y Theilard de Chardin, visionario que adelantó el concepto de Noosfera, el espacio de conocimiento de la vida inteligente, esa envoltura del pensamiento que se enriquece gradualmente con el progreso humano en armonía con la Naturaleza, con la mejora espiritual y comunicativa. Cada uno de nosotros somos partes activas de esa unidad de la consciencia y estamos llamados a conectarnos, a comunicarnos, a ser Uno con el Alma de la Madre Tierra, en el camino de la evolución, esto es, de la vida y del amor. Nos encontramos con una nueva visión del Ser humano, de la vida en la Tierra y de GAIA, ese planeta inteligente con vida y autorregulación propia que postuló James Lovelock. 

El Viaje de Retorno 
Todos estamos conectados y más lo sentiríamos si cada uno hubiera completado su viaje, personal e intransferible, de regreso a la inocencia, al hogar del Corazón. Está descrito en la mitología y es válido para todos, un llamamiento universal a la vida. A Ulises solo le reconoció su Perro a su regreso a Ítaca. Había vencido tras una larga travesía, había encontrado la luz al final del túnel, era distinto al hombre que se fue, ahora si era él mismo, por eso solo su Perro se dio cuenta: la lealtad a sí mismo, representada por este Animal del Alma, triunfó. 
Seamos fieles al alma que nos habita. Pongamos atención en cada acto diario dándonos cuenta de cómo afecta a nuestro corazón y a la vida que nos rodea. Con la mente al servicio del espíritu, dejémonos guiar por la fuerza de la intuición.
Tan solo el ciclo del agua ya resulta milagroso y fascinante. Edward Wilson anima a conocer como impulso para amar y conservar la naturaleza, los ecosistemas, los Animales y las Plantas, sintiendo admiración desde el individuo al conjunto y viceversa, para comprender también las implicaciones sociales y nuestro papel en el Universo. Y ese es también el objetivo de la labor de autoconocimiento, del viaje de retorno: amarse a sí mismo. A ello. Recuerda: Amarás al prójimo como a ti mismo.

Autora: Mª Pilar Zamarra San Joaquín
Artículo publicado en la revista Pelo Pico Pata, número 88, febrero 2013, Ediciones Grupo V

Wu Guanzhong: Maestro del arte chino contemporáneo




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Para ti Mercedes, con todo mi afecto.

Wu Guanzhong

Nació el 29 de agosto de 1919, en Jiangsu, China.
Fue uno de los más reconocidos del sigo XX y considerado como uno de los fundadores de la pintura china moderna.

Sobre todo pintó deliciosos paisajes, fundamentalmente de la arquitectura y pequeños pueblos de su tierra, plantas, animales y figuras humanas.
De sus paisajes destacan sus ríos y cursos de agua, inspirados en el impresionismo de los inicios del siglo XX.

Fue así mismo un notable teórico y crítico del arte chino contemporáneo.
Su familia quería que fuera un maestro, como lo había sido su padre, pero en 1935, ingresó para estudiar ingeniería en la Escuela Industrial de Zhejiang, una escuela técnica de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou.

En 1936 conoció a un estudiante, Zhu Dequ, de  la Academia Nacional de Arte de Hangzhou, y tras una visita a la escuela de Zhu, Wu quedó tan impresionado, que abandonó sus estudios de ingeniería para trasladarse a la citada Academia Nacional de Artes de Hangzhou, donde tuvo como maestro a Pan Tianshou y Lin Fengmian, en la que se licenció en 1942.

En 1947 marchó a París, gracias a una beca de su gobierno para estudiar en L’École Nationale Supérieure des Beaux Arts.
A pesar de que Francia todavía se estaba recuperando de la II Guerra Mundial , Wu quedó cautivado con el arte que podía contemplar en París.

Visitó todos los grandes museos en los primeros días de su llegada, siendo desde entonces y el resto de su vida, un gran admirador del arte francés y europeo.

En Europa, Wu se dio cuenta de las muchas diferencias culturales y religiosas entre Europa y China, diferencias que constituían una barrera difícil de superar para él, como comprender y apreciar algunas de las obras.

Sobre todo, se sintió atraído por el arte moderno de Francia en ese momento, aunque estudió los distintos estilos desarrollados en Europa en todas sus etapas, fue sobre todo un gran aficionado a los post-impresionistas como Vincent Van Gogh , Paul Gauguin y Paul Cézanne .

A su vuelta a China en el verano de 1950, sintió la emoción y se sintió atraído con la nueva República Popular de China como forma de gobierno, este asignó trabajos a todos los estudiantes que regresaron después de que el nuevo gobierno asumiera el control.

Todos estaban ansiosos y emocionados de contribuir a la construcción de una nueva nación. Wu ocupó un puesto de profesor en a Academia Central de Arte en Beijing, siendo el primer artista chino que tras regresar de Francia, con el conocimiento y el marco teórico de la modernidad francesa, transmitió a sus alumnos sus experiencias de a pintura occidental, hasta 1953.

De 1953 a 1964 ejerció así mismo como maestro de pintura en la Universidad Tsinghua, y posteriormente en la Escuela Normal Collegede Bellas Artes, ambas en Beijing.

En agosto de 1966, tras el inicio de la Revolución Cultural de Mao Zedong, a Wu se le prohibió pintar y escribir sobre el arte, y muchos de sus primeros trabajos fueron destruidos.

En 1970, a la edad de 51 años, él y su esposa se ​​separaron, además fue condenado a tres años de trabajos forzados en un campo como parte del amplio programa de reeducación del Partido Comunista. Wu dijo: “La vida en aquel campo se limitaba sólo a la siembra de arroz, el transporte del carbón, criticarse y luchar los unos contra los otros… La única cosa que nadie podía hacer era pintar “. Después sólo se le permitía pintar los domingos, el día libre de los campos, o en días festivos.

Aunque Wu no sufrió demasiados daños físicos, si fue muy fuerte el daño emocional que le produjo la destrucción de sus cuadros.
Continuó pintando, casi fundamentalmente, algo que le era exigido por las autoridades, . No fue hasta después de la muerte de Mao en 1976, que Wu, al igual que muchos de sus compañeros, pudo de volver a desarrollar su arte de forma libre.

Esto abrió la puerta a otros artistas para que lograran una repercusión internacional. Por desgracia para la mayoría de ellos, se produjo un inmenso vacío tanto en China como en el resto del mundo. El único que parecía capaz de salvar esta brecha artística era Wu.
Con la nueva libertad, Wu fue capaz de romper con las viejas limitaciones y volver a su estilo original.

Expuso por primera vez de forma individual en 1979, y su carrera despegó en la década de 1980.
A partir de entonces lo haría en las galerías de arte y museos más importantes de todo el mundo, entre los que se incuyen: China, Hong Kong, Singapur, Tokio, Taipei, Corea, Inglaterra y los EE.UU.

Sus pinturas se han exhibido por ejemplo, en el Museo Británico de Londres, en el  Metropolitan  de Nueva York y en el Hong Kong Museum of Art.
En 1991, Wu fue nombrado Oficial de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura francés .

En 2008, donó 133 de sus obras al Museo de Arte de Singapur, constituyendo la mayor donación del artista a un museo público.
Desarrolló una larga y brillante carrera que pasó por diferentes etapas, desde el realismo, en el que supo unir las bases de la pintura tradicional china con las técnica occidentales.
Murió a la edad de 90 años, el 25 de junio de 2010.

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