La oveja negra puede ser vista como la rara, la que no encaja, la rebelde… Y sí puede ser que sea todo eso, pero ¿quién dijo que para ser feliz, para ser exitoso, para disfrutar de la vida teníamos que ser iguales?
La rebeldía, es a veces la mejor forma de decirle al mundo.
Voy a ir tras lo que quiero, así que nadie se atraviese en el camino. Voy a ser yo, aunque con eso decepcione a muchos. Resaltaré por ser cómo soy y si quieres amarme, bienvenido, si no yo me amaré por ambos.
Nadie puede detener a una oveja negra orgullosa de sí misma
No todo el mundo se atreve a ser la oveja negra, a veces no importa del color que sean, con tal de adaptarse se tiñen de lo que sea necesario. El reconocimiento y la aceptación de los demás es de gran importancia para la mayoría. Nuestro ego se infla, cuando es otro el que le dice que lo está haciendo muy bien.
Sin embargo, ese muy bien va siempre en una escala relativa que nos habla de las creencias de cada quien, de criterios, de opiniones y por ende, de que no hay verdades absolutas allí.
A veces la oveja negra es lo que nadie antes en su familia se atrevió a ser y por ello puede haber posiciones que van desde la admiración, hasta la envidia, pasando por la probación y el apoyo o bien el rechazo y la expulsión-
Los prejuicios siempre separan y el romper esquemas puede ser equivalente a trazarse el camino de salida, inclusive del núcleo familiar. En algunos casos la aceptación, el respeto y el amor se hacen presentes, fortaleciendo nexos. Mientras que en otros, las mentes más cerradas no logran convivir con lo que se aleje de su patrón mental.
¿Eres la oveja negra?
Pues te felicito, en lo diferente está el gusto. Se requiere ser muy valiente para darnos cuenta de que el sistema no nos va, de que ese molde es muy pequeño o muy diferente a lo que soñamos. La vida es corta y a veces es tarde cuando nos percatamos de que duramos demasiado tiempo complaciendo a los demás, viviendo vidas que no eran del todo nuestras y adaptándonos a aquello que por “lógica” o por tradición debería ser.
La frustración de los sueños no cumplidos, se la llevan muchos a la tumba y justo cuando nos acercamos de manera natural al fin de este ciclo, es que se hace evidente que la vida no era para pagar deudas, ni para ajustarnos a alguien, ni para ocultarnos. La vida es para disfrutarla, para reconocernos, para sentirnos orgullosos de quienes somos…
Quizás nos pueda dar algo de temor en un principio, reconocer que no somos lo que los demás esperan. O bien podemos sentirnos empoderados y orgullosos de lo que somos desde el minuto cero… Pero llegar a entender nuestro valor, llegar a defender nuestra posición y procurar vivir la vida que soñamos nosotros, no alguien más, nosotros, es algo que merece todo el mérito posible.
Sé tú mismo Sé rebelde, sé diferente, no tengas miedo y siente regocijo por ser diferente. Te aseguro que incluso los que te critican, querrán haber tenido el valor de pararse frente al mundo y gritar lo que querían y lo que estarían dispuestos a hacer. Una persona que se levanta frente a sus principales afectos y manifiesta su posición, sabiendo que eso puede dejarle inclusive sin pilares vitales, está en capacidad de alcanzar lo que se proponga, porque valor es lo que le sobra.
Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados. – Oscar WildePor: Sara Espejo – Reencontrate.guru
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