Perfil biográfico
Andrea Mantegna, uno de los más grandes pintores del Quattrocento italiano, vino al mundo en 1431 en una pequeña localidad del Véneto entre Vicenza y Padua. De orígenes humildes, muy pronto quedaría huérfano, siendo criado por su hermano mayor y por Francesco Squarcione, pintor y coleccionista paduano a cuyo taller se incorporaría Andrea cuando tan sólo contaba con 10 años.
De la mano de Squarcione, el joven Mantegna iniciaría su formación clásica gracias a la influencia de su maestro dentro de los círculos humanistas de Padua; por aquel entonces, uno de los centros ilustrados más importantes del Renacimiento del norte de Italia. Allí, además de visitar Venecia, tendría la oportunidad de conocer de primera mano la obra de Donatello, Filippo Lippi y Paolo Uccello.
Con sólo 17 años y de una manera no del todo amistosa, rompería con Francesco Squarcione para establecerse por su cuenta, recibiendo entonces sus primeros encargos que le harían ganar una cierta reputación, lo que le serviría, en uno de sus viajes a Venecia, para unirse en matrimonio con una hija del reconocido pintor Giovanni Bellini.
A mediados de los años cincuenta, fue llamado a la corte de los Gonzaga en Mantua para sustituir a Pisanello como pintor de cámara, dedicando desde entonces la mayor parte de su vida al servicio de los diferentes mandatarios mantovanos que fueron sucediéndose: Ludovico, Federico y, sobre todo, Francesco.
En 1506 y con nada menos que 75 años de edad, fallecería Andrea Mantegna en Mantua acuciado por problemas económicos ya que, durante los últimos años de su vida, sus encargos se resentirían considerablemente en favor de las novedosas aportaciones que, poco a poco, fueron introduciendo pintores de nueva generación.
Principales obras de Andrea Mantegna
Una vez establecido en solitario, las primeras obras de Mantegna fueron encargos privados procedentes de la propia ciudad de Padua y de la no lejana Ferrara, donde se desplazaría puntualmente para cumplir con algunos encargos del mecenas Leonello d'Este.
Frescos de la Capilla Ovetari
La primera obra de cierta ambición que le fue encomendada en Padua al jovencísimo Andrea fue la decoración al fresco de los muros de la Capella degli Ovetari, en la Iglesia de los Ermitaños.
Los trabajos se prolongarían unos nueve años (1448.1457) divididos en dos fases debido a un lapso intermedio de tiempo en que Mantegna, por una serie de discrepancias con los comitentes, abandono el proyecto para poco después retomarlo.
presidiendo la composición.
Políptico de San Lucas
En 1453, a la par que Mantegna continuaba con los trabajos en la Capilla Ovetari, recibió el encargo por parte de los benedictinos de la Abadía de Santa Justina de Padua de realizar un retablo dedicado a San Lucas Evangelista.
Retablo de San Zenón (Pala di San Zeno)
Poco tiempo después, y apenas finalizados sus trabajos en la Capilla Ovetari, le es encargada a Mantegna la realización de un retablo para la iglesia de San Zenón de Verona.
En el cuerpo superior preside la imagen de la Virgen con el Niño flanqueada por los Apóstoles divididos entre las dos tablas laterales, mientras que en la predela, aparecen las escenas de la Oración en el Huerto, la Crucifixión y la Resurrección de Cristo.
Capilla del Palacio de San Giorgio de Mantua
Gracias al prestigio que se ha ido labrando en los contextos humanistas del Véneto, Mantegna es reclamado a la corte de Mantua por Ludovico Gonzaga, donde recala en 1460 pasando inmediatamente a tomar el mando de la decoración pictórica de la capilla privada del Castillo de San Jorge, sede de la corte mantovana.
Cámara de los Esposos
Una de las obras más celebradas de Andrea Mantegna es, sin lugar a dudas, la llamada Cámara de los Esposos (Camera degli Sposi) del Palacio Ducal o Castillo de San Jorge, estancia destinada a la celebración de audiencias situada en el primer piso de la torre principal del conjunto palacial.
Lamento sobre Cristo Muerto
Ludovico Gonzaga sería sucedido al frente de la corte de Mantua por su hijo Federico, quien contaría igualmente con Mantegna como pintor de cámara, siéndole encargados numerosos empeños destinados, la mayoría de ellos, a completar la adecuación y modernización del trecentesco Palacio Ducal de acuerdo con nuevas modas imperantes.
De este periodo dataría el célebre lienzo del Lamento sobre Cristo Muerto, obra hoy depositada y expuesta en la Pinacoteca Brera de Milán pero que, en origen, es posible que fuese destinado a la propia Cámara de los Esposos.
Los Triunfos de César
Tras el breve mandato de Federico, ascendería al trono, siendo aún adolescente, Francisco II Gonzaga, cuyas hazañas militares pese a su bisoñez le habían hecho merecedor del apelativo del "Nuevo César" por parte del poeta Ercole Strozzi.
Etapa romana
En 1487 Mantegna dejaría temporalmente Mantua para recalar en Roma, desde donde había sido reclamado por el Papa Inocencio VIII para ejecutar varios encargos.
Mantegna en el Estudio de Isabella d'Este
Los últimos años de Andrea Mantegna en la Corte de Mantua los pasó bajo la protección de Isabella d'Este, esposa del duque Francisco II Gonzaga y unánimemente reconocida como una de las damas humanistas más ilustradas del Renacimiento Italiano, la cual, se rodeo en su pequeño estudio del Castillo de San Jorge de una importante corte de artistas y pintores del momento.
Andrea Mantegna moriría un día de septiembre de 1506, contando nada menos que con 75 años de edad y acuciado por varias deudas ya que, las nuevas modas pictóricas propuestas por artistas de la nueva generación habían hecho que sus encargos se resintiesen.
José Manuel Tomé)
No hay comentarios:
Publicar un comentario