PARTE 2
La Ordo Templi Orientis (O.T.O.), Orden del Templo del Este u Orden de los Templarios Orientales,
es una organización internacional fundada al comienzo del siglo XX. El
escritor y ocultista inglés Aleister Crowley fue el miembro más
prominente de esta Orden. Aunque originariamente inspirada y asociada a
la Francmasonería, bajo el liderazgo de Aleister Crowley la O.T.O. fue
reorganizada con la Ley de Thelema como su eje principal. Esta Ley, expresada como “Haz tu voluntad será el todo de la Ley”, y “El amor es la ley, el amor bajo la voluntad”,
fue promulgada en 1904 con la recepción del Libro de la Ley. Como
muchas sociedades secretas, la pertenencia a la O.T.O. está basada en un
sistema iniciático, con una serie de ceremonias que se valen del ritual
para establecer lazos fraternales e impartir enseñanzas espirituales y
filosóficas. La O.T.O. incluye además a la Ecclesia Gnostica Catholica (EGC) o Iglesia Gnóstica Católica,
que es la rama eclesiástica de la Orden. Su rito central, que es
también el rito central de la O.T.O. y es de carácter público, es
llamado el Liber XV o Misa Gnóstica. Aunque oficialmente
fundada a comienzos del siglo XX, la O.T.O. representa un resurgimiento y
confluencia de las divergentes corrientes de sabiduría y conocimiento
esotérico. Su linaje tradicional se remonta a las tradiciones de la
Francmasonería, el Rosacrucismo y los movimientos Iluministas de los
siglos XVIII y XIX, los cruzados Caballeros Templarios de la Edad Media y
los primitivos Gnosticos pre-cristianos y cristianos, así como a las
Escuelas Paganas de los Misterios. Su simbolismo contiene una
reunificación de las tradiciones ocultas tanto del Oriente como del
Occidente, cuya resolución ha posibilitado la revelación de Aleister
Crowley conocida como El Libro de la Ley. El Padre Espiritual de la Ordo Templi Orientis
fue Carl Kellner (1851 – 1905), un próspero químico austríaco de la
industria papelera. Kellner era un estudioso de la Francmasonería, el
Rosacrucismo y el Misticismo Oriental; y había viajado extensamente por
Europa, América y Asia Menor. Él decía haber contactado durante sus
viajes con tres Adeptos, un sufí, Solimán ben Aifa; y dos tántricos
hindúes, Bhima Sena Pratapa, de Lahore, y sri Mahatma Agamya
Paramahamsa, así como con una organización llamada Hermetic Brotherhood of Light (Hermandad Hermética de la Luz).
En 1885 Kellner conoce al estudioso Teosófico y Rosacruz, Dr. Franz
Hartmann (1838-1912). Él y Hartmann colaborarían más tarde en el
desarrollo de una terapia contra la tuberculosis. Durante el curso de
sus estudios, Kellner creyó haber descubierto una clave que ofrecía una
clara explicación a todo el complejo simbolismo de la Francmasonería, y,
según él pensaba, abría los misterios de la Naturaleza. Kellner quiso
crear una Academia Masónica, que permitiera a todos los Francmasones
familiarizarse con todos los grados y sistemas masónicos existentes. En
1885, Kellner comenzó a discutir con su socio Theodor Reuss, también
apodado Merlín o Peregrinus (1855 – 1923), su idea de fundar una
Academia Masónica. Durante estas discusiones, Kellner decidió que la
Academia Masónica sería el círculo oculto interior de esta orden (la
O.T.O. propiamente dicha) y se organizaría en forma paralela a los más
altos grados de los Ritos Masónicos de Menfis y Mizraim. Tanto hombres
como mujeres serían admitidos en todos los niveles de la Orden, pero la
posesión de varios grados de Francmasonería de Alto Grado y de Oficio
serían un prerrequisito de admisión en el Círculo Interno de la O.T.O.
Pero debido a las regulaciones de las Grandes Logias que gobernaban a la
Masonería Regular, las mujeres no podían ser masones, y quedaban por lo
tanto excluidas de la Orden Templaria Oriental. Esta puede haber
sido una de las razones por las que Kellner y sus asociados resolvieron
hacerse con el control de uno de los varios ritos o sistemas de la
Masonería, es decir, para reformar el sistema y aprobar la admisión de
mujeres. En esa época las discusiones entre Reuss y Kellner no llegaron a
ningún resultado positivo, pues Reuss estaba muy ocupado con la
resurrección de la Orden de los Illuminati, en conjunción con su
asociado Leopold Engel (1858-1931), de Dresden. Theodor Reuss (1855 –
1923) fue un esoterista anglo-germano especialmente interesado en el
tantrismo. A lo largo de su vida trabajó en las labores tan disímiles
como cantante, espía y periodista. Políticamente era un socialista
utópico activista en favor de la liberación femenina. Colabora con Carl
Kellner en la creación de la O.T.O. y lo sucedió como cabeza de la misma
a la muerte de Kellner. Reuss se encuentró con Aleister Crowley y en
1910 lo hace grado VII de la O.T.O. y en 1912 grado IX.
La Orden de los nuevos templarios Fue fundada por dos
esotéricos alemanes, Guido von List y Lanz von Liebenfels. En 1907
Jöris Lanz von Liebensfeld establece que los “caballeros del Grial“, mencionados por Wolfram von Eschenbach (1170 – 1220), caballero y poeta alemán, no eran otros que los miembros de la Orden del Temple,
los históricos templarios. A partir de aquí Lanz concibe la
reconstrucción de la orden en tanto que custodio del Grial. Pero la
concepción que Lanz se hacía sobre la misión de los templarios, la
naturaleza del Grial y el papel de la orden reconstruida, diferían
sensiblemente de la creencia general sostenida por la tradición. En la
revista Ostara, Lanz escribe un ensayo sobre el Grial. Presenta la supuesta copa sagrada como una especie de “acumulador de energía” de la que la raza aria extrae sus poderes y su legitimidad superior. Afirma que, en tanto que “hijos de los dioses“,
los arios han recibido el Grial para mantener sus facultades
superiores, tales como la intuición, la clarividencia, el poder para
dominar las energías y fuerzas de la naturaleza, etc. En 1907 es
constituida la Orden del Nuevo Temple como continuadora y
heredera de la gloriosa hermandad de monjes guerreros. En las navidades
de ese año inaugurarán la sede templaria de Werfenstein, en donde
establecerán el centro de la orden. De lo más alto de su torreón central
ondeará el estandarte de la orden: una esvástica roja sobre campo de
oro con cuatro flores de lis en los ángulos. Nada hay en la orden que
parezca demasiado secreto, ni excesivamente inquietante. Tampoco sus
documentos internos ofrecen algo que no haya dicho ya la revista Ostara.
Es más, la espectacularidad y arcaísmo de los rituales de la orden,
fotografiados hasta la saciedad por la prensa, contribuyeron a ampliar
el número de suscriptores y la influencia de Ostara, que
probablemente tiraba en esa época en torno a los 100.000 ejemplares.
Hasta su disolución por las autoridades nazis en el año 1942, la Orden del Nuevo Temple
logró extender sus sedes por Europa central, estabilizando su presencia
en Hungría, Austria, Alemania y Suiza. Sus miembros activos jamás
excedieron los 500 y algunos autores opinan que como máximo fueron 300
en su momento de máximo apogeo, en 1925. Sin embargo es evidente que las
actividades y la historia de la Orden del Nuevo Temple entroncan con el nacional socialismo. Se dice que Hitler perteneció a la orden teutónica.
Era condición para ser admitido en la orden tener un aspecto físico
nórdico ario. Sus actividades eran oficialmente culturales y religiosas,
pero nada hay en ella que nos impida que la califiquemos de “secta racista“. Se insistía mucho en la “ayuda mutua” entre los miembros de la orden. Las prácticas esotéricas de la orden son descritas en los números de Ostara
y en las normas de la orden. Sus rituales eran una mezcla de elementos
creados por el propio Lanz, a los que había añadido ritos tradicionales
de la iglesia católica así como de la antigüedad nórdica. Entre 1919 y
1923 Lanz redacta los rituales de la orden y compone gruesos volúmenes
en los que ofrece los textos de reflexión y meditación, los contenidos
de los cánticos y los significados esotéricos y ocultistas que creía ver
en cualquier parte de la naturaleza. Guido Karl Anton List, conocido
como Guido von List (1848 – 1919) fue un periodista, escritor y
empresario germano-austriaco, de Viena, conocido por sus obras
ocultistas y del movimiento völkisch, especie de romanticismo
conservador, asociado con el populismo político, con una visión
romántica del pueblo, y por ser una de las figuras más importantes del
resurgimiento del neopaganismo germánico y la magia rúnica a finales del
siglo XIX y principios del XX. También destacó por sus ideas
antisemitas y sus ensayos sobre la raza aria, siendo uno de los teóricos
de la ariosofía, terriblemente racista. Adolf Josef Lanz (también
conocido como Jörg Lanz), quien se llamaba a sí mismo Lanz von
Liebenfels (1874 – 1954) fue un escritor y periodista austríaco. Fue un
ex monje y el fundador de la revista Ostara, en el cual también publicó teorías antisemitas y völkisch. En 1904, publicó su libro Teozoología, en el cual abogaba por la esterilización de los enfermos y de las llamadas “razas inferiores“, y glorificaba la “raza aria” como Gottmenschen (“Hombres-Dioses“).
Lanz justificaba su ideología racial intentando darle una supuesta base
bíblica. Según él, Eva, a quien describe como un ser inicialmente
divino, se relacionó con un demonio y dio a luz a las “razas inferiores“. Un año más tarde, en 1905, fundó la revista Ostara,
de la que se convirtió en el único autor y editor en 1908. El mismo
Lanz sostenía que contaba con más de 100.000 suscriptores, pero se cree
que este número ha sido exagerado. Los lectores de esta publicación
incluían a nazis como Adolf Hitler y a Dietrich Eckart, entre otros.
Como alumno de Guido von List, Lanz expandió sus teorías. Entre otras
influencias se cuenta a Otto Weininger, filósofo austriaco antisemita,
de quien Lanz fue un seguidor ferviente. En 1905, Lanz y unos cincuenta
seguidores de List firmaron una declaración respaldando la propuesta Sociedad de Guido von List, que fue oficialmente fundada en 1908. También fundó su propia organización esotérica, la Ordo Novi Templi en 1907.
Una vez que Hitler cobró prominencia en la década de 1920, Lanz
intentó ser reconocido como uno de los precursores ideológicos del
nazismo. En la revista Ostara (1927), escribió: “Se debe
recordar que los movimientos de la esvástica y fascistas (refiriéndose
al Partido Nazi) son básicamente solo desarrolladores laterales de las
ideas de Ostara“. Su obra más conocida es Das Geheimnis der Runen (Los secretos de las runas), un detallado ensayo sobre la adivinación usando las runas Armanen,
que él mismo ideó. Por ello en medios ocultistas es considerado uno de
los pioneros de la runología, estudio los alfabetos rúnicos,
inscripciones rúnicas y su historia. En sus celebraciones del solsticio
de verano, Guido von List usaba botellas de vino en el suelo para formar
el símbolo de la Cruz Hermética, también conocida como el Martillo de Thor. Era la Insignia del Poder en la Orden de la Golden Dawn.
Y actualmente conocemos este símbolo como la esvástica, el antiguo
símbolo del Sol de los fenicios – arios. Lanz von Liebenfels, cuyo
nombre real era Adolf Lanz, usaba la esvástica en una bandera que
flameaba sobre su “Templo” junto al Danubio, y para estos dos
magos negros simbolizaba el final del Cristianismo y el amanecer de la
edad de los superhombres arios. Defendían la inferioridad racial de
aquellos a quienes llamaron la “fuerza oscura“, como los judíos,
los eslavos, y los negros. Liebenfels (Lanz ) recomendaba la castración
para estas personas. List y Liebenfels iban a tener una influencia
enorme sobre Adolf Hitler. En 1932, con Hitler a punto de alcanzar el
poder, Liebenfels escribiría a un compañero: “Hitler es uno de
nuestros alumnos. Usted un día experimentará que un día él será vencedor
y desarrollará un movimiento que hará temblar al mundo“. Otros dos
personajes que influirían en el pensamiento y las creencias de Adolf
Hitler eran los ingleses Aleister Crowley y Houston Stewart Chamberlain.
Crowley nació en Warwickshire en 1875. Se rebeló contra una crianza
religiosa estricta y fue iniciado en la Orden de la Golden Dawn en 1898
después de dejar la Universidad de Cambridge. Dejó la orden por una
disputa con sus fundadores y viajó a México, India, y Ceilán, donde fue
introducido en ell yoga y el Budismo.
El Budismo reemplazó su interés en las ciencias ocultas hasta que
tuvo una experiencia personal en El Cairo, en abril de 1904. Rose, la
esposa de Crowley, le pidió que realizase un ritual esotérico. Durante
la ceremonia ella entró en un estado de trance y empezó a canalizar las
palabras de un comunicador invisible. “Te están esperando“, le
dijo a Crowley. Ellos, dijo ella, eran Horus y Osirisa. Crowley no lo
creyó y realizó una serie de preguntas a su esposa con la intención de
engañarla. Pero Rose, que aparentemente sabía poco de lo esotérico, dio
la respuesta correcta cada vez. El comunicador invisible dijo a Crowley
que estuviera en un escritorio de su habitación de hotel, al mediodía y
durante tres días específicos. Crowley estuvo de acuerdo y durante estos
períodos escribió un documento llamado el Libro De La Ley, vía
la escritura automática, en que su mano era guiada por una fuerza
misteriosa. La comunicación de Crowley dijo que la vieja era de Osiris
estaba siendo reemplazada por la nueva era de Horus. Pero dijo que antes
la vieja era tendría que ser destruida por la barbarie y la Tierra
sería bañada en sangre. Habría una guerra mundial, se le dijo. El Libro De La Ley
hablaba de una raza de superhombres y condenaba a las viejas
religiones, el pacifismo, la democracia, la compasión, y el
humanitarismo. El comunicador invisible le había dicho: “Que mis sirvientes sean pocos y secretos: gobernarán a los muchos y lo conocido .. No
tenemos nada con los parias y el inadecuado; déjelos morir en su
miseria, porque no sienten. La compasión es el vicio de reyes; pisoteen
al desgraciado y al débil; ésta es la ley del fuerte; ésta es nuestra
ley y el placer del mundo…. Ámense unos a otros con corazones en llamas;
sobre los hombres bajos pisoteen en la lujuria feroz de su orgullo en
el día de su ira…. ¡No tengan lástima al caído!. Nunca los conocí. No
soy para ellos. Yo no consuelo; odio al consolado y al consolador…. Soy
único y conquistador. No soy de los esclavos que fallecen. Sean ellos
malditos y muertos. Amén…. Por lo tanto golpee duro y bajo y al infierno
con ellos, amo…. ¡Ocúltese!. ¡Retírese!. ¡Sobre ellos!. Ésta es la ley
de la batalla de la conquista; por lo tanto, mi adoración estará sobre
mi casa secreta…. Venéreme con fuego y sangre; venéreme con espadas y
con lanzas. Sea la mujer herida con una espada ante mí; que la sangre
fluya en mi nombre. Pisoteen al pagano; sean sobre ellos, Oh guerrero,
les daré su carne para comer…. Sacrifiquen ganado, pequeño y grande;
después un niño…. Maten y torturen; no ahorren; ¡sean sobre ellos!“.
Esto suena notablemente al Yahveh del Antiguo Testamento, eso es
porque probablemente fue la misma fuente que se comunicó a los antiguos,
la que lo hizo con Crowley. Ésta es la fuerza que controla la
conciencia de aquellos que han controlado la Hermandad Babilónica
desde los tiempos antiguos. Crowley aparentemente trató de hacer caso
omiso de lo que había escrito con su mano guiada, pero desde 1909 empezó
a tomarlo seriamente. Muy seriamente. Dijo: “Después de cinco años
de estupidez y debilidad, mal-llamada cortesía, tacto, discreción,
cuidado por el sentimiento de otros, Oh estoy cansado de eso. Digo hoy:
al infierno con el Cristianismo, el racionalismo, Budismo, todos los
trastos viejos de los siglos. Le traigo un hecho positivo y primordial,
mágico por nombre; y con esto me construiré un nuevo cielo y nueva
tierra. No quiero ninguna de su aprobación débil o desaprobación débil;
quiero blasfemia, homicidio, violación, revolución, cualquier cosa, mala
o buena, pero fuerte“. Crowley abandonó a su anterior tutor,
MacGregor Mathers, un hombre derrotado cuando se embarcó en una guerra
psíquica contra Crowley. Los comunicadores de Crowley aparentemente
también se apoderarían de las mente de Adolf Hitler y otros jerarcas del
nazismo. Crowley dio la bienvenida a la Primera Guerra Mundial como
necesaria para barrer la vieja era y hacer la transición a la nueva.
Después de hacer públicas sus revelaciones, Crowley se convirtió en la
cabeza de la Orden de los Templarios Orientales (OTO). Ello le
proporcionó influencias muy importantes en Alemania. Al mismo tiempo que
él y su organización estaban influyendo en los nazis, Crowley era un
masón de grado 33º del Rito Escocés y un supuesto agente de la
Inteligencia Británica, la MI6. También fue consejero de Winston
Churchill. Houston Stewart Chamberlain nació en Inglaterra en 1855, pero
se trasladó a Alemania en 1882. En 1908 se casó con Eva, la hija de
Richard Wagner, y se hizo un escritor prestigioso. Su trabajo mejor
conocido era Fundaciones del Siglo Diecinueve, del que vendió más
de 250.000 copias. Ello lo hizo famoso en todo el país. Pero él mismo
creía estar poseído por demonios y sus libros aparentemente fueron
escritos en momentos de trance, mediante escritura automática. En su
autobiografía dijo que no reconoció tal letra como suya propia. Los
temas de sus trabajos se centraban en que toda civilización viene de la
raza aria y los alemanes eran los más puros de todos, mientras que los
judíos eran el enemigo que contaminaban los linajes arios. No puede
extrañarnos su influencia en el nazismo.
El Emperador Guillermo II y, más adelante, Adolf Hitler dijeron que
Chamberlain era un profeta. Guillermo II (en alemán: Wilhelm II, nombre
completo: Friedrich Wilhelm Viktor Albrecht von Hohenzollern; Berlín, 27
de enero de 1859 – † 4 de junio de 1941) fue el último emperador alemán
(Káiser) y el último rey de Prusia. Gobernó entre 1888 y 1918. Hijo
primogénito de Federico III y de la princesa Victoria, Princesa Real del
Reino Unido, fue proclamado emperador tras el breve reinado de su
padre. Está asociado a la Primera Guerra Mundial y al imperialismo
europeo. Guillermo II tenía una personalidad compleja, brutal para
algunos, manipulador excesivo para otros, en suma una personalidad que
algunos historiadores han tildado de megalómana extrema, poco tolerante y
avasallante. No por ello menos inteligente y vivaz, y se ha afirmado
que con el tiempo y la experiencia adquirió astucia política y militar.
Varios análisis recientes de documentos sobre su nacimiento, almacenados
en los Archivos Imperiales alemanes, han sugerido que Guillermo II pudo
también haber experimentado un trauma cerebral en su nacimiento. Los
historiadores no han podido determinar si tal incapacidad mental pudo
haber contribuido a su agresividad, testarudez y falta de tacto con las
personas que lo rodeaban (sobre todo su madre) y a la hora de afrontar
problemas, lo cual era evidente tanto en su vida política y personal.
Tal enfoque ciertamente estropeó la política alemana bajo su liderazgo,
ejemplificándose principalmente en acontecimientos como el despido del
cauteloso canciller Otto von Bismarck. El káiser tuvo una relación
difícil con su madre, quien era fría y estricta con él, y se sentía en
cierta manera culpable por la deformidad del brazo izquierdo de su hijo,
tratando en muchas ocasiones de corregirla a través de un riguroso
régimen de ejercicio y dolorosos sistemas médicos. En 1908 sufrió
problemas mentales y, en adelante, su posición tuvo menor peso en la
toma de decisiones en Berlín. Resulta interesante que, dados sus
orígenes ingleses, Victoria tratase de inculcar en su hijo un sentido de
supremacía británica en muchos aspectos. Insistía en llamar a sus hijos
por sus nombres en inglés: a Guillermo (Wilhelm) lo llamaba “William” y
a su segundo hijo Enrique (Heinrich) le llamaba “Henry”. Ciertamente,
el futuro káiser sentía un profundo respeto por Gran Bretaña, por su
abuela la reina y por los ingleses. Esto se dio desde las etapas más
tempranas de su desarrollo. Guillermo II fue educado en Kassel en el
instituto de enseñanza Friedrichsgymnasium y en la Universidad de Bonn.
Poseía una mente muy ágil, que era frecuentemente subyugada por su
temperamento cascarrabias. Tenía cierto interés por la ciencia y la
tecnología del periodo, pero gustaba de hacer notar a la gente que él
era un hombre de mundo, perteneciente a un orden distinto de la raza
humana, designada a la monarquía. Guillermo II fue acusado de
megalomanía, en 1894, por el pacifista alemán Ludwig Quidde.
Como vástago de la casa real de Hohenzollern, Guillermo II estuvo
expuesto, desde una edad temprana, a la sociedad militar de la
aristocracia prusiana. No es necesario mencionar que esto fue un
elemento importantísimo en su vida, ya que se puede notar con facilidad
que en su madurez era raro verlo sin el uniforme militar. Esta cultura
militar del periodo tuvo un gran papel al forjar el carácter político de
Guillermo II, así como en sus relaciones personales. Guillermo II era
íntimo amigo del archiduque Francisco Fernando de Austria y quedó
profundamente conmocionado por su asesinato el 28 de junio de 1914.
Guillermo II ofreció su apoyo a Austria-Hungría para desmantelar la Mano
Negra, la organización secreta que había planeado el asesinato, e
incluso sancionó el uso de la fuerza por parte de Austria contra la
presunta fuente del movimiento: El Reino de Serbia. Quería permanecer en
Berlín hasta que la crisis fuera resuelta, pero su corte lo persuadió a
ir a su crucero anual por el Mar del Norte el 6 de julio de 1914.
Probablemente se sabía que su presencia sería útil para aquellos
elementos en el gobierno que deseaban sacar provecho de esta crisis para
aumentar el prestigio de Alemania, incluso con el riesgo de una guerra
general, algo a lo que Guillermo era extremadamente aprensivo. Guillermo
hizo intentos erráticos para permanecer informado de la crisis por
medio de telegramas, y cuando el ultimátum austrohúngaro se entregó a
Serbia, se apresuró a volver a Berlín. Llegó a la ciudad el 28 de julio,
leyó una copia de la respuesta serbia, y escribió en ella: Una solución
brillante, en apenas 48 horas. En este documento, nunca debería haber
dado órdenes para la movilización. Sin que Guillermo lo supiera, los
ministros y generales austrohúngaros ya habían convencido a Francisco
José de Austria, de 84 años, que firmara una declaración de guerra
contra Serbia. Como consecuencia directa, Rusia empezó una movilización
general para atacar Austria en defensa de Serbia. En la noche del 30 de
julio, cuando recibió un documento indicando que Rusia no cancelaría su
movilización, Guillermo escribió un comentario con las siguientes
observaciones: “Porque yo ya no tengo ninguna duda de que Inglaterra,
Rusia y Francia han acordado entre ellos, sabiendo que nuestras
obligaciones en los tratados nos obligan a apoyar a Austria, usar el
conflicto entre Austria y Serbia como pretexto para librar una guerra de
aniquilación contra nosotros… Nuestro dilema sobre mantener la fe con
el anciano y honorable Emperador ha sido aprovechado para crear una
situación que le da a Inglaterra la excusa que ha estado buscando para
aniquilarnos con una falsa apariencia de justicia, con el pretexto de
ayudar a Francia y de mantener la conocida Balanza de Poder en Europa,
es decir, enfrentando en nuestra contra todos los estados europeos para
su propio beneficio“.
Otros autores más recientes indican que Guillermo II realmente declaró: “La
crueldad y la debilidad iniciarán la guerra más terrible del mundo,
cuyo propósito es destruir Alemania. Porque no hay ninguna duda que
Inglaterra, Francia y Rusia han conspirado entre ellos para librar una
guerra de aniquilación en nuestra contra“. Cuando Berlín recibió la
noticia de la movilización rusa, les fue posible a los ansiosos
oficiales militares y a la Oficina de Asuntos Exteriores de Alemania de
persuadir al káiser de que firmara la orden de movilización. Se dice que
al firmar la orden de movilización, Guillermo II exclamó: “Se arrepentirán de esto, caballeros“.
Finalmente, el 1 de agosto de 1914, Alemania declaró la guerra a Rusia.
No es fácil demostrar que Guillermo II quisiera activamente desatar la
Primera Guerra Mundial. A pesar de que tenía deseos de que el Imperio
Alemán fuera una potencia mundial, nunca fue intención de Guillermo II
conjurar un conflicto de gran escala para lograr tales fines.
Simplemente quería que el Imperio Alemán prosperara en paz sin afectar
negativamente a ningún otro país. A pesar de saber que una guerra a
escala global era inminente, hizo grandes esfuerzos para preservar la
paz, como demuestra su correspondencia con Nicolás II y su
interpretación optimista del ultimátum austrohúngaro de que las tropas
de esa potencia no irían más lejos de Belgrado, limitando así el
conflicto. La referencia británica contemporánea de la Primera Guerra
Mundial de ser la Guerra del Káiser, de la misma manera que la Segunda
Guerra Mundial fue llamada la Guerra de Hitler, es vista actualmente
como infundada (y hasta cierto punto injusta) al sugerir que Guillermo
II fuera personalmente culpable de desatar el conflicto. Chamberlain se
hizo el consejero principal de Guillermo II e instó al rey a que fuera a
la guerra en 1914 para cumplir la profecía de la dominación mundial de
Alemania. Cuando la guerra terminó y Guillermo II abdicó, se dió cuenta
de que había sido manipulado. Guillermo II reunió un montón de libros
sobre lo oculto y las sociedades secretas alemanas y estaba convencido
que habían conspirado para causar la Primera Guerra Mundial y habían
causado que Alemania fuera derrotada. Chamberlain, que había recibido la
Cruz De Hierro del Kaiser, murió en 1927 después de muchos años
en una silla de ruedas, quebrado física y espiritualmente. Esto es algo
que pasa a menudo a aquellos que son usados como canales. Finalmente los
destruye. Pero la influencia de Chamberlain iba a revivir en la mente
de Adolf Hitler. Había sido presentado a Hitler por Alfred Rosenberg.
Fue Rosenberg, a pesar de sus antecedentes judíos, quien dio una copia
de los Protocolos de Sión a Hitler a través de otro ocultista, Dietrich Eckart.
Los Protocolos fueron utilizados por Hitler para justificar su
campaña contra los judíos. Adolf Hitler pasó horas en las bibliotecas
leyendo libros sobre astrología, misticismo, y religiones de Oriente.
Estuvo fascinado por los libros de Blavatsky, Chamberlain, List y
Liebenfels. Y eligió partes de cada uno de ellos para producir un cóctel
de horror y odio llamado nazismo. Su pasión era el potencial de la
fuerza de voluntad para conseguir cualquier cosa que deseara. Practicó
las artes esotéricas en un esfuerzo por acceder al nivel de conciencia
que él estaba convencido que lo convertiría en uno de los superhombres
sobre los que había leído tanto. Probablemente, durante algún ritual
negro, abrió su mente a fuerzas malignas. Fue entonces cuando un hombre
sin ningún carisma empezó a tener un carisma y un magnetismo que
narcotizaría a toda una nación. Un escritor dijo de Hitler: “Su poder
para cautivar una audiencia ha sido asemejado al arte oculto de un
médico brujo Africano o el chamán asiático; otros lo han comparado con
la sensibilidad de un médium, y el magnetismo de un hipnotista“. Y Hermann Rauschning, asistente de Hitler, dijo en su libro Hitler habla: “Uno
no puede evitar pensar en él como un médium. Por la mayor parte del
tiempo, los médiums son personas corrientes, insignificantes.
Repentinamente son dotados con lo que parecen ser poderes sobrenaturales
que los apartan del resto de la humanidad. El médium es poseído. En
cuanto la crisis ha pasado, se repliegan otra vez en la mediocridad. Era
en esta manera, más allá de cualquier duda, que Hitler era poseído por
fuerzas exteriores a él, fuerzas casi demoníacas de las que el hombre
individual Hitler era sólo el vehículo temporal. La mezcla de lo banal y
lo sobrenatural creaba esa insoportable dualidad de la que uno era
consciente en su presencia…. Era como mirar una cara rara cuya expresión
parece reflejar un estado de mente desequilibrado acoplado con una
impresión inquietante de poderes ocultos”. Hitler parecía vivir en
un miedo constante hacia los Superhombres invisibles. Rauschning explicó
que Hitler sufría de terribles pesadillas y se despertaba aterrorizado
gritando sobre entidades que eran invisibles a todos salvo a él. Hitler
dijo una vez a su asistente: “¿Cómo será el orden social del futuro?.
Camarada, le diré. Habrá una clase de jefes supremos, después de ellos
las bases de los miembros de partido en orden jerárquico, y luego la
gran masa de seguidores anónimos, sirvientes y trabajadores a
perpetuidad, y debajo de ellos otra vez todas las razas extranjeras
conquistadas, los esclavos modernos. Y encima y por arriba de estos
reinará una nueva nobleza exaltada de la que no puedo hablar…. pero de
todos estos planes los miembros militantes no sabrán nada. ¡El nuevo
hombre está viviendo entre nosotros ahora!. Está aquí. ¿Eso no es
suficiente para usted?. Le diré un secreto. He visto al nuevo hombre. Es
intrépido y cruel. Yo estaba asustado de él“.
Después de que Hitler se trasladó a Alemania, pasó mucho tiempo en
Baviera, de dónde habían salido los Illuminati de Weishaupt, y regresó
allí después de la Primera Guerra Mundial. En Baviera encontró un
pequeño partido político llamado Partido Obrero Alemán, que había . sido
creado por una sociedad secreta esotérica llamada Orden Alemana, que era ferozmente nacionalista y antisemita. De esta orden salieron otras sociedades similares, incluyendo la Sociedad Thule y la Logia Luminosa o Sociedad Vril.
Hitler era miembro de ambas sociedades. Tal como ya hemos indicado, el
Vril era el nombre dado por el escritor inglés Bulwer – Lytton a una
fuerza que despierta en las personas su verdadero potencial para hacerse
superhombres. Se decía que la fuerza Vril estaba en la sangre. Al
parecer fue conocida por los hindúes como la “fuerza de la serpiente” o kundalini.
En el marco del hinduismo, la kundalini es una energía invisible e
inmedible representada por una serpiente o, a veces, por un dragón, que
duerme enroscada en el muladhara, el primero de los chakras o
siete círculos energéticos, que está ubicado en la zona del perineo. Se
dice que al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la
muerte. Varias doctrinas utilizan este concepto de la kundalini, tales
como el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo y el
gnosticismo. El gran objetivo de las prácticas yóguicas y tántricas es
el desbloqueamiento de los nadis (‘ríos interiores’) y el
despertar de la energía kundalini. No obstante, los instructores de yoga
advierten sobre el peligro que acarrea un despertar prematuro de la
serpiente. En este sentido, todos los grandes maestros espirituales
advierten, a este respecto, la necesidad de no forzar nunca en absoluto
esta energía. Con la alquimia, la energía kundalini subiría
verticalmente por medio del fluido espinal, a través de la columna
vertebral, atravesando todos los chakras y alimentaría el cerebro,
modulando su actividad. Sería una energía evolutiva, y según el grado de
activación en el individuo, condicionaría su estado de conciencia. Tal
como hemos dicho, la serpiente tiene su base en el mūlādhāra,
enrollada tres veces y media alrededor de él, y allí se encuentra,
normalmente, dormida. De modo que, tras obtener la apertura de los
chakras, puede ser despertada con técnicas como el tantra y el kundalini
yoga. La finalidad del kundalini yoga es, por tanto, despertar a la
serpiente y desenroscarla, dirigiéndola hasta el Sahasrara, el
chakra superior, para unir cuerpo y espíritu, en un intento de integrar
los dos principios, habitualmente opuestos, de materialidad y
espiritualidad, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano
individual. En términos tántricos estos principios serían Shivá, el
principio masculino o conciencia, y Śakti, principio femenino o energía.
Para llegar a este estado, la serpiente kundalini deberá atravesar 3
nudos principales: El primero es el nudo de Brahman, en el primer
chakra. El segundo es el nudo de Vishnú, en el chakra del corazón. El
tercero es el nudo de Shivá, en el entrecejo. En cada uno de estos
sitios, las tres corrientes de energía se juntan, se anudan y se enredan
en un reino. En la medida en que la conciencia penetra el primer nudo,
se empiezan a soltar los apegos a todas las sensaciones, los nombres y
las formas de las cosas. Se establece una nueva relación con los
sentidos y las sensaciones que se perciben a través de ellos. Antes de
penetrar este nudo, cada sensación atrapa la mente, la cautiva, la
distrae y para el practicante es difícil meditar o estar quieto. Todas
las meditaciones que estimulan el punto del ombligo preparan el fuego
que hace arder esa barrera y permite despertar más allá de su umbral.
Los instructores de yoga enseñan a sus alumnos que el kundalini yoga es
una técnica peligrosa. Por ejemplo, Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del kundalini yoga: «A
menos que se hagan correctamente, hay una posibilidad de dañar el
cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una
supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o
médico conocidos pueden curar». Según los instructores de yoga, la
práctica inadecuada y sostenida de ejercicios de respiración puede
conducir a un mal funcionamiento del sistema límbico, agravando casos de
apnea o suspensión de la respiración durante el sueño, o de ronquido,
ambas enfermedades que pueden llegar a ocasionar problemas del corazón y
circulatorios. Por el contrario, la práctica de la meditación y la
respiración bien guiadas pueden ser de gran ayuda para corregir
problemas de la respiración. Gopi Krishna dijo haber despertado su
kundalini haciendo meditación en su chakra de la corona. Su vida después
del despertar fue tan bendita por la dicha y la euforia como
atormentada por la incomodidad física y mental. Con el tiempo su
experiencia se estabilizó. Al describir el despertar de la kundalini o
el poder de la serpiente enroscada, Gopi Krishna registra su propia
experiencia de la siguiente manera: «Fue variable durante muchos
años, dolorosa, obsesiva… He pasado por casi todas las etapas de… tipos
de mente: mediúmnica, psicótica y otras; durante un tiempo estuve
alternando entre la cordura y la locura».
En 1933, el experto alemán en cohetes, Willi Ley, huyó de Alemania y
reveló la existencia de la Sociedad Vril y la creencia de los nazis de
que, mediante enseñanzas esotéricas y la expansión de la mente, se
harían iguales a los superhombres que vivían en las entrañas de la
Tierra. Creían que esto volvería a despertar la fuerza Vril. Los
iniciados de la Sociedad Vril incluían a dos hombres que se convertirían
en nazis importantes: Heinrich Himmler, el temible comandante en jefe
(Reichsführer) de las SS, y Hermann Goering, lugarteniente de Hitler y
comandante supremo de la Luftwaffe. Los miembros de la Sociedad Vril
estaban convencidos que estaban en alianza con logias esotéricas
misteriosas situadas en Tibet y uno de los supuestos superhombres desconocidos, que fue conocido como el Rey del Miedo.
Los astros son bloques de hielo. Varias lunas han caído ya sobre la
Tierra. La nuestra caerá también. Toda la historia de la Humanidad se
explica por la batalla entre el hielo y el fuego. El hombre no está
acabado. Está al borde de una formidable mutación que le dará los
poderes que los antiguos atribuían a los dioses. Algunos ejemplares del
hombre nuevo existen ya en el mundo, venidos tal vez de allende las
fronteras del tiempo y del espacio. Existe una posibilidad de alianza
con el Dueño del Mundo, con el «Rey del Miedo», que reina en una
ciudad oculta en algún lugar de Oriente. Los que celebren el pacto
cambiarán por muchos milenios la superficie de la Tierra y darán sentido
a la aventura humana. Tales son las teorías científicas y los conceptos
religiosos que alimentaron el nazismo original, y en los que creían
Hitler y los miembros del grupo al que pertenecía, y que, en proporción
considerable, orientaron los hechos sociales y políticos de la Historia
reciente. Sabido es que el partido nazi se mostró francamente, e incluso
ruidosamente, antiintelectual, y que quemó los libros y rechazó a los
físicos teóricos del campo enemigo «judeomarxista». Es menos
sabido el por qué, y en favor de qué explicaciones el mundo rechazó las
ciencias occidentales oficiales. Y se sabe menos aún en qué concepto
del hombre se apoyaba el nazismo, al menos en el espíritu de algunos de
sus jefes. Cuando se sabe todo esto, se sitúa mejor la última guerra
mundial en el marco de los grandes conflictos espirituales; la Historia
recobra el aliento de la Leyenda de los Siglos. «Se nos lanzan
anatemas como si fuésemos enemigos del espíritu —decía Hitler—. Pues
bien, sí, lo so-mos. Pero en un sentido mucho más profundo de lo que
haya soñado jamás la ciencia burguesa, en su imbécil orgullo». Es aproximadamente lo mismo que declaraba Gurdjieff a su discípulo Ouspensky, después de haber enjuiciado a la ciencia: «Mi camino es el del desarrollo de las posibilidades ocultas del hombre. Es un camino contra la Naturaleza y contra Dios».
Esta idea de las posibilidades ocultas del hombre es esencial. Conduce a
menudo a la repulsa de la ciencia y al desprecio de la Humanidad
corriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario