1.- El glamour del
Tiempo oculta a las almas débiles de los hombres los oscuros abismos de su
alrededor, las terribles y poderosas leyes que, sin cesar, dirigen sus vidas.
2.- No hay muerte
sin pecado y no hay aflicción sin trasgresión.
3.- Las acciones de
los hombres se dividen, según su objetivo, en cuatro clases; o carecen de
propósito, o carecen de importancia, o son inútiles o buenas.
4.- El sol da
origen al día y a la noche, a lo divino y lo humano. La noche es para dormir y
el día para cumplir con nuestro deber.
5.- Si estuviéramos
convencidos de que nunca podemos rectificar nuestra actitud, seguiríamos
cometiendo siempre nuestros errores.
6.- Allí donde no
hay virtud ni discernimiento, no deben sembrarse las enseñanzas, como tampoco
plantamos buenas semillas en un suelo estéril.
7.- Un maestro es
más venerable que diez maestrillos; un padre, más que cien maestros; una madre,
más que mil padres.
8.- El hombre, por
muy triste que esté, no debería mostrar amargura ni maquinar malas acciones
contra otro.
9.- Uno no envejece
por tener canas: aún siendo joven, todo el que tiene sabiduría es considerado
anciano por los dioses.
10.- El hombre
sabio debería apartarse siempre de los honores como del veneno y debería
apreciar las faltas de cortesía como si fueran ambrosía.
11.- Aunque nos
desprecien, dormimos tranquilos, despertamos tranquilos y vivimos tranquilos en
este mundo; pero el que desprecia se muere.
12.- No confíes en
los asuntos que alguien haya gestionado semidormido cuando el sol sale o se
pone, porque se puede equivocar mucho.
13.- Los que
prefieren nadar en las aguas de su ignorancia y sumergirse mucho no necesitan
ejercitar el cuerpo ni el corazón; sólo necesitan dejar de moverse para
hundirse irremisiblemente.
14.- Como el hombre
que va excavando hasta encontrar el agua, así alcanza el conocimiento el
estudiante serio.
15.- Un hombre
bueno puede recibir el conocimiento puro incluso de un inferior; la virtud más
elevada desde lo más bajo.
16.- La ambrosía
puede extraerse hasta del veneno; una prosa elegante incluso de un tonto; la
virtud incluso un enemigo; y el oro de la escoria.
17.- Quien no le
ofrece comida al pobre, ropas al desnudo y consuelo al afligido, volverá a
nacer pobre, desnudo y desgraciado.
18.- Igual que un
sembrador no recoge su cosecha si siembra su simiente en un suelo salado,
tampoco el generoso recogerá frutos si se los da a quienes no lo merecen.
19.- Hay tres cosas
de las que nunca nos cansamos: la salud, la vida y la riqueza.
20.- Las desgracias
que nos ocurren no pueden evitarse; es inútil precaverse contra los decretos
del Destino.
21.- La peor de las
enfermedades es la envidia; la mejor de las medicinas es la salud.
22.- Hay tres cosas
que no pueden comprarse con otras tres: la riqueza deseándola; la juventud, con
los cosméticos; y la salud, con las medicinas.
23.- La frivolidad
arruina la seriedad, la mentira es el enemigo de la verdad y la opresión
pervierte la justicia.
24.- La precaución
nunca puede causar desgracias; la necedad nunca puede cosechar honores.
25.-A quien no le
exalta la riqueza, tampoco le hundirá la pobreza ni le destruirán las
calamidades.
26.- La noche y el
día son los corceles del hombre; son ellos los que le hacen correr a él y no al
revés.
27.- Quien no hace
caso de un lamento, demuestra su propia mezquindad; y quien ensalza su propia
caridad merece un reproche.
28.- Hay cuatro
cosas de las que un poco representa mucho: el dolor, la pobreza, el error y la
enemistad.
29.- Quien no
conoce su propio valor nunca podrá apreciar el valor de los demás.
30.- Quien se
avergüenza de su padre y de su madre está excluido de las filas de los sabios.
31.- Quien no es
humilde ante sus propios ojos, nunca será exaltado a los ojos de los demás.
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