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Nos ha enseñado la experiencia que una época en que los politicos hablan de paz, es una época en la que toda la gente espera la guerra; los grandes personajes del mundo no hablarían tanto de paz si creyeran que es posible, con una guerra más, aniquilar a sus enemigos para siempre. Siempre, "despues de una guerra más", vendrá el amanecer, la nueva era del amor; pero antes, todos los que odiamos deben ser eliminados. Porque, el odio es lo que engendra lo que ellos entienden por amor.
Desgraciadamente, el amor que ha de nacer del odio no nace nunca. el odio es la esterilidad; nada procrea.... sino la imagen de un futuro vacío, su propia nada. Es imposible que del vacío nazca el amor. El odio destruye el verdadero ser del hombre, puesto que hace la guerra a una ficción llamada "el enemigo"-
El hombre es concreto y viviente, pero "el enemigo" no es sino una abstracción subjetiva.
La sociedad que mata hombres reales para librarse del fantasma de una ilusión paranoica, es por que está poseída por el demonio de la destrucción desde el momento en que se ha hecho incapaz de amar. Rehúsa a priori a amar. No tiene por objeto las relaciones del hombre con el hombre, sino solo abstracciones concernientes a la política, la economía, la psicología, y aún la religión.
En realidad a nadie le importa el progreso sino solamente de lo que de este se dice, que precio puede dársele o que ventaja política se le puede sacar.
Thomas Merton
(poeta y monje Trapense 1915-1968, predicaba la no violencia)
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