"Debes olvidar toda ofensa, mas aún: esfuérzate por pensar bien de tu mayor enemigo.
Tu alma es un templo que no debe ser profanado jamás por el odio.
Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablará así de pronto, tienes que prepararte durante un tiempo; destruye las capas superpuestas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en esencia, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne débil".
Alquimista, médico y astrólogo suizo.
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