El mítico reino espiritual de Shambhala o Shangri-la es un lugar en la tierra, al menos eso es lo que piensan un grupo de exploradores del valle de Mustang, en Nepal, que han descubierto un sistema de cuevas con pinturas y textos milenarios que podría ser la contraparte material de “la ciudad de los dioses”
La fascinación por civilizaciones ocultas consagradas con la naturaleza que disfrutan del paraíso en la Tierra, acaso dueñas de un secreto que les permite gozar apartadas del “mundanal ruido” y acercarse a la divinidad extravíada es parte inherente del misticismo planetario. Una de las más recientes versiones de este “valle de los bienaventurados” es Shangri-la. Popularizada en la novela de James Hilton y en la genial película de Frank Capra, Lost Horizon; probablemente una reconfiguración de leyendas tibetanas, de la morada de los maestros ascendidos, Shambala. Esta región o ciudad (Shambhala), generalmente ubicada en los Himalayas, oscilando entre el plano material y el plano etérico, es según la teosofía la capital espiritual de la Tierra, hogar de la Gran Hermandad Blanca y del regente del planeta, Sumat Kumara (o Rigden Djapo), máximo avatar del Logos. Asimismo, elusivo centro de las expediciones nazis de Rudolph Hess y Henrich Himmler en búsqueda de Agartha, la legendaria civilización subterránea o “Hollow Earth”, y los secretos de la religión
prebudista, Bön. Un grupo de exploradores liderados por el experto de los Himalayas, Broughton Coburn, ha descubierto una serie de ciudades cuevas con una posible antiguedad de seis mil años en la región de Mustang, en Nepal. Está región, cubierta de nieve la mitad del año, es generalmente de acceso restringido pero Coburn y su expedición financiada por National Geographic lograron acceder a la zona donde encontraron una serie de pinturas murales y textos sagrados del siglo XIV con representaciones gráficas conocido como “iluminaciones”. Coburn y su equipo han dicho que los textos, que contienen muestras tanto budistas como de la religión de Bön, podrían vincular al sitio con “los valles ocultos” del paraíso espiritual conocido como Shambhala, que en la novela de Hilton, es llamado Shangri-la, un lugar donde sus habitantes han hallado el elixir de la inmortalidad. Algunos académicos creen que Shambhala tiene una contraparte en el mundo material, de la misma manera que el mito de la Atlantis. Aunque evidentemente Coburn podría estar relacionando el mítico nombre de Shambhala y el popularizado Shangri-la, como un truco publicitario para promover su pelícla documental recientemente estrenada. La cuasieterna fascinación exploratoria desde los Argonautas hasta Indiana Jones. El valle de Mustang es conocido popularmente como “el fin del mundo” por su inaccesibilidad y su imponente paraje.Según algunas leyendas existen varios túneles que dan acceso a Shambala. Sin embargo, tradicionalmente se ubican en la región de Shigatse. El místico y explorador ruso Nicholas Roerich supuestamente viajó al Tibet para reunir la piedra Chintamani a su piedra madre, una enorme joya, en el corazón de Shambala. Esta piedra, se dice, proviene de la estrella Sirius y es una especie de santo grial antes del santo grial. Esta es la leyenda de la piedra del cielo (la piedra de la cual tal vez se derive la piedra filosofal o lapis philosphorumm, capaz de convertir el cuerpo en oro espiritual), entregada al señor de Shambhala, lord planetario en el asiento de las nubes: “Through the Stars I come. I bring the chalice covered with the shield.” (traduccción del sánscrito de una inscripción en la piedra Chintamani hecha por Nicholas Roerich) Esta historia tiene su anverso oscuro, ya que se dice que Roerich fue en su momento el líder de los Iluminati, y que la intención de la civilización de Sirius que entregó la piedra celeste, es implementar un gobierno planetario (lo que en algunos círculos se conoce como el nuevo orden mundial). El ojo en la pirámide impreso en el billete de un dólar es una representación de Sirius, el sol secreto, ojo de Dios en la galaxia (que de alguna manera también se entrecruza con la entidad conocida como Lucifer, Venus, el planeta más brillante y Sirius, la estrella más brillante). Se dice que Roerich técnicamente no llegó a Shambhala, pero llegó a Shigates, a través de cuyas cuevas se puede acceder a Shambhala. El que este cerca podrá reconocer la ciudad del cielo en la tierra por una llama azul pura. Según el actual Dalai Lama, nadie sabe ya donde está Shambhala, el conocimiento se ha olvidado. Secretos de las cuevas de Shangri-la
Fuente:Pijamasurf
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