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Fra Angelico
Guido di Pietro da Mugello nació en Vicchio di Mugello, Florencia, Región de Toscana, Italia, el 24 de junio de 1390.Fray Juan de Fiésole, fue el nombre que adoptó en la Orden Dominica, conocido como Fra Angelico.
Compaginó su actividad artística con la vida monacal siendo un hombre de gran devoción, que se refleja en toda su obra. A este respecto Giorgio Vasari escribe en uno de sus libros, concretamente en el que habla de la vida de de los mejores escultores, arquitectos y pintores, refiriéndose a Fra Angelico: “Nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó un crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas”.
Fra Angelico, supo combinar la elegancia del gótico, sobre todo la del gótico internacional de Gentile da Fabriano, con el estilo realista de otros maestros renacentistas como Masaccio y los escultores Ghiberti y Donatello, y supo aplicar así mismo las teorías sobre la perspectiva de León Battista Alberti. Las expresiones de devoción en los rostros que pintó son muy logradas, igualmente ocurre con la utilización del color que logra mayor intensidad emotiva en su obra.
Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, especialmente en los frescos realizados en Roma, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer Renacimiento.
Entre sus obras más importantes: “La Madonna de la Estrella” en San Marcos de Florencia; “Cristo en la Gloria rodeado de santos y de ángeles”, actualmente en la National Gallery de Londres; en esta últina, hay pintadas más de doscientas cincuenta figuras diferentes; “La coronación de la Virgen”, un fragmento en San Marcos de Florencia y otro en el Museo del Louvre de París; “El juicio universal”, en San Marcos. Estas obras pertenecen a su primera época.
A partir de la “Madonna dei Linaioli”, de 1433, en San Marcos, se aprecia la madurez de su pintura y su estilo, en esta obra pinta una doce ángeles tocando instrumentos musicales.
Los dominicos de Fiésole se trasladan al convento de San Marcos de Florencia en 1436, que acababa de ser reconstruido. Fra Angélico, pintó en el un buen número de frescos en su claustro. La Sala Capitular y las entradas a las veinte de las celdas de los frailes, en los corredores superiores. De estos, los más impresionantes son “La Crucifixión”, “Cristo Peregrino” y “La Transfiguración”.
El retablo que realizó, así mismo para San Marcos hacía 1439, es una de las primeras representaciones conocidas de la llamada Sacra Conversación, en ella, la Virgen acompañada de ángeles y santos parecen compartir un espacio común. En esta obra pintó una Anunciación, iconografía que realizó innumerables veces.
En 1445, Fra Angélico es llamado por el papa Eugenio IV para que viaje a Roma con el fin de pintar unos frescos para la Capilla del Sacramento en el Palacio del Vaticano, hoy desaparecida.
En 1447, pintó los frescos de la catedral de Orvieto, en los que le ayudaron sus discípulos, Benozzo Gozzoli entre otros.
Sus últimas obras importantes, fueron los frescos que pintó en el Vaticano en la Capilla del Papa Nicolás V, en ellos, se representan episodios de las vidas de San Lorenzo y de San Esteban, son de 1447 a 1449, y probablemente fueran pintados por algunos de sus ayudantes a partir de sus propios diseños.
De 1449 a 1452, fue prior de su convento de Fiesole.
Murió el 18 de febrero de 1455, en el convento dominico de Roma.
La Anunciación realizada entre 1430 y 1432, se encuentra en el Museo del Prado de Madrid. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, posee “La Virgen de la Humildad”. La Casa de Alba alberga en el Palacio de Liria de Madrid “La Virgen de la Granada”, que fue adquirida por dicha Casa en 1816 en Florencia.
Fue beatificado por Juan Pablo II en 1982 con el nombre de “Beato Fra Angélico”.
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