Abrid los ojos hacia vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y el tiempo. Oireis que alli vuelven a resonar el canto de los astros, la voz de los numeros y la armonia de las esferas. Cada sol es un pensamiento de dios y cada planeta una forma de ese pensamiento, y es para conocer el pensamiento divino que vosotras almas descendereis y remontareis penosamente el camino de los siete planetas y de los siete cielos suyos. HERMES TRISMEGISTO


Lo que la oruga ve como el final de la vida, el maestro lo llama una mariposa. RICHARD BACH

DEDICATORIA

Allí, donde habitan las mariposas, lo hacen tambien las hadas y los angeles, la verdad y la ilusion, la alegria, el amor, la dulzura y la fantasia; los mas bellos sueños y la esperanza.

Es el lugar donde los rios son de miel y las montañas de plata y diamantes; donde los seres alados bailan moviendose al ritmo de la musica de George Harrison y el aroma del Padmini; donde puedo descansar en grandes almohadones de plumas tejidos con hilos de seda y oro. Es mi refugio, y el de muchos que sueñan encontrarlo, sin saber aún que son mariposas.

Este blog esta dedicado a todos ellos y ojala puedan disfrutarlo como parte de su camino hacia el lugar donde habitaron o habitaran algun dia


Parameshwary
Enero 2009


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Secretos Parameshwary

domingo, 21 de enero de 2018

Descubren en Marruecos los fósiles más antiguos de Homo sapiens: 300.000 años




El yacimiento de Jebel Irhoud, de 300.000 años, desplaza la cuna de la humanidad al norte de África y retrotrae en 100.000 años el origen del hombre moderno

Nuestra especie, Homo sapiens, podría ser 100.000 años más antigua de lo que se creía, o por lo menos esa es la conclusión de un equipo de paleontólogos tras analizar restos fósiles de cinco humanos de hace entre 300.000 y 350.000 años hallados en el yacimiento de Jebel Irhoud, Marruecos, una cueva situada a unos 100 km. al oeste de Marrakech.
El yacimiento marroquí se conoce desde 1960, cuando unos mineros se toparon con cavidades habitadas en el Paleolítico. Entonces se desenterraron varios fósiles humanos, asociados a afiladas herramientas de sílex. Los restos se dataron en aquel entonces en 40.000 años y luego en 160.000 años.
Ahora, han hallado más fósiles humanos, incluidos fragmentos de una calavera y de una mandíbula. Una nueva datación, con las últimas tecnologías, apunta a que estas personas vivieron hace unos 300.000 años.
Los fósiles, que aparecieron junto a herramientas de piedra y huesos de animales, fueron descubiertos por un equipo de investigadores liderados por Jean-Jacques Hublin, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, y por Abdelouahed Ben-Ncer, del Instituto Nacional de Arqueología de Marruecos.

Mandíbula del individuo Irhoud II, la primera y casi completa mandíbula de un adulto descubierta en Jebel Irhoud. Foto: Jean-Jacques Hublin, MPI EVA Leipzig
Los hallazgos representan los restos más antiguos que se conocen hasta ahora de Homo sapiens y sugieren que los procesos evolutivos que llevaron a la aparición de los humanos modernos pueden no haber estado confinados, como se creía, al este de África.
Antes de este descubrimiento, los fósiles más viejos de Homo sapiens datados con seguridad eran los hallados en el yacimiento de Omo Kibish, en Etiopía, con una antigüedad de 195.000 años.
Y hasta ahora la mayoría de los paleontólogos creía que todos los humanos actuales procedemos de una única población que vivió en el este de Africa hace unos 200.000 años, aunque no estaba muy claro si nuestra forma de ser humanos surgió con rapidez en ese momento o si, por el contrario, se desarrolló de forma gradual durante los últimos 400.000 años.

Dos vistas de la reconstrucción craneal de uno de los primeros Homo sapiens conocidos. Los fósiles de Jebel Irhoud presentan unas características faciales y unos dientes modernos, pero una cavidad craneal más grande y arcaica. Imagen: Philipp Gunz, MPI EVA Leipzig
En palabras de Hublin, “solíamos pensar que había una cuna de la Humanidad hace 200.000 años en el este de Africa, pero estos nuevos datos revelan que Homo sapiens se extendió por todo el continente africano hace cerca de 300.000 años. Mucho antes de que Homo sapiens se dispersara fuera de Africa, hubo una dispersión dentro de África“.
Para establecer una cronología precisa de los restos, los investigadores aplicaron el método de datación por termoluminescencia a fragmentos de pedernal caliente hallados en los mismos depósitos. Y el resultado fue que los pedernales arrojaron una edad superior a los 300.000 años, empujando cien mil años atrás los orígenes de nuestra especie.
“Los yacimientos bien datados de esa época -afirma por su parte Daniel Richter, experto en geocronología de Instituto Max Planck- son excepcionalmente raros en Africa, pero tuvimos la suerte de que muchos de los artefactos de pedernal de Jebel Irhoud habían sido calentados en el pasado, lo que nos permitió aplicar en ellos la datación por termoluminiscencia y establecer una cronología consistente para los nuevos fósiles humanos y las capas de terreno justo por encima de ellos”.


Rasgos faciales y dentales

El paleontólogo Jean-Jacques Hublin y sus colegas analizaron los fósiles y lograron identificar en ellos numerosos rasgos faciales y dentales que los alineaban con los humanos modernos. Los restos de Jebel Irhoud sugieren que aquellos humanos pasarían desapercibidos hoy en cualquier calle, siendo prácticamente indistinguibles de los seres humanos actuales.
No obstante la similitud de sus rasgos, poseían una morfología neurocraneal y endocraneal más primitiva. Su cráneo, era más achatado que el de los humanos modernos.

Reconstrucción de un cráneo a partir de los restos de Jebel Irhoud. Imagen: Philipp Gunz, MPI EVA Leipzig
“Nuestros hallazgos -afirma Philipp Gunz, otro de los miembros del equipo- sugieren que la moderna morfología facial humana se estableció muy al principio de la historia de nuestra especie, al contrario de la forma cerebral, y posiblemente de la función cerebral, que fue evolucionando dentro del linaje Homo sapiens”.
Además, la morfología y la edad de los fósiles de Jebel Irhoud corroboran la idea de que un enigmático cráneo parcial hallado en Florisbad, Sudáfrica, es también un representante temprano de Homo sapiens.

El descubrimiento de Hublin, por lo tanto, termina de demostrar que los primeros fósiles de Homo sapiens están repartidos por todo el continente africano: Jebel Irhoud, en Marruecos (300 mil años), Florisbad, en Sudáfrica (260 mil años) y Omo Kibish, en Etiopía (195 mil años). Lo que indica una historia evolutiva compleja de nuestra especie, que involucra a todo el continente africano y no solo a una parte de él.
“El norte de Africa -sostiene Abdelouahed Ben-Ncer, codirector de los trabajos- ha sido descuidado durante mucho tiempo en los debates sobre el origen de nuestra especie. Pero los espectaculares descubrimientos de Jebel Irhoud demuestran las estrechas conexiones del Magreb con el resto del continente africano en el momento de la emergencia de Homo sapiens”. Basándose en esos análisis, los investigadores sugieren que los homininos de Jebel Irhoud representan la fase evolutiva más temprana de Homo sapiens.

Las herramientas


Herramientas de sílex halladas en los mismos depósitos, que han permitido fechar los fósiles de forma segura. Foto: Mohammed Kamal, MPI EVA Leipzig

Shannon McPherron y sus colaboradores demuestran que las herramientas asociadas a los fósiles son típicas de las culturas africanas de la Edad de Piedra intermedia. Los fósiles fueron encontrados en depósitos junto a huesos de animales (principalmente gacelas) que mostraban claras evidencias de haber sido cazados.
En cuanto a las herramientas, predominan las formas puntiagudas y la mayoría de ellas están fabricadas en silex de alta calidad. Los conjuntos de artefactos de la Edad de Piedra intermedia como los de Jebel Irhoud se encuentran por toda Africa, y los investigadores creen que nos hablan de una adaptación que permitió a Homo sapiens dispersarse por todo el continente.

Excavaciones arqueológicas en Jebel Irhoud. Foto: Shannon McPherron, MPI EVA Leipzig
“Los artefactos de piedra de Jebel Irhoud -afirma McPherron- son muy parecidos a los hallados en depósitos de edad similar en el este y el sur de África. Es muy probable que esas innovaciones tecnológicas estén vinculadas al surgimiento de Homo sapiens”.

Voces en contrapunto

La opinión de la paleoantropóloga María Martinón Torres, investigadora del University College de Londres, es que el hallazgo de Jebel Irhoud “cubre un vacío bastante importante sobre el origen de Homo sapiens”, sin embargo, es escéptica con la clasificación.

Dos de los nuevos fósiles excavados en Jebel Irhoud. En el centro de la imagen se distingue el cráneo humano del individuo Irhoud 10. Foto: Steffen Schatz, MPI EVA Leipzig
Lo que no tengo tan claro es que podamos llamarlos Homo sapiens, porque todavía no tienen las características que definen a los humanos modernos, como el cráneo alto y el abombamiento parietal, que sí están presentes en otros Homo sapiens arcaicos, como los de los yacimientos de Qafzeh (Israel) o incluso el de Herto (Etiopía)”, expone Torres.
Homo sapiens era hasta ahora la especie sin pasado, aparecía como de la nada en el registro fósil africano hace 200.000 años”. Para Martinón Torres, lo de Jebel Irhoud son “presapiens”, hasta que se demuestre lo contrario.
El genetista Carles Lalueza-Fox, uno de los mayores expertos mundiales en ADN antiguo, también recela de las conclusiones de Hublin. “Que haya restos parecidos a los primeros Homo sapiens no es incompatible con el hecho de que todas las estimaciones genéticas siguen situando el origen de la diversidad genética actual en unos 200.000 años”, opina.

El yacimiento de Jebel Irhoud (Marruecos), nueva cuna de la humanidad. Shannon McPherron, MPI EVA Leipzig
Lalueza-Fox, genetista del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, cree que el concepto de especie es algo arbitrario. “El panorama del ser humano en África en los albores de nuestra especie es mucho más complejo de lo que habíamos pensado. Probablemente coexistieron formas muy diversas con morfologías más o menos modernas junto con otras más primitivas, y sin duda por todo el continente”, hipotetiza.
Por otra parte, el antropólogo británico Chris Stringer y su colega Julia Galway-Witham lo tienen claro: los restos de 300.000 años hallados en el yacimiento de Jebel Irhoud son “los fósiles de Homo sapiens más antiguos”.
En un artículo de análisis publicado en la revista Nature, Stringer y Galway-Witham, del Museo de Historia Natural de Londres, animan a revisar las actuales ideas sobre la evolución humana en África.

Los fósiles de Jebel Irhoud “pueden iluminar la evolución de nuestra especie de manera equivalente a cómo los fósiles de neandertales tempranos de la Sima de los Huesos, en Atapuerca, han proporcionado información sobre el desarrollo de los neandertales”, escriben los autores en Nature.
Hace 430.000 años, al menos 28 niños y adultos quedaron sepultados en una cueva de la Sierra de Atapuerca, en Burgos. Su ADN muestra un parentesco cercano con los neandertales. Y sus restos han iluminado la vida de esta especie, prima de los sapiens.
En resumen, los descubrimientos de Marruecos arrojan una nueva luz sobre la evolución de Homo sapiens, y demuestran que la especie a la cual todos nosotros pertenecemos evolucionó y se dispersó mucho antes de lo que se creía hasta ahora.
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