El proceso creativo o la ya tan manida expresión “ley de la atracción”, sigue en muchos casos pareciendo algo abstracto, algo de lo que hemos oído hablar o hemos leído, pero al final, da la sensación de que algo se nos sigue escapando, pareciera que existe un agujerito por donde parte de nuestra energía se fuga y por más que intentamos crear nuestra realidad, no terminamos de ver los resultados que tanto anhelamos.
Cuánto más conocimiento adquieras sobre como es la realidad energética y conciencial de la que formas parte en este infinito Universo, más posibilidades tendrás de ser aquello que realmente eres, y por ende, dejar de bloquear inconscientemente lo que deseas que forme parte de tu experiencia en la Tierra.
Una de las cosas más importantes es saber que la energía del Universo es una energía libre y disponible para todos en cualquier momento. Esa energía es inagotable, se regenera a sí misma y se comunica contigo y con todo el vasto infinito simultáneamente. Y lo hace con el siguiente movimiento:
Esta energía que está continuamente en movimiento, alberga sin embargo, un diminuto punto justo en el centro que permanece inmóvil. Es un punto más pequeño que la parte más pequeña de un átomo. Pero es en ese punto donde reside todo el poder para poner en acción todo deseo que queramos experimentar. Se llama “el punto cero” o “el punto de inicio”, el lugar donde todo empieza, también se le denomina “la unidad universal” porque es el lugar donde todas las posibilidades conviven simultáneamente a la espera de que un observador, o sea tú, le des una forma y un significado. En el caso de nuestro planeta se encuentra físicamente en el centro justo del núcleo de la Tierra. En el caso de una manzana, como ves en la imagen, en el centro justo de la semilla, y en el ser humano justo encima del ombligo. En las personas, a la sede física de la fuerza creadora se le llama “estrella del núcleo” o “tan tien”. Ten en cuenta, que es justo de esta forma como se creó nuestro Universo. En un inicio sólo existía un punto microscópico cargado de una energía inconmensurable, que en un momento dado, y a causa de una conciencia universal que así lo deseó, ese punto explotó, lo que conocemos como Big Bang, y a partir de ahí se formó todo lo que conocemos. A día de hoy, los científicos aseguran que esa energía primigenia continua en expansión. Lo que viene a certificar una vez más, que la energía es infinita e inagotable.
Lo más importante para que esta técnica energética de resultados, es que tomes plena y profunda conciencia del ser energético e infinito que eres. Toma conciencia de que eres mucho más de lo que te han hecho creer. Toma conciencia de que dentro de ti y en comunión con el resto del Universo, albergas un poder ilimitado capaz de crear cualquier cosa que se te ocurra y ayúdate visualizando esta energía partiendo desde la parte de arriba de tu ombligo fluyendo hacía abajo por la parte interior de tus piernas, subiendo luego por la parte exterior de las mismas y volviendo a entrar por el centro de la cabeza hasta llegar de nuevo a la parte de arriba de tu ombligo. Ten presente, que aunque no te des cuenta, todo el tiempo está ocurriendo así, incluso cuando duermes.
Puntos clave pare practicar esta técnica:
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Empieza por practicarla en silencio y solo, o cuando hagas deporte, pero con el tiempo hazlo cada vez que te acuerdes estés donde estés, sólo o acompañado.
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No importa que lo hagas de pie, acostado o sentado, lo único realmente importante es que seas consciente de la realidad energética que eres.
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La practica consiste, primero en visualizar dicha energía creándose y regenerándose en ti mismo, con en el movimiento que indican las imágenes arriba expuestas.
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Segundo, visualizando que dicha energía mientras hace ese recorrido está en pleno contacto con el resto de la energía universal, de la que da y recibe información muy valiosa.
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Esa información que tú le vas a dar a la energía del campo universal, es el deseo de lo que quieres ver manifestado en tu vida como si ya lo tuvieras. Es decir, mientras visualizas como sale y entra esa energía de tu cuerpo, con el movimiento que enseñan las imágenes de arriba, utilizarás tu intelecto y tu corazón.
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Tu intelecto lo vas a utilizar para pensar en lo que deseas ver manifestado en tu vida (piensa en el coche, en la pareja, en el trabajo, en el dinero, etc, que deseas tener).
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Y tu corazón lo vas a utilizar para darle al campo universal la información de que ya tienes eso que quieres. Esta parte es la más difícil y la más importante. Sin el sentimiento adecuado, por mucho que utilices el intelecto no dará resultados. ¿Por qué? Porque afortunadamente, vivimos en un Universo de emociones, un Universo donde la energía más poderosa es el AMOR. Así que para hablar el mismo idioma del Universo, tendrás que sentir emociones que vengan del amor, como por ejemplo: alegría, emoción, entusiasmo, pasión, autoestima, etc.
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Es importante transmitir que lo que deseas ya lo tienes, porque el Universo no toma decisiones por ti, tienes libre albedrío, por lo tanto, el Universo funciona como un espejo, y aquí llega la segunda parte importante de esta técnica, y es que cuando estés visualizando el recorrido de tu energía en tu cuerpo, en la parte en que la energía vuelve a entrar por tu cabeza y llega a la parte de arriba de tu ombligo, tienes que visualizar que llega reflejando exactamente lo que al inicio del ejercicio le has enviado.
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Es decir, empezamos el ejercicio visualizando la energía en la parte de arriba del ombligo, sintiendo que lo que deseamos manifestar ya lo tenemos, seguimos sintiendo eso mientras la energía viaja por el interior de las piernas, sale hacía el exterior de las mismas y llega a la cabeza, justo en el momento en el que entra por el chakra corona de la cabeza y hasta que llegue de nuevo a la parte de arriba del ombligo debes sentir que tus sentimientos se mezclaron ya, en ese recorrido, con los átomos del campo universal que se transformarán en aquello que tu deseas, cumpliendo así su función de espejo, la función de haber sido mirados por un observador (que eres tú) y haberse convertido en eso que el observador deseó. Lo que han descubierto los científicos, es que los átomos son nubes de probabilidad a la espera de ser convertidos en algo concreto, ahí es donde tú intervienes. Para convertir esa nube de probabilidad en lo que deseas ver manifestado, debes mirar hacía esos átomos, o sea, la materia, como si ya fuera lo que tú deseas, es la única manera de que se conviertan en lo que tú quieres. Mientras son nubes de probabilidad, son todas las cosas a la vez en espera de ser mirados para convertirse en algo específico. Ellos obedecen tus órdenes, se materializan en lo que tú has creído y sentido. El Universo es un espejo.
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