La Catedral de León, marcada por el estigma de una ruina catastrófica, contiene enigmas que expertos, arquitectos e historiadores han sido incapaces de aclarar desde una perspectiva científica.
CATEDRAL DE LEÓN, PUNTO ENERGÉTICO
La
Catedral se erigió en un solar ocupado por varias construcciones
sucesivamente superpuestas en el tiempo, lo que condujo a reaprovechar
los cimientos anteriores. Sin embargo, el templo gótico
superaba ampliamente, en planta y alzados, a los primitivos edificios
-las termas romanas y la catedral románica-. Para algunos expertos, este
empeño en construir en este enclave obedece a que se trata de un punto telúrico, un lugar donde hay corrientes electromagnéticas.
Aún hoy es un misterio qué se oculta bajo el subsuelo
de la Catedral de León y por qué se tiró parte de la muralla romana,
que discurre bajo el altar mayor, en lugar de desplazar el edificio.
Todavía existe un paso de muralla en la zona septentrional y criptas que nunca han sido del todo exploradas.
En la zona norte está la llamada cripta de Menéndez Pidal, descubierta por este historiador, que correspondería al caldarium de las termas, utilizada como cámara funeraria en la Edad Media, donde se conservan cinco sepulcros.
MAGOS Y ALQUIMISTAS
Las
vidrieras de la Catedral, el mejor conjunto medieval de Europa, han
enfrentado a los expertos sobre un tema crucial: ¿se realizaron
siguiendo un plan global?
En
los vitrales no sólo está representada la historia de la creación y los
relatos del Antiguo Testamento, sino que hay temas mundanos e incluso Simón el Mago (lo que sería la competencia de Jesús).
Algunas
de las vidrieras más luminosas son aquellas en las que se utilizó el
amarillo de plata en el siglo XIV, un compuesto que se conocía un siglo
antes y que es el resultado fallido de intentar convertir nitrato de
plata en oro; es decir, el arte secreto de la alquimia.
De hecho, en una de las vidrieras de la fachada sur aparece representado un alquimista con su matraz.
Los poderes ocultos están también presentes en mucha de la iconografía de la Catedral de León, como por ejemplo, en las gárgolas.
MITRA, RA Y LOS DIOSES MALÉFICOS
En la Catedral de León parecen convivir varios dioses. Hay más de una alusión al dios Mitra, culto que había desaparecido muchos siglos antes de la construcción del templo, y cuyo rastro aparece esculpido junto a la capilla del Carmen.
No
deja de resultar chocante que Mitra haya quedado inmortalizado en este
templo cristiano, teniendo en cuenta que durante el Imperio romano el
culto a esta divinidad importada de Persia se desarrolló como una religión mistérica, organizada en sociedades secretas de carácter esotérico.
En el edificio también es posible encontrar al demonio Bafomet, un símbolo templario. Existe un bifaz bafomético en una ménsula del lado sur de la Catedral también conocida como “la cara que siempre mira” y otro Bafomet en la puerta de la capilla de Santiago.
Se descubrió en la cripta de Puerta Obispo, a los pies de la Catedral, piezas relacionadas con el culto a Mercurio.
Con seguridad, el complejo termal sobre el que se asienta la Catedral
tendría en su día un ninfeo o santuario de culto a las Ninfas y otras
divinidades curativas.
OCULTISMO
Llama la atención sobre la sorprendente cantidad de jugadores de dados
que aparecen en el templo. Hay también numerosas crónicas de clérigos
jugadores y los castigos que sufrieron por ello. Fue tal la pasión por
este juego que trascendió al folclore, como da cuenta la portada norte
de la propia Catedral, conocida desde hace siglos como Puerta del Dado.
Para algunos estudiosos los dados aluden a ciertos ritos ocultistas. No es el único juego presente en el templo, cuya planta es un damero perfecto.
MEDIDAS Y NUMEROLOGÍA
Para
los amantes de la numerología, las distancias entre elementos
arquitectónicos que se pueden encontrar en el interior del recinto no
son casuales, sino que los constructores emplearon el famoso número de oro.
Se trata de un número algebraico irracional (decimal infinito no
periódico) que posee muchas propiedades interesantes y que fue
descubierto en la antigüedad, no como unidad, sino como proporción entre
segmentos de rectas.
Casi cada piedra de la Catedral oculta una historia.
Un personaje curioso es el green man (hombre verde),
que aparece en el pórtico principal y en otros lugares. Saber cuál era
la intencionalidad de los maestros que cincelaron a estos personajes
inquietantes es difícil de averiguar. Lo que es seguro es que no están
ahí de forma casual…
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