C. G. Jung cree que tenemos que pasar por tres nacimientos en nuestra vida.
El primero es nuestro nacimiento físico, el nacimiento de nuestro Ego y espiritual nacimiento de la conciencia. Acuerdo con ese hecho, también sufren tres fases de desarrollo en nuestra vida. En el primer tercio de nuestra vida, el énfasis está en el crecimiento corporal, en la fase media de nuestras vidas nuestro Ego crece, y el último tercio de nuestra vida es el período de nuestro desarrollo interno. Mientras que en los dos primeros partos, lo más importante es el máximo aprovechamiento de las oportunidades ofrecidas por el mundo externo. En la tercera fase, sin embargo, el énfasis cambia de puesto en nuestros potenciales de desarrollo interno. Desafortunadamente, la mayoría de la gente nunca experimentará el nacimiento espiritual por varias razones. Déjenos examinar las posibles razones para que, a averiguar qué factores previene el nacimiento espiritual en nosotros.
La programación de la mente
Nuestro nacimiento espiritual es generalmente prevenida por la programación profunda condicionada de la mente. Estos programas colocar el desarrollo del Ego en primer plano y hacen esfuerzos para sostener que el desarrollo hasta el final de la vida del individuo. Las programaciones apoyan el progreso del Ego, nos instan a desarrollar un Ego potente y eficaz para nosotros mismos y nos hacen creer que es el objetivo final en la vida humana. Estas programaciones consideran cualquier esfuerzo en suprimir el Ego como un signo de debilidad que debemos estar avergonzados, y que debemos evitar a cualquier costo.
Estas condicionada a patrones mentales se observan como sistemas de creencias y patrones de pensamientos en nuestras vidas. Estos patrones de pensamientos y creencias no son creados por nosotros mismos. Ellos han sido transmitidos a nosotros por nuestros padres, nuestra comunidad y la sociedad en la que crecemos, y también lo hemos tomado prestado algunos de los medios de comunicación. Muy a menudo aceptamos estas creencias y patrones mentales confeccionados acríticamente, sin ningún pensamiento; es más, nos identificamos con estos patrones que, de esta manera, se incorporarán en nuestra personalidad.
Cómo nuestras convicciones diferentes se han creado sobre los años, que es cómo hemos creado un sistema de valores y creencias para nosotros mismos, y ahora podemos organizar toda nuestra vida se basa en los sistemas. Los patrones mentales condicionados sirven como fondo a los acontecimientos que están sucediendo a nosotros día a día. La mayoría de nuestras preocupaciones, deseos, placeres y las motivaciones que se derivan de los patrones mentales y éstos, a su vez, refuerzan aún más esos patrones.
El patrón Social
Todo lo que se ha dicho anteriormente nos lleva a la conclusión de que nuestra mente programada es un producto social. Reforzar el Ego y el nacimiento espiritual nunca alcanzado, de hecho, sirven a los intereses de la sociedad. El más importante sistema de social convivencia en la tierra hoy en día es la sociedad de consumo. Significa que la base del desarrollo social es el crecimiento económico y el crecimiento económico depende de cuánto consumimos.
El consumidor más importante es el Ego, desde todos los productos obtenidos (casa, coche, ropa cara), mejorar la grandeza imaginaria del Ego. Los productos más básicos o más poder que poseemos, los miembros más importantes de la sociedad de consumo somos.
Si somos capaces de desviar nuestra atención del Ego y concentrarse en nuestro desarrollo interno y nuestro nacimiento espiritual, nuestras cualidades como consumidores considerablemente caerá, puesto que ya no somos atraídos por las cosas que engordan hasta nuestros Egos.
Al igual que en las últimas décadas que cada vez más personas sienten la necesidad de nacimiento espiritual, estrategia social cambió por consiguiente. Desarrollo espiritual también se ha hecho un producto de consumo, que en gran parte apoyada por el instinto de supervivencia del Ego. El Ego, que se ha interesado en el dinero y el poder, ahora se vuelve hacia el desarrollo espiritual y disfraza en el vestido de un Ego espiritual. Tratamos de decorar esas prendas espirituales mediante la adición de más espiritual conocimiento y experiencia para hacerlo más colorido e individual. Con todo esto, esperamos que nuestro progreso espiritual será el mayor aumento y la felicidad eterna de nuestro spiritualEgo.
Sociedad de consumo es todo encantada de servirnos en esas necesidades. Una mirada en el mercado vivo de libros espirituales, métodos y maestros será suficiente para convencernos de eso. Nada ha cambiado realmente; el patrón de la sociedad de consumo es el mismo, sólo su contenido ha sido sustituido parcialmente.
Nacimiento espiritual
Desde el aspecto de nuestro nacimiento espiritual y el desarrollo interno, sin embargo, la cantidad de conocimiento espiritual reunieron, los métodos de desarrollo espiritual adquiridos, y los sofisticados eventos espirituales que hemos tenido en nuestra vida son todos importantes.
Nacimiento espiritual sólo puede ser el resultado de la conciencia. Nuestro desarrollo interno, por tanto, no sólo depende de nuestra experiencia de vida; depende mucho más de nuestra capacidad para desviar nuestra atención del mundo exterior a nuestro mundo interno. Somos capaces de alejarnos de los patrones de la mente, por nuestros Egos, y hay un profundo deseo de saber la verdadera respuesta a la pregunta ¿quién soy yo?”
Los patrones de la sociedad de consumo están determinados a impedirnos hacer los ajustes necesarios en nuestra orientación pegando nuestra atención a diversos productos de consumo o un esquema de desarrollo espiritual que implica el Ego. Un elemento importante de este patrón de desarrollo espiritual es que estamos tratando de entender los contenidos de nuestra mente, analizar nuestros pensamientos y emociones. Así, nuestra atención es contratada por los diversos métodos que estamos utilizando para examinar nuestros pensamientos y emociones. Eso es lo que consideramos como nuestro mundo real interno, y creamos la ilusión de trabajar en nuestro nacimiento espiritual.
Desde el aspecto de nuestro nacimiento espiritual la – a menudo – mundo caótico de nuestra mente y las emociones no es nuestro mundo real interno. Nuestra atención no debe dirigirse al análisis y la comprensión de éstos; en cambio, tenemos que concentrarnos en ser conscientes de nuestra existencia, para encontrar el centro de nuestro ser detrás nuestra vida externa y la historia personal. Es nuestro mundo real interno.
En el curso de nuestro mundo espiritual nos volvemos conscientes de y atento a ese centro interno, a ese mundo interno. Una vez que se ha logrado, nuestra vida se coloca sobre bases enteramente nuevas. La mente deja de funcionar la manera que se utiliza y, junto con que, nuestro sentido de identificación con la mente desaparece. El Ego espiritual, nuestro ser poco independiente desaparece y estamos impregnados de una presencia permanente, luz. La personalidad se ha ido, y lo que queda es silencio y presencia, como la esencia misma de nuestra existencia. Desde ese momento, servirá como la base real para nuestro desarrollo interno.
Es usted recién nacido espiritual ?
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