Mujeres pintoras: Ludmila Curilova, simbolismo, figura y fantasía

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Ludmila Curilova

Nació en Kishenev, Moldavia.
Hija de un escenógrafo y pintor del Teatro Nacional de Moldavia de la Ópera y el Ballet; su madre era bailarina del mismo y ambos inculcaron el amor por el arte a sus hijos. Otro hermano de Ludmila es también pintor y otro es escritor.
Se formó oficialmente en la Escuela de Arte de Kishenev. Y ya siendo aún alumna, comenzó a ganarse la fama y admiración de quienes podían ver sus obras, que despertaban mucho interés y atracción.
 
Comenzó a exponer también muy pronto en varias galerías importantes de Rusia y de Moldavia, siendo pronto su proyección, internacional. Actualmente sus cuadros están presentes en numerosas colecciones privadas de Israel, Alemania, Francia, Canadá y Estados Unidos.
En 2001 se trasladó a Canadá. Dice al respecto: “Uno de mis mayores deseos es ver gran parte de nuestro mundo, tanto como sea posible y Canadá es un país que realmente me da una posibilidad junto con una vida estable y un futuro para mi familia”. El cambio de país, la sociedad y estilo de vida tan diferentes del suyo natal la ha fortalecido.

Ludmila describe su arte como “no” típicamente ruso En su técnica una combina de pinceles y espátulas, con los que crea su estilo único y personal. El Simbolismo Palys ha ejercido una importante influencia en sus pinturas; algunos de estos símbolos son comprensibles y obvios para cualquiera que contemple algunas de sus pinturas, otros tienen un significado muy particular para la artista.
Según ella misma: “Todavía creo en cuentos de hadas. Una de mis expresiones favoritas es que cada mujer lleva una princesa en su interior”. Personajes románticos y ecantadores que todavía viven en lo más profundo de su alma, inspiran a Ludmila y ella les dá vida sobre su lienzo.

Ludmila transforma su experiencia de vida y la imaginación en bellas obras figurativas, permitiéndonos la oportunidad especial de ver el mundo a través de su “espejo”.
Sus pinturas sobre papel o lienzo, están dotadas de una luz cálida, colores ricos con una esencia casi mágica. A veces sus figuras “viven” en un paisaje de ensueño en medio de frutas y flores. Su temática casi exclusiva es la figura femenina, algunos paisajes y bodegones.