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John Collier
John Maler Collier nació en Urmston, Lancashire, Reino Unido, el 27 de enero de 1850.Se educó en Eton, siendo uno de los autores de retratos más prestigiosos de su época, cercano a los postulados de la Hermandad Prerrafaelita.
Estuvo casado con dos de las hijas del famoso biólogo británico, Thomas Huxley, conocido como el “Bulldog de Darwin” por su defensa de la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Fue uno de los 24 fundadores de la Royal Society of Portrait Painters (Sociedad Real de Retratistas), de la que llegó a ser Vicepresidente.
Fue así mismo miembro del Royal Institute of Oil Painters (Instituto Real de Pintores al Óleo).
Triunfó ya en vida, exponiendo sus obras en la Royal Academy y en la Sociedad Real de Retratistas, así como en distintas Galerías de Arte de toda Inglaterra y del extranjero.
En 1920 le fue concedida la Orden del Imperio Británico.
Le fue dedicado un libro: “The Art of the Honourable John Collier” (El arte del honorable John Collier), escrito por W.H. Pollock y publicado por el “Art Journal”, en el que se enumeran y describen todas sus obras importantes entre 1875 y 1914.
De sus obras se ha alabado sobre todo, la solemnidad de sus personajes, el uso fuerte, sorprendente y casi excesivo del color, junto con la invisibilidad de sus pinceladas.
Dieciséis de sus pinturas forman parte de las colección de la “National Portrait Gallery” de Londres, dos de ellas se pueden ver en la Tate Gallery y un autorretrato de 1907, en la Galeria de los Uffizi de Florencia.
Murió en Londres, el 11 de abril de 1934.
* Prerrafaelismo: Suele vincularse al movimiento realista que simultáneamente se estaba desarrollando en Francia. El término «prerrafaelita» ha de entenderse como derivación de «prerrafaelismo», y no aplicarse al nombre del grupo de artistas original.. “Los prerrafaelitas rechazaban el arte académico predominante en la Inglaterra del siglo XIX, centrando sus críticas en Sir Joshua Reynolds, fundador de la Royal Academy of Arts. Desde su punto de vista, la pintura académica imperante no hacía sino perpetuar el manierismo de la pintura italiana posterior a Rafael y Miguel Ángel, con composiciones elegantes pero vacuas y carentes de sinceridad. Por esa razón, ellos propugnaban el regreso al detallismo minucioso y al luminoso colorido de los primitivos italianos y flamencos, anteriores a Rafael (de ahí el nombre del grupo), a los que consideraban más auténticos”.
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