http://oldcivilizations.wordpress.com
Entre las tradiciones de Egipto y Grecia, por una parte, y de Persia, por otra, hay demasiadas semejanzas de símbolos para admitir que semejantes coincidencias sean debidas a pura casualidad.
Esto ha sido probado por el orientalista francés Jean-Sylvain Bailly.
Sobre todo es significativo comparar las tradiciones de los magos persas con las llamadas fábulas griegas.
El término mago proviene del persa antiguo maguš por mediación del griego μάγος y finalmente del latín magus. El sentido original de la palabra Mago se refería a los integrantes de una tribu de Media y luego a los sacerdotes persas.
El Imperio medo o Media o (en persa antiguo: Mâda; en kurdo: Mâd) fue un antiguo imperio asiático de la Antigüedad que correspondía a la región poblada por los medos entre el mar Caspio y los ríos de Mesopotamia. Luego fue conquistado y anexado a Persia. Su capital fue Ecbatana.
En términos modernos el concepto de mago se refiere, a una especie de astrólogo o adivino, que practica magia, hechicería o brujería. Comúnmente, “mago” se refiere a hechicero masculino, y “bruja” a una hechicera.
Media constituye un problema para los estudiosos que tratan de describir este antiguo imperio. Las pruebas de que se disponen son poco fidedignas: consisten en algunos hallazgos arqueológicos, algunas referencias en textos cuneiformes asirios y babilonios, la inscripción persa de Behistún, Los nueve libros de historia del historiador griego Heródoto, y dos capítulos en la Biblia.
Originalmente, un magi era el miembro de una tribu de la antigua Media que se ocupaba de las prácticas religiosas y funerarias. Después de la conversión de esta tribu al zoroastrismo fueron considerados por los tres imperios persas guardianes del legado de Zaratustra o Zoroastro, profeta fundador del mazdeísmo o zoroastrismo, a pesar de que introdujeron algunas modificaciones al mensaje original.
Los magos de Persia fueron incluyendo en su religión algunos temas o elementos de Babilonia, como la astrología, la demonología y la magia. En su rito religioso vertían libaciones de leche, aceite y miel sobre una llama y al mismo tiempo entonaban rezos y canciones. Llevaban vestiduras blancas, tiara, y en la mano un haz de ramas de tamarisco. Ya en el siglo I fueron reconocidos como hombres sabios .
Los más tarde llamados reyes magos, personajes llegados de Oriente y mencionados en la Biblia (Mateo 2), eran magos en el sentido original del término, esto es, sacerdotes persas. El cambio de significado del término, que pasa a designar a alguien que practica la magia o hechicería, se debe a la asimilación que la Iglesia hizo de las creencias y rituales religiosos no cristianos, como los zoroastrianos, con la brujería y prácticas similares.
Helena Blavatsky (1831 – 1891), fue una escritora, ocultista y teósofa rusa. Fue también una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la Teosofía moderna. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta, escritos en 1875 y 1888, respectivamente. En sus escritos, de gran erudición, se refirió a una serie de civilizaciones antiguas, algunas de ellas perdidas, que han servido de inspiración a escritores posteriores que han tratado estos temas. Me he basado en algunos de sus escritos para redactar este artículo. Su nombre original era Helena Petrovna Hahn, pero adoptó el nombre de Blavatsky a consecuencia de un matrimonio que, a su pesar, celebró a los 17 años. Nació el 31 de julio de 1831, en Ekaterinoslav, al Sur de Rusia. De noble ascendencia social, ya que era nieta de la princesa Elena Dolgorouki, terminó sus días en precaria situación económica, debido a las grandes sumas que canalizó para la obra teosófica, así como a su vida aventurera. Viajó un poco por todo el mundo, buscando experiencias, conocimientos y contactos que fueron a revelarse preciosos e indispensables para la magna tarea a la que se dedicó. Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Grecia, Turquía, Estados Unidos de América, Canadá, Méjico, Perú, Palestina, Egipto, Persia, Sri Lanka, India y Tibet fueron solamente algunos de los puntos geográficos donde pasó partes de su vida. Murió el día 8 de Mayo de 1891, en Londres. De ella se ha dicho: “Tal fue el fin de la mujer de quien podemos decir que fue la mejor y más sabia, no apenas de su generación como, probablemente, de muchas“. En 1875, junto con Henry Steel Olcott, prestigioso coronel americano que había conocido un año antes, y con un pequeño grupo, creó la Sociedad Teosófica, cuya sede fue inicialmente en Nueva York pero que, poco después, fue transferida a la India. En su historia hay diversos claro oscuros, ya que, por ejemplo, tuvo gran influencia en algunos de los jerarcas nazis, especialmente en algunos de sus conceptos antisemitas y racistas. De todos modos debemos reconocer que murió casi 40 años antes de la aparición del nazismo y que los nazis prohibieron la Sociedad Teosófica que ella había fundado.
Isaac Asimov, un escritor y bioquímico soviético, nacionalizado estadounidense, en su libro “El Cercano Oriente” menciona que los magos son sacerdotes de las tribus iranias, llamados magi. Y como se pensaba que los sacerdotes tenían poderes ocultos, magi, en caldeo, llegó a significar hechicero o mago. En un sentido muy diferente, en épocas recientes el título de “Mago” se ha asignado a los artistas que practican el ilusionismo, es decir a quienes realizan juegos para crear ilusiones visuales o en cualquiera de los sentidos, simulando poderes especiales, con objetivos recreativos. Esta “magia” ha entrado a formar parte de las artes escénicas contemporáneas. En la actualidad el arte de la magia y la ilusión es utilizado por los magos para lograr el asombro y la diversión de sus espectadores. Las antiguas leyendas han pasado a ser ahora cuentos populares, pero las tradiciones de Persia se han abierto paso en nuestra historia universal. Los relatos del Rey Arturo y de sus Caballeros de la Tabla Redonda son también aparentemente cuentos de hadas y, sin embargo, están basados en hechos que pertenecen a la historia de Inglaterra. Esa tradición persa dice que, antes de la creación de Adán, vivieron en la tierra dos razas sucesivas: los Devs, que reinaron 7.000 años, y los Peris (los Izeds), que sólo reinaron 2.000. Los Devs eran gigantes, fuertes y malvados, mientras que los Peris eran más pequeños de estatura, pero más sabios y bondadosos. En esto reconocemos a los Gigantes atlantes y arios, a los Râkshasas del Râmâyana, a los hijos de Bhârata-varsha, en la India, o a los antediluvianos y los postdiluvianos de la Biblia. Gyân, llamado también Gian ben-Gian (Sabiduría), fue Rey de los Peris. Tenía un escudo tan famoso como el de Aquiles, sólo que en lugar de servir contra un enemigo en la guerra, servía de protección contra la magia siniestra y la brujería de los Devs. Gian-ben-Gian había reinado 2.000 años cuando a Iblis, el Demonio, le fue permitido por Dios derrotar a los Peris y arrojarlos al otro extremo del mundo. Ni aun el escudo mágico, construido con arreglo a principios astrológicos, que destruía los hechizos y encantamientos, pudo vencer a Iblis, que era un agente del Destino, o Karma. Cuentan hasta diez reyes en su última metrópoli, llamada Khanoom, y el décimo dicen fue Kaimurath, idéntico al Adán hebreo. Estos reyes corresponden a las diez generaciones antediluvianas de reyes, según las presenta el filósofo y sacerdote Beroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario