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Buda de la compasión activa |
El nombre tibetano correspondiente a Tara es Dreulma o Drölma. Ambos apelativos concuerdan en cuanto a significado ya que el verbo del que deriva Tara también aquí significa “salvar, hacer atravesar”.
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Tara es por lo tanto “aquella que hace atravesar (el océano de las existencia)” o también “aquella que hace alcanzar (la otra orilla en la que cesan los estados condicionados de la existencia)”. Puesto que ella misma llegó a la otra orilla del Despertar, Tara puede acompañar a otros seres en ese camino.
Tara, La Liberadora, La Madre de Todos los Vencedores, simboliza la acción benéfica, eficaz y rápida de los seres iluminados que alcanzan con su compasión todas las necesidades de los seres, que elimina todo tipo de obstáculos en nuestra vida diaria, como trabajo, desarmonía familiar, etc.
La que salva de los ocho grandes miedos, la madre universal de todos los seres, la que protege a los animales y las plantas, como tal reina sobre los tres mundos: el inferior, la tierra y los cielos.
Como deidad del mundo subterráneo, reina sobre los nagas, los pretas y los demonios de los infiernos, controlando así la fuerza del deseo (simbolizado por los nagas), de la avaricia (simbolizada por los pretas) y de la cólera (simbolizada por los infiernos), y simboliza el hecho de que, en su verdadera naturaleza, el mundo del samsara es idéntico al nirvana.
Como deidad de la tierra reside en el bosque de Khadiravana, de flores y árboles maravillosos, subyuga sin violencia a los animales salvajes y a los seres humanos, controla el deseo (seres humanos) y la ignorancia (animales), y acrecienta la sabiduría de los practicantes.
Como deidad de los cielos, reina sobre los devas, los asuras, los yaksas, los gandharvas y los vidyadhara, controla el orgullo (devas) y los celos (asuras) y lleva a los practicantes a las tierras puras de Buda y hacia la clara luz del espíritu.
Tara es considerada como objeto de conocimiento trascendente hindú, pero también es diosa en el budismo tibetano, donde todas las deidades femeninas son aspectos de la gran diosa.
La leyenda nos relata cómo en otra era, Buda “Sonido de Tambor” enseñaba el camino al Despertar a los seres humanos. La princesa Equilunio (sabiduría), perteneciente a esta misma época, practicaba la meditación con entrega, llegando a alcanzar un nivel de desarrollo tal que pudo elegir libremente su próxima reencarnación.
Los monjes le aconsejaron orar para conseguir un renacimiento más propicio en cuerpo de varón, algo que se consideraba necesario para el despertar completo. La princesa rechazó su recomendación e hizo el siguiente voto: “A partir de ahora mismo y hasta el Despertar completo adoptaré sólo encarnaciones femeninas, a modo de modelo e inspiración para todas las mujeres en el camino”.
Como llevó a muchísimos seres a la liberación, recibió el nombre de Tara, la liberadora. También se dice que nació de una lágrima vertida por Avalokiteshvara, el buda de la compasión, del cual ella es una emanación.
El nombre Tara también quiere decir estrella. Las dos formas más conocidas de Tara son la verde y la blanca, así como 21 manifestaciones que son objeto de una bella plegaria.
La Tara Blanca personifica la salud y la larga vida, y es la patrona de las tibetanas y tibetanos que ejercen las artes de la medicina.
A Tara verde se la venera como la encarnación de la compasión activa, la protectora contra los peligros. Se la relaciona con el elemento aire, por eso a la práctica de Tara se le atribuye un rápido éxito.
El lama Govinda cuenta la siguiente historia tibetana acerca del color verde de Tara: “Cuando la sabiduría de la noche, el azul oscuro de la medianoche, se combina con la sabiduría del día, el amarillo dorado del mediodía, se crea Tara verde”. De acuerdo con la tradición religiosa occidental, el color verde está relacionado con el poder curativo y también en el sufismo islámico. En el Kurdistán se da la bienvenida a la primera nieve con la expresión “llega la Tara Blanca”, y la primavera se celebra como la llegada de la Tara verde.
Tara es considerada como objeto de conocimiento trascendente hindú, pero también es diosa en el budismo tibetano, donde todas las deidades femeninas son aspectos de la gran diosa.
Existen 21 emanaciones principales de Tara, divididas en diferentes tipos de actividad iluminada que a su vez corresponden a 4 intenciones representadas a través de diferentes colores:
Pacificadora (blanco), incrementadota (amarillo), vencedora (rojo) y airada (negro).
Tara Verde constituye un enlace con todas las Taras.
Tara es la Buda femenina de actividad iluminada que cuenta de cuatro tipologías: la pacificadora, la incrementadora, la vencedora y la airada.
• El blanco representa la actividad pacificadora, apta para vencer a las enfermedades, a las causas de muertes prematuras y a los obstáculos para el éxito en nuestra vida o en nuestra práctica.
• El amarillo representa la actividad de incrementar las cualidades positivas para una larga vida, la paz, la felicidad y el éxito en nuestra práctica del Dharma.
• El rojo representa la actividad de poder o para vencer las fuerzas externas que no pueden ser dominadas por las dos anteriores, por ejemplo, la eliminación de obstáculos en la enfermedad, muerte prematura, etc., así como para acumular enérgicamente condiciones para nuestra práctica del Dharma.
• El negro representa la actividad airada que incluye usar métodos enérgicos para llevar a cabo actividades para propósitos de iluminación que no pueden ser llevados a cabo por otros métodos.
Recitar su mantra nos ayuda a eliminar las interferencias internas como el miedo y el resentimiento. Trae protección, fe y coraje.
OM significa los sagrados cuerpo, palabra y mente de Tara.
TARE Aquella que libera del sufrimiento verdadero.
TUTTARE que elimina todos los miedos.
TURE que concede todo el éxito.
SOHA significa pueda tener la fuerza para enraizar en mi mente el significado del mantra.
Estos mantras están en idioma tibetano. El sánscrito tiene algunos vocablos similares en cuanto a pronunciación y significado.
Es por eso que muchas veces la palabra SOHA ( en tibetano) la escuchamos también como SWAJA o bien SVAJA, ambas correspondientes al sánscrito. En ambos idiomas significa "la fuerza para enraizar en la mente la sabiduría del mantra"
Recitar a diario la TARA VERDE, por la mañana especialmente, nos reconfigura la energía para sacar máximo provecho de nuestras actividades del día, otorgándonos una especial sensación de paz interior..
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