El ídolo de Shigir, la estatua de madera más antigua del mundo, dobla en edad a las pirámides de Egipto
Los primeros análisis del famoso ídolo de madera Shigir, la estatua de madera más antigua del mundo, que descubierta en una antigua turbera por mineros en Rusia en 1890, estimaron su edad en aproximadamente 9.500 años usando datación por radiocarbono. Pero una nueva investigación afirma que data de hace 11.500 años, creada a finales de la Edad de Hielo. Esta revelación significa que el monumento de madera es el doble de viejo que las pirámides de Egipto.
El ídolo, cubierto con marcas, cuyo significado sigue siendo un misterio, está hecho enteramente de madera de alerce y se construyó a partir de varios trozos, y se ha mantenido preservado durante miles de años debido a las propiedades antimicrobianas que se encuentran en la turba. También se observó que algunas de las piezas originales del ídolo se habían perdido; se cree que originalmente tenía una altura aproximada de cinco metros. El equipo, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha publicado sus conclusiones en Antiquity.
Algunas de las figuras talladas representan pequeños rostros humanos. Muchos expertos han estudiado las tallas en el ídolo a lo largo de los años, y algunos han sugerido que probablemente representen una forma de arte, posiblemente relacionada con actividades espirituales o religiosas.
Recientemente, un equipo en Alemania expresó interés en mirar más de cerca al ídolo, que reside normalmente en el Museo Regional de Sverdlovsk (Rusia). Fue enviado a Alemania para ser estudiado, junto con otro material original encontrado en la turbera. Utilizando la espectrometría de masas del acelerador, el equipo descubrió que la verdadera edad del ídolo era de aproximadamente 11.500 años de antigüedad.
Esa edad la convierte en la escultura monumental de madera más antigua que se haya encontrado y más del doble de la edad de las pirámides egipcias. Los investigadores informan que también encontraron otra cara tallada en la madera, lo que da un total de ocho. Según los investigadores, para comprender mejor el comportamiento humano temprano es posible que se necesite ampliar su búsqueda más allá del Creciente Fértil, considerada la cuna de la civilización.
Beatriz de Vera
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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