El Primer Unicornio
Llegó envuelto en una nube, impulsado por un blanco torbellino.Descendió con suavidad desde los cielos a los campos infantiles de laTierra, aun antes que sus fuegos iniciales se hubieran extinguido.Posee entonces el Unicornio el brillo de la Luz, y puede apartar de sítoda oscuridad, toda tiniebla. Se lo llamó Asallam, el primer Unicorniode los nacidos, creatura de conformación temible y para contemplarhermosa, dotado de un cuerno de luz en espiral.
Dios se dirigió entonces al Unicornio diciendo: "¡Asallam! Tú sóloserás, entre todas mis creaciones, quien recuerde la ocasión y el modode su hechura, y vivirás en permanente memoria de la Luz, para ser suconductor y su guardián. Pero jamás volverás a la Luz hasta la horafinal del Fin del Tiempo". Y el Unicornio, maravillado, vivió en sujardín y fue caminando hacia afuera.
La Creacion del Hombre
Entonces quiso ser conocido Dios, aunque El ya conocía todas lascosas. Se retiró dentro de Sí, y a partir de la tierra y del aire, delagua y del fuego, su sagrado aliento compuso al Hombre, que era fuertey bello, el colmo de la creación. El Unicornio se maravilló mirándolo,y de pronto volvióse modesto y vergonzoso.
Como Asallam no participó en la creación del Hombre, el Unicornio lo amó aún más y ante él se inclinó como un sirviente.
Fue el Unicornio entonces la primera bestia que le hombrecontemplara, la primera a quien dio nombre. Desde entonces hasta ahorael destino de ambas razas se ha ligado; el Unicornio conduce hacia laLuz y sólo el Hombre puede allí seguirlo.
El Libro de Nemesis
En los largos años de la edad primera, Hombre y Unicornio habitaronjuntos y crecieron en estatura de cuerpo y mente. Pero en lo oscurootros seres se desplegaban y fortalecían.
El mismo día que el Unicornio hizo surgir de la roca una fuente deborboteante vida, tambien se sembraron semillas de peligro. Mientraslas aguas esparcían su humedad fertilizante, se filtraban también porfisuras tenebrosas y goteaban hasta cavernas secretas y ardientes quese entrelazan en las raíces de los montes.
Allí, en esas cámaras del abismo, la carga vital de esas aguassagradas se gastó por vez primera en criar algo viviente. Así nacióentre fuegos y tinieblas el Dragón. Su difícil nacimiento le dejóhuellas indelebles, y nunca hubo después otra creatura dotada en talmedida de tanta astucia y fuerza.
El primer dragón fue Yaldabaoth. De horrible constitución, con ojospenetrantes y sin párpados, lo primero que contempló su mirada impávidafue la propia imagen en las aguas oscuras. Adoró la visión, y unasecreta complacencia en esa imagen de sí le ha consumido el corazóndesde esos tiempos.
Y el Dragon creció enorme y generó a otros como él, entre ellos aSerpens. Si bien los dragones tienen muchas formas y tamaños, todos sonrápidos de mente y tienen sed de saber. Mientras el Unicornio intentaadivinar los secretos de la creación para mejor conocer al Creador, elDragón desea lo mismo, pero al fin de dominar el mundo y de este mododerrotar a la muerte.
El Dragón odia con fuerza al Unicornio por su primacía, pues no secreó a sí mismo sino que le debe a otro su ser. Así pues, lo haperseguido siempre con la intención de devorarlo y dejar de ser el quellegó despues y convertirse en el Más Viejo de todas las Cosas.
Los Limites del Jardin
Era muy amplia su extensión sobre los campos, pero en níveos confuego ardientes donde rugía el torbellino y se escuchaban voces en elresplandeciente abismo.
El Unicornio podía desplazarse en medio del trueno, la tormenta ylos temblores, pero esas hórridas alturas eran inseguras para el hombre. Así, pues, el Unicornio, hermano mayor, amigo y guía, vigilaba queningún hombre se aventurara fuera del Jardín.
Entonces el tiempo se sucedía de modo inenarrable. Hasta hoy quedanhuellas de esa gloria inmaculada; por eso ni la quietud más sosegadaestá libre de alguna sensación de nostalgia y exilio. Porque el hombrecreció en número y en fuerza , y también el Unicornio; ambas razasingresaron juntas, en estado de gracia y de inocencia, a la plenitud desus vidas. Entonces se forjaron los lazos que el tiempo jamás podríadesatar: por larga que sea la separación existente, jamás el Unicornioy el Hombre volverán a encontrarse como extraños.
Pero el Dragón y su progenie tramaban en las honduras de la tierra,y más y más celosos se volvían hasta que al fín enviaron a Serpens, lamás astuta de su raza. No era de gran tamaño y por esto no inspirótemor en los corazones de los hombres. Parecióles Dragón atractivo yasombroso, de escamas orgullosas e irisadas, de palabra abundante yescogida; muy pronto se movía familiarmente entre los hombres,ocultando su propósito: tal las artes habituales del Dragón. Entretejíapalabras de alabanza con otras para sembrar la duda, diciendo: "Quésabio y digno señor podría ser el Hombre!" y se lamentaba que elUnicornio limitara a sus amigos al recinto interno del Jardín.
No toda nuestra raza prestó oido a las sutiles incitaciones aldescontento y al orgullo. El hombre y la mujer gozaban de distintaintuición desde le principio; las mujeres no se dejaron engañar por lainsidia de Serpens, mantuvieron la confianza y no dejaron de amar alUnicornio. Cuando por fin Serpens oyó murmurar al hombre que elUnicornio no parecía amigo tan perfecto y sí quizás propenso afinalidades egoístas, habló más abiertamente. Más allá del Jardín,aseguró, hay tierras hermosas y fértiles, dispuestas a que las dominen,pero el Unicornio mantiene al Hombre cautivo, no sea que su númerocrezca en exceso y resulte ingobernable.
Esas mentiras no escaparon al Unicornio, que se apartó, triste: nopodía obligar al seguir los caminos de la luz; señalaba su sentido.Pero nada le pidió consejo en las discusiones insensatas que siguieron.El más descarriado se levantó y alzó la voz: "¡Rompamos estas cadenasde oro, acabemos con estas ataduras! ¡Cuanto más difícil y largo sea elcamino, más brillante será su término!"
A partir de entonces el hombre no pudo culpar a nadie más, sólo así mismo, por las penas y dolores subsiguientes. Pues todos gritaronaprobando, aunque las mujeres inclinaran la cabeza en señal de silentepesadumbre. De este modo se cumplió el trabajo del Dragón, y así esaspalabras sellaron la condenación del Hombre.
Entonces movilizóse Dios, en perfecta sincronía con el proyectofatal del Hombre. Y en un instante volvióse duro y opaco lo que fueraun mundo en primavera. Y pareció caer un vacío piadoso sobre la mentede los hombres, y cuando cesó esa oscuridad se hallaron en unadimensión de antaño. Se movieron perplejos al principio, encerrados enformas menos gráciles.
La Division de las Razas Hermanas
El hombre cayó en un marasmo moral, adoró ídolos y luchó contra sussemejantes. Y durante todos esos años el Hombre y el Unicornio sesepararon más y más, tal como desara el Dragon.
El Unicornio entonces marchó por senda aparte mientras el Hombre semantenía en su locura; así acabo su vecindad. Aunque la creatura sigueviviendo en el Jardín de la dimensión dorada, su corazón aún estáligado al Hombre; así se desplaza a través del mundo y permaneceinmóvil junto a la frontera actual del mismo.
fuente: De Historia et veritate Unicornis autor: Michael Green editorial: Urano
Tras el diente del dragon (Michael Green)
Resumen
Magnalucius, mí,stico y artista del siglo XVI que partió, en busca del Peligroso Diente de Dragó,n, recoge en su Diario las apasionantes incidencias de un viaje de revelació,n y descubrimiento en pos de la resolució,n de un antiguo misterio que aú,n hoy permanece oculto, aguardando la llegada del Descubridor Adecuado.He aquí, el extraordinario relato de una peregrinació,n por reinos terrenales y espirituales en busca de un maligno talismá,n procedente de una era olvidada.
Al igual que el Codex Unicornis, el Diario de Magnalucius es una reliquia del Collegium Gnosticum, hermandad gnó,stica secreta cuyos orí,genes se remontan a los antiguos Padres del Desierto.
Aunque Magnalucius se desplazaba por la Tierra como una sombra, borrando sus huellas allí, a donde iba, las crí,pticas indicaciones recogidas en el presente Diario permitirá,n al Descubridor Adecuado reconstruir el camino que siguió, y averiguar dó,nde reposa el Diente del Dragó,n, para culminar así, su tarea. Tú,, que puedes ser esa persona, has de saber que las Etapas de que habla Magnalucius son lugares reales de Europa, y que, con dedicació,n y perspicacia, podrá,s identificarlos gracias a las pistas que ocultó, en su manuscrito.
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