Las mujeres en nuestro mundo moderno han
comenzado a ser financieramente independientes y capacitadas
profesionalmente. Sin embargo, la necesidad más importante, que es su empoderamiento espiritual, a menudo se ha descuidado o ignorado.
Nuestro mundo está ya en
transición y será un momento difícil hasta que florezca una nueva era de
paz y entendimiento. Si nuestro mundo ha de resurgir, las
mujeres espiritualmente deben ocupar su lugar. Es hora de que den un
paso hacia adelante. La hora de permanecer escondidas ha terminado.
La mayoría de las personas “conscientes” saben que es necesario sanar a nuestra Abuela Tierra si
queremos avanzar. Sin embargo, es igualmente imperativo también curar a
los demás a través del amor, la compasión y el respeto.
Las Oraciones del corazón son una
de las influencias más poderosas en el universo. Por otra parte, las
mujeres también tienen que ayudar a los hombres a desarrollar sus
propios aspectos femeninos de delicadeza y sensibilidad, compasión y
bondad. Tienen que ayudar a los hombres a aprender a trabajar desde el corazón.
Las mujeres son realmente poderosas, poseen dones únicos. Son
grandes promotoras y creadoras de energía y de cambio. Su gran
capacidad de integración las ha hecho especialmente empáticas y dotadas
para ver y comprender el pasado. En
última instancia, sus roles como cuidadoras y alimentadoras han abierto
sus corazones y la conciencia en muchos niveles del universo. Sus dones
espirituales pueden ser profundos.
Por desgracia, las mujeres han
comenzado a perder esa comprensión de sus dones. Muchas viven como
víctimas de la violencia, víctimas de delitos contra el honor.
Con demasiada frecuencia, sus corazones se sienten dolidos, inundados de
miedo. Se han olvidado de quiénes son. Se han olvidado de sus instrucciones originales como seres humanos y como mujeres.
Sin embargo, la mayoría de las culturas indígenas reconocen las cualidades únicas y poderosas de la mujer.
En muchas culturas fueron veneradas y respetadas. En algunos casos,
toda la estructura de la sociedad era matriarcal. En otros, los
dones espirituales especiales de las mujeres fueron reconocidos y
considerados imprescindibles para conectar con la Divinidad. En
todo el mundo indígena, las mujeres a menudo cumplen roles como
dirigentes, asesoras o guardianas de sabiduría. Muchas veces, ellas son
curanderas de la comunidad y videntes, aunque eso, en algunas culturas,
se reserva para las mujeres en edad post-menopáusica.
También se reconoce que la mujer en su luna, su período de menstruación, es más poderosa.
Debido al carácter sagrado de
esto, algunas culturas indígenas sacan a sus mujeres de las aldeas
durante su tiempo de luna. Esto no es una prohibición o discriminación,
como se supone popularmente hoy. Es un período de protección y descanso
de las tareas de sus vidas, unos días de descanso al mes. Es también un
tiempo para la reflexión o el intercambio y la vinculación con otras
mujeres. En resumen, un momento de respeto, honor y descanso.
Durante este tiempo, tampoco
participan ni se acercan a las ceremonias que se realizan. Hay una buena
razón para ello. La razón principal, es que nunca es una buena idea
iniciar una ceremonia mientras que otra está en proceso, y ese período
suyo es considerado una ceremonia.
Una segunda razón se refiere a
las poderosas energías, sin control a veces, que suelen aparecer en la
mujer cuando está en tiempo de su luna. Pocas mujeres saben cómo
controlarla y esa energía es capaz de cualquier explosión, con o sin
intención.
Las antiguas culturas sabían y
entendían estas cosas. La verdad a menudo se ha perdido en el camino de
los nuevos tiempos o malinterpretado y llevada a la falsedad. Las mujeres casi han olvidado su lugar en el Universo.
Así que es hora de que las mujeres empiecen a buscar a respetar sus cuerpos y sus ciclos . Es de vital importancia que las mujeres opten por sanarse y recuperar la comprensión de sus propios dones. Luego le corresponderá a cada mujer, según su creencia y su Divinidad, la forma de manejar todo éste poder.
Se dice que somos la séptima
generación sagrada. Para nuestros hijos y nietos, para las próximas 7
generaciones, para nosotros, es el momento de que las mujeres se unan a
la humanidad. Las mujeres no solo pueden hacerlo, sino que son
particularmente adecuadas para ello. Pero es una elección.
“Nosotros somos aquellos a los que hemos estado esperando. Es hora de dar un paso adelante.”
Stephanie M. Schwartz
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