"Naces con los colores.
Tú eres la Luz y la Luz contiene todos los colores,
contiene incluso los colores que ahora no ves.
Luego, en la vida encuentras ‘nieblas’, caminas en el ‘polvo’,
y así tus colores se opacan.
Los sufrimientos quitan su brillantez,
las lágrimas los aclaran.
Sin embargo, si en tu corazón existe la Luz,
entonces debes de estar segura que los colores existen en ti.
Es sencillamente necesario quitarles el polvo,
hacerlos de nuevo brillantes."
Comentario
Al inicio del Camino del crecimiento, puede ocurrir que estamos tan atrapados por todos los nuevos conocimientos, empeñados por todo lo que ellos nos llevan a hacer, que damos menor importancia al cuerpo físico.
Descubriendo estas cosas nuevas que nos atraen mucho y nos donan nuevas alegrías, (aquello comúnmente es definido como ‘espiritual’) corremos el riesgo de no dar a las otras cosas su real valor.
Los Ángeles nos ayudan a vivir todo con equilibrio.
Nos enseñan a desapegarnos de las ilusiones del mundo y, al mismo tiempo, a amar todo lo que en el mundo existe.
Nos ayudan a comprender que nada es seguro, duradero, y que por lo tanto, todo debe ser vivido con cierto desapego, sin sentir indispensable nada.
Nos empujan a alegrarnos intensamente por las cosas que poseemos, que nos circundan, a obtener de ellas todo el placer, a expresar gratitud por todo.
Alma Luminosa, experimentarás tú misma esta realidad: cuanto más recuerdes que lo que tienes es temporal, que lo que estás viviendo es momentáneo, más lo apreciarás, más sabrás obtener de ello alegrías y placeres nuevos.
Descubrirás la capacidad de disfrutar todo de manera más intensa.
Si realmente piensas en que lo que hoy tienes, en lo que hoy puedes hacer y vivir, en aquello que quizás mañana no tendrás más, ya no podrás hacer o vivir, entonces vivirás intensamente todo, lo disfrutarás totalmente, obtendrás el máximo posible de cada cosa, y donarás todo lo que puedes.
Si te acuerdas de esta temporalidad, se vuelve natural preocuparte menos por las cosas desagradables, convencida de que aquéllas también pasarán. Así será incluso para el sufrimiento, los obstáculos, las dificultades.
Los Ángeles nos ayudan a vivir con este equilibrio también la relación con nuestro cuerpo físico.
Aprendemos a dar el mayor espacio posible al Alma y al corazón, vivir ante todo para el Alma, y, al mismo tiempo, saber dar la importancia y las atenciones necesarias al cuerpo, hacer cada cosa que puede reforzarlo, volverlo luminoso.
Esto porque el cuerpo es el medio que el Alma ha elegido para hacer este viaje. Sin él, el Alma no puede vivir el programa elegido, no puede crecer y evolucionar.
Los Ángeles colaboran con nosotros para hacer que el cuerpo fuerte y luminoso, infundiendo su Amor y Luz, obrando en ello las alquimias necesarias.
Y así podemos hacer que el cuerpo sea:
“Luz que acompaña al Alma”
“... Recuerda que tu cuerpo es como una bonita jarra.
Debes de quitarle siempre el polvo, limpiarla y hacer que brille por dentro y por fuera. Así podrá contener el Amor puro, la Luz.
Debes cuidar mucho esta jarra, y en ella verter mucho Amor y Luz, así será más simple para Mí obrar en ella e infundir lo que necesita.
Si quisieras hacerla luminosa, en muchos momentos puedes preguntarte:
– ¿Si ahora tuviera que donar esta jarra a mi Ángel, a quién me ama, sería una jarra lista para ser donada? ¿He quitado todo el polvo? ¿Contiene solo agua límpida? –
Esta pregunta te ayudará a ver y sentir tu cuerpo como una jarra preciosa, a hacer todo lo que sea necesario para volverla luminosa. Así me ayudarás aún más a volverla preciosa, aún más luminosa, lista para ser donada.
Con el Amor y la Luz puedes envolverla, llenarla, y, poco a poco, transformarla, para permitirMe de esta manera transformarla.
Con Amor te acompaño para modelar esta bellísima jarra tuya, tú permites a Mí de modelarte con la Luz y el Amor.
Dona a tu cuerpo mucha atención, cuidado, Amor, y escúchalo: él te habla.”
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