Abrid los ojos hacia vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y el tiempo. Oireis que alli vuelven a resonar el canto de los astros, la voz de los numeros y la armonia de las esferas. Cada sol es un pensamiento de dios y cada planeta una forma de ese pensamiento, y es para conocer el pensamiento divino que vosotras almas descendereis y remontareis penosamente el camino de los siete planetas y de los siete cielos suyos. HERMES TRISMEGISTO


Lo que la oruga ve como el final de la vida, el maestro lo llama una mariposa. RICHARD BACH

DEDICATORIA

Allí, donde habitan las mariposas, lo hacen tambien las hadas y los angeles, la verdad y la ilusion, la alegria, el amor, la dulzura y la fantasia; los mas bellos sueños y la esperanza.

Es el lugar donde los rios son de miel y las montañas de plata y diamantes; donde los seres alados bailan moviendose al ritmo de la musica de George Harrison y el aroma del Padmini; donde puedo descansar en grandes almohadones de plumas tejidos con hilos de seda y oro. Es mi refugio, y el de muchos que sueñan encontrarlo, sin saber aún que son mariposas.

Este blog esta dedicado a todos ellos y ojala puedan disfrutarlo como parte de su camino hacia el lugar donde habitaron o habitaran algun dia


Parameshwary
Enero 2009


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Secretos Parameshwary

miércoles, 28 de diciembre de 2011

El Árbol: entre el cielo y la tierra

http://lasendadebaraka.blogspot.com



El árbol de Navidad tiene sus orígenes en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol.

El árbol era también símbolo de la vida, por no perder en invierno su verde follaje cuando casi toda la naturaleza parece muerta. En algunas casas en los países nórdicos durante el invierno se cortaban algunas ramas y se le decoraba con pan, fruta y adornos brillantes para alegrar la vida de los habitantes de la casa mientras transcurría el invierno.


Se cuenta que un misionero inglés en Alemania, en el siglo VII, comprendiendo que era imposible arrancar de raíz esta tradición pagana, la adoptó dándole un sentido cristiano, haciendo que el árbol adornado fuera también un símbolo del nacimiento de Jesús.

Los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas son del s. XVII y menciona a la región de Alsacia, tierra dónde se encuentran países como Alemania y Francia. En los países nórdicos, en el s XVI, se empiezan a reunir las familias en torno a un árbol de Navidad.

Para los hombres los árboles tienen un significado muy especial. En todas la culturas, encontramos que el árbol tiene cierto significado antropológico, místico y poético.


Para algunas culturas el árbol tiene un significado místico ya que representa el medio la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hasta el cielo; por eso en muchas religiones, sobre todo en las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre.

Es muy común el que los árboles estén relacionados con la fecundidad, el crecimiento, la sabiduría y la longevidad.

Las tribus nórdicas europeas y americanas como los druidas, tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para ritualmente entrar en comunión con Dios.

Se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio del Jardín del Edén y después de la caída desaparece; la fruta y las decoraciones nos recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso. Por el nacimiento de Jesus, los hombres renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida.

El árbol de Navidad representa el haber recobrado dichos dones. Los adornos del árbol y las luces que se encienden representan el nuevo estado paradisiaco.Podemos decir que de alguna manera el árbol de Navidad con sus luces representan la luz de en nuestra vida y la estrella que en algunas ocasiones se coloca en la punta, a la estrella de Belén como guía.



Del Árbol de Navidad segun la cultura nórdica


Se dice que san Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Igdrasil es el árbol de la vida el universo o la existencia, para los nórdicos (escandinavos). Normalmente se representa como un roble o un fresno y está separado en tres niveles:

Asgard- copa del árbol (tierra donde viven los dioses)

Midgard- tronco (tierra donde vivimos nosotros los mortales)

Niflheimes- en las raíces, el lugar donde están los infiernos y donde los nibelungos tienen los crisoles, de aquí nacen los minerales y metales (El anillo del que habla Tolkien es una modernización del anillo de los nibelungos).


Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos. Los nueve mundos son los siguientes por orden ascendente:

Helheim, el Reino de los muertos.

Svartálfaheim, el Reino de los elfos oscuros

Niflheim, el Reino de las nieblas y el terror.

Jotumheim, el Reino de los gigantes.

Midgard, el Reino de los Hombres. (también conocido como Mannaheim.)

Vanaheim, el Reino de los Vanir (la tribu de los dioses de la naturaleza y de la fertilidad).

Alfheim, el Reino de los elfos de la Luz. (también conocido como Ljusalfheim.)

Asgard, el Reino de los Dioses (Aesir).

Muspelheim, el mundo primordial de fuego, allí se encuentra el Ginnungagap.




El árbol se divide en tres partes. Niflheim, Midgard y Asgard (raíz, tronco y copa, respectivamente), se puede notar en esto la representación del ciclo de nacimiento, vida y muerte. De su raíz emana la fuente que llena el pozo del conocimiento, custodiado por Mímir.

A los pies del árbol se encontraba el dios Heimdall que era el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Niohoggr y de una multitud de gusanos que trataban de corroer sus raíces y derrocar a los dioses a los que éste representaba.

Pero también contaba con la ayuda de las nornas que lo cuidaban regándolo con las aguas del Poo de Urd.

Un puente unía el Yggdrasil con la morada de los dioses, el Bifrost, el arco iris, todos los dioses cruzaban por él para entrar en el Midgard.



Yggdrasil rezuma miel y cobija a un águila sin nombre que entre sus ojos tiene un halcón que se llama Veorfolnir, a una ardilla llamada Ratatosk, a un dragón llamado Niohoggr y a cuatro ciervos, Dáinn, Dvalin, Dunevrr y Durabror. Cerca de sus raíces habitan las nornas.

Los tres niveles se comunican entre sí por los arcoiris, y Heimdall, que es el hijo de Odín (wotan) y hermano de Tor es el guardián de estos puentes.

Hay un rió, el río del destino que recorre todo el Igdrasil, si lo navegas con corazón puro y valentía llegas a un lugar donde está la cabeza de mimir el gigante decapitado. Ahí está la fuente de la sabiduría y tienes que hacer un sacrificio de corazón para poder tomar el agua de esa fuente.

Así Odín el Padre de los dioses que se cubre usando como manto todo el firmamento se atrevió a beber del agua y tuvo que renunciar a un ojo, se volvió omnisapiente. Así renunció a un ojo que simbólicamente es tener la capacidad de ver con uno hacia fuera (la realidad) y con otro hacia adentro (el alma).


Etimológicamente, Yggdrasil se ha interpretado como un kenning, es decir, una perífrasis derivada de mitos nórdicos. En este caso, el kenning significa “Caballo de Odín”, ya que Yggr (o Uggr, “temible, feroz”) es uno de los apelativos de Odín, e Yggs es el genitivo de Yggr; drasill (o drösull, “errante, vagabundo”) es una expresión poética para “caballo”.

Este nombre reflejaría aparentemente la imagen de Odín subiendo y bajando a voluntad por el tronco y las ramas del fresno, es decir, metafóricamente “cabalgando” entre los mundos.


Otros autores interpretan el nombre como “árbol terrible” o “cadalso de los colgados”, en referencia a como Odín colgó de él durante nueve días.

Para los nórdicos, el mundo del hombre era nada más una rama del gran Yggdrasil, el fresno del mundo.



Nueve mundos posee Yggdrasil, y por ellos pasó Odín
antes de obtener el secreto de las runas.

Odín, principal deidad de este pueblo. Se lo considera patrono de la guerra, la sabiduría, y el dios de la muerte, conjugando tanto aspectos bondadosos como malvados. Además, extiende su protección a las artes, la poesía, la caza y fundamentalmente, la profecía.

Odín gobierna tanto con sabiduría como con furia y locura. En consecuencia, no es extraño ver cómo ha terminado: colgado como forma de castigo.

Dice la leyenda, que los hombres colgaban a Odín nueve días por año para poder aprender la magia de las runas. Por ende, la situación de restricción es solo temporal. Este arcano lo muestra con una sonrisa en la cara, y un halo alrededor de su cabeza. La razón es que, aún preso, conserva su estado divino. Y la sonrisa se origina en que, si lo desea, Odín podría descolgarse solo, aunque con un arduo trabajo.

Basta pasar sus manos atadas por delante, y, además nótese que tiene atado solamente un pie. En consecuencia, Odín le ofrece voluntariamente una tregua a los hombres, su retiro es voluntario, para que los demás crezcan en su sabiduría y conocimiento, y esto es lo que este arcano nos insta a hacer: retirarnos del mundo, hasta que hayamos aprendido la lección.


"La vida nos enseña que lo oscuro y difícil es tan necesario como lo luminoso y lo fácil, cuando entiendas esto se expandirá tu conciencia y verás la vida de forma diferente".



Las raíces del Yggdrasil, el fresno del mundo, son tres:



La primera se dirige hacia la Fuente de Hvergelmir.

La segunda a la fuente de Mimir.

La última a la Casa de las Nornas, el Destino.



Las Nornas


Las nornas (nornir) fijan el destino y sus decisiones resultan irrevocables. Quizás fueran muy numerosas en el pasado, pero en época escandinava, cuando son fijados los poemas y relatos, son tres principales:


Urðr: lo que ha ocurrido

Verðandi: lo que está ocurriendo

Skuld: lo que debería suceder


Las nornas, residen en las raíces de Yggdrasill e hilan el destino de los hombres y en especial, con hilo de oro, el de los héroes. Se relacionan a su vez con las dísir y las valquirias lideradas por Freyja, también divinidades relacionadas a aspectos del destino, concepto muy importante para estos pueblos.Las Valquirias son importantes personajes femeninos. Eran hijas de Odín, y eran hermosas y fuertes guerreras con la capacidad de sanar cualquier lesión. Su tarea consistía en llevar al Valhalla a los héroescaídos en batalla. Allí les atendían sirviéndoles hidromiel y deleitándoles con su belleza. Las valquirias eran vírgenes guerreras (skjaldmö) y su residencia habitual era el Wingolf, situado al lado de Valhalla.Las valquirias eran comandadas por la diosa Freyja.


Recapitulando esta pequeña parte del mito.


Un dios menor se enfrenta a su destino de forma pura y valiente, recorre su existencia hasta llegar al final, cuando es capáz de aceptar el dolor y entonces observando su alma y relacionándose con la realidad entiende todo y se vuelve sabio. En ese momento se vuelve el dios mayor.





El Yggdrasil está en una serpiente, que representa al universo. A veces se habla de que está sobre la serpiente, a veces que Yggdrasil y la serpiente son lo mismo, otras que la serpiente está dentro de Yggdrasil.

Yggdrasil, el árbol cósmico en torno al que se vinculaba todo lo existente en el universo de la mitología nórdica y sobre el que se sustentaba toda la vida de la tierra, desde el más humilde animal hasta el padre de los dioses, pese a ser el más conocido, no es el único ejemplo del árbol como elemento básico que sustenta la vida.

En el Génesis, libro del cuál ya mostramos su gran relación con las tradiciones Próximo Orientales, se habla de un “árbol de la vida” que se encuentra junto al “árbol del fruto del bien y del mal”. Así mismo, varias culturas nativas sudamericanas han presentado, también, mitos en relación en torno a este arquetipo.



Cabe plantearnos el porqué de este simbolismo compartido entre culturas tan separadas entre sí y cuyas construcciones míticas no han experimentado una relación directa que permita explicarlo.


En el caso del árbol de la vida esta interpretación podría sustentarse en que éste es un claro ejemplo del proceso temporal de las estaciones, de ese ciclo de decadencia y regeneración, así es como se ha interpretado tradicionalmente, que sufre progresivamente el mundo y la vida.

Un ejemplo más de ese Mito del Eterno Retorno, de esa concepción del mundo que nace, crece y muere para volver a nacer de nuevo. Pero este es sólo uno de los puntos de este complejo arquetipo religioso.

Por otra parte, en muchas culturas el árbol se presenta en relación con un elemento más que sorprendente. El hecho de que numerosas culturas también presenten un paraíso de tipo celeste, un mundo humano de tipo terrenal y un mundo infernal subterráneo también tiene una profunda relación con este fenómeno.


Nos dice el V.M. Samael Aun Weor en el capítulo XXIX de “El Matrimonio Perfecto” que “podemos considerar el Edda alemán como la Biblia germánica. En este arcaico libro está contenida la Sabiduría oculta de los Nórdicos”.

Es indudable que fueron muchos los pueblos y razas que en algún momento recibieron una enseñanza de tipo superior, sin embargo, hoy en nuestros días se tiende a creer que la cuna de la espiritualidad fue el Asia, la India, el Tíbet o el Egipto. Pero hay que decir que mucho antes de que la Sabiduría de la Serpiente hubiera llegado a estos lugares, estaba ya entre los Nórdicos.

Sigue diciendo el V.M.: “La Mitología Germánica es Nórdica. La Sabiduría viene del Norte..., la cuna de la humanidad está en el Norte... La Sabiduría oculta vino del Norte a la Lemuria, y de la Lemuria pasó a la Atlántida. Después de la sumersión Atlante, la Sabiduría quedó en aquellas tierras que formaron parte del continente Atlante.”

Según esto, ¿es posible que la Mitología Nórdica que hoy conocemos sea la que contiene la línea más pura de las enseñanzas esotéricas, tal como fueron enseñadas en la Raza Hiperbórea? Seguramente es así, aunque con el paso de los siglos haya sufrido también muchas modificaciones.

En todo caso, S.A.W. enfatiza: “Es urgente estudiar el Edda Germánico, saberlo leer entre líneas, y luego investigar en la Isla de Pascua, México, Yucatán, etc.”





ODÍN, el KETHER de la Kábala, también llamado Woden o Wotan es el “Padre de los Dioses”, se le conocía también como el “Señor de la guerra” (interior) y como padre de los “muertos gloriosos” (muertos psicológicos). Su residencia era el Valhalla y desde su trono se contemplaban los nueve mundos. Dos pájaros (Ravens) le acompañan y le informan de todo lo que ocurría en los nueve mundos.

Era también el más sabio de los Dioses, pero lograr la sabiduría no le fue fácil. En muchos grabados se le representa con un solo ojo. Veamos por qué conociendo su historia:

Desde su nacimiento se sintió ávido de alcanzar la Sabiduría; tras buscar donde la podría hallar, supo que en las raíces del árbol sagrado (el Yggdrasil) se encontraba un pozo cuya agua daba la Sabiduría. Dicho pozo estaba guardado por la cabeza de Mimir, una Diosa que había sido decapitada. Tras conseguir descender hasta el pozo en las raíces del gran árbol (el descenso a la novena esfera), se encontró con la cabeza de Mimir (la decapitación psicológica) que le puso como condición el que debía darle uno de sus ojos (el sacrificio) para dejarle beber del pozo de la Sabiduría.

Odín no lo duda, sacrifica uno de sus ojos para poder beber de la fuente de la Sabiduría. Conoce cosas inefables y adquiere la Sabiduría (la Maestría), pero necesita más, poder sobre la vida y la muerte (la Cristificación).


Sé que estuve colgado de aquel árbol que el viento azota,
balanceándome durante nueve largas noches,
herido por el filo de mi propia espada,
derramando mi sangre por Odín,
yo mismo una ofrenda a mí mismo:
atado al árbol
cuyas raíces ningún hombre sabe
adónde se dirigen.

Nadie me dio de comer,
nadie me dio de beber.

Contemplé el más hondo de los abismos
hasta que vi las runas.
Con un grito de rabia las agarré,
y después caí desvanecido.

Nueve terribles canciones
del glorioso hijo de Bolthor aprendí
y un trago tomé del glorioso vino
servido por Odrerir.
Obtuve bienestar
y también sabiduría.
Salté de una palabra a otra palabra
y de un acto a otro acto...

(Las palabras del Altísimo: Hávamál)

En este relato Odín cuelga del Yggdrasil, herido de muerte en un sacrificio voluntario para después resucitar lleno de poder y sabiduría. Después de esta experiencia, cuenta la leyenda, adquiere poder sobre la vida y la muerte.



TIRA DEL HILO, VIVE BARAKA

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