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Arturo Michelena
Francisco Arturo Michelena Castillo nació en Valencia, Carabobo, Venezuela, el 16 de junio de 1863.Hijo de pintor, mostró desde muy niño sus aptitudes para el dibujo y la pintura, con sólo 14 años de edad realizó las ilustraciones para un libro sobre costumbres venezolanas. El autor del libro le tomó bajo su protección, y le introdujo en los círculos artísticos venezolanos, gracias a lo que logró una beca de estudios.
Está considerado junto a Cristóbal Rojas, Antonio Herrera Toro y Martín Tovar, uno de los más grandes pintores venezolanos del siglo XIX.
Le formó inicialmente su padre y una tía suya, y posteriormente recibió clases privadas de una profesora francesa, Constanza de Sauvage.
Entre 1879 y 1882, continuó su formación con su padre, y junto a él abren un taller en Valencia para poder cumplir la numerosa demanda de retratos que ambos recibían.
Durante ese tiempo, además de los retratos, se entrena en el muralismo y copiando cuadros y realiza cientos de dibujos.
En 1883, presentó con un gran éxito en el Salón del Centenario de Simón Bolívar, en Caracas, su primer lienzo importante “La entrega de la bandera al batallón sin nombre”.
Pudo viajar a París gracias a una beca, en compañía de Martín Tovar; ingresa en la Academie Julien, donde coincide con Cristóbal Rojas y Emilio Boggio.
Más tarde comenzó a asistir al taller de Jean-Paul Laurens, y pronto fue reconocido en el círculo artístico, siendo el primer pintor venezolano fuera de su país.
Animado por su maestro, Laurens, en 1887 concurrió al Salón de París, donde logró su primer gran éxito, gracias a su tela: “El niño enfermo”, que fue premiado con una medalla de oro. La pintura fue adquirida, a finales del siglo, por la Galeria Astor de Nueva York. En 2004 Sotheby’s de Nueva York la subastó, alcanzando el precio de 1.350.000 dólares, cifra récord para una obra de un artista hispano.
El periodo entre 1885 y 1889, es especialmente brillante, en estos años pinta algunas de sus obras más importantes, entre ellas: “Una visita electoral”, de 1886; “La caridad”, de 1887; “La joven madre” y “Carlota Corday”, ambos de 1889.
Con “Carlota Corday” que ya había mostrado en el Salón, consigue una Medalla de Oro en la Exposición Universal de París de ese año.
Poco después, regresa a su país natal, donde es recibido con entusiasmo, y contrae matrimonio con Lastenia Tello, tras lo que junto a ella, regresa a París.
En 1891 pinta “Pentesilea”y en 1892, “La vara rota”, sus dos cuadros más importantes de esta época.
Tras contraer una tuberculosis vuelve a Venezuela, donde comienza su época gloriosa como retratista y pintor oficial, siendo agasajado y aclamado.
Sin embargo su salud fue debilitándose paulatinamente, por lo que con gran esfuerzo logra realizar quizá sus obras más ambiciosas, entre ellas, la que es considerada su obra maestra: “Miranda en la Carraca”, de 1896, en ella se representa a Francisco de Miranda en su celda del Arsenal de la Carraca, en San Fernando, Cádiz, donde murió.
Otras de esa última época son: “Asesinato de Sucre en Berruecos”, de 1895, “Descendimiento”, de 1897, y “La última cena”, de 1898, dejando sin finalizar varias de ellas.
Murió en Caracas el 29 de julio de 1898.
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