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Alfred Sisley
Nació en París, el 30 octubre 1839.Según los historiadores de arte, fue el más consistente de todos los impresionistas en su dedicación a la pintura al aire libre (“au plein air”).
Hijo de una acomodada familia británica, pasó la mayor parte de su vida en Francia aunque conservó su ciudadanía de origen.
Cuando contaba con 18 años, fue enviado a Londres para estudiar una carrera técnica adecuada para trabajar en los negocios de su familia, carrera que abandonó tras cuatro años volviendo a París en 1861.
En 1862 ingresó en L’ École des Beaux-Arts de París y asistió al taller del pintor suizo, en el que conoció e hizo amistad con Frédéric Bazille, Claude Monet y Pierre-Auguste Renoir. Con este último saldría a pintar paisajes a “plein air” (Al aire libre), en lugar de hacerlo en el estudio, con el fin de plasmar de forma más realista los efectos variables de la luz solar según las horas del día.
Esta forma de pintar les facilitó exponer y vender sus obras al público que les veía pintar, aunque sus obras fueron sistemáticamente rechazadas por los jurado de los más importantes exposiciones de arte en Francia, como el Salón Anual, hecho que afectó menos a Sisley, que estaba en una posición financiera mejor que la de muchos de sus compañeros.
En 1868, sus pinturas fueron aceptados en el Salón, sin embargo esto no supuso un éxito ni de de crítica, ni financiero, como ocurriría igualmente en exposiciones posteriores.
En 1870, la Guerra Franco-Prusiana hizo quebrar el negocio del padre de Sisley, por lo que el único medio de vida del pintor sería la venta de sus obras. Vivió en la pobreza el resto de su vida ya que sus pinturas no alcanzaron valor hasta después de su muerte.
Gracias al apoyo de algunos amigos, pudo viajar a Londres en varias ocasiones, la primera en 1874 tras la primera exposición impresionista independiente. En esos meses que pasó cerca de Londres, realizó una serie de alrededor de veinte pinturas del Alto Támesis cerca de Molesey , que sería descrita por el historiador de arte Kenneth Clark como “un momento perfecto del Impresionismo”.
Hasta 1880, Sisley vivió y trabajó en París, para mudarse este año a un pequeño pueblo cerca de Moret-sur-Loing , cerca del bosque de Fontainebleau, donde los artistas de la Escuela de Barbizon habían trabajado el siglo anterior.
El historiador de arte Anne Poulet dijo: “los paisajes apacibles con su atmósfera constantemente cambiante fueron adaptados perfectamente a su talentos. A diferencia de Monet, él nunca buscó el drama del océano furioso o el paisaje de brillantes colores de la Costa Azul”.
En 1881 realizó otro viaje breve a Gran Bretaña, durante el cual pintaría al menos seis óleos del mar y los acantilados.
Su primera obra conocida, “Lane”, que se cree que fue pintado alrededor de 1864. Sus primeros paisajes son sombríos, con tonos marrones oscuros, verdes, y azules pálidos, ejecutados casi todos en Marly y Saint-Cloud.
Poco se sabe sobre la relación de Sisley con las pinturas de W. Turner y John Constable, pudo haber coincidido con ellos en Londres, pero hay quien han sugerido que estos artistas influyeron en su desarrollo como pintor impresionista, como también lo habrían hecho Gustave Courbet y Jean-Baptiste-Camille Corot.
De entre los impresionistas Sisley ha sido eclipsado por la figura de Claude Monet, aunque su obra se asemeja más a la de Camille Pissarro.
Descrito por el historiador de arte Robert Rosenblum: “Casi un carácter genérico, o una idea impersonal, sus cuadros son como un libro de texto: esto es un impresionista perfecto”. Se concentró en el paisaje de forma más consistente que cualquier pintor impresionista.
De entre todas sus obras, destacan: “Street in Moret” y “Sand Heaps”; “The Bridge at Moret-sur-Loing” actualmente en el Museo d’Orsay de París; “Allée des peupliers de Moret”, robado hasta en tres ocasiones del Musée des Beaux-Arts en Niza, en 1978, 1998 y 2007, recuperado por la policía francesa en 2008.
El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid alberga tres de sus obras, “La inundación en Port-Marly” de 1867, “Una tarde en Moret, final de octubre” de 1888 y “Claro de un bosque” de 1895.
A pesar de que murió con sólo 59 años, dejó un legado de unas novecientas pinturas, pasteles y alrededor de cien dibujos.
Murio en Moret-sur-Loing, Francia, el 29 de enero de 1899.
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