Existe gran interés sobre el tema de la iniciación y se ha destacado mucho, quizá demasiado, su aspecto ceremonial. Conviene recordar que cada gran desenvolvimiento de la conciencia es una iniciación, y cada paso adelante en el camino de la percepción es también una iniciación. Cuando el átomo de sustancia entró a constituir parte de una forma, fue una iniciación para el átomo, conoció otro tipo de fuerza y se extendió su campo de contacto.
Cuando la conciencia de los reinos vegetal y animal se fusionó y pasó del reino inferior al superior, constituyó una iniciación; cuando la conciencia del animal se expandió hacia la conciencia del hombre, tuvo lugar una iniciación aún mayor. Se entra en los cuatro reinos a través de una iniciación o expansión de conciencia. La familia humana tiene ante sí un quinto reino o espiritual, en el cual se ingresa mediante cierta iniciación, según se infiere de la lectura de El Nuevo Testamento. En todos estos casos la iniciación se logró con la ayuda de Quienes tienen conocimiento. De manera que en el esquema evolutivo no hay grandes separaciones entre un reino y otro, un estado de percepción y otro, sino un desarrollo gradual de conciencia, donde cada uno de nosotros desempeñamos y desempeñaremos nuestra parte. Si recordamos la universalidad de la iniciación, obtendremos un proporcionado punto de vista.
Cada vez que somos más conscientes de nuestro medio ambiente y aumenta nuestro contenido mental, es una iniciación en pequeña escala. Cada vez que nuestro horizonte se dilata y pensamos y vemos con más amplitud, es una iniciación. En esto reside el valor de la vida y la magnitud de nuestra oportunidad.
Aquí deseo señalar que toda iniciación debe ser autoiniciada. Esa etapa final, donde recibimos ayuda definida de fuentes externas, no se debe a que los Grandes Seres ansían ayudarnos, llegar a nosotros y tratar de elevarnos; llega porque hemos realizado el trabajo necesario y nada puede evitar recibirla, pues nos corresponde por derecho. Quienes llegaron a la perfección, pueden y quieren ayudar, pero Sus manos están atadas si no hemos desempeñado nuestra parte en la tarea. Por lo tanto, nada de lo hecho se pierde para acrecentar nuestra utilidad en el mundo, mejorar nuestros cuerpos, adquirir dominio propio y equipar el cuerpo mental. Este ingreso en el cúmulo total traerá algún día una gran revelación; cada hora y cada día el esfuerzo acrecentará la oleada de energía que llevará al portal de la iniciación. El significado de iniciación es "entrar en".
Simplemente significa que iniciado es quien ha dado los primeros pasos hacia el reino espiritual y ha recibido la primera serie de revelaciones espirituales, cada una de las cuales es la clave de una revelación mayor.
Extracto de
LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA
QUINTA CONFERENCIA
Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul
(Alice A. Bailey)
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