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Francesco Melzi
Giovanni Francesco Melzi nació en Milán, hacia 1493Sin duda, el ayudante predilecto de Leonardo da Vinci, fue además su secretario y ayudante, sobre todo el los últimos años de este en los que sus manos estaban imposibilitadas.
Nacido en el seno de una familia noble milanesa, entró al taller de Leonardo durante la estancia de este en Milán, alrededor de 1507.
En la primera obra firmada que se conserva consta: “Francescho di Melzo di anni 17”, sirviendo esta como dato fiable para fijar su fecha de nacimiento.
Es a partir de 1508, que su nombre figura en numerosos documentos de da Vinci. Le acompañó en sus viajes a Roma en 1513 y a Francia en 1517.
Su relación personal con el maestro, es confusa, al parecer desplazó al que hasta entonces había sido su alumno predilecto, Salai. Giorgio Vasari, insinúa en la biografía que escribió de Leonardo una relacion amorosa entre ambos, dice: “bellissimo fanciullo molto amato da Leonardo”.
Sin embargo, Melzi contrajo matrimonio a la muerte de da Vinci con una bella dama de Milán con la que tuvo ocho hijos. Lo que es indudable es su estrecha relación entre ambos, Leonardo pasó todo el año 1512 en la villa que Mezzi poseía Vaprio.
Son sin embargo muy pocas las obras que se le pueden adjudicar con seguridad, aunque su participación en las obras más tardías del taller fue notable. Al parecer, a la muerte del maestro dejó de pintar de forma regular o profesional, para reducirse a la de un aficionado con talento, que sólo pintaba por pura afición. De hecho,Vasari en sus escritos, lo alaba como “fiel discípulo y guardián del legado de su maestro”, pero no habla en ningún momento de su calidad como pintor.
Lo más notable de sus trabajos, además de algunas pinturas, son una serie de dibujos de excelente calidad: Retrato de Leonardo da Vinci, actualmente propiedad de la casa real inglesa, en el Castillo de Windsor.
A la muerte de Leonardo, Francesco, heredó muchas de las obras artísticas y científicas y colecciones de Leonardo, y sería de forma leal administrador de su herencia. Este legado, al parecer, fue una fuente de enorme valor para las biografías que Vasari y Lomazzo escribieron sobre el autor de “La Giconda”. A él le debemos la supervivencia del “Trattato della Pittura”, que el se encargó de organizar y recopilar. Cuando Melzi murió en su villa de Vaprio d’Adda, sus herederos vendieron la colección de de Leonardo, que se dispersó. De ellas, “Flora” está actualmente en el Museo de L’Hermitage, “Santa Ana con la Virgen, el Niño y un cordero” y “Leda y el cisne” en la Galería Uffizzi de Florencia.
Murió en Vaprio d’Adda, posiblemente en 1572 o 1573.
Hace unos meses, y tras la increíble restauración de una una copia de La Monna Lisa, albergada en la colección del Museo del Prado de Madrid desde 1666, y atribuida hasta entonces a Melzi, apareció bajo un fondo negro que había cubierto un espectacular paisaje,sobre el que originariamente se había reproducido la figura de la Gioconda, y que según los expertos de Prado, fue pintada al mismo tiempo que da Vinci pintaba la original que cuelga en el Museo del Louvre. *
*Hasta fechas recientes esta pintura era considerada como una más de las muchas versiones existentes del célebre cuadro homónimo de Leonardo da Vinci conservado en el Museo del Louvre, del que se diferenciaba ante todo por el fondo negro, la menor calidad del dibujo y la ausencia del característico sfumato leonardesco. Procede de la colección real, donde probablemente se registra ya en 1666 en la Galería del Mediodía del Alcázar como una ”mujer de mano de Leonardo Abince”.
El estudio técnico y la restauración realizados entre 2011 y 2012 han revelado, sin embargo, que se trata de la copia de la Gioconda más temprana conocida hasta el momento y uno de los testimonios más significativos de los procedimientos del taller de Leonardo. La existencia del paisaje bajo el fondo oscuro se detectó a través de una reflectografía infrarroja y una radiografía. Análisis posteriores permitieron detectar que el repinte era posterior a 1750 y que debajo se conservaba el paisaje original en buen estado, aunque inacabado en algunas zonas, lo que pudo ser la causa de su enmascaramiento.
Los materiales utilizados son de gran calidad y su factura es muy cuidada, a pesar de la inferior calidad respecto al original. Pero su mayor interés reside en que, desde el dibujo preparatorio y hasta casi los últimos estadios se repite el proceso creativo del original. Las dimensiones de ambas figuras son idénticas y fueron quizá calcadas partiendo del mismo cartón. La prueba más evidente de que las dos obras fueron realizadas al mismo tiempo es que cada una de las correcciones del dibujo subyacente original se repite en la versión del Prado, lo que demuestra que su autor tuvo en cuenta elementos que Leonardo dibujó en las capas subyacentes pero no incluyó en la superficie.
Todos estos elementos apuntan a un miembro del taller de Leonardo, próximo a Salai o a Francesco Melzi, los alumnos más cercanos al maestro y que tenían acceso directo a sus dibujos de paisaje. (Museo del Prado)
*Entrada publicada el 9 de agosto de 2012. Actualizada el 21 de octubre de 2015.
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