“… A la luz desleída de la luna,
en el jardín antiguo de la noche,
escuchamos lejanos pensamientos…”
JMJ
“Tormenta”
Al principio era el cielo como un concierto de Haendel, los barcos maniobraban muy despacio sobre las aguas tranquilas de un espejo y la luz era incorpórea y rectilínea. Por los mástiles delgados ascendían las solemnes plegarias de los hombres. Y vio Dios que era bueno.Redoble de tambores, fanfarrias al ocaso: luego vinieron las tormentas…
El viento es destructor, la luz es negra. Los veleros conservan todavía la grave evolución de los planetas, pero nadie podría afirmar a ciencia cierta que las aguas persistan divididas. La muerte va a caballo por la ola, la muerte va a caballo por la nieve. ¡Qué furioso este vórtice de vapor y de hierro que arrastra a los abismos y a las almas!
De los cielos auríferos de Turner, la grandeza de la condenación.
José María Jurado
De: “Una copa de Haendel”
Ed. La Isla de Siltolá – Colección Tierra 2013©
ISBN: 978-84-15593-47-8
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