Nada
es lo que parece, en la Vida nada es casual. Todo tiene un propósito y
un plan. Es como un juego divino donde la consciencia, que es tu alma,
experimenta sin cesar. La vida está llena de infinitas posibilidades y
tras este derroche incalculable de posibilidades, se encierra un único
propósito, un único plan que va cumpliéndose a través de los eones. Este único propósito no es más que una fracción infinitesimal dentro de un plan mucho más amplio que no podemos concebir.
En
la actualidad existe un colectivo cada vez más amplio que sabe que
existe una dimensión de la realidad que transciende este plano material,
y ese conocimiento está provocado un resurgimiento místico en el
planeta. Preguntarse cuál es la naturaleza de nuestra realidad es una
actitud de madurez.
Somos como pájaros que se han olvidado de que tienen alas; reinas y reyes que han olvidado su LINAJE REAL.
Nos sentimos esclavos y esclavas de condiciones que no deberían tener
el poder para esclavizarnos, e impotentes ante fuerzas que tenemos el
don de dominar.
Tú formas parte de todo esto; eres
una gota fundida en las aguas de un océano infinito. Eres un PASO DE
BAILE en una eterna y armoniosa danza cósmica cuyo objetivo es danzar,
danzar y danzar por los siglos de los siglos. El Universo es un juego
divino donde experimenta la consciencia. La vida es un tránsito. No es
que el mundo sea un teatro, aunque sí que lo es dentro de una realidad,
la verdadera distorsión está en nuestra percepción, y de esta forma el
alma re-vestida de un traje muy apretado, entra en el mudo, mira y sale.
La buscadora que tienes dentro siempre está buscando la verdad, consciente de que esa búsqueda no tiene fin.
Los
místicos y místicas modernas forman una especie de movimiento
subterráneo en nuestro mundo actual que intentan transformarlo todo.
Saben que el mundo es uno aparentemente dividido. Todo está
inter-conectado con todo; por tanto cuando nosotros cambiamos el mundo
no puede sino cambiar también.
No hay
un origen ni tampoco un final para este interminable Juego Creativo;
todo está en perpetuo comienzo que nace del misterio del Amor. Un
divertimento divino, que ha creado una infinita danza cósmica.
Pero si todo es un juego, ¿por qué existe el sufrimiento? Pues porque todas y todos hemos caído en un sueño profundo que nos hace sentirnos aislados de la CREATIVIDAD UNIVERSAL. Este
es el gran drama humano del olvido; el olvido amargo de no saber
quiénes somos. Con el primer llanto de bebé hemos comenzado a olvidar,
hemos muerto miles de veces y miles de veces hemos renacido en la Tierra
u otro planeta y con diversos trajes. La paz y el orden son perfectos
en el universo, pero hay que vivir miles de vidas para darse cuenta de
esto.
El misticismo no es una religión, sino “UNA CONVICCIÓN DEL CORAZÓN”. El
reino místico está más allá de todo dogma y de toda prueba de los
sentidos físicos. El místico y la mística han sido llamados a realizar
un viaje interior a través de los oscuros enredos de la existencia
humana, hasta llegar al Amor Absoluto.
Hay
otra forma de conocer, de vivir y de amar en esta Tierra. Esta “otra
forma” es un reino lleno de magia y milagros. Es un mundo más real que
el que vemos a nuestro alrededor. Es el Reino de donde procedemos y al
que todos regresaremos.
Cuando soy sincero conmigo mismo, sé que en lo más profundo de mi alma lloro cuando no puedo encontrar la magia mística.
Autor: José Carlos López Garrido
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