"Sí, puedo amar una piedra, Govinda,
así como un árbol y hasta un pedazo de corteza. Son cosas, y las cosas
pueden ser amadas. En cambio soy incapaz de amar las palabras. Por eso
las doctrinas nada significan para mí; no tienen dureza, ni blandura, ni
colores, ni cantos, ni aroma, ni sabor: no tienen más que palabras. tal
vez sea esto mismo lo que te impide encontrar la paz; tal vez sea todo
este exceso de palabras. Pues también liberación y virtud, también
samsara y nirvana son simples palabras, Govinda. No hay objeto alguno
que sea el nirvana; sólo existe la palabra nirvana...Y hablando
francamente, las ideas tampoco me importan demasiado. Más me interesan
las cosas..."
"Y he aquí una doctrina de la que vas a
reírte: el amor, Govinda, me parece la cosa más importante que existe.
Analizar el mundo, explicarlo o despreciarlo acaso sea la tarea
principal de los grandes filósofos. Yo en cambio lo único que persigo es
poder amar al mundo, no despreciarlo, no odiarlo a él ni odiarme a mí
mismo, poder contemplarlo -y con él a mí mismo y a todos los seres- con
amor, admiración y respeto..."
Siddhartha - H. Hesse
No hay comentarios:
Publicar un comentario