AQUÍ VEMOS LA ESTELA ENCONTRADA EN EL COSTADO SUR DE LA PIRÁMIDE DE CUICUILCO. SE HA FECHADO ENTRE EL 800A.C. Y EL 1,000A.C.
KIVA CEREMONIAL AL SUR DE LA PIRÁMIDE; DONDE SE LES MOSTRABA A LOS INICIADOS EN PINTURAS Y GLIFOS, LA GENEALOGÍA DE SUS ANCESTROS
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Hasta donde se sabe, Cuicuilco fue el primer gran centro cívico religioso del Altiplano Mexicano, su población probablemente incluía todos los estratos sociales y rasgos culturales que caracterizarían a las Altépetl (ciudades-Estado) de Mesoamérica Clásica.
Acceso a la Pirámide de Cuicuilco,
la más antigua de América.
Cuicuilco es un sitio arqueológico muy importante mesoamericano del periodo preclásico (800 a.C. a 150 d.C.) localizado en el extremo sur de lo que fue el Lago de Texcoco, en el sur de la Ciudad de México, Distrito Federal. Con base a la anterior cronología, Cuicuilco podría ser una de las ciudades más antiguas del Valle de México, contemporánea, y con probables relaciones con la cultura Olmeca, en la costa del Golfo de México, Veracruz y Tabasco, lo que se conoce como la zona nuclear Olmeca.
Su descubrimientoCuicuilco significa: “Lugar donde se hacen cantos y danzas” pero se ignora el nombre que le daban sus antiguos habitantes y que lenguaje hablaban.
La pirámide era desconocida por los mexicanos contemporáneos ya que representaba para todo el mundo, una colina cubierta de matorrales que crecieron durante miles de años sobre una capa de lava que cubrió parcial o totalmente las estructuras arquitectónicas cívico-ceremoniales y habitacionales de la ciudad cuicuilca, cuya extensión se infiere llegó a cerca de 400 hectáreas.
Esta pirámide circular fue descubierta alrededor de 1917 en las afueras de la ciudad de México D. F. por el gran pionero de la antropología y arqueología de México, Manuel Gamio (1883-1960), al observar en la zona sur de la ciudad de México un pequeño montículo cubierto de tierra volcánica con unas formas demasiado definidas para ser de origen natural.
El arqueólogo Byron
Cummings afirmó que
Cuicuilco tiene entre
6500 y 7000 años
de antigüedad.
Parte frontal de la Pirámide de Cuicuilco.
El escándalo no tardó en explotar, en 1947, fecha del descubrimiento de la datación de objetos orgánicos mediante la prueba de carbono 14. Fue cuando los arqueólogos desautorizaron a los geólogos, y hasta casi tres décadas más tarde, pruebas de carbono-14 realizadas sobre elementos orgánicos encontrados en las proximidades, volvieron a situar la datación de la estructura en torno al siglo I a. C, como si después de su construcción no hubiese podido ser reutilizada nuevamente por otras culturas.
Parte trasera de la Pirámide de Cuicuilco.
Vista aérea de Cuicuilco.
Se hallaron numerosas figurillas femeninas, muy parecidas por no decir exactamente iguales, a las encontradas en muchos yacimientos europeos del paleolítico, también se hallaron esculturas con cascos y escafandras; además la de un ser enigmático con barba.
Se descubrió en sus alrededores grandes piedras clavadas verticalmente con más de un metro de altura, que los arqueólogos aseguraron que procedían del derrumbe de algunas estructuras de la pirámide. Sin embargo la forma y diseño de estas piedras recuerdan enormemente a los típicos menhires del paleolítico europeo, otra aberración para la arqueología, pues de ser cierto trastocarían la arqueología americana.
Tampoco termina de cuadrar la aparición de gran cantidad de enterramientos en disposición radial en torno a la pirámide, que recuerdan también en este caso a las tumbas europeas del paleolítico en las proximidades de los menhires. Estos hallazgos evidencian un nivel cultural muy avanzado para una civilización que ocupó esta metrópolis, y pone en tela de juicio lo que hasta ahora se ha escrito de los aztecas, teotihuacanos, toltecas, olmecas, mayas e incas.
La estructura
Cuicuilco es una impresionante ruina de forma circular de 17 metros de alto que pudo llegar a tener 27 metros en su esplendor y cuenta con un diámetro de alrededor de 125 metros. Una variedad de rampas ofrecen acceso a su parte más elevada.
Plano de la Pirámide de Cuicuilco:
1. Escalinata occidental.
2. Altares.
3. Escalinata oriental.
4. Edificio anexo.
5. Construcción circular.
6. Túnel.
Cuicuilco actualmente está cubierto por una densa capa de lava volcánica, conocido como el Pedregal de San Ángel. La lava cubre un área de aproximadamente 80 km², incluyendo el pie de la Sierra del Ajusco y se extiende a la orilla del lago cercano. Un estudio de 1956 llegó a la conclusión de que los depósitos de lava desigual, llegando a una profundidad de más de 10 m en algunas zonas, fueron un factor importante en la preservación de Cuicuilco. El sitio también se encuentra dentro de una moderna área urbana y está parcialmente cubierto por edificios asociados con la Universidad Nacional de México.
Sólo ha sido posible una investigación arqueológica parcial, ya que la construcción moderna ha dañado la ciudad prehistórica. Se destruyeron varios hallazgos arqueológicos de 1990 en Cuicuilco, consistente en una pirámide circular construida dentro de una plaza con estructuras más pequeñas, asociadas con el sistema agrícola, para la construcción de un complejo de oficinas. En consecuencia, puede ser difícil determinar el tamaño real y la complejidad de Cuicuilco.
La ciudad creció alrededor de un gran centro ceremonial con pirámides y el área urbana asociada, que incluía plazas y calles bordeando una serie de reservorios de agua pequeños y poco profundos. Estos eran alimentados por agua desde las colinas cercanas de Zacayuca y Zacaltepetl. La población en el pico de la ciudad se estima en 20.000 personas. Albergando en la comarca con los cultivos aledaños un total de 75.000 personas. El sitio tiene terrazas, varios edificios, fortificaciones y canales de riego.
Cuicuilco, al fondo el volcán Xitle.
Los periodos de ocupación estimados para Cuicuilco solo pueden ser considerados tentativos. La ocupación más temprana se estima en el año 1.200 a.C. Hubo muchas aldeas de agricultores con similar configuración y distribución de espacios. Según la “historia oficial” durante el periodo 1000-800 a.C. se construyeron estructuras cónico-truncadas con planta ovalada. Los especialistas llaman a estos sitios cabeceras regionales; al considerar que tenían mayor jerarquía y funcionaban como centros de integración, eventualmente se convirtieron en mayores cabeceras regionales.
Por su ubicación, sus pobladores tuvieron acceso los recursos naturales lacustres (flora y fauna), ya que se encontraban a aproximadamente 4 km del Lago de Xochimilco. La obtención madera debió ser sencilla por los cercanos bosques, con terrenos agrícolas en las inmediaciones de la parte nuclear del sitio, hoy bajo metros de lava volcánica y edificios. Se piensa que su dieta consistía principalmente en maíz, fríjol, calabaza, tomate, pescado y animales silvestres.
Los arqueólogos concluyen que Cuicuilco fue una prominente comunidad antes de la aparición de Teotihuacán como centro urbano, tomando nota de que las seis pequeñas comunidades que algunos arqueólogos creen, eventualmente se combinaron para convertirse en Teotihuacán, ya estaban fundada y con pruebas de modesto crecimiento durante el tiempo que Cuicuilco estaba construyendo pirámides y monumentos públicos.
Causó sorpresa entre los arqueólogos cuando encontraron toda la estructura de la pirámide y a modo de aislante de la lava, una capa de tierra amarilla de poco más de un metro de grosor, lo que indicaría que los pobladores de Cuicuilco hubieran sabido con antelación la catástrofe del volcán Xitle y tratasen de preservar el edificio.
Cerámica y otras pruebas, sugieren que los refugiados de la catástrofe volcánica migraron hacia el norte y se convirtieron en parte de la población de Teotihuacán, cerca de la orilla norte del lago de Texcoco.
Su importancia es reconocida por todos los historiadores y arqueólogos, y sin embargo ha sido poco estudiado, sobre todo si se le compara con otras zonas arqueológicas como Teotihuacán y Tula. El principal obstáculo de su estudio es que la zona está cubierta casi por completo con capa de lava de entre 9 y 10 metros de espesor, dificultando con esto los trabajos de investigación en el sitio.
No existe un real interés en excavar los alrededores de la pirámide más antigua de América, y día a día, como una estrategia perversa de destruir poco a poco la metrópolis, sin que los científicos opongan resistencia, sólo se hizo un pequeño Museo que se construyó cuando se declaró el Parque Arqueológico de Cuicuilco. Luego vino una destrucción sistemática que se inició con la construcción de la Villa Olímpica entre 1966 y 1968, cuando se dinamitaron todas las edificaciones que aparecían en torno a la pirámide circular, donde se desalojaron 180 millones de kilos de roca volcánica que cubría las ruinas, de una superficie de 64 mil metros cuadrados; y más recientemente, se autorizó a empresas privadas para demoler la zona arqueológica para sus construcciones: la Universidad Autónoma de México, Colonia Isidro Fabela, Perisur y el moderno edificio de Electra. Todas urbanizaciones directamente encima del sitio arqueológico, como fue el edificio de la empresa Telmex y la Plaza Comercial Cuicuilco, en 1997.
Así es como el mundo asiste tácitamente a la destrucción del monumento que tal vez sea miles de años más antiguo que lo que declara la “historia oficial”, un recuerdo de otra humanidad que está siendo destruido poco a poco, rodeado de un número cada vez mayor de centros comerciales, viaductos, polígonos industriales y unidades de vivienda.
Es posible que jamás sepamos qué otros artefactos enterrados nos pueda haber dado mejores indicios acerca del origen de la pirámide circular, su propósito y sus constructores. Cuicuilco se convirtió en una paradoja para la que la “ciencia oficial” no tiene respuesta, y opta por guardar un prudente silencio. Los conflictos respecto a su antigüedad y al pueblo que la edificó continúan hasta el día de hoy en un rotundo misterio.
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