En el mundo del arte, retratos pintados al óleo y cosas parecidas, un cuadro generalmente se divide en dos componentes. Se los conoce como “figura y fondo”.
La "figura" en cualquier escena, es ese aspecto de una pintura al que es atraído de inmediato el ojo del espectador. Es el sujeto de esa imagen. El "fondo" es el ambiente o entorno en el que existe la figura. La representación efectiva de una clara diferencia, entre la "figura" y el "fondo" en un cuadro, es crucial para que el espectador aprecie adecuadamente la importancia y el propósito de esa obra.
Por lo general, esta clara distinción se crea como un diseño consciente del artista. Pero no siempre es el caso. La definición y apreciación de cualquier obra de arte siempre implica una colaboración entre el artista y los ojos que la contemplan. La mayoría de las imágenes tienen muchos portales, a través de los cuales un espectador puede entrar y transformarse. Hablaremos más sobre eso, quizás, más adelante.
En el mundo de la forma, el creador de un universo -el productor de un universo (si quieren)- alterna continuamente su enfoque de ser el director a interpretar un papel como actor, o incluso interpretar el papel del público también. Cada punto de vista aprecia y adopta un tema de la vida de una manera diferente. Y, sin embargo, en sus niveles de existencia más expandidos, los tres puntos de vista y funciones le pertenecen al mismo Ser Único.(1)
Si esto es cierto, entonces cada experiencia del "yo”, en cualquier escenario, se forma enfocando la atención a través de cada uno de esos diversos puntos de vista y comparando lo que se ve o siente con la experiencia "normal" de ese punto de vista que se ha elegido habitar.
Cambiar su definición y experiencia de sí mismos de ser el "actor" en alguna escena, a ser el público o el director, implica un bloqueo o filtrado de un conjunto de imágenes y percepciones, y reemplazarlas con otro conjunto. Además, cuando se está en el modo del director, incluso es posible ir a "pantalla dividida", lo que implica crear un espacio para dos o más puntos de vista dentro del mismo campo visual.
A medida que estos puntos de vista cambien, la delineación de "figura" y "fondo" en una escena cambiará con ellos. A veces, serás el niño pequeño que está jugando en la colina. En otros momentos, serás el césped en el que está jugando. Su sensación de controlar esta acción, en cuanto a dónde se encuentran dentro del proceso, depende totalmente de cuán dispuestos estén a adueñarse por igual de cada aspecto de ese universo.
En esa forma de arte que han llamado un "holograma", la delineación de la "figura" y el "fondo" puede cambiar repentinamente con la más mínima alternancia del ojo del espectador. En esencia, tales pinturas son conjunciones claras de dos universos, y cada espectador puede elegir el universo que desea visitar. Lo que les estamos diciendo aquí es muy similar a lo que nos hemos estado refiriendo al decir que en todos los escenarios, hay trenes (de pensamiento) que se están yendo en varios "carriles" de la mente. En la medida en que ustedes se hayan convertido en UNO con todo y con todos en su universo, el tren que habitan depende totalmente de ustedes.(2)
(1) Ver "Los Sueños de la Mente Masiva"
(2) Ver abajo "La Gran Estación Central de la Transformación"
Las Reconexiones canalizadas por Daniel Jacob
Daniel Jacob
http://www.reconnections.net/
Título en inglés: Figure and ground
Traducción: Susana Peralta
Sitio oficial de Daniel Jacob en español: www.manantialcaduceo.com.ar/
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