Abrid los ojos hacia vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y el tiempo. Oireis que alli vuelven a resonar el canto de los astros, la voz de los numeros y la armonia de las esferas. Cada sol es un pensamiento de dios y cada planeta una forma de ese pensamiento, y es para conocer el pensamiento divino que vosotras almas descendereis y remontareis penosamente el camino de los siete planetas y de los siete cielos suyos.
HERMES TRISMEGISTO
sábado, 7 de noviembre de 2015
La perla de hoy
La nieve del alma tiene copos de besos y escenas que se hundieron en la sombra o en la luz del que las piensa.
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