Curiosamente, de acuerdo con Victoria R. Bricker y Harvey M. Bricker, en su libro Los Mayas, de todos los planetas, “Venus parece haber sido al que prestaron mayor importancia los mayas antiguos y otros pueblos de Mesoamérica”. Los mayas le dedicaron centros ceremoniales, pirámides, estelas y -tal vez- códices que ya no existen. Venus es un planeta que es considerado por los militares como una base espacial de seres inteligentes de otros sistemas solares. Asimismo se sospecha que en el planeta Marte también hay una base de ovnis, tal como se deduce del incidente en Phobos. Se ha observado gran cantidad de movimientos extraños de naves en sus satélites Phobos y Deimos, en cuyo interior se sospecha que puede haber igualmente bases extraterrestres. Los Viajes de Gulliver, de Jonathan Swift, contiene unas informaciones científicas asombrosas. Los dos satélites de Marte, Phobos y Deimos, fueron descubiertos por el astrónomo norteamericano Asaph Hall en el año 1877, pero son descritos en la obra de Jonathan Swift, con sus parámetros exactos, en 1726, 150 años antes de su descubrimiento oficial. Además, en el texto de Swift leemos “Han descubierto (se refiere a los científicos tripulantes de la gigantesca ‘isla volante’ que recogieron a Gulliver), dos estrellas interiores o satélites, que giran alrededor de Marte, del que el más próximo se encuentra de su centro a tres veces exactamente de su diámetro y el más alejado a una distancia de cinco veces el mismo diámetro”. La afirmación de que en Phobos hay una posible base de una civilización inteligente, no es nuevo, ya que, en 1959, el científico soviético I. S. Shklovsky anunció que Phobos era un satélite artificial, basando su conclusión en los cálculos efectuados. Según Shklovsky y otros análisis que han confirmado su teoría, Phobos está siendo frenado por el rozamiento electromagnético y la fricción de la atmósfera más de lo que era presumible para una verdadera luna sólida. Para él la explicación era que Phobos fuese una esfera hueca, una enorme astronave esférica, creada para albergar una colonia que tuviera que escapar de Marte, cuando el planeta comenzó a perder su atmósfera. Pero tanto los analistas soviéticos como los norteamericanos no creen en la posibilidad de que en el interior de Phobos vivieran seres cuyo origen fuese Marte, sino que, por el contrario, era una base de seguimiento e información sobre la Tierra. Phobos es un satélite muy pequeño, pero con sus dieciséis kilómetros de diámetro es uno de los principales focos de atención de las fuerzas aéreas, tanto norteamericanas como soviéticas.
La NASA ha creado programas para estudiar la órbita de Phobos, pues este satélite gira alrededor de Marte más deprisa de lo que el planeta gira sobre su eje y eso no puede tener un origen natural. Aparte de esas bases que han sido detectadas por las fuerzas armadas, los extraterrestres tienen también otras bases complementarias que se sitúan más cerca de nuestro planeta, como en el caso de dos misteriosos satélites que orbitan alrededor de la Tierra. El descubrimiento de estos satélites se realizó en 1953, cuando las fuerzas aéreas experimentaban tipos de radares de largo alcance. En ese año, mientras los operadores efectuaban pruebas se sintieron anonadados al encontrar un objeto que orbitaba cerca del Ecuador. Su velocidad era de veintinueve mil kilómetros por hora. Después de hacer los oportunos análisis se comprobó que ello sólo podía tener una explicación: algún enorme objeto desconocido estaba dando la vuelta a la Tierra a mil kilómetros de altura. Poco tiempo después, otro enorme objeto se aproximó a la Tierra y entró también en órbita a unos ochocientos kilómetros de altura. Por su tamaño podía considerarse una ciudad volante. Los responsables de defensa, ante la alarma surgida por estos hechos, crearon un proyecto de emergencia para la destrucción de satélites en White Sands, en Nuevo Méjico. El científico que estaba al frente de esta investigación era el doctor Clyde Tombaugh que descubrió el planeta Plutón y era el único astrónomo famoso que admitió haber visto un ovni. La primera impresión que tuvieron los militares fue que dos enormes astronaves estaban orbitando alrededor de la tierra, pero la censura de las fuerzas aéreas lo negó rotundamente. A cambio, se inventaron un proyecto que hicieron público, afirmando que seguramente serían meteoritos que habrían entrado en la órbita terrestre. En cuanto a bases de ovnis en la Tierra, se han detectado en el fondo del Atlántico, con ocasión de unas pruebas de la OTAN, en el año 1968. Cuando se intentaba atacar a un submarino soviético, se detectó una escuadrilla de ovnis que desapareció rápidamente. Los analistas dijeron que, durante bastante tiempo, allí había habido una base de ovnis. También se detectaron bases de ovnis frente a las costas argentinas, especialmente en el golfo de San Matías, según declaraciones de miembros del Ministerio Argentino de Marina. Una nueva base fue detectada, en la década de 1960, frente a Mozambique.
En 1962, analistas del Ministerio de Aire Portugués observaron que en las selvas mozambiqueñas se habían concentrado gran cantidad de ovnis. Rápidamente las fuerzas aéreas portuguesas hicieron batidas por la zona. Muchos pilotos murieron al pretender interceptar a los ovnis. Las fuerzas aéreas portuguesas contaron con la ayuda de Rodesia y de Sudáfrica, pues estos países habían detectado también la misma situación. Inmediatamente las fuerzas de la OTAN se pusieron en acción, por ser Portugal miembro de esa organización. En aquellos tiempos, las fuerzas armadas norteamericanas dieron una intensa batida por las junglas de Mozambique y otro tanto hicieron los soviéticos, por la misma causa, a lo largo de tres meses, puesto que ellos mantenían a los principales líderes del grupo revolucionario FRELIMO y les ofrecían asistencia teórica y práctica. El FRELIMO comenzó a atacar en un intento de capturar un ovni. Esta situación, que se prolongó durante más de cuatro meses, tuvo resultados negativos cuando todos los ovnis salieron de la jungla mozambiqueña y se perdieron en el espacio. Generalmente, las bases de ovnis tienen una duración limitada. Pero el comportamiento de los ovnis es generalmente pacífico. Parece que únicamente pretender estudiar el desarrollo de la raza humana, por lo que nunca provocan accidentes. Pero si son atacados se defienden. En 1960, el doctor Struve asombró al mundo científico al iniciar la creación de unos programas llamados Proyecto OZMA. En un informe dado a la Prensa afirmó que debía de haber, al menos, un millón de planetas habitados en nuestra galaxia y era probable, según él, que las más avanzadas civilizaciones tuviesen pruebas de la existencia de la Tierra. añadió que era importante que tratásemos de establecer comunicación con ellos, empezando por escuchar los posibles mensajes. En aquel tiempo, la mayor parte de los astrónomos y científicos evitaban discutir el asunto de la vida en otros mundos por miedo a caer en el ridículo. Pero la Prensa brindó una gran difusión al proyecto OZMA. En el año citado año el doctor Drake dijo que ese proyecto podría interceptar mensajes entre naves espaciales extraterrestres. Pero los responsables del mismo evitaban la discusión sobre los ovnis, ya que esto podría haberles ocasionado problema con la fuerza aérea.
A principios del año 1961, varios ovnis se concentraron en Tau Ceti, una estrella que es posible que tenga planetas. Tau Ceti es una estrella en la constelación Cetus similar al Sol en masa y tipo espectral. A poco menos de 12 años luz de distancia del sistema solar, es una estrella relativamente cercana. Nadie estaba preparado para afrontar lo que sucedió en menos de dos minutos. Se empezaron a oír señales que, indudablemente, formaban parte de un código inteligente. Aquello representaba un éxito asombroso, pues estaba claro que habían sintonizado con una civilización situada en un planeta de Tau Ceti. Al cabo de un corto espacio de tiempo las señales se desvanecieron, pero se mantuvo el asunto en secreto. Otro de los lugares donde también es posible la existencia de vida es en Epsilón Eridani, que es una estrella como nuestro Sol. Estos sistemas estelares que se encuentran a pocos años luz del nuestro, son los que en principio parecen contar con mayor apoyo por parte de todos los científicos y de los analistas militares. En cuanto a que el origen inteligente estuviera en nuestro sistema solar está momentáneamente descartado. Los servicios de información de las dos superpotencias guardan mucha información gráfica y detalles que permanecen secretos. Por ejemplo, en la base aérea de Langley, en Virginia, se dispone de restos de un ovni que estalló mientras era perseguido por unos interceptores. En la base de Offutt, en Omaha (Nebraska), donde se encuentra la sede del Comando Aéreo Estratégico, una red de defensa y de ataque nuclear, se encuentra la casi totalidad de todo el material gráfico que se guarda sobre los ovnis, así como restos de esas astronaves que explotaron. En casi todas las bases aéreas norteamericanas se guardan informes sobre ovnis. En 1965, en una base del Pacífico, en Saypan, en donde la CIA y la Marina de los Estados Unidos tienen una base secreta, se posó un ovni a las tres de la madrugada del mes de abril y permaneció así un cuarto de hora. En ese caso, los miembros de la CIA hicieron todo tipo de fotografías electrónicas por medio de los rayos X e infrarrojos, e incluso le atacaron, pero, al cabo de media hora, el ovni desapareció en el cielo. En la base de Fort Gulik, en el Canal de Panamá, que es donde se instruyen los boinas verdes, reciben periódicamente visitas de ovnis. En la base de Oackland, en San Antonio de Tejas, una base aérea de entrenamiento, en el año 1965, mientras estaban probando un avión supersónico de espionaje A-11, divisaron una escuadrilla de ovnis que iban siguiendo al aparato.
El radar de defensa de Groenlandia detectó en abril de 1967 una gran cantidad de ovnis. En un principio fueron tomados por aviones interceptores soviéticos y al intentar atacarlos, comprobaron que se trataba de ovnis, que se escaparon sin dificultad. En la base militar de submarinos de Arcángel, en la zona soviética, fueron detectados en 1963 dos ovnis. Cuando iban a ser interceptados por aviones antisubmarinos desaparecieron volando. En China, el Ministerio de Defensa detectó una gran cantidad de ovnis, mas se comprobó que, aún con el auxilio del radar, no pudo ser interceptado ninguno. Generalmente, cuando se afirma que una persona ha tenido un avistamiento de ovnis, lo avisan inmediatamente a las centrales respectivas y después se pasa el correspondiente aviso a Fort Holarbird, en Baltimore. Allí existe el mayor archivo de datos de los servicios secretos norteamericanos. Los agentes del CIC, que es el contraespionaje militar norteamericano, se encargarán de la información a partir de ese momento. En las bases de la OTAN tienen la misma función los servicios de información militar. Las fuerzas armadas se han visto siempre en la necesidad de investigar el fenómeno ovni, pero también de desprestigiarlo públicamente. Esa necesidad de investigar sobre los ovnis arranca desde la II Guerra Mundial , cuando los aliados estudiaban el fenómeno en relación con la posibilidad de que fueran armas secretas. Al acabar la II Guerra Mundial, con Europa destrozada, se planteó un problema vital como era la guerra fría y con ella la posibilidad de un conflicto bélico entre soviéticos y americanos estaba latente en cada momento. Y a todo esto nos encontramos en el año 1947 y fue ese año cuando se divisó el primer ovni. En un principio, los militares no pensaron en él como en una nave de otro mundo, sino como una hipotética arma secreta soviética. Y es que las fuerzas armadas no tenían más remedio que darle importancia, pues pensaban que podía estar en peligro la supervivencia de los Estados Unidos.
Aunque los ovnis siempre han sido discutidos y descubiertos por las fuerzas aéreas, tanto norteamericanas como soviéticas, como naves espaciales de otros mundos, es lógico también que el ejercito quiera desviar la atención del público sobre estos temas. Todos los países han movilizado una censura para que el tema no sea dado a conocer a escala mundial, puesto que existen pruebas en todos los gobiernos del mundo. El 11 de noviembre de 1967, los soviéticos anunciaron la creación de una comisión para estudiar todo lo referente a los ovnis, al mando del general Stolyerov, que contaría además con la presencia y la ayuda de más de dieciocho científicos rusos de gran prestigio y el apoyo de la fuerza aérea, con una red de doscientos centros observadores. Su finalidad era redactar un libro con los resultados obtenidos. Sin embargo, el que puede ser considerado como un gran proyecto fue el que se realizó a principios de la década de 1950 y que fue conocido como el informe Serov, por el general jefe de la KGB. Este proyecto tuvo fuentes de información en los datos facilitados por los servicios de información interior y en los miles de interrogatorios y la investigación de los lugares de los aterrizajes. Se consiguió conocer las conclusiones de este proyecto por la deserción de un coronel de la KGB que se marchó a Occidente en 1958: “El asunto ovni es real, no es una invención; nuestros servicios de información consideran que son naves de origen extraterrestre“. En China, un programa de investigación popular dirigido por miembros del comité central del partido comunista chino, tuvo la función de investigar el tema de los ovnis. Llegó a conclusiones parecidas a las obtenidas por las dos superpotencias. Entre la parte no pública de este proyecto, dirigido por el comité central del partido, figuraban intentos de intercepción de ovnis.
Paralelamente a los proyectos de las dos superpotencias, la OTAN creó una sede para una comisión militar sobre los ovnis, con sede en Bruselas y con un archivo de datos en la base de Thule, en Groenlandia, donde se almacenaba toda la información obtenida sobre ovnis. Los países miembros de la Alianza enviaron a la comisión militar, para su estudio, varios informes, entre los que destaca uno de las fuerzas aéreas griegas en relación con un suceso ocurrido en el año 1947. Unos extraños objetos que volaban sobre Grecia alarmaron al gobierno, puesto que, en aquellos tiempo, en ese país había una guerra civil. El gobierno griego tuvo serios temores por cuestión de la guerra civil, pero no por pensar que se trataba de una invasión de ovnis. Creyeron que se trataba de proyectiles soviéticos y el alto mando del ejército griego dio cuenta del hecho a los Estados Unidos, concretamente al departamento de Defensa, informándole ampliamente de los misteriosos objetos que se dedicaban a realizar maniobras inteligentes sobre su espacio aéreo. Poco después, los científicos norteamericanos de los servicios de información confirmaron que se trataba de platillos volantes. En 1970, en Italia, hubo una oleada de ovnis y el primer ministro italiano, Giulio Andreotti, a preguntas de los periodistas, respondió que iban a enviar todos los datos sobre ovnis a una comisión especial de la OTAN. Con todo lo dicho queda claro que, tanto los gobiernos, como las fuerzas armadas de casi todo el mundo, tienen información fidedigna y absoluta sobre el fenómeno ovni. Y todos comparten la idea de que la censura debe ser mantenida.
Una noche en que soplaba un viento muy fuerte, un interceptor F-94 estaba sobrevolando la estación de energía atómica de Hanford, en Washington. La ruta se hallaba a ocho mil metros de altura, cuando el radar captó un objeto no identificado que se aproximaba a gran velocidad. Mientras este objeto brillante, de color rojo, se abalanzaba sobre el reactor, el piloto que llevaba los controles dio un bandazo para evitar la colisión. El disco volador invirtió, con rapidez, su dirección regresando hacia el F-94, pero el piloto creyó que el ovni estaba atacando y se apresuro a disparar. En el último momento, el platillo volante saltó hacia un lado, una y otra vez, y se lanzó contra el reactor. Durante quince minutos, el ovni estuvo jugando con el interceptor, como el gato con el ratón, hasta que se perdió en el cielo. Otro caso ocurrió a las fuerzas aéreas holandesas en el 26 de enero de 1962, cuando apareció sobre el radar de defensa un objeto volante al Este de Holanda. Cumpliendo órdenes, el piloto dio un aviso al ovni para que bajara a tierra, y, como se puede suponer, no recibió respuesta alguna. Entonces se dispuso a atacar con su aparato, un reactor F-86 Sabre, armado con cuatro cañones de veinte milímetros y un cohete Sidewinden. Se acercó a toda velocidad al objeto volador no identificado, pero antes de que se aproximara lo suficiente para disparar, el ovni se alejó y salió de su campo de acción.
En la Unión Soviética, el 5 de marzo de 1968, en la zona de misiles nucleares cercana al lago Baikal, un objeto volador no identificado se dirigía a esa base de cohetes, donde estaban dispuestos para efectuar uno de los lanzamientos. En unos segundos fue dada la alarma a toda la base de defensa y, como consecuencia de ello, oleadas de MIG 23 se abalanzaron con todo tipo de armas hacia la zona. A su vez los defensores de la zona militar prepararon sus armas. Todos los presentes pudieron ver cómo el aparato descendía lentamente y tenía forma de disco, mientras que, por los bordes, brillaba una serie de luces de colores claros. Los soldados no pudieron decir luego si el platillo volante había ejercido alguna extraña influencia sobre ellos, pero lo cierto es que los reflejos de las luces que rodeaban al ovni les impedían ver ningún detalle. El ovni se acercó al silo más cercano y los grupos de combate se dirigieron a él. De repente, este objeto volador quedó flotando a una altura de unos doscientos metros. Los guardias empezaron a disparar sin importarles que el aparato quedara destruido, siguiendo las órdenes del ministerio soviético de Defensa. Los pilotos que se hallaban en sus reactores MIG 23 se acercaron a la zona y comenzaron a hacer fuego con sus armas contra el ovni, pero éste salió disparado hacia el cielo y se perdió en el espacio en breves momentos. Un par de aparatos MIG 23 le persiguieron sin conseguir alcanzarlo. Aunque, aparentemente, todos los casos de intercepción han sido completos fracasos, no todos pueden ser considerados como tales. Por ejemplo, en 1963, en unas maniobras de la armada norteamericana, que se realizaban en el Atlántico sur, un ovni se aproximo al buque central y se detuvo flotando en el aire, a unos seis mil kilómetros y medio por encima de él. El oficial que estaba al mando del barco envió un informe urgente al departamento de la armada mientras ordenaba el ataque. Fue lanzado un proyectil superficie aire que dio en el blanco y el ovni quedó completamente destruido. A continuación, los buzos estuvieron durante varios días intentando encontrar restos. Pero la búsqueda resultó infructuosa.
Ha habido ocasiones en que los aparatos de las fuerzas aéreas han desaparecido sin dejar rastro y otras en que los platillos volantes han obligado a los pilotos de los reactores a que saltaran en paracaídas. Esto puede ser considerado más como una advertencia que como una amenaza, ya que generalmente son pacíficos. Un caso muy famoso fue el que sucedió el 1 de julio de 1954. Un objeto volante desconocido fue seguido en el estado de Nueva York por el radar de la base de la fuerza aérea de Grifiss. Se hizo despegar un F-94 Starfire y el piloto subió derecho a su objetivo, guiado por su observador de radar. Cuando el objeto brillante, que tenía forma de huevo, se hizo visible, se acercó hacia él. De repente, una oleada de calor llenó la carlinga e hizo que el piloto obligara a saltar el techo de la misma. Vio cómo su copiloto saltaba en paracaídas, mientras que él, atontado como estaba por el calor, hizo lo propio. El aire frío y el tirón del paracaídas le despertaron y entonces vio, horrorizado, cómo el reactor caía en picado hacia el centro de un pueblo, llamado Wallesville, en el estado de Nueva York, atravesando un edificio y estallando en llamas. En su trayectoria vertiginosa la chatarra incendiaria chocó contra un coche y murieron cuatro personas en el accidente. Otros cinco vecinos de ese pueblo resultaron heridos. Una vez en tierra los dos pilotos fueron llevados a la base de Grifiss y allí les prohibieron las entrevistas. Cuando apareció en los periódicos la información de la caída, las fuerzas aéreas anunciaron que fue debida a un fallo en el motor. En los interrogatorios de la comisión técnica, el piloto del F-94 señaló qué, además del calor, había apreciado un efecto que hizo que su mente quedase en blanco. Los análisis médicos indicaron que había sido un intenso calor lo que le ocasionó el desmayo y, también, que su sensación de atontamiento provenía, seguramente, de ver cómo el reactor se estrellaba contra Wallesville.
Otro caso similar se produjo en Uruguay. Carlos Alejo Rodríguez, piloto e instructor de paracaidismo, manifestó que volaba cerca de la base de Carbelo, cuando un ovni, de unos diez metros de diámetro, se abalanzó sobre él. De pronto se detuvo y quedó flotando, lo que fue aprovechado por el piloto del reactor para acercarse al ovni. Entonces quedó atontado por una gran oleada de calor y cuando se alejó huyendo del platillo volante la temperatura volvió a ser normal. En abril de 1952, el secretario norteamericano de Marina, Dan Kimball, volaba rumbo a Hawai, cuando dos aparatos, en forma de huevo, se dirigieron a su avión, a una velocidad que, según cálculo de los pilotos, sería de 2.500 a 3.000 kilómetros por hora, y posteriormente desaparecieron. Cuando llegó a su destino, Kimball hizo que enviasen un informe para las fuerzas aéreas, puesto que eran los que llevaban toda la información referente a los ovnis. Los militares contestaron que aquello no era un ovni, pero Kimball no quedó satisfecho porqué él había visto con sus propios ojos el platillo volante. Trató de recoger informes de varios pilotos de la armada, en los que afirmaban que habían sido testigos de avistamientos de ovnis y otro tanto hizo en otros departamentos de la armada. Tras comprobar todos los documentos de que disponía, se enteró que las fuerzas aéreas habían insistido en quedarse con las copias de esos documentos, sin dejar que la armada hiciera informes preliminares. Lo que Kimball no sabía era que la información sobre ovnis se llevaba al más alto nivel y que pasaba por encima de las divisiones militares de la Marina, la fuerza aérea y el ejército de tierra. Este hombre, sin darse por vencido, ordenó a la oficina de investigación naval que llevase a cabo una investigación y además contaba con varias fotografías de objetos desconocidos. Pero antes de que prosperaran los deseos de ese político, el secretario de Marina fue destituido.
La importancia real que tienen los ovnis hizo que las grandes superpotencias crearan organismos supersecretos que tienen como misión recoger la máxima información sobre esas naves, obtenida a través de testigos de avistamientos fotografías o de otros modos. En la década de 1970 aumentaron mucho más los ovnis que surcaron los cielos. Los platillos volantes estaban ya controlados antes de entrar en nuestra atmósfera y la prueba de que no estamos tan indefensos la tenemos en que han sido destruidos o averiados algunos ovnis. Hoy en día es un secreto a voces que los ovnis existen. Dentro de los casos más extraños figuran los llamados sumergibles fantasmas. Hay un caso en que los servicios de defensa y los radares de la OTAN, instalados en Groenlandia, detectaron un objeto volante en forma de cigarro. Ese aparato se metió en el mar y una escuadrilla de aviones de lucha anti submarina despegó para interceptarlo. Lamentablemente para los interceptores no lograron su objetivo y no fue detectado hasta tiempo después, cuando aterrizó en las costas irlandesas. Cuando las fuerzas armadas descubrieron, por medio de la RAF, que estaba en territorio de la República del Irlanda se movilizaron inmediatamente para atacarle comandos especializados de la OTAN, estacionados en las bases más importantes del Reino Unido. Pero, al llegar, sólo pudieron observar gran cantidad de material que hizo explosión y no dejó ningún rastro, a no ser unos metales que no revelaron nada extraño en los análisis practicados. El supuesto submarino fantasma desapareció en el mar y fue imposible volverlo a detectar. Uno de los más importantes ocurrió en el fiordo de Sogne, en la última semana de noviembre de 1972. En ese mismo lugar, entre los días 14 al 28 de septiembre, se realizaron unas maniobras de la OTAN en las que participaron más de cincuenta mil hombres. Consistían en una preparación de defensa en la zona escandinava, con la colaboración de fuerzas de Noruega, Dinamarca, Estados Unidos y otros países, con sus unidades de marina, submarinos, tropas de desembarco, etc. En el curso de las maniobras fueron detectados objetos submarinos no identificados, pero al ser imposible tanto su localización como el intento de intercepción, el caso fue archivado en el departamento central de la Marina de la OTAN, situado en Norfolk, Virginia, y el hecho se olvidó enseguida.
Pero el 14 de noviembre de ese mismo año, los radares militares de defensa de la OTAN, situados en la estación secreta de Bergen, base que detecta el paso de cualquier aparato, detectó el paso por la zona de un submarino no identificado. Rápidamente se envió un informe a todos los centros de defensa de la OTAN en Noruega y a otras muchas estaciones. El objeto detectado parecía un submarino, pero tenía una forma extraña; y demostraba una capacidad de maniobra poco corriente en ese tipo de sumergible. Más tarde fue detectada su presencia en el fiordo de Sogne, antes citado, y allí se pudo apreciar que ese aparato se movía a gran velocidad dentro del fiordo, sin chocar contra ningún arrecife. El alto estado mayor, cuando tuvo constancia de la presencia de ese extraño objeto, dio orden de capturarlo. Las fuerzas noruegas de marina, que se ocuparon al principio de la investigación, a las órdenes del general Zeiner Bundersen, ordenaron por radio al sumergible que emergiera o, en caso contrario, dispararían. El misterioso objeto no hizo caso de las llamadas, mientras la radio, los sonares y los radares de defensa electrónica seguían detectando su presencia. El general Zeiner Bundersen ordenó a sus fuerzas navales que dispararan cargas de profundidad como aviso. Entre tanto, las fuerzas navales antisubmarinas de la OTAN y los aviones P-3B Orion, aparatos especializados en detección de submarinos, vigilaban el movimiento del sumergible, a la vez que disparaban bombas ligeras. Estos aviones, que tienen como misión localizar a todos los submarinos nucleares que salen de la base de submarinos nucleares soviéticos de Murmansk, están acostumbrados a detectarlos e interceptarlos. Por ello el oficial que estaba al mando y toda la tripulación estaban entusiasmados con la misión que les habían encomendado, ya que, por fin, podrían hacer realidad los intentos de ataque a un submarino, que ellos creían que era soviético. La tripulación de estos aviones, que se compone de siete hombres dotados con los más modernos aparatos electrónicos, detectó en seguida al submarino fantasma. Pero pronto se dieron cuenta de que se trataba de un modelo bastante extraño, en el que destacaba su asombrosa movilidad.
También se dieron cita en el fiordo cinco aviones especiales en la lucha antisubmarina, del tipo Grumman S-2 Tracker, armados con torpedos atómicos M – 46 guiados por radar. Mientras, las fuerzas navales intentaban detener el sumergible, atacándole con armas no atómicas, aunque suponían que si destruían lo que se creía era un submarino nuclear, quedaría contaminada de radiactividad la costa de Noruega. No obstante, el general Zeiner Bundersen recibió órdenes tajantes del alto mando: había que capturar este submarino, aunque fuera necesario destruirlo para ello. Al mismo tiempo el embajador soviético en Oslo era llamado urgentemente a la sede del ministerio de Asuntos Exteriores. Allí el titular del departamento le advirtió al embajador ruso que un submarino, que ellos tenían la seguridad que era soviético, había entrado en aguas jurisdiccionales noruegas y que, por tanto, sus fuerzas navales le habían pedido que se rindiera. El embajador soviético fue a su embajada para enviar un mensaje urgente al ministerio de Asuntos Exteriores soviético, en el que solicitaba instrucciones. En el comunicado de respuesta mostraban su extrema sorpresa por la acusación que se les hacía, alegando que no es costumbre de los soviéticos invadir los territorios nacionales de los países amigos, al propio tiempo que añadían que las fuerzas armadas soviéticas ofrecían su ayuda a los noruegos para identificar al citado sumergible. Los analistas de la OTAN llegaron a la conclusión de que en la zona no podía haber ningún sumergible soviético, puesto que todos los submarinos que habían salido de la base de Murmansk habían sido detectados por los servicios electrónicos de defensa y estaban todos bajo control. Había algo que no encajaba, pues los militares habían detectado un sumergible que había estado unos cinco días paseándose impunemente por los fiordos de Sogne y, aunque los fiordos son muy grandes, los aparatos de lucha antisubmarina de la OTAN estaban capacitados suficientemente para detectar al submarino sin ningún problema. Los analistas militares estaban de acuerdo en que en el fiordo de Sogne había un ovni de grandes dimensiones, pero ese aparato se les escapó a las fuerzas aéreas noruegas, sin que se explicaran cómo lo había conseguido.
A inicios del mes de noviembre de 1975 apareció algo extraño en el mar Báltico. Concretamente, dos submarinos de la escolta y una escuadrilla de aparatos MIG descubrió sobre la superficie del mar un extraño artefacto, de unos doscientos metros de largo por treinta de alto y con una anchura que no se pudo precisar. Las fuerzas armadas soviéticas pidieron al inusitado objeto que se identificara, sin tener respuesta. Entonces se ordenó que fuera detenido. Era la noche del 8 de noviembre de 1975 cuando las naves de superficie y los aviones recibieron órdenes de bombardear al extraño aparato. Después de haber disparado muchas veces y haber intentado su intercepción, el ovni se sumergió y se perdió de vista en el mar. Posteriormente, esa misma nave, al cabo de una semana, fue detectada cerca de la base de Lajes en las Azores y los informes de los servicios de inteligencia confirmaron que, efectivamente se trataba de la misma nave. Como es lógico, un país no va a reconocer ante los demás Estados que ha estado disparando contra los ovnis. Y además niegan la existencia de los platillos volantes, como ocurrió tanto en este caso como en el anterior. Otro caso famoso, dentro de los servicios de información militar, fue el que se produjo en las proximidades de las islas Canarias, en España, el 11 de diciembre de 1978. Empezó con una detección del sistema especial de defensa aérea de la OTAN. En la zona de defensa aérea especial norteamericana, los satélites detectaron un ovni del tipo submarino, bastante grande y que se movía a gran velocidad. Inmediatamente, en la base de Lajes, en las islas Azores, se movilizaron muchos aparatos interceptores anti submarinos. Cinco P-3B Orion, así como lanchas torpederas norteamericanas que se encontraban en la zona, atacaron al ovni en cuestión, pero esta vez el platillo volante no permaneció inactivo, sino todo lo contrario.
De pronto, el avión interceptor más cercano avisó por radio a los demás aparatos que tenía un calor asfixiante que no le permitía respirar y que los instrumentos de control se habían vuelto locos. De los siete hombres que formaban la tripulación del aparato, dos eran presas de un ataque de locura y el resto estaban desmayados. En el centro del radar, que estaba situado para esta operación en la base de Lajes, de donde despegaron estos aviones, cuando empezaron a notar una cierta incoherencia en sus actos, avisaron inmediatamente a las demás naves, quienes afirmaron que, sobre el avión afectado, se veía una especie de luz azul. Más tarde, las fotografías obtenidas revelaron una serie de bombardeos de rayos desconocidos. Fueron, sin duda, esos rayos los que hicieron que la tripulación perdiera el control y murieran las siete personas que formaban la tripulación al estrellarse el avión en la isla de Hierro. El avión, que al principio volaba a 1.500 metros de altura, cuando le atacaron con esos rayos extraños descendió rápidamente a 400 metros, pero sin hacer ningún intento de rastrear el Atlántico, como sería su verdadera misión, sino que bajó a 400 metros y empezó a realizar maniobras incoherentes hasta que terminó por estrellarse. En su hoja de vuelo tenía como origen y destino las islas Azores, pero la misión del aparato no fue comunicada a las fuerzas aéreas españolas, con lo que no pudieron evitar el accidente. El por qué se estrelló ese avión es algo que está todavía por aclarar incluso para las autoridades norteamericanas
Uno de los capítulos más extraños es el relacionado con los llamados hombres de negro. El público cree que se trata de extraterrestres cuya única misión es asustar a aquellas personas que han tenido avistamientos de ovnis para que no manifiesten lo que han visto al público en general. La leyenda de los hombres de negro se hizo pública por primera vez en septiembre de 1953, cuando llamaron a la puerta de Albert K. Bender, en Bridgeport, Conneticut. Hasta esa fecha Bender había publicado bastantes artículos en revistas especializadas de ovnis. Pero cuando se le presentaron tres hombres vestidos de negro cambió de opinión e hizo unas declaraciones bastante extrañas y ya nunca se refirió de los platillos volantes que, hasta aquel momento, le habían apasionado. Posteriormente, otros muchos caso se registraron siempre con personas que afirmaban haber visto un ovni. Los servicios de información no le dieron importancia a todo esto al principio, pero cambiaron de opinión cuando se enteraron de que esos sujetos se hacían pasar por agentes del gobierno. Al irse repitiendo las visitas de esos extraños personajes con cierta frecuencia, se inició una investigación para tratar de saber el alcance que podía tener.
El 15 de septiembre de 1971 se celebraba en Buyrakan, Armenia, un congreso internacional para el estudio de las civilizaciones extraterrestres. Las sesiones se desarrollaban rodeadas de las más estrictas medidas de seguridad, ejercidas por la policía soviética y también, discretamente, por los servicios secretos militares occidentales, con algunos espías inscritos como congresistas. Uno de esos días, en las inmediaciones de la ciudad, los radares militares percibieron claramente una escuadrilla de ovnis que se acercaba al núcleo urbano. Los dispositivos de seguridad de las fuerzas aéreas soviéticas se pusieron inmediatamente en funcionamiento. Se procedió al sistema consistente en evitar, por todos los medios, que esos aparatos se acercaran a la ciudad, para lo que e precisaba realizar un ataque desde varios puntos, pero dejando una vía libre de escape que pudiera ser utilizada por los platillos volantes para huir. Suponemos que las medidas adoptadas les traerían sin cuidado a los ovnis, pues ellos tienen la suficiente capacidad tecnológica para escapar sin problemas, esquivando a todos los bombarderos que se utilizaran para atacarles. Y prueba de ello es que, hasta ahora, las fuerzas aéreas que han intentado capturar un ovni solo han conseguido muchos fracasos y algún éxito parcial. Lo cierto es que la escuadrilla de ovnis escapó del cerco y en poco rato atravesaron el cielo soviético. Si los ovnis hubieran aparecido en la inmediaciones del congreso, los resultados del mismo hubieran sido muy distintos a los que fueron en realidad. Más tarde, desde mediados de 1971 hasta finales de 1973, los servicios de información militar detectaron muchísimas oleadas de ovnis, por lo que aumentaron considerablemente los intentos de intercepción. A finales del mes de septiembre de 1971, en América del Sur y más concretamente en Argentina y Chile, se sucedieron oleadas de ovnis, así como en muchos países de Europa Occidental. Esto preocupó seriamente a los estados mayores de los ejércitos, ya que, de continuar la proliferación de platillos volantes sería imposible negar su existencia.
El 23 de septiembre de 1971, un ovni de unos treinta metros de diámetro, de un color anaranjado, con apariencia sólida, se paseo tranquilamente por encima de todas las base militares de la República Alemana. Inmediatamente los Phantom americanos salieron para interceptarlo, pero el ovni se les escapó sin que pudieran lograr su objetivo. Hay que señalar que el ovni no intentó atacar a ninguno de los bombarderos y solo se limitó a huir. Cuando el ovni subió a gran altura, uno de los Phantom norteamericanos le siguió y cuando lo tuvo a tiro, disparó todos los cohetes que llevaba, sin que lograra alcanzar al platillo volante. A partir de ese momento, el ovni se puso a jugar con el piloto como el gato con el ratón, llegando así hasta las cercanías de Kontwing, en las proximidades de Zweibruecken. Allí el bombardero F-4 se abalanzó sobre el ovni en un intento desesperado de derribarlo, aun a costa de su vida. El platillo volante, al darse cuenta de la maniobra, lanzó oleadas de calor que hicieron que el avión se estrellase allí mismo. A continuación, el ovni se perdió en el espacio, siendo seguido de lejos por otros aviones interceptores que habían acudido, vanamente, en ayuda de su compañero. El año siguiente, 1972, los servicios de intercepción tuvieron mucho trabajo. En los primeros meses de ese año, se registraron varios ataques de ovnis contra aviones y viceversa. Una de las víctimas de uno de esos ataques, que ocurrió el 29 de enero de 1972, fue un DC-9, avión civil que hacia el recorrido Estocolmo – Belgrado y que se estrelló en Checoslovaquia, con el trágico balance de veintisiete muertos. Hay que aclarar que el ovni no ataco al avión civil, sino que, al parecer, el aparato sufrió un accidente. Los servicios de detección y de intercepción de las fuerzas aéreas checas habían descubierto en sus radares la presencia de un objeto volador no identificado e inmediatamente despegaron los interceptores para obligar a aterriza a ese avión.
En aquella época era muy corriente que apareciera en Checoslovaquia una especie de globos sonda que eran lanzados por los servicios secretos de la República Federal alemana e iban cargados de propaganda contra el régimen comunista checoslovaco y el de otros países comunistas. Esos aparatos habían sido los causantes de gran numero de accidentes entre los vuelos civiles checoslovacos y entre las líneas aéreas regulares que sobrevolaban el cielo de ese país. En la ocasión a la que nos estamos refiriendo, los radares confundieron al ovni con uno de los globos enviados por los servicios secretos alemanes, ya que, al principio, se elevaba a una altura y llevaba una velocidad que era característica de los llamados globos sonda. Y en aquella época casi todo globo sonda proveniente de Alemania era, sin lugar a dudas, una provocación del servicio secreto alemán. Y, por eso, los reactores que tenían como misión destruir ese cargamento subversivo, se asombraron al ver a un objeto de esas característica. El tipo de ovnis que se presentaba ante sus ojos no era el convencional que se estudia en las academias de las fuerzas aéreas, sino que, más bien, tenía la extraña forma de un boomerang, lo que extrañó muchísimo a los pilotos que consultaron con su base sobre la forma de actuar. A su vez el alto mando ordenó, de forma tajante, que ese objeto tenía que ser destruido. El ovni se movía muy despacio, vigilando de cerca a los reactores que estaban en las inmediaciones. Uno de los pilotos disparó sus armas contra el ovni, pero no le pudo hacer absolutamente nada. Fue en ese momento cuando llegó la orden del alto mando de que había que destruirlo y de las bases aéreas cercanas salieron grandes grupos de reactores interceptores para ayudar a los primeros bombarderos en su misión. En un principio los disparos fueron todos nulos, ya que había una especia de cortina de energía que hacia que los reactores no pudieran dañarle. Pero en un segundo intento un piloto vio perfectamente cómo estallaba uno de sus cohetes en uno de los extremos del ovni. Entonces el objeto volador no identificado empezó a volar sin ningún control, aumentando peligrosamente la velocidad, con lo que se convirtió en un enorme proyectil que podía ser causante de una catástrofe.
Entonces el ovni chocó con el vuelo civil de un DC-9. El avión estaba volando a diez mil metros de altura y al estrellarse se registraron veintisiete personas muertas. Casi por milagro, una azafata logró sobrevivir. La azafata, llamada Vesna Vulovic, resultó con varias fracturas graves, pero logró recuperarse después de sufrir algunas intervenciones quirúrgicas. Cayó en la zona de Ceska Kamenice, en donde había mucha nieve y ello fue, tal vez, lo que la salvo de una muerte cierta. Los servicios de información tenían que dar una explicación a los periodistas y con ese fin se formó una comisión militar checoslovaca para estudiar el accidente y averiguar las causas que lo habían provocado. La información fue dada a conocer a través del periódico checoslovaco Borba, donde se indicaba que el accidente se había producido a causa del sabotaje de un grupo de terroristas. Estos fueron, poco más o menos, los datos que ofrecieron a la opinión pública los miembros de la comisión de estudio. Pero esta era la primera vez que un avión civil era destruido a causa de los intentos de intercepción de un ovni por parte de las fuerzas aéreas militares. Pero no iban a ser esas las únicas víctimas que se iban a producir en otros casos parecidos. Hubo otros intentos de intercepción de ovnis que ocasionaron víctimas civiles. El mes de febrero de 1972 se produjo en China un suceso muy extraño que es recordado todavía en la historia del espionaje. Ocurrió en la frontera de China con Laos y fue protagonizado por un avión de la CIA. Este avión llevaba un cargamento de armas pesadas para las tropas anticomunistas que estaban luchando en el Sudeste asiático. Mientras volaba a baja altura, un grupo de ovnis estaba vigilando las maniobras de un destacamento de guerrilleros comunistas. Entonces se apresuraron a preparar misiles para destruir a uno de los ovnis. Los ovnis no querían estar en el punto de mira de ningún arma de ese tipo, por lo que continuaron su marcha perseguidos por el avión de Air América. Los ovnis se acercaron a la frontera china, en que eran esperados por los reactores de ese país, que ya habían detectado su presencia por medio del radar. Los ovnis obligaron al avión de la CIA a que entrara en el espacio aéreo chino y ellos se elevaron a la increíble velocidad de veinte mil kilómetros por hora. En aquel momento los reactores chinos derribaron al avión de la CIA.
El 2 de febrero de 1972, en Phon Penh, capital de Camboya, se vio en el teletipo de todas las bases militares la noticia de que una escuadrilla de pequeños ovnis habían intentado atacar una base del ejercito camboyano. En la batalla que siguió al intento de destruir a estos ovnis, de apenas cuatro metros por dos metros de altura, las tropas camboyanas tuvieron dos muertos y más de noventa heridos. Ninguno de esos ovnis fue averiado y, sin embargo, la batalla duró más de dos horas. Muchos de los disparos que hicieron los soldados se entrecruzaron quedando destruido todo el campamento. Al llegar la noticia a la central del servicio de información militar de Camboya y al ser estudiado por los analistas militares norteamericanos y por los agentes de la CIA, se llegó a la conclusión de que esas noticias no podían hacerse publicas bajo ningún concepto. Un hecho que hizo que los militares llevaran a cabo una gran actividad se desarrolló frente a las costas de Guinea. Al parecer cayó al mar, en las portuguesas islas Azores, un ovni averiado por la intercepción de las fuerzas norteamericanas. Una escuadrilla de ovnis había pasado días antes por esas islas y los reactores norteamericanos habían intentado interceptar a algunos de ellos sin conseguirlo. Por las noticias que daban los servicios soviéticos de inteligencia, éstos habían captado, por medio de sus satélites, el lugar exacto de caída de uno de esos ovnis. También habían colaborado para conocer ese interesante dato los servicios de inteligencia de los rusos en las islas Azores, cuya red de espionaje está formada en su mayor parte por miembros del partido comunista portugués. Dieron aviso a la central de Moscú de que los americanos habían logrado averiar un ovni, pero sin facilitar ningún dato más. Entonces los aviones supersónicos soviéticos de espionaje detectaron, frente a las costas de Guinea, un ovni que podía ser el que estaban buscando. En el ministerio de Defensa de Moscú decidieron que la flota soviética del Atlántico enviase una patrulla naval para investigar el hecho. Diplomáticamente eso se enmarcó como una maniobra militar para apoyas al gobierno guineano, presidido por Sekou Turé.
La flota soviética que apareció en las inmediaciones estaba compuesta por un destructor, tres fragatas, una lancha de desembarco, un barco de avituallamiento, dos submarinos convencionales de las fuerzas aeronavales y un portaaviones que estaba situado a prudente distancia de aquel lugar. A pesar de que tenían unos medios técnicos increíbles, sólo lograron detectar un ovni que, efectivamente, daba la impresión de estar averiado, por lo que se avisó a un remolcador. Mientras tanto todas las fuerzas navales del Atlántico se aproximaban a la zona, así como barcos norteamericanos y aviones espías de la misma nacionalidad. Pero al cabo de unos minutos los rusos detectaron una escuadrilla de ovnis que se dirigían a aquel lugar. Las fuerzas aéreas y navales de la Unión Soviética atacaron a los ovnis, en número de seis, que se sumergieron en el agua y se aproximaron al que estaba allí a causa de la avería. Al cabo de diez minutos salieron siete ovnis rumbo al espacio y se perdieron de vista con rapidez. Poco después de este hecho, los rusos hicieron pruebas nucleares subterráneas en Semipalatinsk, en Siberia y, como casi siempre suele ocurrir, un ovni se posó unos segundos después de que el hongo atómico desapareciera. Después de que fueron reveladas las fotografías hechas por los satélites y por los aviones de reconocimiento, se apreció cómo un ovni había descendido por el agujero que había abierto la bomba y se había posado tranquilamente por esa zona. No se hizo en ese momento ningún intento de intercepción, ya que, en caso contrario, se anularían todas las experiencias que estaban haciendo los soviéticos en materia de control de radiactividad. El ovni en cuestión estuvo en ese hueco producido por la prueba nuclear subterránea exactamente dos horas y media y después se perdió en el espacio. Es conocida la predilección de los ovnis por vigilar tanto las bases militares como las bases secretas y, sobre todo, las maniobras bélicas. Y ello hace que siempre que se realizan maniobras estén preparados aparatos interceptores en previsión de que algún platillo volante les pueda atacar, así como con el objetivo de poder capturarlo y conocer así los valiosos datos técnicos que pueda aportar.
En unas maniobras militares que realizaron las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia en la República Democrática alemana, el 23 de febrero de 1972, fueron divisados varios ovnis. Mandaba las tropas el general soviético Semyon Kurtkotkin, que dirigía las distintas fases de las maniobras que eran completamente secretas. Como decimos, fue divisada una escuadrilla de ovnis que tenían unos doce metros de diámetro y realizaban maniobras inteligentes. Desaparecieron un poco antes de la llegada de los interceptores. A esas maniobras asistían informadores del periódico alemán Neues Deutschland, que observaron lo ocurrido, pero se les obligó a que guardaran silencio. El 8 de febrero de 1972, unos días antes del hecho reseñado, los aviones interceptores franceses lograron un gran éxito al destruir un ovni, el cual estalló, provocando una nube de partículas rojizas que cayó en el centro de Francia, sobre la ciudad de Limoges. A finales del mes de octubre del mismo año, en Teherán un avión de las fuerzas aéreas iraníes quiso destruir un ovni que había sido detectado por los radares de la CIA, que estaban cerca de la frontera con la Unión Soviética. Avistaron un ovni que hacía maniobras evasivas ante los reactores soviéticos, hasta que, al cabo de quince minutos, entró en territorio iraní, momento en que los rusos abandonaron la persecución. En ese momento la continuaron las fuerzas aéreas iraníes, en las que, en aquella época, tenía mucha influencia la CIA. En seguida los aviones interceptores iraníes se dieron cuenta de que no había posibilidad de destruirlo. Únicamente un piloto con idea de apuntarse un gran triunfo se acercó bastante al platillo volante, arriesgando su propia vida. Entonces sintió una gran oleada de calor, que le hizo perder el conocimiento y provocando que el avión cayera sobre una fábrica de telares, en la que estaban trabajando más de cien hombres, que perecieron en el incendio que se produjo a continuación.
En aquella época, en 1972, en el gobierno de la República Federal Alemana se estaba discutiendo un informe confidencial del servicio de información militar, en que se registraba los intentos de intercepción de ovnis de los tres últimos años. En ese informe se confirmaba que en los tres últimos años, más de ciento cincuenta Starsfighters F-104 habían sido destruidos en los intentos de intercepción contra los ovnis. Pero en los años siguientes iban a ser muy famosas las reuniones de alto nivel que se celebraban con motivo del tema de los ovnis. Esta segunda época, a los comienzos de 1973, empezó con un avistamiento de varias escuadrillas que se pasearon tranquilamente por Papeete, en la zona de Mururoa, en el Pacífico, ya que era allí donde las fuerzas armadas francesas iban a probar sus bombas nucleares. Pero la gran noticia de 1973 se centró en Varsovia, en donde se celebró una conferencia de alto nivel de los ministerios de Defensa del Pacto de Varsovia. En esa reunión se pasó revista a todos los problemas de la organización, las relaciones económicas de los partidos comunistas de esos países y se hizo un completo análisis de la situación de los países miembros de la OTAN, así como las zonas conflictivas mundiales que podían perjudicar a los países comunistas. Se subrayó la preponderancia mundial que estaba adquiriendo China en materia de bombas nucleares y de desarrollo del armamento en general. El tema principal lo puso sobre la mesa el ministro de Defensa soviético, que iba acompañado del director del comité para la seguridad del Estado y de altos cargos de su ministerio. Recomendaba ese ministro una centralización más intensa de todas las fuerzas aéreas de los países miembros del Pacto de Varsovia para intentar capturar un ovni, así como intensificar los servicios de espionaje en esa dirección. Los rusos sugerían una central para las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia en la que convergían todas las informaciones sobre intentos de intercepción de los reactores, datos recopilados en los países miembros de la OTAN, información sobre otros países y valoración propia. Preconizaban centros únicos de información que tendrían todos los datos disponibles al alcance de las fuerzas aéreas de los países del Pacto de Varsovia. Esa central también tendría como misión el estudio del desarrollo del armamento capaz de inutilizar a los ovnis y formación conjunta de agentes y pilotos para crear una fuerza aérea interceptora conjunta. Otra sección de esa central se encargaría de investigar la veracidad de las informaciones provenientes de las sociedades privadas occidentales.
Se admitió en esa organización a todos los países que estuvieran bajo la dirección política de las fuerzas armadas unificadas del Pacto de Varsovia. Y en virtud del acuerdo entraron a formar parte del comité de investigación de ovnis países como la República Popular de Cuba, Mongolia Exterior y otros que, poco a poco, iban formándose, como consecuencia de la corriente descolonizadora. Tenían que estar, por supuesto, dentro de la órbita política de Moscú, como fueron más tarde la ex colonias portuguesas de Mozambique, Angola y también Vietnam. Todos estos países se comprometían a que fueran actualizados conjuntamente sus archivos de ovnis, así como los medios de información, investigación y destrucción de platillos volantes. Tenía que estar todo previsto para que los aviones reactores de un país pudieran aproximarse, en breve tiempo, a la frontera de cualquiera de los otros países para atacar a los ovnis. También se preveía la creación de escuelas de formación única en la central de las fuerzas armadas unificadas del Pacto de Varsovia.Este tratado, que fue aprobado por los altos estados mayores de las naciones que propusieron la idea de su creación, también lo fue por todos los partidos comunistas de los países interesados. Esta información fue conseguida por la CIA gracias a un funcionario cubano que se pasó a Occidente y reveló cuanto antecede. Más tarde no llegó a dar a los soviéticos los frutos esperados, pero lo cierto es que ellos han estado más cerca que los norteamericanos de capturar un ovni.
El 30 de junio de 1973 el avión supersónico Concorde fotografió algo que dejó helados a todos los analistas militares encargados de la censura. Ello sucedió mientras llevaba un equipo de científicos a bordo y sobrevolaba el cielo africano, a diecisiete mil metros de altura, para estudiar un eclipse de Sol. En una fotografía se veía un ovni que aparecía entre las nubes, mientras los científicos hacían fotografías del eclipse solar. Esa instantánea fue vista, incluso, en televisión y no fue rebatida por casi nadie. Según cálculos de los propios científicos que viajaban en el Concorde y de los expertos más prestigiosos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, el ovni tendría unos doscientos metros de diámetro. Un científico llamado Serge Koutchmy y el funcionario del Centro de Investigación Científica, Claude Poher, reconocieron que era un ovni. Cuando los periodistas interrogaron al piloto del Concorde, André Turcat, que conocía la postura de las autoridades militares en relación con los ovnis, señaló que ese objeto podía ser perfectamente un meteorito. En esa misma época fueron observados muchos ovnis en el Pacífico, concretamente en el Polígono de las Kwajalein, que están bajo la administración de los Estados Unidos. En esa zona, como en el atolón de Bikini y en las islas de Eniwetok, los norteamericanos han realizado pruebas con armas nucleares. En las islas de Kwajalein se prueban misiles balísticos intercontinentales. En septiembre de 1973 se realizaron allí unas pruebas secretas de lanzamiento de misiles desarmados, que fueron seguidos por escuadrillas de ovnis. Los misiles interceptores que fueron lanzados contra los platillos volantes no tuvieron éxito y se confirmó, una vez más, que ese tipo de armas no es efectiva contra ovnis. todo parece indicar que esto ovnis estaban investigando los avances humanos en materia de cohetes.
A comienzos de 1974 los ovnis demostraron un creciente interés por la zona de Irlanda del Norte, a juzgar por las escuadrillas de platillos volantes que aparecían en el espacio, sin que los interceptores de las Fuerzas Aéreas británicas (RAF) pudieran hacer nada para evitarlo. En esas mismas fechas, a causa de los ovnis, tuvo que ser suspendida una reunión conjunta de la OTAN con los miembros del Pacto de Varsovia, en Viena. En febrero de 1974, los reactores de las fuerzas armadas unificadas del Pacto de Varsovia entraron en territorio de la República Federal Alemana, cuando estaban persiguiendo a un ovni. El platillo volante fue atacado más tarde por la aviación norteamericana, pero sin éxito. El asunto de los ovnis igual sirve para el espionaje, la guerra psicológica, el avance del armamento e, incluso, para suspender reuniones diplomáticas. El 17 de septiembre de 1977 y el 17 de marzo del 1978 se realizaron dos pruebas nucleares chinas en la atmósfera, en una zona desértica situada al noroeste del país. En ambas ocasiones escuadrillas de ovnis vigilaron el terreno dónde se iban a llevar a cabo esas pruebas con bombas de hidrógeno. En la segunda de ellas los ovnis permanecieron a una distancia en que no hubiera podido sobrevivir ninguna nave terrestre a causa de la onda expansiva. Estos ovnis, segundos después de producirse la explosión, investigaron el terreno sobre el que se había producido la prueba, permaneciendo bastantes minutos sobre la zona en la que había tenido lugar la explosión. Es habitual la vigilancia de extraterrestres en relación a las actividades bélicas de los seres humanos.
Analistas militares soviéticos tuvieron un gran susto mientras estaban realizando unas pruebas militares de entrenamiento en Minsk. Participaban tropas de la región militar de Bielorrusia Los agregados militares, tanto los de la República Federal Alemana como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, llevaban máquinas fotográficas. Ahora bien, los miembros del GRU soviético estaban continuamente cerca de ellos, con la excusa de protegerlos. Ocurrió entonces algo sorprendente. De repente cinco ovnis en formación de triángulo se abalanzó sobre un destacamento de soldados y provocaron el pánico. Se hicieron disparos sobre los platillos volantes y fue muy grande el desconcierto entre los militares soviéticos y sus invitados. Unos pocos agregados de Prensa que estaban allí presentes fueron expulsados sin dar explicaciones y otro tanto ocurrió con los militares de otros países. Además les requisaron las máquina fotográficas. Por su parte, las fuerzas aéreas rusas intentaron, en vano, interceptar a los ovnis que, al cabo de quince minutos, se perdieron en el espacio. Después de este gran susto nadie dio ningún detalle, ni se volvió a comentar nada. El hecho, que fue guardado discretamente en secreto por todos los agregados militares de los países allí presentes, nos da una idea de la forma de pensar de todos los militares sobre el tema de los ovnis. El 30 de octubre de 1978 el vice primer ministro de la República Popular de Corea del Norte y ministro de Defensa se reunió con su colega chino para ultimar detalles sobre el montaje de una operación lo en las zonas fronterizas con la República de Corea del Sur, zona en la que se producían a menudo avistamientos de ovnis. En 1979 tuvieron lugar dos reuniones de alto nivel, tanto por parte de las fuerzas del Pacto de Varsovia como de la OTAN para el estudio del fenómeno ovni. El hecho de que los militares estén muy interesados por los ovnis se explica porque, detrás del fenómeno podríamos encontrarnos con multitud de incógnitas. El término de objeto volante no identificado puede encerrar muchas
Pero el tema ovni no fue exclusivo del siglo XX. Como ejemplo citamos que, de acuerdo con el canal de televisión CTV, la compañía Porter Airlines informó de que el peligroso incidente aéreo se produjo el 14 de noviembre de 2016, cuando un avión de esta aerolínea estaba cubriendo la ruta entre Ottawa y Toronto. A unos 55 kilómetros de su destino final y a una altura de 2.700 metros, los pilotos del avión avistaron en el cielo un extraño objeto que estaba aproximándose hacia ellos. “Los pilotos se dieron cuenta de que el objeto estaba muy cerca de su ruta y por lo tanto emprendieron medidas para evitar la colisión”, comunicó la empresa. La maniobra solo produjo heridas en dos de las azafatas. Según los pilotos, el objeto desconocido se parecía mucho a un globo, aunque posteriormente declararon que podría tratarse de un vehículo no tripulado. En la actualidad están ocurriendo una serie de hechos que podrían tener unas claras connotaciones con la experiencia vivida en su tiempo por personajes como Noé, Abraham o Moisés. Pero ahora el colectivo extraterrestre podría estar operando tal vez con distinta metodología, aunque el fin a perseguir fuera el mismo. Durante cierto tiempo, en estos últimos años y a diversos niveles, se han llevado en Estados Unidos investigaciones serias sobre extrañas manipulaciones, robos y mutilaciones de animales después de la visualización de ovnis en la zona. Todo esto, nos podría llevar a una pregunta: ¿No se estará repitiendo lo del Arca de Noé?. Sería posible que las civilizaciones extraterrenas que nos visitan estuviesen aislando, protegiendo y transportando especies animales, plantas e incluso hombres a otros planetas o a naves nodriza. Probablemente ante el riesgo de una nueva gran catástrofe mundial, en la que las posibilidades de supervivencia de cualquier ser vivo sobre este planeta fuesen mínimas. Revisando la casuística y la fenomenología de sus intervenciones, se podría decir que, probablemente, los adelantos biológicos aplicados por estos extraterrestres en sus laboratorios intentarían preservar dichas especies guardando muestras de ADN. Pero esto es solo una elucubración.
Fuentes:
- Douglas O’Brien – Bases de ovnis en la Tierra
- Bob Lazar – Tecnología Alien
- William Bramley – Los Dioses del Edén
- Rafael Palacios – Extraterrestres: El Secreto mejor guardado
- Adonai – Ángeles ayer, Extraterrestres hoy
- Fabio Ramírez – Cómo son los Extraterrestres
- Milton W. Hourcade – Ovnis, La Agenda Secreta
- Fabio Zerpa – Ellos los seres extraterrestres
- Salvador Freixedo – La Granja Humana
- Salvador Freixedo – La amenaza extraterrestre
- Salvador Freixedo – Israel: Pueblo Contacto
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