Los Cuatro Acuerdos
Sabiduría Tolteca.
El primer acuerdo es el más importante, también el más difícil de cumplir. Es tan importante que sólo con él ya serás capaz de alcanzar el nivel de existencia que yo denomino «el cielo en la tierra». Parece ser un acuerdo muy simple, pero es sumamente poderoso.
¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear. Son
un don que proviene directamente de Dios. En la Biblia, el Evangelio de
San Juan empieza diciendo: «En el principio existía el Verbo, y el
Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios». Mediante las palabras expresas tu poder creativo, lo revelas todo. Independientemente de la lengua que hables, tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo
que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por
medio de las palabras. Son la herramienta más poderosa que tienes como
ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de
doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te
rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crea un
infierno en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, que sólo
engendrará belleza, amor y el cielo en la tierra. Según cómo las
utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que
imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia, y si las utilizas mal, se convierten en magia negra.
Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra
puede cambiar una vida o destruir a millones de personas. Hace años, en
Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país
entero de gente muy inteligente. Los llevó a una guerra mundial sólo con
el poder de sus palabras. La mente humana es como un campo fértil en
el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son
opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento y
éste crece. Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana es muy
fértil! El único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil
para las semillas del miedo. Todas las mentes humanas son fértiles,
pero sólo para la clase de semilla para la que están preparadas. Lo
importante es descubrir para qué clase de semillas es fértil nuestra
mente y prepararla para recibir las semillas del amor.
Todo ser humano es un mago, y por medio de las palabras, puede hechizar a alguien o liberarlo de un hechizo. Continuamente
estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Por ejemplo, me
encuentro con un amigo y le doy una opinión que se me acaba de ocurrir.
Le digo: «¡Mmmm! Veo en tu cara el color de los que acaban teniendo
cáncer». Si escucha esas palabras y está de acuerdo, desarrollará un
cáncer en menos de un año. Ese es el poder de las palabras.
Durante nuestra domesticación, nuestros
padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin pensar.
Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo que nos
provocaban sus opiniones.
Este acuerdo es muy difícil de romper y es posible
que te lleve a realizar muchas cosas con el único fin de convencerte de
que realmente eres estúpido. Puede que hagas algo y te digas a ti mismo:
«Me gustaría ser inteligente, pero debo de ser estúpido, porque si no
lo fuera, no habría hecho esto». La mente se mueve en cientos de
direcciones diferentes y podríamos pasarnos días enteros atrapados
únicamente por la creencia en nuestra propia estupidez. Pero un día
alguien capta tu atención y con palabras te hace saber que no eres
estúpido. Crees lo que esa persona dice y llegas a un nuevo acuerdo. Y
el resultado es que dejas de sentirte o de actuar como un estúpido. Se
ha roto todo el hechizo sólo con la fuerza de las palabras. Y a la
inversa, si crees que eres estúpido y alguien capta tu atención y te
dice: «Sí, realmente eres la persona más estúpida que jamás he
conocido», el acuerdo se verá reforzado y se volverá todavía más firme.
Veamos ahora lo que significa la palabra «impecabilidad». Significa «sin pecado». «Impecable» proviene del latín pecatus, que quiere decir «pecado». El im significa
«sin», de modo que «impecable» quiere decir «sin pecado». Las
religiones hablan del pecado y de los pecadores, pero entendamos qué
significa realmente pecar. Un pecado es cualquier cosa que haces y que
va contra ti. Todo lo que sientas, creas o digas que vaya contra ti
es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas por cualquier
cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable
es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la
responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte. Desde
este punto de vista, todo el concepto de pecado deja de ser algo moral o
religioso para convertirse en una cuestión de puro sentido común. El
pecado empieza con el rechazo de uno mismo. El mayor pecado que cometes
es rechazarte a ti mismo. En términos religiosos, el autorrechazo es un
«pecado mortal», es decir que te conduce a la muerte. En cambio, la
impecabilidad te conduce a la vida.
Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas
contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamo estúpido, puede
parecer que utilizo esa palabra contra ti pero en realidad la utilizo
contra mí mismo, porque tú me odiarás por ello y tu odio no será bueno
para mí. Por lo tanto, si me enfurezco y con mis palabras te envío todo mi veneno emocional, las estoy utilizando en mi contra.
Si me amo a mí mismo, expresaré ese amor en mis
relaciones contigo y seré impecable con mis palabras, porque la acción
provoca una reacción semejante. Si te amo, tú me amarás. Si te insulto,
me insultarás. Si siento gratitud por ti, tú la sentirás por mí. Si soy
egoísta contigo, tú lo serás conmigo. Si utilizó mis palabras para
hechizarte, tú emplearás las tuyas para hechizarme a mí.
Ser impecable con tus palabras significa utilizar
tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti
mismo. Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus
palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y
limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior.
En el infierno, el poder de las palabras se
emplea de un modo totalmente erróneo. Las usamos para maldecir, para
culpar, para reprochar, para destruir. También las utilizamos correctamente, por supuesto, pero no lo hacemos muy a menudo. Por
lo general, empleamos las palabras para propagar nuestro veneno
personal: para expresar rabia, celos, envidia y odio. Las palabras son
pura magia-el don más poderoso que tenemos como seres humanos- y las
utilizamos contra nosotros mismos. Las usamos para fomentar el odio
entre diferentes personas, entre las familias, entre las naciones…
Hacemos un mal uso de las palabras con gran frecuencia, y así es como
creamos y perpetuamos el sueño del infierno. Con el uso erróneo de las
palabras, nos perjudicamos los unos a los otros y nos mantenemos
mutuamente en un estado de miedo y duda. Dado que las palabras son la
magia que poseemos los seres humanos y su uso equivocado es magia
negra, utilizamos la magia negra constantemente sin tener la menor idea
de ello.
Considera las relaciones humanas diarias, e
imagínate cuántas veces nos lanzamos hechizos los unos a los otros con
nuestras palabras. Con el tiempo, esto se ha convertido en la peor forma de magia negra: son los chismes. Los chismes son magia negra de la peor clase, porque son puro veneno.Aprendimos
a contar chismes por acuerdo. De niños, escuchábamos a los adultos que
nos rodeaban chismorrear sin parar y expresar abiertamente su opinión
sobre otras personas. Incluso opinaban sobre gente a la que no conocían.
Mediante esas opiniones, transferían su veneno emocional, y nosotros
aprendimos que ésta era la manera normal de comunicarse.
Si adoptamos el Primer Acuerdo y somos
impecables con nuestras palabras, cualquier veneno emocional acabará por
desaparecer de nuestra mente y dejaremos de transmitirlo en nuestras
relaciones personales. Es la manera que utilizamos para sentirnos
cerca de otras personas, porque ver que alguien se siente tan mal como
nosotros, nos hace sentir mejor.
La impecabilidad de tus palabras también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo. Solamente
recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para
ella.Cuando eres impecable con tus palabras, tu mente deja de ser un
campo fértil para las palabras que surgen de la magia negra, pero sí lo
es para las que surgen del amor. Puedes medir la impecabilidad de tus
palabras a partir de tu nivel de autoestima. La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras.Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz.
Puedes trascender el sueño del infierno sólo con
llegar al acuerdo de ser impecable con tus palabras. Ahora mismo estoy
plantando una semilla en tu mente. Que crezca o no, dependerá de lo
fértil que sea tu mente para recibir las semillas del amor. Tú decides si llegas o no a establecer este acuerdo contigo mismo: Soy impecable con mis palabras. Nutre
esta semilla, y a medida que crezca en tu mente, generará más semillas
de amor que reemplazarán a las del miedo. El Primer Acuerdo cambiará el
tipo de semillas para las que tu mente resulta fértil.
Sé impecable con tus palabras. Este es el
primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre, ser feliz y
trascender el nivel de existencia del infierno. Es muy poderoso. Utiliza
tus palabras apropiadamente. Empléalas para compartir tu amor. Usa
la magia blanca empezando por ti. Dite a ti mismo que eres una persona
maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para
romper todos esos pequeños acuerdos que te hacen sufrir.
Imagínate lo que es posible crear sólo con la
impecabilidad de las palabras. Trascenderás el sueño del miedo y
llevarás una vida diferente. Podrás vivir en el cielo en medio de miles
de personas que viven en el infierno, porque serás inmune a él.
Alcanzarás el reino de los cielos con este acuerdo: Sé impecable con tus palabras.
Los Cuatro Acuerdos
Sabiduría Tolteca.
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