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Constant Montald
Nació en Gante, Bélgica, el 4 de diciembre de 1862.Es uno de los máximos exponentes del Simbolismo belga, destacando sobre todo por sus grandes trabajos murales.
Inició su formación artística muy joven estudiando pintura decorativa en la Escuela Técnica de Gante.
A partir de 1874, compagino la Escuela Técnica, asistiendo a clases nocturnas en la Academia de Bellas Artes de Gante, donde fue dotado de una beca que le permitió marchar a París en 1885, y continuar sus estudios en L’École des Beaux-Arts.
Ese mismo año realizó su primera pintura de gran formato: “La lucha del ser humano”, que mide 5 por 10 metros, y que más tarde donaría a su ciudad natal.
En 1886 logró el Premio Roma de Bélgica, concedido por la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, por su “Diagoras llevado en triunfo por sus hijos, los vencedores de los Juegos Olímpicos de la Grecia Antigua”.
Recibió así mismo un premio y medalla de la Asociación para el Avance de la Ciencia y la Industria.
Viajó por Italia durante una larga temporada, sintiéndose impresionado por la Capilla Sixtina y la obra de Giotto di Bondone.
Acabó instalándose en Florencia, donde inició unos estudios de una obra que finalizaría en Roma: “Las contradicciones sociales”, que se exhibió con una gran presentación, en 1890 en Roma, conservado actualmente en el Museo Real de Arte e Historia de Bruselas.
También en Roma pintó en 1889 “El arpa eólica”, que se exhibió en en el Salón de Gante en 1892.
En 1891, tras realizar un viaje a Egipto, volvió a Bélgica.
En 1892 se casó con la también artista, Gabrielle Canivet, que se dedicaba al diseño decorativo de tejidos.
En 1894, junto a Jean Delville, Auguste Donnay y León Frédéric, participó en una exposición en Bruselas, que había organizado el estudio Kumris.
En 1896 logró un puesto como profesor de artes decorativas en la Academia de Bellas Artes de Bruselas.
Fueron los años en los que pintó uno de sus más importantes trabajos, como el tímpano del Teatro Real de Gante, realizado entre 1897 y 1899, por encargo del arquitecto Edmond De Vigne.
En los inicios del siglo XX, su obra evoluciona de forma radical, tras ser influenciado por el ambiente esotérico que frecuentaba, en un deseo de elevar su arte de la realidad y expresar sus ideas.
Inspirándose en la Basílica de San Marcos de Venecia, utilizaría oro en el fondo de sus lienzos, sobre el que extendía después los colores.
Muestra de esta época son, “El barco ideal”, “La fuente de inspiración” y “El árbol bendito”, obras que presentó en la Exposición de Bruselas de 1906, logrando una medalla de oro.
En “El barco ideal”, se puede apreciar la influencia de los prerrafaelitas, sin embargo en los siguientes trabajos, se preocupa más de integrar a los personajes en entornos bucólicos, de tupida vegetación, árboles de retorcidas ramas, cortinas floreadas, y una vegetación casi irreal, donde el hombre aparece casi de forma insignificante.
Sus escenas son mundos de ensueño, con intención ornamental, en los que predominan los azules y dorados, con clara influencia del arte bizantino, que proporcionan al espectador, tranquilidad y musicalidad visual.
En 1909 comenzó a construirse una villa en Woluwe-Saint-Lambert, cerca de Bruselas, que se convertiría en el lugar de reunión favorito de la élite intelectual belga.
Entre los asistentes más notables, se encontraban sus grandes amigos Stefan Zweig y Emile Verhaeren, del que pintó varios retratos.
Al iniciarse la Primera Guerra Mundial, vio frustrado varios proyectos de pinturas monumentales, por lo que tuvo que dedicarse a pintar paisajes de pequeño formato en obras de caballete, sobre todo de los alrededores de su casa.
Acabada la guerra, ya en 1920, fundó junto a Jean Delville, Émile Fabry, Albert Ciamberlani, Émile Vloors y Omer Dierickx, un movimiento que pretendía promover un arte decorativo relacionado con la arquitectura.
Hasta su muerte fue una fuerte influencia, desde su puesto de profesor en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, para sus alumnos, entre los que se encontraban: René Magritte, Paul Delvaux, Jan De Cooman, Joseph Lacasse, Armand Bonnetain o Edgard Tytgat.
Murió en Bruselas, el 5 de marzo de 1944, cuando le sobrevino en plena calle una apoplejía.
Su obra está representada en los más importantes museos del mundo.
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