Inhala, exhala, siente como el aire entra a tu cuerpo, llena de oxígeno tus pulmones. Escucha tu corazón, está latiendo.
Tu cuerpo es tu templo, y hoy te está hablando, te dice cuídame, protegeme, soy la conexión de tu alma con este mundo al que hoy tanto te aferras. Porque te aterra la idea de abandonarlo, porque estás lleno de sueños y metas que aún faltan cumplir.
Respira, aún hay oportunidades, hay una luz al final del túnel. Nos esperan días cálidos de solcito entrando por la ventana, de brisas rozando nuestro rostro al caminar.
Respira y entiende, pronto pasará, caminaremos juntos de nuevo, pero está vez más agradecidos, con más calma, con más luz.
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