Click en la imagen para ver más obras
Antonio Muñoz Degrain
Nació en Valencia el 18 de noviembre de 1840.Inició la carrera de arquitectura que abandonó pronto por la pintura. Se formó en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, en la que tuvo como maestro a Rafael Montesinos, aunque como él siempre dijo, su estilo fue autodidacta.
Persona de fuerte y exaltado carácter, características que se vieron reflejadas en sus cuadros.
Viajó a Italia en 1856, aunque hubo de regresar enseguida por falta de dinero.
Participó de forma regular en las Exposiciones nacionales de Bellas Artes de 1862 a 1915, en las que logró notables éxitos y con las que consiguió una gran proyección artística; en 1862 recibió una mención honorífica y una tercera medalla en 1864 por “Vista del Valle de la Murta (Alcira)”.
Así mismo obtuvo dos segundos premios, uno por uno de sus mejores paisajes, “Paisaje del Pardo al disiparse la niebla”, actualmente en el Museo del Prado, y en 1871 por “La Oración”.
En 1870 recibió el encargo de decorar el Teatro Cervantes de Málaga, se estableció en la localidad andaluza considerándola desde entonces su ciudad de adopción. En ella se casó y en 1879, sería nombrado profesor supernumerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, siendo maestro de toda una generación de artistas, entre ellos Pablo Ruíz Picasso, que le profesaría siempre un gran afecto.
En 1881 obtuvo una primera medalla con “Otelo y Desdémona” que le supone alcanzar uno de sus sueños, viajar a Italia, visitó la Toscana y Venecia. Es en Italia donde realiza la que se considera su obra maestra, y una de las piezas capitales de la pintura española de todo el siglo XIX, “Los amantes de Teruel”, actualmente en el Museo del Prado de Madrid, que envió a la Exposición Nacional de 1884, obteniendo la primera medalla.
Su prestigio fue creciente y recompensado con numerosos honores y reconocimientos públicos.
Fue nombrado Caballero de las órdenes de Isabel la Católica, Carlos III y Alfonso XII, y recibió la medalla de honor en la Exposición Nacional de 1910.
A la muerte de Carlos de Haes, en 1898, logra la cátedra de Paisaje de la Academia de San Fernando de Madrid, institución de la que será nombrado miembro al año siguiente y director desde 1901, cargo al que renunció en 1912, siendo asimismo presidente del Círculo de Bellas Artes de la capital.
Continuó cosechando importantes premios en exposiciones internacionales, como en las Universales de Filadelfia, en 1876, en la de Múnich en 1883, y en la de Chicago en 1893.
Artista muy prolífico, a su vejez demostró su gran generosidad donando obras suyas a los Museos de Bellas Artes de Valencia y de Málaga, y su serie de “El Quijote” a a Biblioteca Nacional de Madrid.
Fue sin duda uno de los pintores valencianos más singulares del fin del siglo XIX. Su temática en su primera etapa, estuvo predominada por los paisajes, y aunque continuó realizándolos toda su carrera, practicó diferentes géneros, sobre todo sentía una especial predilección por los pasajes literarios, escenas dramáticas y temas históricos y orientalistas.
Desde el principio, sacrificó el academicismo en el dibujo para dar prioridad a un uso fogoso del color, con los que logró plasmar sus escenas llenas de imaginación y fantasía, con contrastes y colores audaces que muy pocos de sus contemporáneos se atrevieron a emular.
Murió en Málaga el 12 de octubre de 1924.
El Museo Carmen Thyssen de Málaga alberga así mismo cuatro de sus obras.
*Entrada publicada el 23 de diciembre de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 14 de agosto de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario