Parte 1
http://oldcivilizations.wordpress.comEn 1871 se publicó una extraña novela titulada “The Coming Race“. En español fue editada como “La Raza Venidera”. También se tradujo el titulo como “La Raza Futura” o “La Raza que nos suplantará”. En 2004, se publicó una edición
en español con el título “Vril, el Poder de la Raza Venidera”. En ella el narrador es conducido por un ingeniero de minas a un mundo subterráneo poblado por una raza extraña. Ese pueblo posee un poder misterioso que le ha permitido vivir sin maquinas y sin todos los aspectos que rodean a la civilización moderna. Ese poder es el llamado Vril. A pesar del tiempo que paso, la novela todavía genera todo tipo de polémicas. Su autor fue el caballero Edward George Earle Lytton Bulwer-Lytton, Primer Barón Lytton, que nació en Londres el 25 de mayo de 1803. Su extraña colección de nombres y apellidos fue adquirida con el tiempo. De darse a conocer como Edward Bulwer pasó a Lytton Bulwer y, ya nombrado caballero en 1837, en 1844, después de la muerte de su madre, se convirtió en Lytton Bulwer-Lytton. Además de tener muchos nombres, Lytton participó activamente en política y fue un escritor famoso en su tiempo. Sus obras eran éxito de venta. Sin embargo, luego de su muerte en 1873, la mayoría de sus libros quedaron en el olvido. Al parecer, Lord Lytton fue miembro de la Sociedad Rosacruz Inglesa, una sociedad secreta fundada en 1867 por Robert Wentworth Little. El dato tendría solo valor anecdótico si no fuera que varios de sus libros, como “Zanoni”, escrito en 1842, parecen haberse escrito bajo la influencia de las ideas que Lytton ya tenía por su anterior participación en otras sociedades rosacruces. Como acotación, un grupo de miembros de la Sociedad Rosacruz Inglesa creará en 1887 la Hermetic Order of the Golden Dawn in the Outer, u Orden Hermética del Dorado Amanecer en el Exterior, sociedad de la que fueron miembros, según se dice, Arthur Machen y Bram Stoker, el autor de Drácula. De todas maneras, los intereses literarios de Lytton no se agotaron en el ocultismo. Escribió novelas históricas, románticas, de misterio y fue, probablemente sin proponérselo, uno de los pioneros de la ciencia ficción.
En “The Coming Race“, el narrador, un joven estadounidense común y corriente, es conducido por un ingeniero de minas a un mundo subterráneo poblado por una extraña raza. Ese pueblo, llamado Vril-Ya, posee un poder misterioso llamado Vril. Allí el protagonista recibe información acerca de los Vril-ya y el Vril. Entre la información recibida con respecto a los Vril-ya y el Vril, podemos destacar lo siguiente: “Según las primitivas tradiciones, los progenitores más remotos de la raza habitaron en un mundo en la superficie de la tierra, sobre el mismo lugar que sus descendientes entonces habitaban …. La porción de la superficie habitada por los antepasados de esta raza sufrió inundaciones, no repentinas, sino graduales e incontrolables, en las que fueron sumergidos y perecieron todos, salvo un pequeño número… Un grupo de la desdichada raza, invadida por las aguas del Diluvio, huyendo de ellas se refugió en cavernas entre las más altas rocas y vagando por hondonadas cada vez más profundas perdieron de vista para siempre el mundo de la superficie…. La palabra A-Vril era sinónimo de civilización y Vril-ya significaba “Las Naciones Civilizadas”, nombre común por el cual las comunidades que utilizaban tal agente se distinguían de las que estaban todavía en estado de barbarie …. no existe palabra alguna en ningún idioma, de los que yo conozco, que sea un sinónimo exacto de la palabra vril…Aquella gente creía que en el vril habían alcanzado a la unidad de las energías naturales… Puede destruir como el rayo; en cambio, aplicado diferentemente, puede restablecer y vigorizar la vida, curar y reservar…Por medio del mismo agente atraviesan las sustancias más sólidas y abren valles al cultivo…Del mismo extraen la luz que les proporcionan sus lámparas…. la guerra entre los descubridores del Vril cesó, por la sencilla razón de que desarrollaron el arte de destrucción a tal grado de perfeccionamiento que anularon toda superioridad en número, disciplina y estrategia militar. El fuego, concentrado en el hueco de una vara manejada por la mano de un niño, era capaz de abatir la más resistente fortaleza…Si un ejército se enfrentaba con otro y ambos dominaban tal agente no podía ocurrir otra cosa que la aniquilación mutua … Puesto que en la lucha un gran numero han de perecer, la naturaleza selecciona a los más aptos. En nuestra raza, aún antes del descubrimiento del vril, solo las más elevadas organizaciones fueron preservadas. Hay en nuestros antiguos libros una leyenda, que en su tiempo fue creída por todos, según la cual fuimos traídos de una región que parece ser el mundo del que usted viene, a fin de perfeccionar nuestra condición y alcanzar el más puro refinamiento de nuestra especie por medio de las terribles luchas que nuestros antepasados tuvieron que desarrollar y que, una vez que nuestra educación se haya completado, estamos destinados a volver al mundo de la superficie y suplantar a todas las razas inferiores que hoy lo pueblan… mi convicción es que aquel pueblo, aunque originalmente de nuestra raza – y creo sinceramente, a juzgar por las raíces de su lenguaje, descendientes de los mismos antepasados de la gran familia aria de la cual, en corrientes diversificadas, se ha desarrollado la civilización dominante en el mundo...”.
La raza futura se destaca por algunas curiosidades teosóficas. Muchos lectores tardíos aseguraban que la novela de Edward Bulwer-Lytton estaba basada en hechos reales, y que la misteriosa sustancia que se menciona en el libro -el Vril- existía realmente, y estaba en poder de una sociedad secreta, a la que oportunamente denominaron Vril Society. Bulwer-Lytton era el benjamín de los hijos del general William Earle Bulwer y de Elizabeth Barbara Lytton, hija de Richard Warburton Lytton de Knebworth, Hertfordshire. Tuvo dos hermanos: William (1799-1877) y Henry (1801-1872), después Lord Dalling. Su hijo Robert Bulwer-Lytton, Primer Conde de Lytton, fue virrey de la India desde 1876 a 1880. Su padre murió cuando él tenía cuatro años de edad, después de lo cual su madre trasladó a toda la familia a Londres. Lytton pasó por varios colegios. Niño delicado y neurótico, pero muy precoz, a los 15 años había publicado un libro, aunque de escasa calidad: Ishmael and other Poems. En 1822 ingresó en el Trinity College, Cambridge, pero enseguida se trasladó al Trinity Hall. En 1825 ganó un premio de poesía, la Chancellor’s Medal for English Verse. Al año siguiente se licenció en Artes, publicando un librito de poemas: Weeds and Wild Flowers. Pasó brevemente por el ejército y, contra los deseos de su madre, contrajo matrimonio con Rosina Doyle Wheeler. Su madre, entonces, le retiró la asignación económica, y Lytton tuvo que ponerse a trabajar. En 1836, tras una tormentosa relación, se separó de su mujer. Tres años más tarde ella publicaría una novela en la que caricaturizó a su marido. Estos ataques se prolongarían durante años. En 1831 resultaría elegido para el Parlamento, puesto que conservó durante nueve años. Su carrera política se prolongó en el tiempo, y no hizo más que prosperar, haciéndole merecedor, entre otros nombramientos, del de Secretario de Estado para las Colonias (1858). Su carrera literaria se inició en 1820, con sus primeros poemas. Escribió en una gran variedad de géneros, incluyendo ficción histórica, misterio, novela romántica, ocultismo y ciencia-ficción. Aunque ya era muy popular en su tiempo, por ser un fino estilista victoriano, la prosa de Bulwer-Lytton ha perdido muchos lectores en la actualidad, tal vez debido a su estilo algo anacrónico, si bien su libro Los últimos días de Pompeya es todavía bastante leído. De sus relatos de terror, como la novela Zanoni, o los cuentos “Strange story” y “La casa y el cerebro“, el escritor H. P. Lovecraft, señaló, en su ensayo El horror sobrenatural en literatura, que «pese a sus fuertes dosis de retórica y de hueco romanticismo, el éxito de sus escritos es innegable merced a su habilidad para tejer una cierta clase de singular encantamiento».
Alemania ha sido durante mucho tiempo un centro del pensamiento esotérico y hogar de diversas sociedades secretas. Entre las más ilustres familias ocultistas en la Alemania de la Edad Media estaban los Bauers, una rama de cuyos descendientes cambió su nombre a Rothschild. Gran parte de la estirpe real de la casa inglesa de Windsor también proviene de Alemania. Los Illuminati bávaros, que estuvieron involucrado en muchas de las revoluciones en Europa, incluyendo la Revolución Francesa, fue fundado en Alemania el 1º de mayo de 1776 por el ocultista Adam Weishaupt, aunque hay ciertas evidencias de que fue creado por los jesuitas. Asimismo, la Iglesia Cristiana se dividió en Católicos y Protestantes gracias a Martín Lutero, un agente alemán de la Orden Rosacruz. Hitler no fue el creador de la creencia nazi, simplemente fue su expresión pública. En realidad el Partido Nazi fue creado por una red de sociedades secretas que tenían acceso a una corriente oculta de conocimientos sobre la verdadera historia de los orígenes humanos. En el siglo XIX uno de los inspiradores del nazismo fue el compositor Richard Wagner (1813 – 1883). Su opera La valquiria, capta su obsesión con los poderes del mal. La valquiria (título original en alemán, Die Walküre) es una ópera en tres actos con música y libreto en alemán de Richard Wagner, la segunda de las cuatro óperas que componen el ciclo de El anillo del Nibelungo (Der Ring des Nibelungen), y la que se representa más asiduamente, incluso separada del ciclo completo. El fragmento más conocido de esta ópera es la «Cabalgata de las valquirias», introducción al tercero y último acto, describiendo a las guerreras semidiosas. Se estrenó en Múnich el 26 de junio de 1870. Wagner se inspiró en la mitología nórdica al escribir esta obra, específicamente en la Volsunga, texto islandés escrito en prosa a finales del siglo XIII y la Edda poética, colección de poemas escritos en nórdico antiguo, preservados inicialmente en el manuscrito medieval islandés conocido como Codex Regius. En la versión simplificada del compositor, las valquirias son las hijas del dios Wotan y la madre tierra, la diosa Erda, concebidas como doncellas guerreras para defender el Olimpo germánico, el Walhalla, del acecho de los Nibelungos y recoger las almas de los héroes muertos en batalla para llevarlos a su descanso eterno en el Walhalla.
El anillo del Nibelungo es un ciclo de cuatro óperas épicas, compuestas por Richard Wagner y basadas libremente en figuras y elementos de la mitología germánica, particularmente las Sagas islandesas, así como del cantar de los nibelungos medieval. Estas óperas son El oro del Rin (Das Rheingold), La valquiria (Die Walküre), Sigfrido (Siegfried) y El ocaso de los dioses (Götterdämmerung). Todas ellas forman parte del Canon de Bayreuth. La música y el libreto fueron escritos por Richard Wagner en el curso de veintiséis años, de 1848 a 1874. El anillo del Nibelungo es un trabajo de extraordinaria magnitud, que Wagner tardó más de un cuarto de siglo en escribir. Su cualidad más obvia, para alguien que la escuche por primera vez, es su extensa longitud. Una representación entera del ciclo se extiende durante cuatro noches de ópera, con un tiempo total de quince horas, dependiendo de la velocidad que el director imprima a la ejecución de la partitura. La primera y más corta de las óperas es su prólogo, El oro del Rin, que generalmente dura dos horas y media, mientras que la más larga y última, El ocaso de los dioses, puede llegar a las cinco horas. Como tetralogía, está modelada como los antiguos dramas griegos, que eran presentados como una trilogía de tres tragedias y una sátira. Como tal, el anillo del Nibelungo propiamente consiste en un prólogo, El oro del Rin, y tres jornadas, La valquiria, Sigfrido y El ocaso de los dioses. La historia es épica. Sigue las luchas entre dioses, héroes y varias criaturas mitológicas acerca del anillo mágico que otorga dominación sobre el mundo entero. El drama y la intriga continúan a través de tres generaciones de protagonistas, hasta el cataclismo final en El ocaso de los dioses. La trama se inicia con el Oro del Rin, con una masa aurífera que descansa en el fondo del río Rin. Después de robarla se forja con ella un anillo mágico que concede a su portador el poder de dominar el mundo, siempre y cuando asuma el precio de la maldición que lo obligará a renunciar al amor. El enano nibelungo Alberich será quien, al sentirse despechado por las hijas del Rin, unas ondinas que custodian el oro, decidirá asumir la maldición, robar el oro y forjar el anillo. Diversos seres míticos luchan después por la posesión del anillo, incluido Wotan (Odín), el líder de los dioses. El plan de Wotan para superar sus limitaciones, que se extiende por generaciones, es el motor de gran parte de la historia. Después, el héroe Sigfrido gana el anillo como pretendía Wotan, pero acaba siendo traicionado y asesinado. Finalmente, la valquiria Brunilda, amante de Sigfrido e hija desleal de Wotan, devuelve el anillo al Rin. Durante el proceso, los dioses son destruidos.
Wagner creó la historia del anillo del Nibelungo fusionando elementos de diversos mitos y cuentos folclóricos germanos y escandinavos. Las Eddas de la antigua mitología nórdica proveyeron gran parte del material para El oro del Rin, que contiene además la misma trama del famoso cuento El gato con botas, mientras que La valquiria se basó principalmente en la Saga Volsunga. Sigfrido presenta elementos de las Eddas, la Saga Volsunga, la Saga de Thidreks e incluso algunos los cuentos de los Hermanos Grimm, tales como Juan Sin Miedo y La Bella Durmiente. La ópera final, El ocaso de los dioses, se basa en el poema germano del siglo XII, Nibelungenlied (El cantar de los nibelungos), que parece haber sido la inspiración original para el anillo del Nibelungo y la razón del nombre de esta ópera. Mezclando estas fuentes tan dispares en una historia coherente, Wagner introdujo varios elementos contemporáneos. Uno de los principales temas es la lucha del amor, que se asocia también a la naturaleza y la libertad, en contra del poder asociado a la civilización y la ley. En la primera escena del anillo del Nibelungo, el desdeñado enano Alberich pone en marcha la trama al maldecir al amor, un acto que le permite obtener el poder de gobernar al mundo por medio de la fabricación de un anillo mágico. En la última escena de esta ópera, este poderoso anillo le es arrebatado y él lo maldice. Aunque La valquiria es la segunda de las óperas del anillo del Nibelungo, fue la tercera en orden de concepción. Wagner trabajó de delante hacia atrás planeando la ópera a partir de la muerte de Sigfrido, luego decidiendo que necesitaba otra ópera para narrar la juventud de Sigfrido, y luego decidió que necesitaba contar la historia de la concepción de Sigfrido y de los intentos de Brunilda de salvar a los padres de él, y finalmente decidiendo que también necesitaba un preludio que contara el robo original del oro del Rin y la creación del anillo. Incluso antes de que el texto del anillo del Nibelungo estuviera terminado, Wagner había empezado a esbozar parte de la música. El 23 de julio de 1851 escribió en una hoja suelta de papel lo que ha pasado a ser el motivo más conocido de todo el ciclo: el tema de la “Cabalgata de las valquirias” (Walkürenritt). La partitura entera se acabó finalmente el 20 de marzo de 1856. Como curiosidad, debemos decir que el escritor Tolkien se inspiró en El anillo del Nibelungo para escribir sus famosas obras.
Wagner pronosticó la llegada inminente de una Raza Superior. Su obra, el anillo del Nibelungo, era la expresión musical de su creencia en los “Superhombres” alemanes dominando el escenario mundial como los dioses paganos antiguos, Wotan y Thor. Bastantes años más tarde, Hitler diría que para comprender la Alemania nazi, uno tenía que conocer a Wagner. Uno de los estudiosos de la raza superior de Wagner, fue Gustav Mahler (1860 – 1911), compositor y director de orquesta bohemio-austriaco. Sus composiciones están consideradas entre las más importantes del postromanticismo. En las primeras décadas del siglo XX, Gustav Mahler era considerado uno de los más importantes directores de orquesta y de ópera de su momento. Después de graduarse en el Conservatorio de Viena en 1878, fue sucesivamente director de varias orquestas cada vez más importantes en diversos teatros de ópera europeas, llegando en 1897 a la que entonces se consideraba la más notable: la dirección de la Ópera de la Corte de Viena (Hofoper). Durante sus diez años en la capital austriaca, Mahler, judío converso al catolicismo, sufrió la oposición y hostilidad de la prensa antisemita. Sin embargo, gracias a sus innovadoras producciones y a la insistencia en los más altos niveles de representación se granjeó el reconocimiento como uno de los más grandes directores de ópera, particularmente como intérprete de las óperas de Richard Wagner y Wolfgang Amadeus Mozart. Posteriormente, fue director de la Metropolitan Opera House y de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Sus estudios de Wagner fueron financiados por el Barón Albert de Rothschild. Uno de los lugares a los que Wagner viajó e investigó fue Rennes le – Chateau, ese pueblo misterioso en Francia del sur tan conectado con los Caballeros Templarios y los Cátaros. De hecho, el movimiento de las sociedades secretas alemanas está estrechamente alineado a las tradiciones templarias y a los contemporáneos de los Templarios originales, los Caballeros Teutónicos. Adolf Hitler oficialmente nació en 1889 en Braunau-am-Inn, situado en la frontera entre Alemania y el Imperio de Austro Hungría. Sin embargo, hay otras teorías que indican que era en realidad del linaje de los Rothschild. Curiosamente, el nombre de la casa real Británica durante la época del nacimiento de Hitler era la casa alemana de Saxe – Coburg – Gotha. En los años tempranos del Partido Nazi, cuando Hitler era prácticamente desconocido, tres de sus patrocinadores financieros eran el Duque de Saxe – Coburg – Gotha, el Gran Duque de Hesse, y la Gran Duquesa Victoria, la ex esposa del Gran Duque de Hesse.. ¿Por qué la nobleza alemana daría su apoyo a Hitler, un simple cabo durante la Primera Guerra Mundial?.
Hitler tenía una gran afición por lo esotérico. Fue fuertemente influenciado por la obra de Helena Petrovna Blavatsky (1831 – 1891), escritora, ocultista y teósofa rusa. Fue también una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la Teosofía moderna. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta, escritos en 1875 y 1888, respectivamente. Algunos investigadores afirman que Blavatsk tenía conexiones con la sociedad secreta italiana de los Carbonarios, fundada en Nápoles durante los primeros años del siglo XIX en el contexto de la ocupación napoleónica de Italia (1805-1814) sobre valores nacionalistas y liberales. Los Carbonarios estaban estrechamente vinculados con la Nobleza Negra, una facción de la nobleza italiana que permaneció al lado del papa Pío IX tras la entrada de las tropas del rey Víctor Manuel II en Roma en el año 1870 poniendo término a la independencia de los Estados Pontificios. La Nobleza Negra la constituían las familias oligárquicas de Venecia y Génova, Italia, que en el siglo XII tenía los derechos comerciales privilegiados o monopolios. La primera de las tres cruzadas, desde 1063 hasta 1123, estableció el poder de la Nobleza Negra veneciana y solidificó el poder de la clase gobernante rica. La aristocracia de la Nobleza Negra logró un control completo sobre Venecia en 1171, cuando el nombramiento del Duque fue trasladado a lo que se conoce como el Gran Consejo, compuesto por miembros de la aristocracia comercial, entre ellos la célebre familia Medici. Venecia se ha mantenido en sus manos desde entonces, pero el poder y la influencia de la Nobleza Negra veneciana ha extendido su poder mucho más allá de sus fronteras. se dice que Blavatsky fue miembro de una sociedad egipcia, la Hermandad de Luxor. Blavatsky llegó a Nueva York en 1873 y, con ayuda de un Coronel Henry Olcott, dos años después fundó la Sociedad Teosófica. Las doctrinas de esta sociedad están basadas en libros de Blavatsky, como Isis sin velo, que fue escrito en 1877, y La Doctrina Secreta, publicado en 1888, que a su vez se basan en la Cábala hebrea. Blavatsky afirmó estar en contacto psíquico con maestros ocultos. Estos maestros, dijo, vivían en Asia central y podían ser contactados telepáticamente por aquellos que conocían los misterios esotéricos. Hoy llamamos “canalización” a este proceso de comunicación telepática. Por cierto, hay algunas investigaciones que indican que hay bases subterráneas y submarinas secretas de presuntos extraterrestres alrededor del mundo, Asia central entre otros.
Esto conecta con numerosas leyendas y tradiciones antiguas, que encontramos en todo el mundo, y que nos hablan de una raza superior que vive en las entrañas de la Tierra. Otra gran influencia sobre Hitler la ejerció la novela La Raza Futura, de Edward Bulwer Lytton, que era amigo del Primer Ministro británico, Benjamin Disraeli, y del escritor Charles Dickens, así como Gran Maestre de la Sociedad Rosacruz Inglesa, que tuvo como miembros a Francis Bacon y John Dee. Bulwer-Lytton fue también un Gran Maestre del Rito Escocés de la Masonería y jefe de la Inteligencia Británica. Se dice que uno de sus agentes era Helena Blavatsky. Tal como ya hemos dicho, en La Raza Futura Bulwer-Lytton escribió sobre una misteriosa civilización en el interior de la Tierra, mucho más adelantada que la nuestra. Estos superhombres subterráneos, de acuerdo con la novela de Bulwer – Lytton, emergerían a la superficie un día y tomarían el control del mundo. Muchos nazis creían en ello. Los temas de superhombres subterráneos o maestros ocultos pueden ser encontrados en sociedades secretas y en leyendas en todo el mundo. Por ejemplo, en la Orden de la Golden Dawn, creada en 1888 por el Dr. Wynn Westcott, un Francmasón, y por S.L. Mathers. Estas sociedades secretas respaldan el mito de razas extraterrestres e intraterrestres. Mathers creó una serie de rituales e iniciaciones diseñadas para ayudar a sus miembros a acceder a su pleno potencial psíquico y físico. Al parecer estos rituales habrían atraído potentes energías negativas. A mediados de la década de 1890, había templos de la Orden de la Golden Dawn en Londres, Edimburgo, Bradford, Weston Super Mare, y París, donde Mathers puso su sede. La Golden Dawn también refirió a la fuerza Vril, que también influyó en los fundamentos esotéricos en que se basó el nazismo. Mathers había conocido a Helena Blavatsky y también el Maestre del Templo de Londres de la Orden, el poeta William Butler Yeats, que ganaría un premio Nobel de Literatura. La Golden Dawn continúan existiendo, pero la versión original se dividió después de una disputa entre Yeats, Mathers, y Aleister Crowley, que la dividieron en facciones enfrentadas. Otros grupos que influyeron en la filosofía nazi incluían a la Orden de los Templarios Orientales (OTO) y la Orden de los nuevos templarios, que utilizaban rituales para crear y dominar la energía conocida como Vril.
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