Fuente: http://www.centronagual.es
Dice Eric Rolf que la culpa es uno de los campos de cultivo donde crecerá la enfermedad. Es cierto que la posibilidad de sentir culpa nos demuestra que somos partícipes en la elaboración de la existencia. Sin embargo, más allá del momento de darse cuenta de que la hemos liado, con el consiguiente aprendizaje, la culpa no debe avanzar. Si lo hace, se transforma en victimismo, en apego a las miserias que nos califican, en excusa
para no atreverte a hacer algo que sientes que has de hacer: es más
cómodo sentirte culpable que ser valiente y atreverte a ser tú.
Nos educan en el sentimiento de culpabilidad, y se lo proyectamos a
los demás como si ejercieran poder sobre nosotros. En realidad, somos libres de hacer lo que queremos, lo que pasa es que quizá no decidimos nosotros lo que queremos. Curioso, ¿verdad?
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