La técnica del envenenamiento mental es una
herramienta usada por los poderes en control, entes interdimensionales y
diferentes tipos de seres (y quizás personas) para manipular el cuerpo
mental de alguien e imbuirle pensamientos, ideas y todo tipo de formas
mentales que no son las suyas, pero que se hacen pasar como tales,
provocando que la persona piense, crea, sienta y actué de forma acorde a
cómo se desea o se intenta provocar en ella. A este respecto, en un
artículo anterior os decía:
La experiencia e investigación nos ha llevado a
darnos cuenta de que todos aquellos considerados “molestos” por los que
rigen aun las estructuras de este sistema, recibimos 24/7 una onda
disruptiva proveniente de un emisor tipo antena situado en las bases de
gestión y poder existentes en el planeta, desde donde se controla toda
la matrix del sistema de vida humano. Existe algo así como una antena
por persona “marcada”, sintonizado a la frecuencia base de las glándulas
pituitaria, pineal y parótida, que identifican individualmente la
frecuencia de resonancia de cada uno de los seres humanos. Para obtener
dicha frecuencia y poder sintonizar la antena hacia una persona, existe
otra especie de tecnología de scan. Dependiendo de la configuración
mental de la persona, la onda está enfocada hacia una o varias de las
esferas mentales del individuo. El contenido de esta onda lo forman
mensajes, formas mentales, pensamientos, que la persona cree ser suyos, y
entre ellos se imbuye todo tipo de programas de reducción del potencial
de la persona.
Darte cuenta de que te están manipulando la psique
para que creas algo o para insertarte pensamientos que parecen propios
pero que no lo son, es un desgaste energético brutal, todo el día
estando alerta auto-observándote para poner en duda ciertas cosas que se
te pasan por la cabeza, o ciertos comportamientos que manifiestas,
preguntándote si realmente son inducidos, imbuidos o potenciados quizás
de una semilla ya presente en ti, pero artificialmente amplificados. El
propósito, en los casos más simples de esta manipulación, es desviarte
de objetivos, crear confusión en uno, caos y rupturas con proyectos,
personas y propósitos en marcha, y, en los casos más extremos,
literalmente, volverte loco.
Diferentes medios de envenenamiento mental
Cuando se hace por medios tecnológicos, funciona a
partir de la inducción mental remota, de la que ya hemos hablado en
alguna ocasión; cuando es un ente el que lo hace, se produce por el
acople al cuerpo mental del mismo o por la inserción de “burbujas
mentales” en este, así como de programas y patrones en diferentes partes
de la psique. Lo que aquel que está siendo “envenenado” siente, percibe
o piensa, forma parte ya del contenido que tiene en su mente, y, si no
te has dado cuenta que estás pensando o viendo o percibiendo cosas no
usuales, o que te inducen hacia un tipo de comportamiento u otro,
sutilmente negativo y sutilmente disruptivo en todos los casos, para ti
mismo y para con otros, es difícil pararlo y no dejarse llevar por el
mismo.
En mayor o menor grado, muchos de nosotros hemos
sufrido mini-envenenamientos mentales y manipulaciones de este estilo,
bien por entes actuando desde los planos no físicos, bien por la
estructuras de nuestro sistema de control, haciendo que, en nuestra
pantalla mental nos montemos historias y escenarios de todo tipo que
nada tienen que ver con la realidad, pero que, interiormente, son tan
vívidos como si estuvieran sucediendo en el mundo físico tal y como nos
los imaginamos. Esto varia desde situaciones y películas que nos
montamos sobre lo que nos puede pasar, a interpretaciones totalmente
distorsionadas de cosas que estamos viviendo con otras personas, hasta
manipulaciones en nuestra mente de proyectos e historias en los que
estamos metidos, haciendo que, al insertar nuevo contenido en la psique o
manipular el existente, se desvirtúe la realidad interior que cada uno
se forma sobre algo o alguien, que luego no se corresponde con la
manifestación física de lo que ese algo o alguien es o hace en ningún
sentido.
Al haber pasado por muchos episodios de este tipo y
haber perdido mucha energía y muchas noches de no dormir por no darme
cuenta a tiempo de que lo que discurría por mi cabeza no eran más que
pensamientos manipulados e insertados para hacerme cambiar mi visión
algo o alguien, desistir, olvidar o dejar de hacer esto o lo otro, con
alguien o con algo, llegué, y llegamos todos, a un punto que necesitas
herramientas para poder discernir que memorias, pensamientos e ideas son
falsas o manipuladas, y cuales no. Tratar de aprender a sentir la
frecuencia de la “verdad” detrás de esas formas mentales no siempre es
sencillo, así que en muchas ocasiones se hace necesario recurrir a una
combinación de técnicas y herramientas para ello.
El fuego de la verdad
La forma siguiente que os comento a continuación no es más que una de esas herramientas, y la aprendí leyendo a
supervivientes de experimentos de control mental, profundamente programados y con muchos
alters
de personalidad, tantos y tan bien creados en la esfera de consciencia,
que es realmente complicado que sean capaces de saber que memorias son
reales y que memorias han sido implantadas en ellos, o que pensamientos
son suyos y cuales son externos. Para esta técnica se usa la energía de
uno de los cuatro elementos primario, el fuego, en una visualización
donde se “inserta” el pensamiento, memoria, visión o lo que sea que
queramos saber si es “verdadera”, o si es falsa, en él.
¿Cómo funciona esto? Las memorias, pensamientos y
manipulaciones de la psique que son artificiales son como las flores
naturales y las flores de plástico, a estas últimas les falta “vida”,
por mucho que se parezcan o por muy bien conseguidas que estén, no dejan
de ser creaciones externas con energía diferente a la nuestra, que se
insertan o proyectan sobre nosotros. El problema es que están muy bien
hechas, y por eso no las distinguimos en un estado ordinario de
pensamiento sin autobservación constante y atenta, pero no tienen las
mismas cualidades que aquello que es natural y creado por uno mismo.
Todo empieza por cuestionarse aquello que estás
recordando, que te ha llegado como un mensaje o intuición, como una
canalización, aquello que te descubres pensando o se te está pasando por
tu mente, etc., y tratar de percibir si podría ser una película
proyectada o insertada, que simplemente no cuadra con el resto del
contenido, ideas, experiencias y memorias que posees sobre el tema en
cuestión. Es como insertar una rosa de plástico en un rosal y hacerla
tan brillante y olorosa que es todo lo que nos llama la atención, sin
darnos cuenta de que es la única rosa de todo el conjunto que tiene una
pinta extraña respecto a las demás, y que no encaja con el resto del
contenido de la psique que poseemos en cualidades, vibración, sensación,
etc.
Quemando lo que necesitamos verificar
Una forma de tener una pista sobre si esta “rosa de
plástico” es “real”, es visualizarla dentro de un fuego, “el fuego de la
verdad”, que es una energía arquetípica que posee su propia frecuencia y
existencia, y que actúa de “juez” ante la forma mental que puede o no
estar alineada y sintonizada con ella, siendo nuestra energía base de
comparación. Para conectar con esa energía uno no tiene más que
decretar, poner la intención o invocarla.
Si al visualizar el pensamiento, recuerdo, evento,
memoria, etc., quemándose ves, sientes, percibes o tienes la impresión
de que ese recuerdo o forma mental “se derrite”, entonces es falsa, ya
que no está acorde al arquetipo “verdad” que es un tipo de vibración que
tenemos a nuestra disposición para comparar todo contra ella y
ayudarnos a discernir. Eso es lo que hace más o menos el centro
intelectual superior de forma automática, ubicado y asociado al octavo
chakra, extracorporal, cuando está activo y funcionando, algo que, como
también hemos comentado en algún otro artículo, no es así en
prácticamente ningún ser humano en estos momentos, de ahí que sea tan
fácil engatusarnos con todo tipo de mentiras por los medios de
comunicación y poderes varios, al no ser capaces de comparar
automáticamente lo recibido con la frecuencia o vibración que tiene la
energía de la “verdad”.
Por otro lado, si la memoria, pensamiento, visión,
escenario mental, etc., persiste, y sientes que a pesar de haberlo
visualizado “quemándose” sale ileso, es una indicación de que la energía
que lo forma está alineada con lo que es correcto y verdadero, que no
tiene por que ser exacto y 100% certero, pero está alineado con el
arquetipo, y eso ya es una indicación de que no es manipulado, y nos
ayuda a discernir cómo actuar o que hacer respecto a este envenenamiento
mental negativo que pudiéramos estar recibiendo. Esto suele pasar, como
digo, en los casos más repetitivos y persistentes, cuando eres molesto
para el sistema, y esperemos que llegue un momento que haya tanta gente
que “moleste” que no den abasto, y no haya forma de seguir manipulando a
todo el mundo. El miedo al fracaso que tienen los poderes en control es
tan grande, y hay tantas personas que se están dando cuenta de ello,
que cada vez tienen menos armas para parar el cambio y transformación
interior en cada uno de nosotros que nos va a llevar a la transformación
y cambio global para toda nuestra raza, la Humana.
un abrazo,
David Topí
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