Abrid los ojos hacia vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y el tiempo. Oireis que alli vuelven a resonar el canto de los astros, la voz de los numeros y la armonia de las esferas. Cada sol es un pensamiento de dios y cada planeta una forma de ese pensamiento, y es para conocer el pensamiento divino que vosotras almas descendereis y remontareis penosamente el camino de los siete planetas y de los siete cielos suyos. HERMES TRISMEGISTO


Lo que la oruga ve como el final de la vida, el maestro lo llama una mariposa. RICHARD BACH

DEDICATORIA

Allí, donde habitan las mariposas, lo hacen tambien las hadas y los angeles, la verdad y la ilusion, la alegria, el amor, la dulzura y la fantasia; los mas bellos sueños y la esperanza.

Es el lugar donde los rios son de miel y las montañas de plata y diamantes; donde los seres alados bailan moviendose al ritmo de la musica de George Harrison y el aroma del Padmini; donde puedo descansar en grandes almohadones de plumas tejidos con hilos de seda y oro. Es mi refugio, y el de muchos que sueñan encontrarlo, sin saber aún que son mariposas.

Este blog esta dedicado a todos ellos y ojala puedan disfrutarlo como parte de su camino hacia el lugar donde habitaron o habitaran algun dia


Parameshwary
Enero 2009


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Secretos Parameshwary

domingo, 28 de octubre de 2018

Enoc. Libro sobre el Movimiento de Luminarias Celestiales.



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Capítulo 72

El Libro del Movimiento de la Luminarias Celestiales, las relaciones entre ellas, de acuerdo con su clase, su dominio y su estación, cada una según su nombre y el sitio de su salida y según sus meses, las cuales Uriel, el santo ángel que estaba conmigo y que es su guía, me mostró y me reveló todas sus leyes exactamente como son y como se observan todos los años del mundo, hasta la eternidad, hasta que se complete la nueva creación que durará hasta la eternidad.

Esta es la primera ley de las luminarias, la luminaria del sol, que tiene su nacimiento en las puertas orientales del cielo y su puesta en las puertas occidentales del cielo.

Vi seis puertas donde el sol nace y seis puertas donde el sol se oculta, y la luna nace y se oculta por esas puertas, así como los líderes de las estrellas y quienes los guían a ellos.

Son seis puertas al oriente y seis al occidente, una tras la otra en riguroso orden y además muchas ventanas a la derecha y a la izquierda de esas puertas.

Primero allí aparecía la gran luminaria cuyo nombre es el sol y cuya circunferencia es como la circunferencia del cielo y está totalmente lleno de un fuego que alumbra y abrasa.

El viento lleva el carro en el que él asciende y el sol se oculta y retorna a través del norte para regresar al oriente y es conducido para que entre por esa puerta y brille en la faz del cielo.

En esta forma nace en el primer mes por la gran puerta que es la cuarta.

En esta cuarta puerta por la cual el sol nace el primer mes hay doce ventanas abiertas de las cuales procede una llama cuando están abiertas en su estación.

Cuando el sol nace viene desde esa cuarta puerta por treinta mañanas seguidas y se pone exactamente por la cuarta puerta en el occidente del cielo.

Durante este período cada día llega a ser más largo que el anterior y cada noche llega a ser más corta que la anterior:

En ese momento el día se ha alargado en una novena parte a costa de la noche: el día equivale a diez partes y la noche exactamente a ocho partes.

El sol nace por esa cuarta puerta y se pone por la cuarta y vuelve a la quinta puerta oriental a las treinta mañanas y nace por la quinta puerta y se pone por la quinta puerta.

Entonces el día se ha alargado en dos partes y es de once partes y la noche es más corta y es de siete partes.

Y retorna al oriente y entra en la sexta puerta y nace; y se oculta por la sexta puerta durante treinta y una mañanas, por cuenta de su signo.

En ese momento el día es más largo que la noche, el día llega a ser el doble de la noche y equivale a doce partes y la noche es acortada y equivale a seis partes.

Entonces el sol se eleva para acortar el día y alargar la noche y el sol regresa al oriente para entrar por la sexta puerta y nace por ella, y se pone, durante treinta mañanas.

Y cuando las treinta mañanas han pasado el sol ha disminuido en una parte exactamente y equivale a once partes y la noche a siete.

El sol sale del occidente por esa sexta puerta y va al oriente y nace por la quinta puerta durante treinta mañanas y se pone en el occidente, de nuevo por la quinta puerta.

En ese momento el día disminuye en otra parte y equivale a diez partes y la noche a ocho.

El sol va desde esa quinta puerta y se oculta por la quinta puerta del occidente y nace por la cuarta puerta durante treinta y un mañanas a causa de su signo y se oculta por el occidente.

En ese momento el día es igual a la noche, llegan a ser equivalentes: la noche tiene nueve partes y el día nueve partes.

El sol que nace por esa puerta y se oculta por el occidente, nace por la tercera puerta por treinta mañanas y se pone al occidente por la tercera puerta.

En ese momento la noche es más larga que el día y que las noches anteriores y cada día es más corto que el día anterior hasta la trigésima mañana; la noche equivale exactamente a diez partes y el día ocho.

El sol que nace por aquella tercera puerta y se pone por la tercera puerta en el occidente, regresa para salir por el oriente y nace por la segunda puerta durante treinta mañanas y así mismo se pone por la segunda puerta al occidente del cielo.

En ese momento la noche equivale a once partes y el día a siete.

El sol que sale durante ese período por esa segunda puerta y se pone al occidente por la segunda puerta, vuelve al oriente por la primera puerta durante treinta y una mañanas y se oculta por la primera puerta al occidente del cielo.

En ese momento la noche se ha alargado hasta llegar a ser dos veces el día: la noche equivale exactamente a doce partes y el día a seis.

El sol que ha recorrido las secciones de sus órbitas, vuelve de nuevo sobre ellas y entra por cada una de sus puertas durante treinta mañanas y se pone al occidente por la opuesta.

Entonces la noche disminuye una parte su duración y la noche equivale a once partes y el día a siete.

El sol ha regresado y ha entrado por la segunda puerta del oriente y retorna por las secciones de su órbita durante treinta mañanas naciendo y ocultándose.

En ese momento la duración de la noche disminuye y equivale a diez partes y el día a ocho.

Entonces el sol nace por la segunda puerta y se pone por el occidente y vuelve al oriente y nace por la tercera puerta durante treinta y una mañana y se pone al occidente del cielo.

En ese momento la noche se ha acortado y equivale a nueve partes y el día equivale a nueve partes, la noche es igual al día y el año tiene exactamente trescientos sesenta y cuatro días.

La duración del día y de la noche y el acortamiento del día o de la noche, son señaladas por el recorrido del sol.

Así en ese recorrido el día se alarga y la noche se acorta.

Ésta es la ley del recorrido del sol y su retorno, según la cual el vuelve y nace sesenta veces, así la gran luminaria que se llama sol, por los siglos de los siglos.

La que se levanta es la gran luminaria, nombrada según su propia apariencia, como lo ha ordenado el Señor.

Así como nace se oculta, sin decrecer ni descansar, sino recorriendo día y noche; y su luz brilla siete veces más que la de la luna, aunque al observarlos a ambos tengan igual tamaño.


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Capítulo 73

Después de esta ley, vi otra ley, que trata sobre la pequeña luminaria, cuyo nombre es luna.

Su circunferencia es como la circunferencia del cielo y el carro en el cual monta y la luz le es dada con mesura; y cada mes su nacimiento y su puesta se modifican; sus días son como los días del sol y cuando su luz es plena, es la séptima parte de la luz del sol.

Así nace: en su primera fase nace del lado del oriente el trigésimo día y en la época en que ella aparece es para vosotros el principio del mes sobre el trigésimo día, simultáneamente cuando el sol está en la puerta por la cual nace.

Es visible en la mitad de la séptima parte; toda su circunferencia está vacía sin luz, con excepción de medio séptimo, la catorceava parte de su luz.

Y cuando recibe medio séptimo de su luz, su luz se incrementa la mitad de la séptima parte de ella.

Se pone con el sol y cuando el sol nace la luna nace con él y recibe la mitad de una séptima parte de luz y en esa noche, en el comienzo de su mañana, la luna se oculta con el sol y es invisible esa noche en su catorceavo o en el medio séptimo.

Ella nace en ese momento exactamente con una séptima parte y sale y se inclina hacia el nacimiento del sol y en el resto de sus días llega a brillar en las otras trece partes.


Capítulo 74

He visto otra ruta, una ley para ella, cómo por medio de esta ley se cumple el movimiento de sus meses.

Todo esto me lo mostró Uriel, el ángel santo líder de todos ellos, anotó su posición tal y como él me la ha revelado y anotó sus meses tal y como son y el aspecto de su luz hasta que se cumplan quince días.

En cada séptima parte ella cumple su luz al oriente y en cada séptima parte ella cumple su oscuridad al occidente.

En ciertos meses ella altera sus puestas y en ciertos meses ella sigue su propio curso.

Son dos los meses en que la luna se oculta con el sol, por las dos puertas que está en la mitad, la tercera y la cuarta.

Ella sale por siete días, vira y retorna por la puerta por donde sale el sol.

Cuando el sol sale por la séptima puerta, ella sale por siete días, hasta que nace por la quinta y vira y regresa de nuevo durante siete días por la cuarta puerta, completa toda su luz, se aleja y entra por la primera puerta durante ocho días.

Ella retorna durante siete días por la cuarta puerta por la que sale el sol.

Así he visto su posición, cómo la luna sale y el sol se pone durante esos días.

Si añadimos cinco años el sol tiene un excedente de treinta días y todos los días que suma uno de estos cinco años al completarse, son trescientos sesenta y cuatro días.

El excedente del sol y las estrellas llega a seis días, en cinco años de a seis días por año son treinta días y a la luna le faltan treinta días con respecto al sol y las estrellas.

El sol y las estrellas llevan completo el año exactamente, tanto que ellos no adelantan ni retroceden su posición ni un sólo día por toda la eternidad y completan los años con perfecta justicia cada trescientos sesenta y cuatro días.

En tres años hay mil noventa y dos días, en cinco años, mil ochocientos veinte días y en ocho años dos mil novecientos doce días.

Pero para la luna sola sus días en tres años llegan a mil sesenta y dos y a los cinco años le faltan cincuenta días, 15 Ella tiene en cinco años mil setecientos setenta días y así hay para la luna durante ocho años, dos mil ochocientos treinta y dos días.

A los ocho años le faltan ochenta días.

El año se cumple regularmente según las estaciones del mundo y la posición del sol, que sale por las puertas por las cuales nace y se oculta durante treinta días.


Capítulo 75

Los jefes de las cabezas de mil que están encargados de toda la creación y de todas las estrellas tienen qué hacer con los cuatro días intercalados, siendo inseparables de su obra de acuerdo con el cálculo del año, tienen que prestar servicio durante cuatro días que no son contabilizados.

Por esta causa los hombres se equivocan pues estas luminarias prestan servicio exactamente a las estaciones del mundo, una por la primera puerta, otra por la tercera, otra por la cuarta y otra por la sexta puerta y la armonía del mundo se cumple en trescientos sesenta y cuatro estaciones.

Porque los signos, los tiempos, los años y los días me los mostró Uriel, el Vigilante a quien el Señor de gloria ha encargado de todas las luminarias del cielo y en el mundo, para que reinen sobre la faz del cielo, sean vistas desde la tierra y sean las guías del día y de la noche, así el sol la luna, las estrellas y todas las criaturas auxiliares que recorren sus órbitas en los carros del cielo.

De la misma forma Uriel me mostró doce puertas abiertas en el recorrido de los carros del sol en los cielos; por ellas salen los rayos del sol y se expande el calor sobre la tierra cuando están abiertas en las estaciones que le son asignadas.

[Ellas sirven también para los viento y el espíritu del rocío cuando están abiertas en los límites de los cielos.]

Son doce las puertas del cielo en los confines de la tierra, de las cuales salen el sol, la luna, las estrellas y toda creación en el cielo al oriente y al occidente;

y hay numerosas ventanas abiertas a su derecha y a su izquierda y cada ventana esparce calor en su estación; ellas corresponde a esas puertas por las que salen las estrellas y se ocultan de acuerdo con su número, según lo ha mandado Él.

He visto en los cielos carros que recorren el mundo por encima de esas puertas y en ellos ruedan las estrellas que no se ocultan.

Hay uno más grande que todos, que le da la vuelta al mundo entero.


Capítulo 76

En los límites de la tierra he visto doce puertas abiertas para todas las regiones; por ellas salen los vientos y desde ellas soplan sobre la tierra.

Tres de ellas están abiertas sobre la faz del cielo, tres al occidente, tres a la derecha del cielo y tres a la izquierda.

Las tres primeras son las que están al oriente, las tres siguientes al sur, las tres siguientes al norte y las tres siguientes al occidente.

Por cuatro de ellas salen los vientos que son para la curación de la tierra y para su vivificación, y por ocho salen los vientos perjudiciales que cuando son enviados destruyen toda la tierra, las aguas y todo lo que hay en ellas, lo que crece, florece o repta, tanto en las aguas como en la tierra seca y todo lo que vive en ella.

Primero sale el viento del oriente por la primera puerta oriental y se inclina hacia el sur. Por allí sale la destrucción, la sequía, el calor y la desolación

Por la segunda puerta, la del medio, sale el viento del Este-Este: la lluvia, los frutos, la reanimación y el rocío. Por la tercera puerta sale el viento del nororiente que está cerca del viento del norte: frío y sequía.

Detrás de ellos, por las tres puertas que están al sur de los cielos, sale en primer lugar por la primera puerta un viento del sur que está al sur y al oriente un viento de calor.

Por la segunda puerta sale un viento del sur al que llaman sur: rocío, lluvia, bienestar, reanimación.

Por la tercera puerta sale un viento del suroccidente: rocío, lluvia, langosta y destrucción.

Tras este, sale un viento norte que viene de la séptima puerta, hacia el oriente, con rocío, lluvia, langostas y desolación.

De la puerta del medio sale directamente un viento con salud, lluvia, rocío y prosperidad. Por la tercera puerta, la que se inclina al occidente, viene un viento con nubes, escarcha, nieve, lluvia, rocío y langostas.

Después de estos están los vientos del occidente. Por la primera puerta, que está inclinada hacia el norte, sale un viento con rocío, escarcha, frío, nieve y helada.

Por la puerta de en medio sale un viento con rocío, lluvia, prosperidad y bendición. A través de la última puerta, la que se inclina al sur, sale un viento con carestía, ruina, quema y desolación.

Se acabaron las doce puertas de los cuatro puntos cardinales del cielo. Te he enseñado su explicación completa ¡Oh, hijo mío, Matusalén!


Capítulo 77

Al oriente lo llaman este porque es el primero; al sur lo llaman mediodía porque allí habita el Grande y en Él reside el Bendito por siempre.

Al gran punto cardinal lo llaman poniente porque allí van las estrellas del cielo, por allí se ponen y por allí se ocultan, por eso lo llaman poniente.

Al norte lo llaman norte porque en el se esconden, se reúnen y se vuelven todos los astros del cielo y se dirigen hacia el oriente de los cielos. Al oriente lo llaman levante porque desde allí se alzan los cuerpos celestes y desde allí se levantan. Vi tres secciones de la tierra: una para que en ella habiten los hijos de los hombres, otra para todos los mares y los ríos y otra para Los Siete y para el Paraíso de Justicia.

Vi siete montañas más altas que todas las montañas que hay sobre la tierra, la nieve las cubre y de ellas vienen los días, las estaciones y los años.

Vi siete ríos sobre la tierra, más grandes que todos los ríos, uno de los cuales viene del occidente y sus aguas desembocan en el Gran Mar.

Otros dos vienen desde el norte hacia el mar y sus aguas desembocan en el Mar de Eritrea.

Los otros cuatro salen del lado del norte cada uno hacia su respectivo mar: dos de ellos hacia el Mar de Eritrea y dos dentro del Gran Mar.

Vi siete grandes islas en el mar y el continente, dos hacia el continente y cinco en alta mar.


Capítulo 78

[Los nombres del sol son los siguientes: el primero es Oranyes y el segundo Tomás;

y la luna tiene cuatro nombres: el primero es Asonya, el segundo Ebela, el tercero Benase y el cuarto Era'el.]

Estas son las dos grandes luminarias, su circunferencia es como la circunferencia del cielo y la talla de sus dos circunferencias es similar.

Dentro de la circunferencia del sol hay siete partes de luz que le son añadidas de más con respecto a la luna y con completa mesura le es transferida a ella hasta la séptima parte extraída al sol.

Ellas se ponen y entran por las puertas del occidente, hacen su viraje por el norte y vuelven por las puertas del oriente sobre la faz del cielo.

Cuando la luna se levanta, la mitad de un séptimo de su luz brilla en los cielos para aparecer sobre la tierra y se com pleta de día en día, hasta el día catorce cuando toda su luz está completa.

Su luz crece por quinceavos y se completa de día en día hasta el día quince, en el cual toda su luz está completa, según el signo de los años. La luna crece y realiza sus fases de a medios séptimos.

En su fase menguante la luna disminuye su luz: el primer día un catorceavo; el segundo, un treceavo; el tercero, un doceavo; el cuarto, un onceavo; el quinto, un décimo; el sexto, un noveno; el séptimo, un octavo; el octavo, un séptimo; el noveno, un sexto; el décimo, un quinto; el undécimo, un cuarto; el duodécimo, un tercio; el treceavo, un medio; el catorceavo la mitad de un séptimo; hasta que el quinceavo desaparece todo remanente de luz.

En ciertos meses tiene veintinueve días y otras veces veintiocho días.

Y Uriel me enseñó otro cálculo, habiéndome mostrado cuando la luz es transferida a la luna y sobre cual lado se la transfiere el sol.

Durante toda la fase creciente de la luna, se transfiere su luz frente al sol durante catorce días hasta que se ilumina toda y su luz es completa en el cielo.

El primer día es llamada luna nueva, porque desde ese día su luz crece.

Llega a ser luna llena exactamente en el momento en que el sol se oculta por el occidente y ella asciende desde el oriente por la noche y la luna brilla durante toda la noche, hasta que el sol nace frente a ella y la luna es observada frente al sol.

Por el lado por que la luz de la luna llega, por ahí decrece de nuevo, hasta que toda su luz desaparece, los días del mes se completan y su circunferencia está vacía, sin luz.

Por tres meses ella sale de treinta días y en su tiempo ella sale por tres meses de veintinueve días cada uno, en los cuales ella cumple su menguante en el primer período de tiempo y en el primer portal, por cinto setenta y siete días.

En el tiempo de su nacimiento ella aparece por tres meses de treinta días cada uno y por tres meses aparece veintinueve días cada uno.

En la noche ella aparece por veinte días cada mes.


Capítulo 79

Hijo mío: ya te he enseñado todo y la ley de todas las estrellas de los cielos ha concluido.

Me ha enseñado todas sus leyes para todos los días, para todas las estaciones imperantes, para todos los años y su finalización, para el orden prescrito para todos los meses y todas las semanas, por veinte días cada mes;

y el menguante de la luna que comienza a través de la sexta puerta en la cual se completa su luz,

que ocurre en el primer portal en su tiempo y se completa a los ciento setenta y siete días o contado en semanas, veinticinco semanas y dos días.

Ella se atrasa exactamente cinco días en el curso de un período, con respecto del sol y del orden de las estrellas y, al ocurrir esto, es corregida. Parece como la imagen de una visión cuando su luz se atrasa.

Cuando ella se encuentra en su plenitud, en la noche esta visión parece como un hombre, en la noche aparece como la imagen del sol en el cielo y no hay nada más en ella, salvo su luz. Tal es la visión y la imagen de todas las luminarias, que me mostró Uriel, el gran ángel.


Capítulo 80

En esos días Uriel me dirigió la palabra y me dijo: "Mirad que te he revelado todo, ‘Enoc, te he enseñado todo para que pudieras ver este sol, esta luna, las guías de las estrellas de los cielos y todos aquellos que las hacen recorrer y sus tareas, tiempos y salidas.

En los días de los pecadores los años serán acortados y su semilla llegará tarde a sus tierras y campos; todas las cosas sobre la tierra se alterarán y no saldrán a su debido tiempo; la lluvia será retenida y los cielos la retendrán.

En esa época los frutos de la tierra serán retenidos, no crecerán a tiempo los frutos de los árboles, serán retardados;

la luna alterará su orden y no aparecerá a su debido tiempo 5 [En esos días el sol será visto [en el cielo ardiente extendiendo la esterilidad y] viajará por la noche sobre el límite del gran carro del occidente] y brillará más que lo que corresponde al orden de su luz.

Muchas guías de las estrellas trasgredirán el orden, alterarán sus órbitas y tareas y no aparecerán en el momento prescrito para ellas.

Todas las leyes de las estrellas serán ocultadas a los pecadores ; los pensamientos de quienes viven sobre la tierra estarán errados al respecto y ellos equivocarán sus caminos y tendrán a las estrellas como dioses.

El mal se multiplicará sobre ellos y el castigo contra ellos llegará para aniquilarlos a todos.


Capítulo 81

Me dijo: "Mira ‘Enoc estas tablillas celestiales, lee lo que está escrito allí y señala cada dato".

Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que estaba escrito y lo comprendí todo; leí el libro de todas las acciones de la humanidad y de todos los hijos de la carne que están sobre la tierra, hasta las generaciones remotas.

En seguida bendije al gran Señor, Rey de Gloria por la eternidad, porque ha hecho todas las criaturas del universo y alabé al Señor por su paciencia y le bendije por los hijos de Adán.

Entonces dije: Bienaventurado el hombre que muera en justicia y bondad y contra el cual no se haya escrito un libro de injusticia ni se encuentre uno el día del juicio.

Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la tierra frente al portón de mi casa y me dijeron: "Da a conocer todo a Matusalén tu hijo; enseña a todos sus hijos que ningún ser de carne es justo ante el Señor, porque Él es su Creador.

"Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des tus instrucciones, para que enseñes a tus hijo, escribir para ellos lo que has visto y lo testifiques a todos tus hijos; luego, en el segundo año se te separará de ellos.

"Que tu corazón sea fuerte porque los buenos anunciarán la justicia a los buenos, los justos con los justos se alegrarán y se felicitarán el uno al otro.

"En cambio el pecador morirá con el pecador y el apóstata se hundirá con el apóstata.

"Los que practican la justicia morirán por obra de los hombres y serán llevados a causa de las acciones de los malvados".

En esos días terminaron de hablarme y yo regresé con mi gente, bendiciendo al Señor del universo.


Capítulo 82

Hijo mío, Matusalén, ahora te estoy contando y escribiendo todas estas cosas; te he manifestado todo y te he dado los libros concernientes a ellas; preserva hijo mío, Matusalén, el libro de la mano de tu padre y entrégalo a las generaciones del mundo.

Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos la entreguen a sus hijos por generaciones, sabiduría que está por encima de sus pensamientos.

Aquellos que la comprendan no dormirán, sino que prestarán oído para que puedan aprender esta sabiduría y a quienes la coman, ella le gustará más que un alimento exquisito.

Dichosos todos los justos; dichosos todos los que caminan por el camino de la justicia y que no pecan como los pecadores en el cálculo de los días: cuando el sol recorre los cielos, entra y sale por cada puerta durante treinta días, junto con los jefes de millar de la especie de las estrellas, aña diendo los cuatro días que son intercalados para separar las cuatro partes del año, las cuales los guían y entran con ellas cuatro días.

Debido a ello los hombres se equivocan y no los cuentan dentro del cómputo completo del año, están en el error y no lo reconocen debidamente, 6 porque ellos están incluidos en el cómputo de los años y están verdaderamente asignados para siempre, uno a la primera puerta, otro a la tercera, otro a la cuarta y otro a la sexta y el año está completo en trescientos sesenta y cuatro días.

El cómputo de ellos es correcto y la cuenta registrada de ellos exacta, de las luminarias, meses, fiestas, años y días; me lo ha mostrado y revelado Uriel a quien es Señor de la creación del mundo ha subordinado las huestes de los cielos.

Él tiene poder sobre la noche y sobre el día, para hacer brillar la luz sobre los humanos: el sol, la luna, las estrellas y todas las potencias de los cielos que giran sobre sus órbitas.

Esta es la ley de las estrellas con relación a sus constelaciones, sus lunas nuevas y sus signos.

Estos son los nombres de quienes las guían, de quienes vigilan que entren en su tiempo, en orden en su estación, su mes, en su período, con su potencia y en su posición.

Sus cuatro guías, quienes dividen las cuatro partes del año, entran primero, enseguida los doce jefes de la clase que separan los meses y por los trescientos sesenta días están los jefes de millar, dividiendo los días, y por los cuatro que son intercalados, están quienes como guías dividen las cuatro partes del año.

Los jefes de millar están intercalados entre guía y guía, cada unto tras una estación, las que sus guías separan.

Estos son los nombres de los guías que separan las cuatro partes del año que han sido fijadas: Melki'el, Helimmel- 'ek, M'elay'el y Nar'el.

Y los nombres de quienes los conducen: Adn'ar'el, Idyasusa'el e 'Ilume'el; estos tres son los que siguen a los jefes de clases de las estrellas y hay otro que viene detrás de los tres jefes de clases que siguen a los guías de las estaciones que separan las cuatro estaciones del año.

Al principio del año se levanta primero Melki'el, quien es llamado Tamaini y "sol", y todos los días de su gobierno, sobre los cuales él domina, son noventa y un días.

he aquí los signos de los días que aparecen sobre la tierra durante el tiempo de su dominio: calor, sudor y calma; todos los árboles producen frutos y las hojas crecen sobre ellos; la mies del trigo; la rosa florece, pero los árboles de invierno llega a secarse.

Estos son los nombres de los líderes que están sobre ellos: Berkai'el, Zalbesa'el y el otro que se añade, un jefe de millar llamado Hiluyasef, con el cual terminan los días de su dominio.

El siguiente guía es Helimmel'ek, llamado "sol brillante" y el total de días de su luz es de noventa y un días.

Estos son los signos de sus días, sobre la tierra: ardiente calor y sequedad; maduran los frutos de los árboles, que producen todos sus frutos maduros y a punto; las ovejas se aparean y conciben; se cosechan todos los frutos de la tierra, todo lo que hay en el campo y se prensa el vino; esto ocurre en los días de su dominio.

Estos son los nombres de los jefes de millar: Gidaya'el, Ke'el, He'el y se les añade Asfa'el durante el cual su dominio termina.



Extracto de El Libro de ‘Enoc
(H’e’enukk)

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