SEÑALES QUE NOS ENVÍA EL CUERPO PARA DECIRNOS QUE SOMOS FELICES.

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Las mujeres y los hombres valoran de forma diferente la felicidad pero, en cualquier caso, somos más felices de lo que creemos.

Hay quien dice que la felicidad no existe, que es un imposible, que los hay que tienen de todo y no lo son... Por el contrario, hay quien piensa que con poco, se es muy feliz ... 

Sea como fuere, lo cierto es que el ideal de felicidad es distinto para hombres y mujeres.

Para ellos, la felicidad está asociada al éxito profesional. 

Sin embargo, las mujeres son felices cuando encuentran en todas las parcelas de su vida un equilibrio.

La felicidad es una sensación placentera y silenciosa. «Las personas tienden a asociar la felicidad con la risa, y no es así. Una sonrisa, un gesto amable, el brillo de los ojos delatan mayor felicidad que una carcajada».

«Somos más felices de lo que creemos». 

En los últimos años, sucesos como la crisis económica, han ayudado a más personas a darse cuenta de ello, por muy contradictoria que pueda parecer esta idea.

Valorar las pequeñas cosas

«Vivimos en un mundo materialista y, en muchas ocasiones, reina la creencia de que la felicidad es mayor cuanto más se tiene. 

Sin embargo, la crisis ha ayudado a muchas personas a ser felices y agradecidas por lo que tienen..., algo que antes no valoraban de la misma manera. Igualmente, se ha dado un gran paso al conceder mayor importancia "a lo pequeño", a valorar el presente: un paseo, una comida, una buena conversación... Es decir, a dejarse llevar por lo que siento y soy hoy y no por lo que quizá sea en el futuro.

"El cerebro no entiende el futuro, el cerebro vive en un eterno presente".

Nuestro cuerpo es capaz de tramitirnos señales de que somos felices, aunque no reparemos en ello. Estas son algunas de esas señales:

1.Eres fiel a ti mismo. Cuida la relación que mantienes contigo. No sientas tensión.

2.Tus músculos faciales están relajados y sus movimientos son fluidos. Sonríes con autenticidad y tu mirada brilla.

3. Pones atención a tu cuerpo. Tu sistema inmunológico está determinado por tu actitud emocional. Confías y te quieres. Tu salud te lo agradece.

4. Tu mente permanece en silencio. Tienes la mente y el corazón en paz. Expresas acciones y pensamientos pacíficos y coherentes.

5. Eres responsable de lo que piensas y sientes en cada momento. Atraes personas optimistas y fomentas situaciones positivas.

6. Aceptas las situaciones con serenidad. Eres capaz de pensar con claridad y tomar las mejores decisiones.

7. Vives el presente. Disfrutas de cada momento. No te empeñas en cambiar el pasado. Ni siquiera el presente. Recuperas por tanto la paz y serenidad.

8. Tu respiración es lenta y completa y el corazón late más lento y relajado. Sentimos lo que respiramos y respiramos lo que sentimos.

9. Tu cuerpo entero y tus músculos están relajados. El movimiento de tu cuerpo es suave y su posición abierta.

10. Te sientes responsable y protagonista de tu felicidad. Nadie puede enfadarte, distraerte o quitarte tu energía.

¿Cómo ser más felices?

—Pensar en el presente y dejar de angustiarse por las incertidumbres del futuro.

—Agradecer todas las cosas. Dar gracias por cada día y por los momentos vividos.

—Centrarse en lo que se tiene y no en lo que hemos perdido en el pasado o en lo que no tenemos.

—Proliferar el buen humor.

—Ir más despacio. Vamos tan rápido en la vida que no nos da tiempo a reflexionar. La clave es hacer, al menos, dos paradas al día para sentir cómo estamos, qué podemos hacer para mejorar. Al principio podemos programar estas paradas, pero con un poco de práctica, lo haremos de forma natural.

—Olvidarnos del móvil siempre que podamos —que, si somos sinceros, serán muchas más veces de lo que imaginamos—. Estamos acostumbrados al móvil y, en muchas ocasiones, es una simple excusa para no estar con nosotros mismos, evitar encontrarnos a solas y huir de nuestros conflictos internos.

Laura Peraita.