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Pedro Atanasio de Bocanegra
Nació en Granada, el 12 de mayo de 1638Pintor del barroco, fue uno de los más notables representantes de la Escuela Granadina.
Tuvo como maestros a Alonso Cano, Pedro Moya y Juan de Sevilla; ya en los últimos años de la década de 1660 era el pintor más activo en la ciudad que nació.
Su primera obra firmada conocida son las que realizó para decorar las fiestas del Corpus Christi de Granada de ese año.
Entre 1665 y 1666, realizó una serie de cuadros para el convento Nuestra Señora de Gracia, todos perdidos; de 1668 a 1672 pintó una gran cantidad de telas, entre ellas la “Conversión de San Pablo” para el altar del que era el Colegio de la Compañía de Jesús, actualmente iglesia de los Santos Justo y Pastor, y que permanecen en su lugar de origen.
Su estilo se acercó con mucho al de Alonso Cano, logrando un gran encanto en sus imágenes religiosas, que representó con suma delicadeza. El dibujo no era su fuerte, debilidad que compensó con un notable dominio de su paleta de colores, en los que podemos observar la influencia del arte flamenco, sobre todo de Anton Van Dyck.
A la vez y recibió un encargo para pintar en La Cartuja granadina, unas escenas de gran tamaño sobre la vida de la Virgen, dos de las cuales están albergadas en el Museo del Prado de Madrid, que llegaron tras el cierre del Museo de la Trinidad.
Tras una temporada pasada en Sevilla, viaja a Madrid para trabajar en la corte amparado por Pedro de Toledo, marqués de Mancera, que haría posible su nombramiento como pintor de honor del rey por su cuadro “Alegoría de la Justicia”, actualmente en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Hombre orgulloso y pagado de sí mismo, tuvo según el historiador de arte Palomino diversos incidentes con otros pintores madrileños, fruto de su altivez.
Otras obras notables de Bocanegra son “La adoración de la Eucaristía” en el convento de Las Góngoras de Madrid; varios retratos de trinitarios en el Museo de Bellas Artes de Granada; varias pinturas de “La Virgen con el Niño y santos” y “El triunfo de David” ambos en el Museo del Prado.
Así mismo y producto del expolio francés durante la guerra de la Independencia, hay varias obras en el Museo Goya de Castres, en Francia, entre ellas la magnifica “Alegoría de la peste”
A su vuelta a su Granada natal, conoció al arquitecto Teodoro de Ardemans, que le pintó un retrato conservado en el Arzobispado de Granada.
Dejó una gran cantidad de seguidores y discípulos, a pesar de que murió con tan solo 37 años, por lo que de haber vivido más tiempo, tal vez hoy hablaríamos de un artista inigualable.
Murió en Granada el 17 de enero de 1689, siendo enterrado en San Miguel, hoy conocida como “El Bajo”.
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