Agosto 5, 2017
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Joachim Patinir
Igualmente conocido como Patinier y de Patiner, nació probablemente en Dinant, Bélgica hacía 1480.Activo en la primera mitad del siglo XVI, está considerado el gran precursor del paisaje como género autónomo, que se desarrollaría de forma definitiva en el siglo XVII.
Aunque ya lo habían practicado Gerard David, Jan van Eyck y el Bosco, en sus fondos, sin embargo, fue él el primero en dotarlo de autonomía propia.
La fecha y su lugar de su nacimiento siguen siendo un tema controvertido entre los distintos historiadores de arte que le han estudiado, como posibles ciudades natales se barajan Dinant y Bouvignes, ambas ciudades situadas en el sur de Bélgica.
En sus obras, las figuras ocupan un lugar secundario, aunque en ellos siempre incluía figuras con escenas religiosas, y nos desvelan siempre el tema de ella.
Consta que se registró como miembro de la Cofradía de San Lucas de Amberes, en 1515; en esta ciudad pasaría el resto de su vida.
Es probable que tuviera como maestro a Gerard David en Brujas, ya que como Patinir, David se registró como cofrade ese mismo año, lo que si es cierto que recibió la influencia de este en su pintura.
De entre todos los pintores flamencos pertenecientes a la época de transición de los siglos XV al XVI, Patinir es sin duda uno de los más notables.
Su estilo se caracteriza por una técnica minuciosa, en la que cada detalle aparece meticulosamente representado, y por una preferencia hacia los colores oscuros.
Contrajo matrimonio dos veces con Francisca Buyts, hija del pintor Edward Buyts de Dendermonde, y posteriormente con Johanna Noyts.
Al parecer, viajó a Génova junto Gerard David y Adrien Ysenbrandt.
En sus vistas, auténticas panorámicas, combinaba la observación naturalista con los más mínimos detalles, con un lirismo fantástico; sirva de ejemplo, “La Huida de Egipto”, hoy en el Museo de Amberes, “El descanso en la huida a Egipto” y “Caronte cruzando la laguna Estigia”, en Museo del Prado, “El bautismo de Cristo”, en el Museo Histórico-artístico de Viena, “San Juan en Patmos” en la National Gallery de Londres, y “Descanso en el camino” en el Instituto de Artes de Minneapolis, Estados Unidos, y otra versión del “Descanso en la huida a Egipto” en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid.
Las más conocidas son, la citada “Caronte cruzando la laguna Estigia”, y “San Cristóbal con el Niño Jesús” que está en la colección de pintura del Monasterio del Escorial de Madrid.
En 1521, Alberto Durero durante su viaje a los Paises Bajos, asistió a la segunda boda de Patinir y realizó un retrato de este, del que se conserva una copia hecha en grabado por Cornelis Cort.
Durero llamó a Patinir “el buen pintor de paisajes” (der gute Landschaftmaler), creando un neologismo que se tradujo más tarde al francés: “paysagiste”. También Patinir le haría un regalo a Durero, un paisaje que es probable fuera expuesto en una exposición antólogica que el Museo del Prado de Madrid, le dedicó en 2007.
Con todo esto a Patinir, se le considera, como hemos dicho, pionero del paisaje, y el primer artista flamenco, él decía de sí mismo que era un pintor de paisajes. No obstante, y a pesar de este hecho, hay que tener presente, como decíamos que sus paisajes siempre estaban justificados en temas religiosos, los más frecuentes, pasajes de la Huida a Egipto y escenas con San Jerónimo.
“Los cuadros de Patinir se caracterizan por el uso progresivo de los colores, que sirven para acentuar la sensación de distancia en los grandes espacios que pinta. Así, en la parte inferior de los cuadros, donde se encuentra el primer plano, predominan el marrón y el pardo. Según se va alejando el paisaje se va imponiendo el color verde y, en las zonas más lejanas, es el color azul el que predomina. La línea del horizonte suele estar situada en la zona más alta del cuadro, lo que permite la representación de un espacio muy amplio. Por encima de esta línea suele pintar parte del cielo con un blanco brillante que hace intuir que el espacio prosigue detrás y que sugiere la curvatura de la Tierra.” (Wikipedia)
Ademas de su amistad con Alberto Durero, fue muy amigo de Quentin Metsys, con quien colaboró a menudo, una muestra de esta colaboración es “La tentación de San Antonio”, actualmente en el Museo del Prado.
Firmadas por Patinir, sólo se conservan cinco cuadros, aunque se le han atribuido muchos más casi con toda certeza.
Murió en Amberes, el 5 de octubre de 1524.
Quentin Metsys se convertiría en tutor de sus hijos.
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