Abrid los ojos hacia vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y el tiempo. Oireis que alli vuelven a resonar el canto de los astros, la voz de los numeros y la armonia de las esferas. Cada sol es un pensamiento de dios y cada planeta una forma de ese pensamiento, y es para conocer el pensamiento divino que vosotras almas descendereis y remontareis penosamente el camino de los siete planetas y de los siete cielos suyos. HERMES TRISMEGISTO


Lo que la oruga ve como el final de la vida, el maestro lo llama una mariposa. RICHARD BACH

DEDICATORIA

Allí, donde habitan las mariposas, lo hacen tambien las hadas y los angeles, la verdad y la ilusion, la alegria, el amor, la dulzura y la fantasia; los mas bellos sueños y la esperanza.

Es el lugar donde los rios son de miel y las montañas de plata y diamantes; donde los seres alados bailan moviendose al ritmo de la musica de George Harrison y el aroma del Padmini; donde puedo descansar en grandes almohadones de plumas tejidos con hilos de seda y oro. Es mi refugio, y el de muchos que sueñan encontrarlo, sin saber aún que son mariposas.

Este blog esta dedicado a todos ellos y ojala puedan disfrutarlo como parte de su camino hacia el lugar donde habitaron o habitaran algun dia


Parameshwary
Enero 2009


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Secretos Parameshwary

domingo, 30 de agosto de 2015

Somos La Puerta


http://lasendadebaraka.blogspot.com

La puerta hacia el Espíritu es el AMOR 
hacia uno mismo. 

Un ser vivo es un sistema complejo, un capullo luminoso, un conglomerado de campos de energía, un conjunto de emanaciones del Espíritu, unidos y cohesionados por la fuerza aglutinante o AMOR durante un instante cósmico o existencia. 


Muchos confunden al UNO MISMO con el YO. 

El yo es un molde que se encuentra en contacto directo con el mundo, a través de los sentidos y el cuerpo físico, permitiendo experimentar la propia individualidad a través de una identidad. El uno mismo, el SER, se encuentra encerrado dentro del yo; esto le protege  parcialmente de los impactos de este mundo físico y mortal, ya que su primera naturaleza es energética y espiritual. 

El yo en su fase egoíca (que es en la que estamos) es opaco y no permite la completa conexión e identificación (AMOR) con el Uno Mismo.

El aspirante a la luz debe anhelar el contacto y comunión con el ser, creer en su naturaleza energética y trabajar de forma permanente e inflexible en la posibilidad de convertir esa creencia en auténtico conocimiento de uno mismo. 


Ni siquiera necesita tener fe en dios, sino más bien en sí mismo. Esto es el verdadero amor, la verdadera autoestima. 


La persona debe decidir aceptar el reto y entonces ir deshaciéndose gradualmente de sus oscuridades, autoindulgencias y despropósitos. 

Necesita adoptar una actitud incansable hacia el aprendizaje y luchar impecablemente para desvitalizar los cuatro pilares del ego que se manifiestan como sentimiento de superioridad, sentimiento de inferioridad, sentimiento de ofensa y sentimiento de importancia personal.

El yo sostiene a la persona social, así que si queremos sublimarlo, hay que sublimar primero a la persona social. La persona es sublimada mediante el cultivo de las virtudes esenciales (motivación, prudencia, paciencia, persistencia, amabilidad y templanza) y mediante del desarrollo continuado de habilidades emocionales, psicocorporales, sociales, intelectuales, creativas y económicas, ya que éstas forman parte inmanente del proceso de aprendizaje correspondiente a la fase egoica, en las que el ser inmortal experimenta las limitaciones de una vida física humana. 


Mientras tanto el Ser debe ser cuidado a través de la práctica de técnicas energéticas de sanación, meditación y recapitulación.

Según se va sublimando, el yo es cada vez más transparente.
En un momento dado, la luz interior del UNO permea, y empieza a tocar a la persona y al mundo a su alrededor. Esto no es una metáfora. 

El objetivo es que el yo egoico alcance un estado auténticamente cristalino. 

Es entonces cuando el aspirante ya no necesita creer, puesto que ya VE constantemente a su amado. 
Se genera con ello un nuevo impulso que le ayudará a persistir en la siguiente fase, que es volverse UNO con ÉL, rompiendo el cristal del yo en mil pedazos, permitiendo al UNO mismo vivir en este mundo al haber asumido la forma sublimada del ser social, habiendo heredado además todas las competencias cosechadas anteriormente por el yo egoico. 


Esto es lo que muchas escuelas han llamado 
la muerte del ego o realización. 



En el chamanismo de Castaneda se describe como 
"perder la forma humana".


La conciencia es una de las energías más fascinantes que existen en el universo, quizás su única razón de ser. Es esa luz que ilumina nuestra percepción y hace posible que la vida sea experimentada. 

¿Y qué es la vida? Como escuché a alguien alguna vez, la vida es una cosa detrás de otra; es una sucesión de eventos, de fotogramas iluminados por el resplandor de la conciencia, recogidos por la percepción y fijados por la atención.

Quizás, ya que la vida es conciencia-percepción-atención, ésta sea la razón de la eterna búsqueda humana, de la sensación de estar incompleto, de esa sed que en ocasiones abrasa, de esa sensación de estar en un viaje sin fin. 
Porque acaso, si la conciencia es lo que la vida protege y anhela, ¿no es razonable buscar y querer aumentar aquello que sería el verdadero alimento, la verdadera curación? La CONCIENCIA sería el ELIXIR DE LA VIDA que resucitaría lo muerto en nosotros.


(LA VIDA ES TOMAR CONCIENCIA DE LO QUE UNO ES, Y SER QUIÉN UNO ES, LO QUE ES...LA VIDA ES UNA RECONCILIACIÓN CON NUESTRO AMOR VERDADERO) 

Un ser vivo es un sistema complejo, un capullo luminoso, un conglomerado de campos de energía, un conjunto de emanaciones del Espíritu, unidos y cohesionados por la fuerza aglutinante o AMOR durante un instante cósmico o existencia. 

En la superficie de la burbuja de energía que somos se encuentra un órgano, un área de máxima luminosidad donde se concentra la conciencia, el PUNTO DE ENCAJE, el lugar donde la energía abstracta del universo es convertida en PERCEPCIÓN ordenada, interpretada, encajada y transformada en EXPERIENCIA y pensamiento. 
Un ser se organiza a través de diferentes simetrías acopladas que a su vez conservan distintos tipos de energías que tendrían como último objetivo servir a la CONCIENCIA, cuidarla, mantenerla y expandirla, si es posible, a la TOTALIDAD del cuerpo energético. 

Los sentidos y las emociones son diferentes grados de conciencia, funciones de ella. 

La conciencia es literalmente un resplandor, un brillo que los perceptores de la energía sutil pueden percibir como parte esencial y característica en el capullo luminoso de los seres vivos, una energía singular, la razón de ser y sostén de toda la creación, cuyos productos más refinados son la ATENCIÓN y el PENSAMIENTO. 

La conciencia es la que dibuja un trazo de luz finito, el camino caminado y elegido por cada ser, en el casi infinito fractal del MAPA DEL DESTINO. 

El PENSAMIENTO es una destilación de la conciencia abstracta convertida en puro INTENTO concreto que emerge del MUNDO INTERNO y a su vez lo sostiene y modifica.




Estamos formados por tres grandes estructuras, cuerpo físico, mente-psique y cuerpo energético. Al conjunto de estos tres sistemas le podemos llamar lo que constituye la MATRIZ INDIVIDUAL. 

El término psique proviene del antiguo griego y significa ALMA, aquello que está unido al cuerpo durante toda su vida y se desprende en el momento de la muerte. Más tarde su utilización derivó hacia su uso menos espiritual y fue asignado al conjunto de fenómenos que en general tienen que ver con la mente humana.

En la Emoenergética, la mente-psique es una superfunción que tiene su base estructural en el órgano sutil llamado PUNTO DE ENCAJE. Una de las partes más importantes del PUNTO DE ENCAJE es el NÚCLEO EMOCIONAL siendo éste un sistema que se construye a partir de 6 grandes energías emocionales nucleares o EMOENERGÍAS (Alegría, Miedo, Tristeza, Fuerza Motriz, Amor y Recreación). 

Estas están dotadas cada una de ellas de su propia estructura, así como de funciones precisas que emergen desde los seis niveles de organización presentes en las propias FUERZAS DE LA NATURALEZA: Expansión, entropía, fragmentación, contracción, cohesión y simetría. 

Cada una de las seis emociones nucleares a su vez está conectada y retroalimentada con cada uno de los 6 sentidos (incluyendo el lenguaje) y viceversa. 

Las emoenergías organizan, integran e intensifican la información sensorial. 

Los sentidos tienen la función de seleccionar y enfocar diferentes aspectos de la realidad. La personalidad, la consciencia, el sentimiento de identidad, la memoria, el pensamiento racional, la imaginación, y muchas otras funciones serían producto de este núcleo emocional y del propio punto de ENCAJE que son los que sostienen y dan forma AL MAPA DEL MUNDO INDIVIDUAL participando además como parte del MAPA DEL MUNDO COLECTIVO. 

Como toda estructura-sistema, la existencia del mundo emocional (y el cumplimiento de sus objetivos naturales) se ve condicionada a través de como pierde y gana energía en su relación con el medio y consigo mismo.


Revisemos aquí algún concepto esencial: 


1. EL GENOMA es la estructura fisica que contiene en forma de MEMORIAS Y PROGRAMAS, al que es llamado, en el contexto de la emoenergética, SISTEMA PRIMARIO DE IMÁGENES.

Es el molde que genera un organismo físico que a su vez es el contenedor de características sensoriales y cognitivas únicas para cada especie. Las formas vivas orgánicas crearon el "código genético" para almacenar y transmitir la información y el aprendizaje acumulados. Tiene la capacidad a su vez de generar la forma y sus funcionamientos inmanentes, tanto los desarrollados como los potenciales. Es el precursor del CUERPO FÍSICO y a la vez lo necesita para existir, desarrollarse y reproducirse. El cuerpo físico es la forma-estructura orgánica, es el soporte de todo lo demás mientras que se está vivo. 

La función principal del genoma es la generación del organismo y sus formas, el contenedor de las funciones alcanzadas a lo largo de la evolución de la especie (aprendizaje ancestral biológico), transfiriéndolo, y a ser posible mejorándolo, a través de la reproducción. 

Para el genoma, lo primero es la especie y lo segundo el individuo


2. En el ser humano, la PSIQUE es el conjunto de MEMORIAS y PROGRAMAS que sostienen al llamado en la Emoenergética SISTEMA SECUNDARIO DE IMÁGENES (SISTEMAS DE CREENCIAS e IDENTIDAD). 

Se desarrolla mediante la combinación de los datos de los cinco sentidos y del sexto, el lenguaje, junto con el modelado, integración e intensificación aportados por las emociones, los juicios de valor y por el sentimiento de identidad. Así el sistema secundario de imágenes se convierte en LA EXPLICACIÓN DEL MUNDO. 

La función principal de la mente-psique es el mantenimiento y desarrollo del individuo y su conciencia a lo largo de su vida. 

Para la psique, lo primero es el individuo y lo segundo es la especie. 

La psique es una superfunción emanada del NÚCLEO EMOCIONAL y del PUNTO DE ENCAJE. 

En la etapa fetal e infancia se encuentra en fase inmadura. Necesita desarrollarse mediante la incorporación de ARQUETIPOS socioculturales de la época y del lugar en el que el individuo realiza el aprendizaje del lenguaje. También a través de los sistemas de creencias y de identificación provenientes de los padres y otras figuras, sobre todo adultas, presentes desde la infancia hasta la post-adolescencia. 

Actualmente, además de los procesos de identificación con figuras cercanas, se produce un fenómeno de imitación de identidades vehiculizado por los ídolos o figuras mediáticas, con los que se tiene un pseudocontacto virtual a través de los medios de comunicación de masas, la música, la literatura, el cine, los videojuegos, el deporte y la publicidad. 

La psique también se nutre de todo tipo de aprendizajes intelectuales, sociales, creativos y emocionales para formar así el todo singular que es la persona. 

El desarrollo de la psique se ve condicionado por una de sus funciones más fascinantes y a la vez misteriosas: la TOMA DE DECISIONES. 

La psique es una función volitiva, es decir, su naturaleza más íntima es la de ELEGIR, y lo hace influida por todos sus aprendizajes y experiencias anteriores aunque no completamente condicionada por ellos. Al margen de maniobra disponible gracias al cual la mente puede tomar decisiones diferentes a las inerciales, invirtiendo una cierta cantidad de energía extra para ello, se le llama GRADO DE LIBERTAD.


       3. Los seis sentidos (en el modelo de la Emoenergética, el lenguaje es el sexto sentido humano) son vías que extraen y destilan del MUNDO EXTERNO la información llamada sensorial. 

Ésta es inmediatamente combinada, reinterpretada e integrada junto con los procesos emocionales y mentales. Una pequeña parte de esta información se hace consciente y casi la totalidad se asimila de forma inconsciente o subliminal. El resultado es entonces volcado en sustratos para que sea manejable y coherente tanto a nivel psicoemocional como corporal-biológico, pasando a formar parte del MUNDO INTERNO que como consecuencia emitirá diferentes respuestas hacia el exterior y hacia el interior. 

Todo este proceso es mediado por PROGRAMAS que transforman la información externa y la convierten en EXPERIENCIA individual. 

La información se nos presenta interpretada en diferentes formatos y moldes como sensaciones, representaciones sensoriales, emociones, dolor, placer, pensamientos, sentimientos, reacciones, conducta, competencias, necesidades, motivaciones, sentimiento de identidad... 

Los órganos de los sentidos y la conciencia están preconfigurados por el CÓDIGO GENÉTICO, organizados por el NÚCLEO EMOCIONAL y enriquecidos o empobrecidos por la PSIQUE. La MENTE-PSIQUE es el mundo interno, el OBSERVADOR, de manera que todo lo demás es el mundo externo. 

De forma asombrosa la psique tiene la capacidad de observarse a sí misma. El mundo interno está hecho de pensamientos, creaciones imaginativas y ensueños en los que los sentidos pueden enfocarse de la misma manera en la que lo hacen en el mundo externo. La información del universo llega a la matriz individual e inmediatamente es destilada por el punto de encaje, que es la mente, el mundo interno. En el momento que la información es asimilada en el mundo interno se produce una respuesta en forma de un nuevo flujo de energía-información procesado que es emitido y dividido en tres corrientes que son dirigidas hacia tres lugares diferentes. Una de ellas es volcada en el mundo externo en forma de algún tipo de intervención o reacción. Otra corriente se vuelca en la propia matriz individual. El tercer flujo es sacado del mundo interno para inmediatamente ser reintegrado de nuevo en él, en la propia mente. Esta maniobra tiene como resultado que, de nuevo, esa información sea procesada por la psique como si fueran nuevos datos externos. Como se puede apreciar, esto configura un mecanismo retroalimentativo sin fin (al menos mientras que se está vivo) en el que continuamente los datos o NUTRICIONES que llegan a la matriz individual provocan procesos recurrentes de asimilación y respuestas hacia el exterior y hacia el interior. Se puede adivinar así mismo que, una parte de la información que proviene del mundo externo, en realidad tiene su origen en el mundo interno. De ahí la importancia que los procesos de pensamiento y creencias tienen, e incluso cómo pueden interferir en mecanismos físicos (por ejemplo los provocados por el efecto placebo, o en sentido negativo a través de las psicosomatizaciones patológicas). 

Lo OBSERVADO es un estado mezcla del mundo externo más el mundo interno. Lo observado es influido por el observador y el observador por lo observado. La existencia individual es un estado mezcla del observador más lo observado.
    
     
       4. Como es arriba, es abajo. Así que lo que es válido para un ser vivo, sirve para cualquier estructura organizada, entidad u objeto: una célula, una planta, animal, un sistema social, económico, político, un ecosistema, un planeta, etcétera. Solo cambian las formas y las funciones pero el esquema subyacente es similar. 

Todo está conectado con el entorno, y así con todo lo demás. Las estructuras no pueden hacer otra cosa que recibir, transformar y emitir energía-información al entorno. 

En los seres vivos, estos procesos son los más complejos, variados y dinámicos de todos los que ocurren en la naturaleza.
   
     
       5. Todos los sistemas necesitan nutrirse, incorporando diferentes tipos de energías. Como entidades vivas orgánicas se obtiene esta nutrición primaria a través de la respiración y la alimentación. 

Pero como seres humanos con psique, necesitamos de una nutrición-retroalimentación secundaria de tipo afectivo-mental-emocional.
    
    
       6. En el proceso de existencia-relación-percepción de un sistema con su entorno, solo caben dos opciones: o se pierde energía-función-estructura (ENTROPÍA) o se gana energía-función-estructura (SIMETRÍA). De manera que la psique colabora activamente en este proceso junto con el cuerpo y el campo energético o segundo cuerpo. 

Existe una relación de interdependencia entre el cuerpo físico, la psique y el cuerpo energético.

  
     
Y ahora volvamos a las emociones. Profundizando antes en el concepto de NÚCLEO EMOCIONAL. Hagamos la abstracción de que este órgano fuera un ente independiente. 

Como cualquier sistema tendría forma-estructura y función-contenidos-información. Estaría constantemente en relación con el entorno, absorbiendo, transformando y emitiendo energía-información, perdiendo o ganando energía funcional, dependiendo de la eficacia con la que realice su propósito existencial. 

Esta estructura es la mediadora entre los procesos internos y externos dentro del ámbito psicológico y cognitivo, que es el que tiene como objetivo prioritario el desarrollo del individuo y su conciencia durante la propia vida. 

Viene inmaduro, preconfigurado con una serie de inercias y características, primeramente las de la especie, aunque también con otras más particulares a nivel individual que necesitan ser desarrolladas a través de su contacto con el mundo externo y por la retroalimentación emanada del propio mundo interno.


El NÚCLEO EMOCIONAL es un órgano sutil formado por 6 grandes subsistemas o emoenergías. Forma parte del que ha sido llamado en el chamanismo centroamericano como PUNTO DE ENCAJE. 

Éste es el lugar del capullo luminoso donde las bandas impersonales del universo son seleccionadas, recompactadas, interpretadas y encajadas según un patrón determinado por la ESPECIE a la que se pertenece, para ser finalmente convertidas en
PERCEPCIÓN INDIVIDUAL. 

Cada emoenergía está conectada e integrada con los 6 sentidos y viceversa, para de esta forma construir un MUNDO en el que se pueda tener una experiencia de continuidad, de IDENTIDAD, de ser y de existir (VIDA). 

Las emoenergías tienen la función de organizar, integrar e intensificar los datos sensoriales. 

El mundo es tan solo una compleja realidad virtual generada por el NÚCLEO EMOCIONAL y el PUNTO DE ENCAJE dentro del cuerpo energético, siendo inmediatamente transferida al CEREBRO para que la interprete e integre a nivel corporal y físico. 

Casi con toda seguridad existe una realidad ahí fuera, pero nuestra percepción es el resultado de la interpretación conjunta realizada por los sistemas especializados en el CUERPO FÍSICO, la PSIQUE y el CUERPO ENERGÉTICO.
En el punto de encaje, que es de donde emana la psique, unos pocos datos acaban en un área especial a la que llamamos CONSCIENTE. 

Cuando los datos son volcados ahí, la ATENCIÓN es capaz de enfocarse en ellos y “nos damos cuenta”. Pero la mayor parte de los datos se procesan y vuelcan en otra área a la que llamamos INCONSCIENTE, “en dónde no nos damos cuenta”. 

Toda la estructura psíquica funciona en conjunto, sin hacer separación realmente entre los procesos conscientes o inconscientes. Por eso, a veces nos sorprenden o se hacen difíciles de controlar nuestras propias reacciones emocionales y sentimientos. 

Es importante tener presente que además, nuestro proceso cognitivo se divide en el MUNDO EXTERNO (existente independientemente de la presencia de la psique individual) y en el MUNDO INTERNO (existente porque es imaginado o pensado por la psique individual). 

A su vez cada uno de los dos mundos son integrados por el individuo a través de una dimensión SENSORIAL y otra EMOCIONAL, siendo estos dos aspectos finalmente distribuidos en procesos CONSCIENTES e INCONSCIENTES. 

La parte consciente es increíblemente pequeña en comparación con la inconsciente. Es obvio que para disminuir la inconsciencia hay que aumentar la consciencia.

       
       La fracción de la psique formada por la unión de la consciencia más la personalidad es lo que solemos llamar YO. El Yo es la punta de lanza a través de la cual nos relacionamos con los otros y con nosotros mismos. El problema es que el YO no es nada más que esa punta de lanza, una pequeña parte de lo que somos, aunque tiene la capacidad de crear la sensación-ilusión de ser casi lo único que existe, ya que es el depositario del sentimiento de IDENTIDAD. 


De ahí surgen una gran cantidad de nuestros conflictos y problemas, puesto que los procesos de identificación son en gran parte subjetivos y en ocasiones incongruentes, desequilibrados o poco eficientes.

       
La relación con el núcleo emocional de la madre en la etapa fetal, el evento del nacimiento y las experiencias vitales, especialmente hasta los 7 años de edad, influyen de manera importante en la organización particular del núcleo emocional propio, que se muestra hacia el mundo a través de la PERSONALIDAD. 


Pero ésta tiene un NÚCLEO INNATO, resultado de la combinación de la información genética heredada más la contenida en el ALMA ANCESTRAL que se fusiona con el huevo fecundado en el momento de la concepción. 

La personalidad irá incorporando desarrollos o involuciones, dependiendo de las experiencias vividas, de cómo sean asimiladas y de las decisiones tomadas, mostrándose hacia fuera y a la vez retroalimentándose a través de la CONDUCTA y de las COMPETENCIAS.

En el modelo de la Emoenergética, ha sido necesario redefinir las emociones para salvar las limitaciones presentes en nuestra cultura. 

Se las llama EMOENERGÍAS, unas unidades formadas por ESTRUCTURAS, FUNCIONES y RECURSOS ENERGÉTICOS propios, que se organizan y relacionan a través de unas leyes que se describirán más adelante, para así formar el NÚCLEO EMOCIONAL, que es la maquinaria bioenergética a través de la cual el ente biológico se convierte en el YO que ES y EXISTE. 

La descripción precisa de los procesos de interacción entre las 6 emociones nucleares y sus ciclos de cambio de fase y control aportan una visión novedosa y revolucionaria. A partir de ahora es posible entender la psique, el pensamiento y las emociones, ya no como algo nebuloso, sino de una forma casi matemática y clara. 

Desde el paradigma de la Emoenergética se encontrará una cierta dificultad inicial hasta acostumbrarse a los nuevos conceptos, debido a las grandes diferencias existentes entre lo presentado en esta obra y el consenso colectivo. 

Como ya se ha dicho, hay 6 grandes bandas de energía emocional nucleares. Es muy importante entender que éstas son el reflejo, y a la vez las intérpretes, de aspectos organizativos presentes en toda la naturaleza y el Universo, observándose fácilmente en ellas la aparición de relaciones duales complementarias. 

Es por ello que el núcleo emocional puede EVOLUCIONAR a través del equilibrio dinámico de sus partes por medio de un fenómeno llamado COMPLEMENTARIEDAD SIN DOMINANCIA.
             
       La ALEGRÍA es la emoenergía que percibe y genera la EXPANSIÓN, la CONTINUIDAD, la FLUIDEZ y el DINAMISMO.

       El MIEDO es la emoenergía que percibe y genera la DISCONTINUIDAD, el DESEQUILIBRIO y el aspecto ENTRÓPICO.

       La TRISTEZA es la emoenergía que percibe y genera la SEPARACIÓN, el VACÍO y la FRAGMENTACIÓN, la DIVISIÓN del todo en partes.

       La FUERZA MOTRIZ es la emoenergía que percibe y genera la CONTRACCIÓN, el ESFUERZO, el IMPULSO y la REACCIÓN.

       El AMOR es la emoenergía que percibe y genera la CONECTIVIDAD y la UNIDAD.

       La RECREACIÓN es la emoenergía que percibe y genera la ORGANIZACIÓN, la BELLEZA y la SIMETRÍA.

        
       Así que, básicamente el núcleo emocional, cuenta con una forma-estructura y con 6 subestructuras que disponen de energías-funciones que la nutren y configuran, relacionándose entre ellas a través de 15 canales reguladores que también forman parte del propio núcleo emocional y cuyas funciones serán ampliamente explicadas en un segundo volumen. 

Por alguna razón, en el ser humano lo habitual es que algunas de estas energías se encuentren bloqueadas, algunas en exceso, otras en carencia y otras con inversiones de polaridad (funciones invertidas). 

Esto quiere decir que en ocasiones provocarán respuestas insuficientes, exageradas, contrarias a lo que deberían ser, fuera de lugar, intensidad o fuera de momento. Estas deformaciones o pérdidas en la simetría del NÚCLEO EMOCIONAL son heredadas en parte. 

También son fuertemente influidas durante la etapa fetal, ya que el feto tiene necesariamente que responder al entorno uterino (su mundo externo), que es la madre y al contacto con el núcleo emocional materno, que casi con toda seguridad no habrá alcanzado la simetría emocional ideal. 

Esto es debido al hecho de que la madre también fue una vez feto. Ella necesitó adaptarse igualmente al mundo emocional y mental de su propia madre; y así hasta el principio de los tiempos. Creo que el mito del pecado original hace referencia a este fenómeno. Nacemos con mancha; nuestro ideal estado de simetría emocional, que se vislumbra por un momento en la concepción, empieza a difuminarse por el mero hecho de vivir en un entorno a veces hostil, a veces sobreprotector. Así es la vida, no creo que sea bueno ni malo, solo forma parte del juego. Y de ahí emerge la personalidad egoica, de la pérdida de la simetría potencial original (el paraíso, la comunión con el Espíritu). 

Cuando la personalidad se une a la luz de la conciencia crea el YO EGOICO (la separación del Espíritu). El Yo a su vez es sostenido mediante el DIÁLOGO INTERNO, las palabras, el sistema secundario de imágenes, compuesto de creencias y de sentimiento de identidad. 

Este YO y su personalidad determinan, enriquecen o limitan las posibilidades de relación con la realidad así como la recuperación del vínculo con el Espíritu.



Como sistema que es, lo único que puede hacer el núcleo emocional es ganar o perder energía en su contacto con el entorno. 

Su alimento son las EXPERIENCIAS y la TOMA DE DECISIONES. 

Si a lo largo de la vida, las experiencias procesadas y absorbidas por el núcleo emocional han ayudado a que la persona se desarrolle (aumentando su energía y simetría) y las decisiones tomadas han sido acertadas, su equilibrio psíquico y mental serán elevados. 

Se manifestará una riqueza de matices particular y creciente, una buena capacidad de razonamiento, así como una mejor adaptación al medio y al entorno social, y una ausencia de excesos o carencias significativos. 

Si existen multitud de experiencias no asimiladas adecuadamente por la psique (pérdidas de energía y aumento de la entropía-desorganización mental y emocional), el individuo seguramente tendrá una tendencia a tomar malas decisiones. Vivirá una sensación de desazón creciente, pobreza de carácter y conflictos frecuentes, al menos en su mundo interno. 

También se darán un buen número de excesos y carencias así como una necesidad de malignizarse a sí mismo y a los demás. Sus relaciones sociales estarán basadas en la dependencia, el soborno o en el chantaje y en el sostenimiento de su desfavorable situación, o bien la proyectará hacia el entorno, en un perverso mecanismo defensivo en el que se llevará por delante a los que no puedan o no quieran defenderse. 

Retroalimentará negativamente su psique a través de la exposición recurrente a malas o distorsionadas experiencias que dificultarán cada vez más alcanzar un mejor nivel de equilibrio emocional y mental.
        
       Para el equilibrio y desarrollo simétrico del núcleo emocional y de sus subproductos, la personalidad, la conducta y el YO, sería importante al menos:

       * Vivenciar un buen número de experiencias a lo largo de la vida que enriquezcan la estructura del núcleo emocional y promuevan su equilibrio y desarrollo, sin importar la edad que se tenga.

       * Hacer un esfuerzo en sublimar el mecanismo de selección de objetivos y de toma de decisiones. Renunciar a las opciones y conductas que por experiencia ya se sabe que son negativas.

       * Afrontar los problemas como retos que conducen a un mayor grado de conciencia. Cultivar el sentimiento de que la vida es un flujo de percepciones, reacciones y movimientos. Se hace necesario aprender a danzar con la vida y sus circunstancias con elegancia, aunque conseguirlo lleve tiempo.

       * Hacer uso de procedimientos y estrategias que sirvan para desbloquear el sistema (como la recapitulación y la sanación a través de técnicas que accedan al cuerpo sutil, como la Resonancia Bioenergética) con respecto a experiencias y aprendizajes mal asimilados o tóxicos-entrópicos, permitiendo la recuperación, reparación e integración de los “pedazos de uno mismo” perdidos y el reenfoque de las motivaciones existenciales.





Gracias al exquisito paseo por el mar de la conciencia de Chema Sanz en http://elvuelodelaoruga.blogspot.com.es/ y por su contribución al Mundo...y su Evolución, a través de la experiencia del vivirse. Ahó.  

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