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Frans Floris
Frans Floris de Vriendt nació en Amberes, hacia 1519.Comenzó su formación en la escultura, pero con 20 años marchó a Lieja, para estudiar pintura con Lambert Lombard que le animó a viajar a Italia.
Durante su estancia italiana, estudió a los grandes maestros renacentistas, sobre todo a Michelangelo Buonarrotti, Rafael Sanzio y Leonardo da Vinci, enamorándose especialmente de la obra del primero.
A su vuelta a su ciudad natal abrió su propio taller, logrando rápidamente el éxito. Sin embargo los problemas que le ocasionó su afición a la bebida, le hicieron pasar innumerables problemas que arrastró hasta la vejez.
Su importancia en la Escuela Flamenca es indudable, introdujo en Flandes y los Países Bajos el manierismo italiano, llamado entonces “romanismo” por los flamencos.
Así mismo influyó de forma determinante en la obra de su hermano, el escultor Cornelis Floris de Vriendt. Tuvo además otro hermano artista, Jacques Floris, que fue pintor de vidrio, y que estuvo al servicio, como decorador de porcelanas del rey de España Felipe II.
Aunque con las características del manierismo italiano, Floris desarrolló un estilo particular, en el que son evidentes los detalles de la pintura flamenca, que se puede apreciar en el uso de colores sobrios y en la tensión que muestran sus figuras, hecho que se puede comprobar con toda claridad en “El Juicio Final”.
Pintó numerosos óleos para iglesias de Amberes y otros de gran tamaño para casas de campo de la nobleza española y para las villas de los patricios locales.
Sin embargo no son muchas las obras que han llegado hasta nosotros, en parte porque muchas de ellas fueron destruidas en las revueltas iconoclastas en Amberes de la segunda mitad del siglo XVI, y porque en esos momentos, la pintura flamenca había caído en desgracia en los círculos artísticos.
El primer lienzo que se conserva de Floris es “Marte y Venus atrapados por Vulcano”, actualmente en el Museo de Berlín.
Se conservan otras obras en París, varias en el Museo del Louvre, en Madrid un retrato en el Museo del Prado, varias en San Petersburgo en L’Hermitage, en Aalst, Amberes, Copenhague, Dresde, Florencia, Châlons-en-Champagne y Munich Viena y en varios museos de Estados Unidos.
La audacia y la fuerza de la obra de Floris, reflejan el estilo monumental de sus modelos italianos. Su ejecución técnica revela una mano rápida, colores brillantes, y un dominio de la anatomía que no siempre es evidente en el arte holandés de la época.
El historiador de arte Van Mander enumera a más de 20 discípulos de Floris en su biografía, y cuenta así mismo que era muy querido por todos ellos, por permitirles más libertad que otros maestros
Murió en Amberes, el 1 de octubre de 1570.
*Entrada publicada en este blog el 9 de diciembre de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 1 de octubre de 2015.
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